CONAN REY: El Conquistador.

Ficha CR4 El Conquistador

 Esta ficha se quedó en el tintero, pese a estar preparada incluso antes de la aparición de la edición de Planeta.  Meses antes ya publicamos su reseña, sobre el original en inglés, que podéis recordar picando aquí.

Con ánimo completista, pero también porque en ella prometía comentarios sobre algunos aspectos que me parecieron interesantes y dejaba para su edición española, regresamos sobre ella. (Os recomiendo un repaso previo de la reseña anterior, aqui).

CeC 1-2-3-4-5-6 Giorello

Lo primero que quisiera reflejar es que este volumen supone (de momento al menos, pues no hay anunciada continuidad) la última colaboración del magnífico tándem responsable de la serie que conforman Timothy Truman y Tomás Giorello, junto al colorido de Tomás Villarrubia; en mi opinión, uno de los mejores y más completos que jamás se han ocupado del personaje en cómic, equiparable al ya mítico de Roy Thomas y John Buscema en Marvel.  Y no sólo por unos dibujos potentes y espectaculares que siguen el canon Frazetta, más propios de la revista Savage Sword que de la serie regular, potenciados por un color excelente, sino por la calidad de las adaptaciones de Truman, estudioso y buen conocedor del personaje, muy fiel al Howard original, cuyas aportaciones y licencias no son gratuitas sino que amplían y enriquecen la figura del cimmerio.  Sería de agradecer su regreso.  Por pedir, si no continuasen el personaje como rey de Aquilonia (tal vez en esa posible victoria sobre Zingara que Dale Ripke esboza en su cronología The Dark Storm, o en esos viajes a Hyrkania y Khitai, o las islas de un continente lejano en el hemisferio occidental que indica Howard, y utilizaron De Camp y Carter) a me gustaría que lo hicieran en la época previa a su alzamiento, mientras servía como soldado fronterizo en Más allá del Río Negro, El Negro Desconocido, o el episodio Lobos de allende la Frontera, por no decir una espectacular nueva adaptación de Uñas Rojas… relatos, todos, considerados entre lo mejor de su obra, narrados con una crudeza y realismo que trasciende lo que hay de fantástico en sus historias.

El fin de XaltotumSobre las licencias de Truman en el guión, una de las negativas es esa (que ya utilizó Roy Thomas, y él repite -la influencia del maestro es mayor de lo que parecía-) de que sea el propio Conan quien de muerte al brujo Xaltotum, algo que no sucede en la novela, donde Zelata y su lobo, con Hadratus -bruja y sacerdote- son quienes la producen.  A mi entender, origina una ruptura ilógica en la continuidad de la historia, pues Conan debe abandonar el combate en el que se encuentra envuelto para después regresar a él y derrotar al rey Tarascus.  También se pierde aquí ese momento mágico-poético en que aparece el carro del brujo y Hadratus coloca en él su cuerpo momificado para que lo transporte de regreso al reino perdido de Acheron (está claro que quien reescribe a Howard, por bueno que sea, se equivoca siempre).

Conan y ZenobiaY en este caso (no tan negativo, pues sirve a fines posteriores) Truman decide dar presencia a Zenobia y la traslada al altar del rey, para ser sacrificada en la cima de la colina donde transcurren los hechos y es salvada del sacrificio in-extremis  por el propio rey.  Con ello y su llegada al final, se ahorra el viaje a Nemedia para recogerla, como promete en la novela.  Ya en positivo (a mi entender), es el complemento a la personalidad y estado de ánimo de un rey Conan avejentado y cercano al final de sus días (que REH no toca), en el que se introduce bien -muy bien incluso- y amplía con éxito.  Su recurso de utilizar un rey crepuscular que narra sus historias en primera persona al escriba Pramis (y da origen a las Crónicas Nemedias) es acertado: cada capítulo en cómic (dos del original) se inicia con los recuerdos de éste, en los que transluce también sus sentimientos. Y en ellos Truman nos presenta una imagen humana del cimmerio, Un rey triste y soloprofundamente enamorado de Zenobia incluso años después de su muerte. Fue la única persona que tuvo cerca, y ahora la extraña, y se siente solo sin ella, ni sus compa-ñeros de aventuras y reinado, Pallantides, Trocero,… ya fallecidos. Incluso, al cierre, confiesa a Pramis«: ¿de qué sirve el poder y los tesoros que proporciona… si no tienes a quién ofrecérselos?«.  Y esto supone toda una declaración, un cambio importante respecto a la versión ofrecida y ampliada por DeCamp y Carter, y continuada en los comics de Marvel: Conan no tiene descendencia alguna, ningún hijo reconocido en quien abdicar y dejar la corona, nadie que continúe su linaje… (1)

Y se siente triste y solo.

No sabemos qué  deparará el futuro de la serie, el personaje en el fin de sus días. Sí -pues lo confiesa abiertamente en las páginas de este volumen- que no morirá sentado en el trono, sino en alguna postrer aventura allende el reino, recorriendo territorios desconocidos del mundo Hyborio en el que habita. Pero, sin duda, Truman nos deja una visión nueva del cimmerio, diferente a cuanto conocíamos
hasta el momento, abierta a terrenos inexplorados…Y es de agradecer.

Respecto a la edición española de Planeta de Agostini comics, en formato libro-comic siguiendo el formato de la edicion recopilada original, excelente como siempre, dos comentarios:

  • Por un lado, el acierto en elegir como portada la del último número de la serie, como pedía en el comentario anterior (a este paso, voy a tener que pensar que me siguen y hacen caso… aunque se trata de una elección bastante lógica)
  • Por otro (me sabe mal darle un «palo», pero he de hacerlo) un desacierto que es una verdadera metedura de pata y ruptura del criterio previo: el diseño de su lomo, muy diferente a los tres anteriores de la serie Conan Rey; más en este caso, que se trata de la segunda parte de un tomo anterior…  No sé quien tomará estas decisiones, sólo que está mal asesorado, no tiene ni idea de lo que hace y demuestra una falta de implicación y respeto hacia el producto final, y una jugarreta a los que presumimos de estos volúmenes en nuestra biblioteca, junto a otros libros de calidad.

conan-y-el-dios-de-medianoche

  1. Mucho tiene que ver con ello, al parecer, una antigua aventura de Conan Rey, publicada en los albores de su edición por Dark Horse, 2007 (un año después por Planeta): Conan y el Dios de Medianoche, cuya reseña inten-taremos recuperar en breve, no sólo por comentar este tema importante, sino porque también recoge una buena historia, diferente y de interés, que algunos no conocen.

Los próximos Conan. CONAN EL VENGADOR: Sombras sobre Kush

Portada del nº 6, por Daryll Mandrick

Portada del nº 6,                      por Daryll Mandryck

Este mes de septiembre concluye en los USA el primer arco argumental de la nueva serie de cómics de Dark Horse que adapta las aventuras del cimmerio creado por Robert E. Howard, titulada Conan el Vengador, y su primer ciclo Sombras sobre Kush.

La historia corre a cargo del guionista  Fred Van Lente, a quien ya conocimos por su adaptación de El Pueblo del Círculo Negro (con dibujos de Ariel Olivetti), que dejó sentimientos contra-puestos (ver comentario aquí). Van Lente  ha sido guionista de cómics para Valiant (Archer & Armstrong) y Marvel (Hulk, Marvel Zombies, Vengadores, o Capitán América: Homecoming, con la Viuda Negra, tras la estela de la 2ª película), pero no es un estudioso de la obra de Howard como Timothy Truman (Conan Rey). Su primera aproximación a Conan, citada arriba, podemos calificarla como correcta (bastante más que el trabajo de Fred Van LenteOlivetti, perdido en la espectacularidad), y fiel a la obra original, sin pretender reescribir a su autor, como hizo Robin Wood en el ciclo de Bêlit (y así resultó).  Peor que él (pese a que tuvo sus momentos) no puede a hacerlo (el tiempo lo dirá… cuando comience a ser creativo).  Sin embargo, abajo comento que en este primer arco presenta un cierto dominio de la situación y un buen desarrollo de la sinopsis que dejó Howard, por lo que prefiero ser optimista y desear que funcione también el resto de su propuesta.

Van Lente retoma el personaje justo donde finaliza la serie anterior, tras el despiadado fin de su relación con Bêlit, La Reina de la Costa Negra.  Como sabemos que Dark Horse sigue (más o menos) como base para construir la nueva historia del cimmerio en cómics la cronología creada por Dale Rippke, basada exclusivamente en textos escritos por el autor tejano, Conan tiene ahora 25 años, y toca adaptar un fragmento inacabado y sin título (sólo cuatro capítulos), pero con una sinopsis muy detallada de la historia y personajes principales.  De Camp y Carter lo reescribieron como «Un Hocico en la Oscuridad«; Van Lente lo ha llamado «Sombras sobre Kush«.

CEV 5 Dan Scott

Portada del nº 5,                    por Dan Scott

El guionista no se limita a continuar la historia a partir de los cuatro capítulos escritos por Howard como hizo De Camp en su día, sino que utiliza los dos primeros cuadernos de la serie para situar la historia, el entorno en el que suceden los hechos, y presentar los personajes.  Así, nos encontramos en Kush, el más cercano a la costa de los reinos negros bajo Estigia.  En su capital, Shumballa, suceden una serie de actos de brujería que afectan a Amboola, comandante de los lanceros negros, quien culpa de ellos a Tanada, sensual y cruel hermana del rey, motivo por el que es encarcelado; mientras el cazador de brujas Agara busca al culpable.  La ciudad dispone de un sistema social definido por castas, gobernado por los Chagas -aristócratas de tez oscura, descendientes de los antiguos estigios que fundaron el reino-; son sólo unos cientos, que viven en la riqueza de la ciudad interior, cuya entrada está prohibida a los Gallahs, el pueblo negro original de aquella tierra, belicoso y guerrero pero pobre, entre los que crece la agitación.  Esta es la situación planteada por REH en su sinopsis; Van Lente añade, además, una acertada tercera posición intermedia, representada por los soldados, la guardia interior, de origen gallah o mestizo, hijos bastardos de la diversión aristócrata a la sirven, pero que conviven en el exterior, fuera de su círculo, donde no son aceptados, mientras conviven con el recelo de sus vecinos, y mantienen sentimientos encontrados entre el deber de su cargo y la injusticia que recibe el pueblo.

CEV2 Necrópolis

Hasta allí llega Conan, abatido, huyendo del mar y dolorosos recuerdos; un joven hundido, que ha recuperado sus ropas y capa roja de mercenario, y se debate entre la bebida y el fantasma de Bêlit, que aparece a su lado, dispuesta a ayudarle en cada momento (un cierto exceso que, a mi entender, llega a desvirtuar la excepcionalidad del hecho sobrenatural contado por Howard; pero original, al menos). Y mientras describe esta situación que muestra al cimmerio en degradación personal antes de levantarse, Van Lente y Brian Chen nos presentan a otros personajes secundarios que intervendrán en la historia, mediante un inteligente juego secuencial de viñetas que recuerdan las transiciones de un director de cine, que cambia el foco de la cámara con la movilidad de los actores; y nos conducen desde un Conan borracho a la caravana esclavista; del fantasma de Bêlit al mercader argoseano Calímaco (¿un guiño al Dr. Extraño?, ya veréis por qué), y de éste a Muru de Kordafan, tratante de loto seco (y algo más); y de fondo, mientras conversan ellos, de nuevo a Conan y la detención de Amboola, todo en la misma escena.  Me ha gustado este recurso, inteligente visión ecléctica del cómic.

CEV1 Cámara

Tras un primer enfrentamiento con Agara muy al estilo cruce entre superhéroes Marvel-, Conan (a cambio de un precio, como buen mercenario que es) colaborará con el cazador de brujas en la búsqueda de la fuente de hechicería, que los conduce a la CEV3 Tanada y Amranecrópolis de la ciudad, reflejo del sistema de casta imperante, y a un enfrentamiento con muertos redi-vivos, zombies en la era hiboria, Van Lente y Chen dedican el tercer cuaderno de la trama a la adaptación de los cuatro capítulos de la historia escritos por Howard, donde presentan al ambicioso Tuthmes, y Tanada, a quien salva de una revuelta, y ésta, tras reconocerlo como Amra (algo que el «aclamado» Brian Wood olvida en sus 4 tomos) lo nombra capitán de la guardia real.

Durante los tres cuadernos restantes del arco, ya con dibujos de eDuardo fRancisco (artista brasileño de espectacular trazo claro, aunque rostros algo aniñados, como en el manga), Van Lente desarrolla de forma bastante fiel la sinopsis dejada por REH, ampliada con aportaciones propias como la revuelta Gallah con asalto a la ciudadela interior, la resolución de la investigación que lleva a cabo Agara, la cruel mutilación de Diana por Tanada, o el que la esclava proporcione al cimmerio la pista de un tesoro en Estigia, posible base de un argumento a desarrollar en el arco siguiente.

CEV4 Asalto

CEV5 FlashbackLo visto hasta el momento me deja la impresión de que el guionista ha sabido cogerle el pulso al personaje.  Pero como no quiero pecar de optimista y desilusionarme, esperaré a ver cómo se comporta en argumentos siguientes, cuando no disponga de una pauta marcada por el autor tejano como hasta ahora.  Sin embargo, me ha gustado su enfoque, en especial la aportación de los sentimientos encontrados en la guardia real, o la arenga que Conan les dirige como su capitán ante el asalto de la ciudadela (aunque queda extraño en un rostro tan aniñado como el que dibuja fRancisco). También quiero resaltar cierto flash-back de un Conan niño, que recuerda el consejo -filosofía de vida- que recibe de su padre.

Esperemos a ver qué depara el futuro.  De momento, el Van Lente de Sombras sobre Kush me ha dejado buena impresión.  Ya me diréis qué os parece a vosotros.

CEV6 Hocico

Los próximos Conan. CONAN REY: El Conquistador.

CeC 6 GiorelloEn Julio finalizó en USA la serie Conan Rey: el Conquistador, segunda parte de la adaptación al cómic de la novela La Hora del Dragón, de Robert E. Howard, realizada de forma magnífica (como acostumbran) por Timothy Truman y Tomás Giorello, complemento indispensable del volumen previo, Conan Rey: La Hora del Dragón, que en España publicó en mayo Planeta de Agostini cómics (ver reseña, aquí).  En Usa, Dark Horse no ha anunciado todavía el tomo recopilatorio de los seis números de la serie, pero aquí está previsto que Planeta lo presente en noviembre, en formato libro-cómic, verdadera novela gráfica del personaje. Como indiqué en su día sobre su primera parte (en realidad los cuatro tomos hasta ahora de Conan Rey), está llamado a constituir una pieza indispensable en la biblioteca de todo buen aficionado a R.E. Howard y el cómic, una de sus buenas adaptaciones al noveno arte.

Truman y Giorello mantienen la misma estructura del tomo anterior, del que es continua-ción, adaptando un par de capítulos de la novela por cuadernillo, a los que enlaza con el relato de aquella gesta, narrada en primera persona por Conan, años después, al escriba nemedio Pramis. Un rey Conan avejentado, melancólico, y solitario tras la muerte de todos sus amigos y protagonistas de entonces; sobre todo sin su querida Zenobia, a quien añora, y recuerda en este episodio cómo la hizo su reina; sin ella, no tiene a nadie…  Comentaremos este hecho con la edición española.

Mientras, como hice en su día en la previa a La Hora del Dragón (aquí, para quien desee recordarlo), y para abrir boca, os dejo un resumen en imágenes (ampliables) de cada cuaderno. Pocos habrá a estas alturas que no conozcan la historia, una de las más completas de Howard; pero para aquel que no guste de spoilers pongo en color blanco los comentarios sobre la misma.  Habrá que resaltarlos con el cursor para leerlos (modificado en 2015: ya se pueden leer)

CeC 1

1 – Tras un recordatorio de los hechos previos en una doble página excelente, Conan llega a Argos, donde contacta con Publio, el perista de su época como corsario:

CeC 2

2 – A bordo de «El Aventurado», Conan encuentra entre los remeros a varios de sus antiguos corsarios negros, que se sublevan y ponen a su servicio, tras reconocer en él a Amra, el León

CeC 3

3 – Persiguiendo a Thutotmes y el Corazón de Ahriman, Conan llega a Khemi con sus corsarios.  Pero lo más significativo del cuaderno es un extra añadido a la historia, cuando, en tiempo presente, el rey muestra a Pramis la tumba que le construyen, un mausoleo con estatua y magníficos relieves que recuerdan su vida, en el que le cimmerio se mea (literalmente, lo podéis ver en las imágenes), pues no está dispuesto a morir allí, en paz, sino en la aventura de una buena batalla, conociendo la parte del mundo que aún le resta.

CeC 4

4 – El episodio con mayor presencia sobrenatural; donde Conan conoce a la sensual no muerta Akivasha, y el redivivo Thoth-Mekri, y se ve envuelto en una sangrienta lucha de magia entre estigios y los kithanios al servicio de Valerius que le persiguen.

CeC 5

5 – Donde Conan recupera el Corazón de Ahriman, y con la ayuda de la vieja Zelata y Hadratus, el sacerdote de Asura, como mensajeros, y las tropas del conde Trocero de Poitain, inicia el levantamiento de sus súbditos contra el usurpador y la reconquista de su reino.

CeC 6

6 – Ha llegado la batalla final.  Las tropas de Conan y Trocero cruzan el río Shirki y se unen al ejército de Pallantides, sin que la magia de Xaltotum pueda impedirlo, y se enfrentan en el valle de los leones a las fuerzas conjuntas del Barón Almaric y el rey nemedio, Tarascus, en un impresionante despliegue de grandes masas. Valerius cae ante la emboscada de Tiberias, y Xaltotum nada puede hacer frente a Zelata y el Corazón de Ahrimán en manos de Hadratus, el sacerdote de Asura. Y también Conan; en este punto Truman no ha podido resistirse a seguir los pasos de Roy Thomas en su día, y permitir que el brujo muera sin que el cimmerio esté presente; incluso va más allá que éste.  También comentaremos los hechos en la revisión de la edición española.

Y eso es todo… ¡casi nada!

Porque, ¿qué más se puede pedir a una historia de fantasía heroica?: aventura, viajes por medio mundo, guiños y recuerdos al pasado, acción a raudales; seres sobrenaturales, vampiros, nigromancia, acero y sangre, contiendas de magia entre facciones enfrentada; honor, traición, estrategia, despliegue de hombres y ejércitos en grandes batalla épicas… todo eso se encuentra en La Hora del Dragón y Conan el Conquistador.  Si, además, conserva esa otra magia de las palabras que posee la narrativa de R.E.Howard, bien mantenida, incluso ampliada en los sentimientos, en la adaptación de Truman, o esos impresionantes dibujos e ilustraciones de las páginas que construye Giorello, el aficionado a la narrativa fantástica (gráfica en este caso, pero también en la general), puede considerarse afortunado.

Volveremos sobre el tema a finales de año, tras la edición española de Planeta, que imagino excelente, como hasta ahora.  Eso sí, si en algo pudiera influir, pediría como portada del tomo (independiente a la que elija Dark Horse), la del número 6 de la serie, que encabeza este artículo.  Es la que más se adecua al volumen.

HALCONES DE ULTRAMAR: CORMAC FITZGEOFFREY, de Robert E. Howard, en cómic

Ficha Halcones de UltramarCada cierto tiempo encontramos la agradable sorpresa de una nueva obra de Robert E.Howard adaptada al cómic; obras que, sin ser de sus personajes princi-pales, se venden, y mucho, aunque no todas resulten atractivas o bien realizadas, ya sea por la propia adaptación o el dibujo modernista (en mi opinión, al tejano le va un dibujo clásico, realista, y no otro).  Confieso que en este caso he quedado muy satisfecho, con el resultado final de Halcones de Ultramar, uno de los dos (y medio) relatos que REH escribió sobre Cormac Fitzgeoffrey; que me ha llamado la atención tanto como en su día lo hizo la serie de otro personaje con igual nombre, Cormac Mac Art, adaptado por Roy Thomas y E.R.Cruz, en 1990.

Damián Couceiro

Damián Couceiro

¿Pero quién es Cormac FitzGeoffrey?  Se trata de uno de los varios personajes creados por Howard como protagonista de historias ambientadas en Las Cruzadas, con un importante componente de realismo histórico detrás; un anticipo (junto a Kull de Valusia) del propio Conan (su descripción física es prácticamente la misma: más de dos metros de altura, ojos fieros y azules, melena de cuervo), que dispone de ese punto de salvajismo heredado de sus ancestros que le diferencia de otros, de costumbres refinadas por la civilización; eso sí, es bastante más amargo, sin la alegría innata del cimmerio. Cormac es un cruzado irlandés (mitad gaélico, mitad normando), de sangre noble, renegado, y sin señor al que seguir (incluso niega ese honor al propio Ricardo Corazón de León, al que salva la vida e impresiona -sí, como el Capitán Trueno de Víctor Mora-).  Su blasón es un reluciente cráneo plateado sobre fondo negro, y porta una espada de acero azulado grabada con runas, arrebatada al cadáver de un rey noruego que había dado muerte a su hermano Shane durante una incursión norteña a Munster.

Joe Jusko, nº 2

Joe Jusko, portada nº 2

Sus orígenes son inciertos. Robert E. Howard sitúa su nacimiento en 1162 (en el frag-mento La Princesa Esclava, cuando indica que participa en la Batalla de Dublín con 8 años), y deja intuir que sería hijo de Geoffrey el Bastardo, un normando renegado, supuesto descendiente de Guillermo el Conquistador y «una mujer de los O’Brien», que Keith Taylor identifica con Radharc O’Brien, descendiente del mismo Brian Boru, gran rey de Irlanda (en las páginas de REH – Two Gun Racounter, donde desarrolla y especula sobre el tema con amplitud sobre una impre-sionante base histórica, en su serie de artículos (1) que recomiendo a los interesados). Al Harron también dispone de una elaborada biografía del personaje en The Cimmerian Blog(2), hoy por desgracia cerrado.  Y si alguien quiere leer sus historias en español, nada mejor que acudir a Los Halcones de Ultramar y otras narraciones de las Cruzadas, editado por Barsoom, que ya comentamos en estas mismas páginas.

Cormac (Fuente: The Cimmerian)

Cormac  (Fuente:        The Cimmerian)

Halcones de Ultramar es el primer relato del personaje y, posiblemente, el mejor y más conocido de la serie Ultramar (Outremer, las tierras más allá del mar, donde transcurren estas y otras aventuras escritas por Howard), en el que intervienen como protagonistas personajes históricos bien conocidos, como el citado Ricardo Corazón de León, o Al-Nāsir Ṣalāḥ ad-Dīn el sultán Saladino-, quien le demostrará que hay honor también en el contrincante, más allá del odio hacia el enemigo que se siente en el campo de batalla.

Pero previo a los hechos que se narran, y como se recuerda en él, tras una juventud tumultuosa en tierras gaélicas, Cormac se deja llevar por el entusiasmo de su amigo Eamonn Fitzgerald y se embarca hacia tierra santa en la tercera cruzada, bajo el mando de Ricardo I de Inglaterra; por el camino, invaden Sicilia y conquistan Chipre. Durante la travesía de los cruzados hasta Anatolia tendrá lugar un hecho que influye más tarde en el relato: dos caballeros, el francés Gerard de Gissclin vence en duelo al alemán Conrad Von Gonler, en presencia del propio Federico Barbarroja, emperador del Sacro Imperio, poco antes de su muerte; Von Gonler nunca perdonará haber perdido.  

Saladino, por Couceiro

Saladino, por Couceiro

En 1911, conquistan San Juan de Acre, pero Eamon cae muerto en uno de los ataques de Saladino para recuperar la ciudad.  Es allí donde el Sultán sabe por primera vez de la ferocidad del guerrero con un cráneo en el escudo.  También en la batalla de Azotus, donde Cormac rescata en combate al rey Ricardo, en presencia de sir Rupert del Vaille; y en Jope, donde es salvado de morir por Sieur Gerard de Gissclin.  Cuando se firma la paz, y sus amigos son recompensados (Sir Rupert es nombrado senescal de Antioquía y Sieur Gerard señor del castillo fronterizo Ali-El-Yar), FitzGeoffrey decide viajar a Irlanda. Mas allí no encuentra quien necesite su espada y regresa, para ponerse a las órdenes del hombre que le salvó la vida, y ayudarle en sus contiendas con los sarracenos.  Es aquí donde comienza la historia de Halcones de Ultramar.

El relato es, básicamente la crónica de una venganza, el cobro de una deuda de sangre que el gaélico se ve impelido a realizar por honor, por la memoria de un amigo que ha sido traicionado: cuando llega a Antioquía (un inciso: en el cómic se indica que en 1190.  No es posible: las tropas de Ricardo I desembarcan en Acre en junio de 1191, así que los hechos no pueden transcurrir antes de 1192), Cormac conoce a través de Sir Rupert que Gerard de Gissclin ha muerto y su castillo saqueado y reducido a ruinas, por las tropas de Nureddin de El Ghor, un jeque con aspiraciones que ha roto la paz de Saladino, pero ante la aquiescencia y dejación de su vecino, Conrad Von Gonler, a quien solicitó ayuda y éste se la negó, en recuerdo de la derrota sufrida en duelo.  Fitzgeoffrey irá a por ambos, en solitario, para evitar un movimiento de tropas que rompería la paz.

Venganza

La adaptación al cómic es excelente.  Principalmente, porque Michael Alan Nelson no pretende corregir a Howard (como hacen otros, y fracasan), sino que traslada su relato de forma fiel al nuevo medio, y son las palabras del tejano las que nos cuentan los hechos, sin apenas cambios, sin pretender mejorarlo. Porque R.E.Howard es bueno -muy bueno- en lo que hace -narrar historias, dibujar con palabras que impactan en la mente del lector situaciones, sentimientos y la acción de sus personajes-, y un medio en el que interviene el dibujo como componente básico, si está bien hecho y se integra en la historia, sirve a la perfección para transmitir su legado, como se ha demostrado antes. Eso sí, como complemento a su narrativa única, no para sustituirla.

Y el dibujo de Damián Couceiro (incluso el color de Tumburús) se adapta muy bien a los requisitos exigidos: estilo natural sin llegar al hiperrealismo, un correcto tratamiento y ambientación de la época, y dibujo muy expresivo.  Posiblemente sea esa su mejor virtud: la expresividad intensa y cómplice con la que nos traslada la acción, no sólo con actos y figuras en movimiento, sino mediante los gestos, unas expresiones que traslucen las sensaciones de los protagonistas y cuantos les rodean hasta hacerte sentir partícipe de los mismos.  No muchos lo consiguen; y es justo reseñarlo.  Observad si no la escena en dos páginas (también las anteriores) en la que Cormac ajusticia a Von Gonler, la expresividad de esos rostros que transmiten sentimientos.  Silencios de espada 1Silencios de espada 2Y no sólo gestos. Durante el asalto a la fortaleza de El Ghor, cuando Cor-mac se enfrenta a una treintena de enemigos, la can-ción de las espa- das  se traduce en silencio que impac-ta, y durante 10 páginas sin pala-bras (entre las dos que ofrecemos) asistimos sólo  a ecos de aceros que entrechocan y sangre de vidas que se desvanecen. Todo un acierto, sin duda, que transmite la matanza mejor que las palabras; una idea al parecer del editor Matt Gannon, que resaltamos.

Un cómic no es bueno porque tenga un buen dibujo, sino por las sensaciones que transmite, y cómo lo hace. Y Halcones de Ultramar, os lo aseguro, transmite mucho.  No os lo perdáis.

  1.  Cormac Fitzgeoffrey’s Kin in the Crusades y A Woman of the O’Briens.
  2. Calvaria ad Victoriam: A Look At Cormac Fitzgeoffrey, Part Three.

CormacFitzGeoffrey Yermo

LOS NOMBRES MUERTOS, de Jesús Cañadas

Ficha Los Nombres MuertosSi buscar el Necronomicon podría parece una misión improbable, e imposible que la lleve a cabo el mismo Howard Phillips Lovecraft, autor que lo concibió, producto de su imaginación, que además lo haga recorriendo el mundo acompañado de dos amigos, autores tan famosos -o más- que él mismo, Frank Belknap Long y Robert E. Howard, no puede ser sino el guión de una película de ficción o -como es el caso- una sorprendente novela que ha revolucionando el panorama fantástico español, asombrando a todos con su imaginativa propuesta, y está llamada a ser uno de los protagonistas del género este año 2014.

Jesús Cañadas es un gaditano conocido en el fandom (estoo… ¿quién sigue utilizando ese término?) por sus relatos en diversas revistas y fanzines, y ya destacó con su obra anterior, El Baile de los Secretos.  Pero con Los Nombres Muertos no sólo demuestra que escribe bien, sabe recrear situaciones, definir personajes creíbles, y mantener el interés y tensión necesaria a lo largo de una obra (al menos, gran parte de ella), sino que es listo -mucho-, y ha sabido «encontrar un filón» (lo que en las escuelas de negocio llaman un «nicho de mercado») trasladando personajes que todos imaginamos sentados frente a su pluma o máquina de escribir, a un periplo por diversas partes del mundo en pos de una misión asombrosa, una aventura imposible.  Personajes famosos, conocidos; sobre todo, complicados (por no decir raros) en su vida real, que sin embargo define con corrección y dota de una personalidad específica mediante estereotipos marcados, a veces exagerados hasta el borde de la sonrisa (el humor se convierte en otra buena cualidad que utiliza); personajes que no son planos, cuyo temperamento y temple inicial evoluciona hasta hacerlos diferentes al finalizar la obra; a los que cambia su vida conocida (demasiado tal vez, hablaremos de ello) en beneficio de la aventura y la historia.  Una buena historia, por cierto, repleta de guiños interesantes.

HPL y FBL 1931

H.P. Lovecraft y F. Belknap Long, en 1931 (www.hplovecraft.com)

Corre el año 1931.  En Providence (Rhode Island), encontramos a un decaído H.P.L. que a los 41 años, tras su desafortunada estancia en New York y malogrado su matrimonio con Sonia Greene, vive acogido y mimado por sus tías, como un señorito inútil; se autodenomina Abuelo en su Círculo de amigos epistolares, y considera fracasada su carrera como escritor, hasta el extremo de decidir abandonarla.  Cuando su amigo Belknapius (F.Belknap Long) se presenta con una ficha de biblioteca codificada para el Necronomicon y el encargo de personas muy poderosas de encontrarlo, la curiosidad supera a la lógica de la imposibilidad y acometen el allanamiento nocturno de la biblioteca John Hay.  No acaba bien, y ambos se ven forzados a iniciar un viaje en busca del libro, al que se les une (de forma un poco forzada, hay que decirlo) otro escritor amigo y miembro del Círculo, el tejano Bob Dos Pistolas, Robert E. Howard, quien aportará al equipo el componente de arrojo y decisión que les falta a ambos.

Sonia Greene 1921Si, como digo, los tres personajes están bien definidos (desde una estereotipación ciertamente divertida: HPL indeciso y barroco, FBL pusilánime y secundón, REH fanfarrón y lanzado como uno de sus personajes), el mayor acierto, sin duda, se encuentra en la personalidad de Sonia, una mujer moderna, decidida y serena, dueña de la situación en cada momento, el pilar básico del equipo y contrapunto perfecto (e imposible) a la indecisión de Howard (P. Lovecraft).  Pero no son los únicos.  Por la novela transitan infinidad de caracteres (demasiados tal vez), muchos de ellos reales: Arthur Machen, Aleister Crowley, Fernando Pessoa, John Raskob, el propio Hitler…  La subasta del libro innombrable en Sotheby’s, descrita de forma seria e impecable, se transforma en un despliegue de extras y figurantes conocidos de la época (Alfred Hitchcock, Peter Lorre, Charles Chaplin, Sara Allgood, Aldous Huxley, George Orwell, Ezra Pound, Salvador Dalí, Trostki… hasta el mismo J.R.R. Tolkien hace un cameo y obtiene una edición inalcanzable -que le cuesta cara- del Beowulf, gracias a HPL), para acabar convertida en un tiroteo frenético, y una persecución implacable por el Museo Británico, propios de una película de Indiana Jones.

Sonia Greene y H.P.Lovecraft, 1924   (Fotos: www.yakeeclassics.com)

Sonia Greene y H.P.Lovecraft, 1924   (Fotos: www.yakeeclassics.com)

Porque Los Nombres Muertos no es una novela de terror, sino de aventuras, al más puro estilo clásico y pulp del género, donde la acción y la intriga dominan sobre el miedo que suscita el libro prohibido o subyace como trasfondo.  Una aventura imparable que su autor  conduce con pasión descriptiva y un atrevimiento fuera de lo común (¿en exceso quizás?) durante buena parte de la obra. Después decae, en favor de un tratamiento más lovecraftiano de la situación; también algo más confuso, donde el lector puede llegar a perder el hilo por momentos y pensar que se alarga dema-siado, fruto de ese despliegue de personajes y nombres, algún cierre indefinido, y una cerrazón de la trama que no existía antes.  Eso sí, obtiene un final de ruptura que nadie puede presuponer.

HPL y FBL

HPL y FBL (www.hplovecraft.com)

Jesús Cañadas es un valor en alza en el panorama de la literatura fantástica española (aunque, por circunstancias, resida fuera, como muchos jóvenes hoy).  Estoy convencido que volveremos a hablar de su obra (apuesto que será reconocido en la Celsius 232 de este año), y nos hará disfrutar buenos momentos futuros, si mantiene el desparpajo demostrado en Los Nombres Muertos, y esa visión para elegir temas, situaciones o personajes con que nos ha sorprendido.  Calidad y estilo tiene para conseguirlo, siempre que no se pierda en el exceso incipiente o la autosuficiencia que podría generar el éxito.

Pues si bien he disfrutado bastante con la lectura de Los Nombres Muertos, que ha mantenido despierto mi interés hasta conocer cómo se resuelve el final, y la recomiendo, también opino que una cierta contención en la espectacularidad de algunos hechos («daños colaterales» innecesarios) no hubiese estado mal. Porque aunque la novela recrea «lo que podría haber sido» y no lo ocurrido en realidad, utilizar personajes reales y conocidos para hacer más espectacular la historia tiene su peligro.  Y consecuencias bastante significativas, a mi entender: de suceder los hechos como propone Jesús, alguno de los escritores que cita y trata jamás habrían sido famosos, y él no hubiese podido utilizarlos como personajes… Círculos que no se cierran y crean espirales inciertas… (que, para no generar spoilers, comento al final, bajo la foto, en tinta blanca.  Para verlas, selecciona el texto).

Robert E. Howard (Weid Tales Magazine)

Robert E. Howard (Weird Tales Magazine)

Jesús Cañadas parece emular a G.R.R. Martin en el trato de algunos personajes llamativos; solo que, en su caso, éstos nos han dejado un legado fantástico que no existiría:

  • En septiembre de 1931, Arthur Machen ya había escrito toda su obra significativa, por lo que 16 añitos de nada pueden perdonarse (no sé si él…). Pero,
  • John Ronald Reuel Tolkien, aunque tenia publicado El Hobbit, no concebiría El Señor de los Anillos hasta 1937, obra por la que es considerado «padre de la Fantasía moderna».
  • Por esas fechas, Robert E. Howard sólo había escrito de sus personajes más carismáticos varios relatos de Solomon Kane y dos de Kull; por lo que, con seguridad, no sería más que otro entre muchos autores pulp. (Eso sí, le concede un final bastante más heroico y guerrero que en la vida real -que él mismo agradecería, por conducirle al Valhalla- en una escena que podría ser extraída de un relato de Kirby O’Donnel o Francis X. Gordon, El Borak).  El primer relato de Conan el Bárbaro no se publica hasta 1932…

 Y, en ambos casos, Jesús, muchos no podríamos perdonarte…  

😉