LOS DESPOSEÍDOS, unos breves comentarios.

By PACOMAN

Ursula Kroeber Le Guin tenía 45 años cuando en 1974 escribe The Dispossesed: ambiguous utopia, traducido al castellano como Los desposeídos por Matilde Horne, en la única traducción que existe de esta joya. Traducción desafortunada (por no decir mala) que todo hay que decirlo. En 1983 se editó por primera vez en castellano, se ha vuelto a editar hasta en cinco ocasiones, siempre por Minotauro y siempre con la misma traducción de Matilde.

A mi pobre entender estamos ante una de las obras cumbres de la ciencia ficción madura, pasada ya la época dorada del ingenierismo pueril de Asimov, Clark y Heinlein llega la madurez de mano de Bradbury, Le Guin , Pohl y Herbert todos ellos coetáneos de los anteriores pero con sus épocas de influencia en el fandom posteriores a estos. Ciencias (y algo con menor rango científico como la economía política) y no delirios ingenieriles desplazan el centro de atención de la ciencia ficción americana, y por ende mundial.

En 1974 los EE.UU. son la primera potencia mundial pero la URSS le sigue muy de cerca los pasos y dista mucho de estar derrotada o vislumbrarse su derrota. De hecho en el Pacífico los americanos siguen encajando duros reveses y el desastre de Vietnam es ya una realidad. El tramposo Nixon se ve obligado a dimitir, ese verbo que los herederos del tardofranquismo (el régimen político en España en el 74) se niegan a conjugar a pesar de que se les sorprenda mintiendo, robando y violando la ley sistemáticamente.

En esa misma época una madura y clarividente Ursula nos regala una magnífica novela sobre dos modelos económicos antagónicos: el capitalismo-consumista  del Planeta Urras y el comunismo (anarquía para los que confunden socialismo real con comunismo) del satélite Anarres. A través de los ojos del físico anarquista Sherek que como un disidente es acogido por los americanos (¡uy! ¿en que estaré pensando?) por los urras y es a través de esos ojos limpios de hechos dados por descontado como se pone en evidencia lo atroz de nuestro consumismo, del machismo galopantes de los setenta y demás críticas furibundas. En capítulos alternos nos narra la infancia del protagonista en su luna comunista que dista mucho de ser un paraíso.  En esta fase más crítica de la novela el taoísmo y feminismo de la autora se percibe con más fuerza, aunque en honor a la verdad es la estulticia humana lo que abochorna al lector página tras página, como si de un periódico español de 2018 se tratara.

Y a media novela el espectador Sheveck se convierte en protagonista del más importante avance científico del ciclo Hain (en que se inscribe esta novela): el ansible.

Úrsula no se complica la vida, la llegada de los disidentes anarquista a la Luna no es más que un remedo de la expulsión de los puritanos a America, y así con casi todo. El foco lo pone en otro sitio, en la facilidad con que plantea la bisexualidad, la ausencia de religión, el igualitarismo, el equilibrio con el medio ambiente y no en el mero attrezzo de la historia.

En resumen, literatura, pero literatura de la buena. Da la casualidad  que es ciencia ficción, pero no permitas que el árbol o el nombre del mundo no te deje ver el bosque.

¿PRIMERA VEZ EN LEGUINLAND?

Por JUAN ALBERTO GUZMÁN

—¿Primera vez en Leguinland? −Preguntó el droide.

Trabajaba frenéticamente en una consola, de espaldas a mí.  Activaba sensores, consultaba diagramas.  Era un clase 3, quedaron obsoletos para cumplir funciones militares, de protocolo o meramente administrativas… y acabaron gestionando las cabinas de implantación sensorial que, esparcidas por todo el sistema, otorgaban a aburridos usuarios cómo yo el escape de una no menos anodina realidad.

—Funciones corporales correctas −musitó el droide−. Permítame explicarle el contenido de su senso pack:

»Vd. ha comprado una experiencia sensorial de nivel 2 basada en la obra de la escritora y antropóloga Ursula K Leguin y centrada en una de sus obrasfamosas, La mano izquierda en la Oscuridad.  Las experiencias de Nivel 2 le permitirán acceso a estímulos como sentir sabores, olores, placer y dolor atenuados así como sonido ultron x.  La imagen será 10K.  Será vd sujeto pasivo e invisible en la trama, la cual paso a resumir: acompañará a Genry Ai en misión diplomática del Ekumen (más información en el archivo principal, emitido por nuestro sistema Berlangatron 400) al planeta Gueden el cual se encuentra en perpetúa era glacial.  La misión es convencer a los guedenianos para que se unan a la confederación de planetas del Ekumen, para lo cual deberán entrevistarse con el monarca local.  Su contacto será el primer ministro Derem Estraven. El objetivo, entrevistarse con el rey Argaven. A partir de ahí comenzará una subtrama de intrigas palaciegas y aventuras a lo largo y ancho de Gueden que no podemos desvelar.

»La principal peculiaridad de los guedenianos como especie es su androginia. Biológicamente, son bisexuales alternos. Durante 3 semanas al mes son biológicamente neutros y en la última semana se desarrollan como machos o hembras según el compañero que tengan cerca. Cuestión de feromonas. Esta fase se denomina Kemmer y puede ser controlada, cambiada o suprimida mediante drogas .

»No dudamos que encontrará múltiples relecturas, tanto psicológicas cómo antropológicas. Una sociedad en la que se alternan los roles sexuales tiene una pulsión distinta a la hora de afrontar cuestiones bélicas, geográficas o educativas.  Incluso religiosas.  De hecho los guedenianos desconocen el concepto de guerra así que arreglan sus diferencias internas con una mezcla de diplomacia pasivo-agresiva y delicadas intrigas palaciegas. Hay una escala de grados sociales y castas muy sutil, que varían considerablemente según la región en que nos encontremos.

Otro aspecto interesante es su religión es cercana a la filosofía Zen. Defiende que el individuo es Dios en si mismo. A lo largo de la obra leeremos varios poemas que ilustran esta idea.  Del siguiente está sacado el título:

«La Luz es la mano izquierda de la oscuridad,y la oscuridad es la mano derecha de la luz.  Las dos son una, vida y muerte, juntas como amantes en Kemmer, como manos unidas, cómo el término y el camino».

»Pero no se preocupe, no encontrará aquí farragosas disquisiciones filosóficas. Todos estos conceptos la autora los sugiere en una trama que acelera en su segundo y tercer acto que incluirán intrigas palaciegas y novela de aventuras (los inmensos parajes helados le evocarán otras sensoexperiencias, como la de el sistema Jack London el mes pasado).

»No encontrará en esta sensoaventura sistemas altamente tecnificados, batallas espaciales o dispositivos casi mágicos tan caros a este género. Los guedenianos pertenecen a la rama retrofuturista vista en sagas como El Libro del Sol Nuevo de Gene Wolfe. Quizás lo que encontrará más sorpresivo es el uso del Ansible, dispositivo que permite la comunicación interplanetaria al instante y que ha sido utilizado en obras de otros autores. La creadora del ciclo Ekumen relata la invención de este dispositivo en su novela Los desposeídos.

»La novela fue galardonada con un Hugo y un Nebula y fue catalogada como ciencia ficción feminista… pese a que Ursula rechazara este tipo de clasificaciones.

»Poco queda por explicar en esta ligera introducción.  A continuación le induciremos un estado de sedación ligera. Sentirá unos clics, son argollas inmovilizadoras para su completa seguridad… ¿Se encuentra cómodo, Sr. Runciter?

“Lo que me encontraba era harto” pensé….fuí elegido para probar este sensopack, de haber podido elegir habría escogido una experiencia XXX como en aquellas viejas holocintas porno de los 90.  Lástima que fueran carísimas y no me las pudiera permitir.

—Ahora que se encuentra inmovilizado debo informarle de algo, Sr. Runciter. En realidad ha sido vd. seleccionado para un programa de eutanasia selectiva basada en la productividad.  Sus códices de cambio arrojan unas cifras muy pobres.  Solo si sobreviviera a este sensopack de sensorialidad total se le daría una última oportunidad…  3, 2, 1, disfrute la sensoexperiencia.

¿A qué me enfrentaba? ¿zombis, vampiros? ¿Tribus indígenas cerca del río? Ha-ce falta valor¡¡¡

Todo estaba a oscuras,se entreabrió una puerta y de ella surgió una horrible marioneta vestida de etiqueta y pedaleando en un triciclo…  Por Drokk, ¿qué ciberdemonios era aquello?

Empezó con esta frase: ”Glenn Runciter, vamos a jugar a un juego”.

Sería una noche muuuuyyyyy largaaaa…

         Gueden, por Milan Dubnicky

EL ETERNO REGRESO A CASA de Ursula K. Le Guin

por MANUEL BERLANGA

«Resulta difícil traducir de un idioma que no ha llegado a existir, pero tampoco hay que exagerar.  Al fin y al cabo, el pasado puede ser tan oscuro como el futuro».

No es una novela, es más; mucho más.  Algo así como un tratado arqueológico sobre una cultura y sociedad futura, que aún no existe, pero se ha extinguido. El eterno regreso a casa es una obra personal, donde Le Guin (aunque no lo cita, ni le dedica el libro) rinde homenaje al trabajo de su padre, el afamado antropólogo cultural Alfred Kroeber.  Pero lo hace a su estilo: utilizando la fantasía y la ciencia ficción de las que es maestra, mediante el lirismo y el arte de unir palabras con la belleza y serenidad que le caracteriza.

El eterno regreso a casa nos cuenta la historia de Piedra Parlante, una mujer de una sociedad futura del Valle de Napa, en una California post-cataclísmica (no se indica si debido a una guerra, o la temida falla de San Andrés) que ha evolucionado (involucionado) hacia una sociedad similar a la de aquellos indios originales que lo poblaron siglos atrás.  Pero, sobre todo, narra la historia imaginada del pueblo Kesh, una sociedad de corte primitivo, que la autora, en un verdadero ejercicio de antropología-ficción, reconstruye con detalle y maestría, sin duda heredada. Una sociedad agrupada en tribus -que son todo menos salvajes- entroncadas y en equilibrio con la Naturaleza sobre la que pivota su vida y cultos; una vida sencilla y artesanal, un ejercicio organizado de supervivencia con medios limitados (aunque poseen artefactos y armas -fusiles- heredados de una época anterior). 

Le Guin ejerce aquí de arqueóloga (no sabemos si del pasado o del futuro) que, como Heinrich Schliemann con Troya, descubre -intuye- la pequeña ciudad (campamento) de Sinshan, a partir de la cual reconstruye (mapas y cartografías incluidos) con una minuciosidad entrañable, las pautas, ritos y costumbres que conforman su sociedad, organizada en logias funcionales, al tiempo que «compila» una muestra inagotable del incomparable acervo cultural de los Kesh: relatos, canciones, poemas, obras de teatro que «traduce y anota» ella misma, recetas de cocina; incluso un diccionario, un glosario completo (¡26 páginas!) de términos y vocablos de su lengua que nada tiene que envidiar a J.R.R. Tolkien.  No contenta con ello, nos habla de zoología, geología o botánica, música y bailes, estructura social o el papel de la mujer; una inmersión total en una cultura imaginada con una exquisita capacidad creativa que nos hace creer que existió (¿existirá?) en realidad.

No es una novela, sino mucho más, como veis.  Para que os hagáis una idea: las novelas de Le Guin suelen ser cortas; en este caso, la historia de Piedra Parlante alcanza las 148 páginas, en tres partes.  El resto, hasta completar las 762 páginas que componen el libro es eso que llamamos antropología-ficción, la reconstrucción de una sociedad y todos sus componentes.  No es, por tanto, un libro para leer de corrido, sino de forma pausada, con tiempo, a ratos, para disfrutarlo con intensidad; y se disfruta, pues Le Guin hace gala de ese estilo sereno y poético que le caracteriza, esa belleza armoniosa y lírica que es marca de la casa.

Para colmo, la edición de Edhasa de 2005, es hermosa: no sólo está repleta de dibujos e ilustraciones de Margareth Chodos, geomancia de George Herst y mapas dibujados por la propia autora, sino que la tapa y cubierta del libro, o las guardas interiores contienen unas magníficas ilustraciones de Carlos de Miguel.  En suma, El eterno regreso a casa es una de esas obras que deseamos tener aquellos que no sólo amamos una buena lectura, sino también los libros.

CINCO HORAS CON URSULA K. LE GUIN

Sé que esa noche, en su cielo del Ekumen o Terramar, donde quiera que se encuentre, Úrsula sonrió complacida.

Porque pocas veces en esta vida 15 personas habrán pasado tanto tiempo comentando (entre bebidas y comida, por supuesto) lo más destacado de su obra (1).  ¡¡5 horas seguidas, sin parar!!, disfrutando entretenidos de esa palabra que libera y el poder que evoca un nombre, el de Ursula Kroeber Le Guin, gran dama americana de la literatura (sin etiquetas), eterna aspirante al Nobel para muchos, nombrada y considerada por todos Gran Maestra de la Fantasía y la Ciencia Ficción, géneros en los que recibió su mayor reconocimiento (2).

Fue una convocatoria extraordinaria del Club de Lectura de Literatura Fantástica en Málaga, un oportuno descanso en nuestra revisita a Sapkowski mediante la Saga de Geralt de Rivia y un necesario homenaje, que propuse en el encuentro del mes pasado, tras su fallecimiento días antes, el 22 de enero. La propuesta -acogida por todos con entusiasmo- era simple: leer cada uno una de sus obras, a elección, y compartir después la experiencia, las sensaciones que nos había causado.  Creo que es el mejor homenaje que, en la modestia de un grupo de amigos amantes de lo fantástico como el nuestro, se le podía rendir a una gran escritora.  Y ella -estoy convencido- lo habrá acogido complacida.

El encuentro no fue un monólogo, como esa obra inolvidable de Miguel Delibes cuyo titulo remeda el de esta crónica (Cinco horas con Mario, de emotiva y magistral interpretación de Lola Herreraotra gran dama, esta vez de la escena) sino, al contrario, una reunión donde manifestamos opinión y sentimientos, las sensaciones que la autora nos transmitía en su obra.  Pero algo más que el título hay de semejanza en esa comparación: si la obra de Delibes representa una crítica feroz a la burguesía española en los años sesenta a partir de un velatorio intimista, el homenaje de ayer -casi un velatorio emocionado tras la muerte de la autora- fue el recuerdo a una mujer precursora que transmitió con su obra un análisis crítico de la sociedad, con mensajes y toma de posición militante desde el feminismo, el anarquismo utópico y pacifista, o la búsqueda de un mundo sostenible y en equilibrio con la naturaleza, consecuente con sus ideas taoístas.  Sobre todo, fue el reconocimiento particular del grupo a una excelente autora, de narrativa accesible y sencilla, humanista y serena, bella hasta rozar en ocasiones la prosa poética; suave, al tiempo que radical y contundente en su contenido e ideas.  Una mujer precursora (poco reconocida, la verdad), que utiliza protagonistas de piel oscura en una época donde no era habitual y -como vimos a lo largo de la noche-, ideas y conceptos en los que se han «inspirado» obras posteriores que han alcanzado fama y prestigio (3).

EL CICLO EKUMEN (o Universo Hainish).

La primera inmersión en su obra fue en el universo Hainish, el Ekumen, ese «hogar universal» de la humanidad, que utiliza como entorno en el que situar sus historias de ciencia ficción; una confederación galáctica de planetas habitados por seres humanoides, descendientes todos (La Tierra incluida) de un misma rama común, miles o millones de años después de haber sido colonizados por seres humanos del planeta Hain.  Con el transcurso del tiempo, ese origen común ha sido olvidado o convertido en leyenda; cada planeta ha seguido su discurrir y evolución propios y, ahora, con el resurgir de los viajes interestelares, la historia se repite.  Primero una Liga de Mundos (en sus tres novelas iniciales), más tarde el Ekumen, una Confederación inter-planetaria similar a la Federación Unida de Planetas de Star Trek, de Gene Rodenberry (4) y que, como en ésta, viaja a mundos lejanos con la intención de incorporarlos a la Federación -si están preparados-, y la directiva de no intervenir -si no lo están-.  Una directiva que no se cumple, normalmente.

«Encontré la palabra griega oikumene, que significa hogar -como en ecuménico (universal)-, en uno de los libros de antropología de mi padre, y la recordé más tarde, cuando necesitaba una palabra que implicase una humanidad más amplia, extendida desde un hogar original. La deletreé Ekumen. Cuando escribes ciencia ficción, puedes deletrear las cosas como más te interese, casi siempre». («El cumpleaños del mundo», en  www.ursulakleguin.com).

Pero la ciencia ficción de Le Guin no es de aventura o acción; ni hard (dura), en la que predominan aspectos científicos, físicos o astronómicos.  La suya entra en esa evolución posterior denominada soft (blanda) en contraposición, que introduce aspectos antropológicos y sociales y da preferencia a las relaciones humanas, su cultura, el entorno que le rodea, el análisis del comportamiento humano y cómo influye en el hombre la sociedad que ha creado.  Curiosamente, sus explicaciones son a veces más exactas que otras coetáneas de la rama hard.

«La ciencia ficción no es algo menor. No es solo la EnterpriseStar wars o las Tropas del espacio. Significa experimentar con la imaginación, responder preguntas que no tienen respuesta.  Implica cosas profundas…  La ciencia ficción es una gran metáfora de la vida» (Entrevista de Jacinto Antón en «El País Semanal», 28-10-2012)

TudorPopa en Devianart

No hay orden lógico de lectura en el ciclo de Ekumen, ni continuidad entre sus historias (la dilatación del tiempo lo impide); relatos que transcurren en mundos muy diferentes, separados entre sí por años luz de distancia y tiempo.  Aunque casi todos poseen un elemento común que los une, además del «ansible» (5): la presencia de un explorador exterior, un extraño que, a través de sus ojos y mentalidad humana, analiza y contrasta una cultura ajena, en la que se ve inmerso y con la que debe interactuar. Unas pautas ya marcadas en El mundo de Rocannon (1966), su primera novela, y que se repiten en casi todas las novelas del ciclo.

«No era importante, después de todo. Él no era sino un hombre. El destino de un hombre no tiene importancia».

  • EL MUNDO DE ROCANNON, por FRAN M. ROMERO. 

Pautas siempre inteligentes, que permiten a la autora observar con ojos distintos, desde fuera, nuestra sociedad (la de su época, aunque no ha cambiado tanto) y realizar un análisis nue-vo, profundo y crítico de temas poco habituales en la ciencia ficción. Como el sexo y las relaciones de género en un mundo donde no existe la dominación de uno por el otro, en La mano izquierda de la oscuridad (1969), ganadora de los premios Nebula 1969 y Hugo 1970, que supuso todo un hito para la época en que fue escrita (6).

«La luz es la mano izquierda de la oscuridad, y la oscuridad es la mano derecha de la luz; las dos son una, vida y muerte, juntas como amantes».

El medio ambiente, la no violencia y la desforestación de todo un planeta se erigen en protagonistas en El nombre del mundo es Bosque (1972, 1976), una de sus historias más aclamadas (Premio Hugo 1973 a la mejor novela corta).  Ocupación colonial y arrogancia de un militar invasor terrestre, violento en extremo, frente a un pueblo pacífico en los inicios de su evolución…¡Cuánto de inspiración nunca reconocida le debe «Avatar» de James Cameron (2009) a esta novela!

«…cuando se consigue una enorme cantidad de dinero apropiándose de las ideas de otros artistas (…) hay cierto sentido de violación. Me siento obligada a sentir desprecio por el que se ha aprovechado» ( «El País Semanal», 28-10-2012)

«La ecología de un bosque es muy delicada. Si el bosque perece, la fauna puede extinguirse con él».

Los Desposeídos: una utopía ambigua (1974), quizá sea la novela más polémica de la autora, al tiempo que interesante y premiada (Nebula 1974, Hugo 1975, Locus 1975, Gigamesh 1984, Prometheus 1993); una de las grandes obras de la literatura del S.XX.  Sin etiquetas.  Porque Le Guin utiliza en ella la CF como una de esas «metáfora de la vida» que cita, un medio para analizar capitalismo y comunismo en plena Guerra Fría, sin maniqueísmos ni concesiones a su ideología; al tiempo que reflexiona sobre cómo el uso del lenguaje condiciona las relaciones sociales.

«Los desposeídos tienen todo un mundo que ganar». (Karl Marx).

Para finalizar el ciclo de EkumenMaría Jesús Sánchez comentó El Relato (2000), una historia sobre la importancia de la tradición oral y la palabra escrita; también del enfrentamiento entre una sociedad en progreso y la tradición que conforma su identidad, o el equilibrio entre ambas.  Pero, especialmente, Mª Jesús definió la influencia que la etnografía tiene en Le Guin a través de su padre, el prestigioso antropólogo Alfred Louis Kroeber, autor de diversos tratados sobre culturas indígenas de los indios americano, en las que la tradición oral era predominante, y profundizó en las escuelas y métodos de investigación sobre sociedades antiguas,  un tema que domina, pues no en vano dedicó tres años de su vida a una tesis que le acercó a ellas. 

«El Futuro, en la ficción, no es más que una forma de mirar el Presente». (El Relato)

  • EL RELATO, por Mª. JESÚS SÁNCHEZ.


LEJOS DEL UNIVERSO HAINISH.

De entre las obras de ciencia ficción no ambientadas en el universo Ekumen,  El Ojo de la Garza, transcurre en un planeta que es colonia penal de una Tierra futura donde son desterrados presos peligrosos sin posibilidad de regreso.  Organizados en dos comunidades, una descendiente de presos comunes y otra de presos políticos, herederos del antiguo movimiento pacifista, la autora construye una sencilla historia sobre la toma de posición de una mujer, en su camino a la libertad.

«Somos volcanes. Cuando nosotras las mujeres ofrecemos nuestra experiencia como verdad, como la verdad humana, cambian todos los mapas».

El Eterno regreso a casa es una obra distinta, muy diferente a otras de la autora, no sólo por su extensión (762 páginas) sino por su contenido, donde Le Guin, con la belleza de una prosa poética que llega al alma del lector, construye y analiza toda una sociedad futura que ya se ha extinguido, en un sorprendente ejercicio de antropología-ficción digno de los mejores estudios de su padre.  Una obra que es más que una novela, y constituye un pequeño tesoro para todos aquellos que aman los libros, además de la lectura.

«Resulta difícil traducir de un idioma que no ha llegado a existir, pero tampoco hay que exagerar.  Al fin y al cabo, el pasado puede llegar a ser tan oscuro como el futuro».


SAGA DE  TERRAMAR.

Mapa de Terramar, por Lyam Davis

El mundo de Terramar y su inmenso piélago de islas conforma el ciclo más famoso de la autora; puede que no el más premiado -quizá por ser fantasía y no ciencia-ficción-, pero sí el más conocido y el que más ediciones disfruta, siendo difícil encontrar un momento en el que se encuentre descatalogado, como ocurre con la mayor parte de su obra.  Y no es difícil de entender, pues si entre sus páginas habitan dragones,  magos, hechiceras,  espectros y talismanes junto al nombre verdadero de las cosas, también lo hace gente cercana, de sabiduría sencilla, pacífica, y sus historias de hermosas palabras contienen la belleza y armonía que sólo te ofrecen las pequeñas lecciones sobre la vida.

«El sabio no pregunta.  El necio pregunta en vano» (Un mago de Terramar).

Un Mago de Terramar (1968) contiene una historia de contrastes y crecimiento, de lucha y superación de los propios miedos y fantasmas de Gavilán siendo aprendiz, antes de convertirse en el gran Archimago que se nos anuncia.  Una historia que liga la magia a la naturaleza y fija el precio, el coste, que supone usarla.  Un poder que, si bien se posee, también se aprende… en una escuela de magia ideada como tal 30 años antes de que J.K.Rowling imaginara Hogwarts.  Tampoco  costaba tanto acreditarla…

«Me parece convencional y predecible. Pero está bien para los niños.  Ella podría ser generosa y reconocer la influencia de Un mago de Terramar. En fin, son obras muy diferentes» («El País Semanal», 28-10-2012)

Si la trilogía inicial se completa con Las tumbas de Atuan (1971) y La costa más lejana (1972), todo un tratado sobre crecimiento personal, a partir del viaje iniciático de unos jóvenes adultos, bajo la ética de su autora, 18 años más tarde reemprende un «regreso a los orígenes» bajo perspectivas adultas con Tehanu, su continuación (1990, Premios Nebula 1990 y Locus 1991); Cuentos de Terramar (1999), un libro de relatos ambientados en distintas épocas del archipiélago y enlace a En el otro viento (2001), el último de la serie.  Un regreso con las mismas hermosas palabras que utiliza, pero con personajes y enfoques feministas mucho más adultos y complejos.

«Sólo en el silencio la palabra, sólo en la oscuridad la luz, sólo en la muerte la vida; el vuelo del halcón brilla en el firmamento vacío».

  • CRÓNICAS DE TERRAMAR, por MANUEL BERLANGA.


CUENTOS.

Parte importante de la producción de Le Guin son sus relatos, más de cien, de todo tipo, frecuentemente premiados.

Carlos de Miguel (2004)

Las doce moradas del viento (1975, Premio Locus 1976 a la mejor colección), fue elegida por dos veces. Recopila historias previas, cuentos que en muchos casos son el embrión de novelas posteriores, como La palabra que libera (1964) o El poder de un nombre (1965), que darían paso a Terramar; El collar de Semley (1964), prólogo al El mundo de Rocannon; El rey de Invierno (1969), sobre el planeta de La mano izquierda de la Oscuridad; o El día antes de la Revolución (1974, Premios Nebula 1974 y Locus 1975 al mejor relato corto), que cuenta la historia de Odo, la anarquista líder de Anarres en Los Desposeídos…  Y Los que se alejan de Omelas (1974, Premio Hugo al mejor relato corto), de una sensibilidad exquisita… y crudeza trágica.


RESUMEN.

Cinco horas continuadas podrían parecer muchas, demasiadas, para hablar de una autora.  Sin embargo, en el caso de Ursula Kroeber Le Guin, son pocas, muy pocas para disfrutar de su obra.  La noche se hizo corta y, al final, tuvimos que aligerar para no abusar de la paciencia y disposición de Miguel, en La Marítima, que tan bien nos atiende siempre.  No dio tiempo a conclusiones, un resumen de pareceres o conjunción de ideas comunes, que dejo a la memoria.

Le Guin es, más allá de su obra (y también en ésta), una gran dama, sencilla, apacible como sus textos, de ideas claras y pensamientos serenos aunque rotundos, alguien que te gustaría haber conocido y tratado en persona; sólo hay que leer sus palabras en una entrevista o un texto, una colaboración, para saber que las cosas que dice son las que escribe, está convencida, las siente como las cuenta, sólo que bajo el tamiz de la alegoría y componiendo metáforas sobre la vida.  Y lo hace con hermosas palabras trenzadas con arte, urdidas con belleza ya desde el título ¿Os habéis fijado?: todos parecen extraídos de un poema.  Decir que hay poesía en un título suena a exageración… salvo que sea de Le Guin. ¡Qué  decir del resto de la obra!

«Entre el pensamiento y la palabra hablada existe una fisura en la que puede penetrar la intención…» (La ciudad de las ilusiones).

Tal vez, si algo puede achacarse a su estilo sea una cierta calma en la trama y un desarrollo rápido de acontecimientos; como si, concebido el mensaje que desea transmitir, le importase más cómo contarlo.  Temo que, en la actualidad -cuando los efectos especiales priman sobre el contenido y la acción al razonamiento-, a las nuevas generaciones, curtidas en la adrenalina de los vídeo-juegos, no les atraiga igual la magia de las palabras, la construcción de una idea y el mensaje se pierda; no porque no lo entiendan, sino porque ni les llega, no les da tiempo.  Démosle tiempo… ya crecerán:

«El hambre de un dragón tarda en despertar, pero luego es difícil saciarla»  (Un Mago de Terramar)

Fue una gran noche. ¡¡5 horas con Ursula K. Le Guin!!  La mayor satisfacción para quien convoca este Club de Lectura fue que muchos de los asistentes accedían a la autora por primera vez y, prácticamente todos, manifestaron entusiasmados su interés por repetir.  ¡Sabia decisión!


.NOTAS:

  1. 6 libros de poesía, 20 novelas, más de 100 relatos, 4 antologías de ensayos, 11 libros para niños, diversas traducciones de autores del español, chino o francés.
  2. Más de 30 premios en total, entre ellos los cuatro «grandes» de fantasía y ciencia ficción: Nebula (en 6 ocasiones), Hugo (5), Locus (8), y World Fantasy (3), además del J.Teptree (3), Gran Premio de lo Imaginario, Librería del Congreso a una leyenda viviente… En 2003 fue nombrada Gran Maestra por la SFWA (asociación de escritores americanos de Ciencia ficción y Fantasía), siendo la primera mujer que consiguió tal distinción.
  3. Diversos conceptos iniciados por Le Guin han inspirado otros:
    • El Nombre del mundo es Bosque (1972) <=> Avatar, de James Cameron (2009)
    • La Escuela de Magia de Roke (1968) <=> Hogwarts, de J.K. Rowling (1997)
    • La sombra oscura de Ged (1968) <=>  El reverso tenebroso de la fuerza (Star Wars, 1977)
    • Los Magos se vacían de poder, olvidan las palabras y se convierten en gente gris y sin alegría (La Costa más Lejana<=> La  Nada, de la Historia Interminable, de M. Ende (1979)
  4. Ambos, la primera emisión de la serie y su primera novela, son simultáneos, de 1966
  5. Dispositivo que permite la comunicación instantánea entre dos puntos, indepen-dientemente a la distancia.  Más tarde ha sido utilizado por otros autores, como Orson Scot Card, en La Saga de Ender.
  6. No es la única vez que Ursula K. Le Guin utiliza y profundiza en el tema del sexo y las relaciones de género como fondo de la historia, con propuestas novedosas, capaces de explorar planteamientos distintos y combinaciones diversas. Ella misma confiesa que, en 1969, «yo era muy joven, y la sociedad americana muy puritana», tal vez, por ello, no pudo avanzar más en sus propuestas.  Lo hará años más tarde, en 1995, con el cuento Mayoría de edad en Karhide, publicado en El cumpleaños del mundo y otros relatos. «Ahí sí se explica pormenorizadamente cómo es el sexo en Invierno-Gueden, «clitopenis» incluido. Completa la novela en cierta manera». No comentamos esta selección, pero en gran parte de sus relatos  (1995-2002, con premios Nebula 1995,  J.Tiptree 1995 y 1997Locus 1997 y 2001) utiliza la diversidad cultural de planetas del universo Hainish para explorar las relaciones de género en diferentes vertientes: sexo, amor, matrimonio, dominación, soledad… y combinaciones de todo tipo, incluida una donde las mujeres dominan la sociedad y los hombres (en proporción 1/16) son utilizados para diversión y como objetos sexuales, pagando por sus servicios

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