GLENN LORD in memoriam: RECUERDOS DE UN AGENTE DE HOWARD

El presente artículo apareció publicado originalmente en las páginas 24 y 25 de Berserkr, Fanzine de y sobre Fantasía Heroica, nº 6 (enero de 1987), dedicado a la memoria de Robert. E Howard, con motivo del 50 aniversario de su fallecimiento.

Valga también, hoy, reproducido íntegramente, como homenaje particular a ese trabajador incansable, fan nº 1 del autor tejano que fue Glenn Lord, su albacea literario, fallecido el pasado 31 de diciembre (ver artículo previo en estas páginas pulsando aquí). 

Me enteré por primera vez de la existencia de Robert E. Howard hacia 1951, cuando Bradford M.Day, un corresponsal que vendía algunos libros, me recomendó SKULL-FACE & OTHERS.  Enseguida me fascinó; empecé a buscar otros títulos de Howard, pero el único que estaba en venta por aquel entonces era la edición de ‘Gnome Press’ de «Conan the Conqueror».

Algunos meses más tarde me incorporé al ejército, pues la guerra de Corea había estallado, y por eso sólo pude comprar los títulos de Conan de ‘Gnome Press’ a medida que fueron apareciendo.

Hacia 1956, como estaba muy influenciado por las colecciones de poesía de ‘Arkham House’ publicadas por Clark Ashton Smith y Lea Bodine Drake, tuve la idea de reunir y publicar toda la poesía de Howard en un volumen similar.  Dale Hart, un amigo y admirador desde hacía mucho tiempo, aprobó la idea y escribí a Oscar J. Friend, que era el agente de los herederos de Howard por aquel entonces, y compré los derechos de publicación de su poesía.  Desgraciadamente, Friend no pudo facilitar la mayoría de los poemas, por lo que comencé a comprar ediciones de ‘Weird Tales’ que contuviesen aquellos que me faltaban; también me ayudaron algunos aficionados que me enviaron los poemas que habían sido publicados en fanzines, tales como «The Fantasy Fan» y «The Phantagraf».  Estuve en la región de Brownwood-Cross Plain, donde poco pude obtener, pero sí conseguí la dirección de uno de los amigos de Howard, Norris R. Chambers, quien, como esperaba, había recibido algunos de sus poemas por correo.

ALWAYS COMES EVENING -así iba a titularse la colección- fue concebida como auto-publicación, limitada a 350 ejemplares.  Sin embargo, cuando hube terminado mis investigaciones y comencé a buscar impresor y encuadernador, descubrí que los costes locales serían demasiado elevados para el precio por el que esperaba vender el libro.  Se me ocurrió mencionar este hecho a August Derleth y el sugirió un acuerdo mediante el cual ‘Arkham House’ publicaría el líbro, pagando yo los costes de imprenta y conservando los beneficios de su venta, menos un pequeño coste de manipulación.  Nos pareció aceptable, y así, ALWAYS COMES EVENING llegó a ser uno de los tres o cuatro títulos de ‘Arkham House’ cuyos costes de edición fueron suscritos por alguien que no era el editor.

Las investigaciones que había realizado acerca de ALWAYS COMES EVENING me llevaron a interesarme aún más por Howard y su obra desconocida -publicada mayormente en revistas de aventuras, deportes y del oeste- durante su vida.  Aquella fue una tarea laboriosa y lenta, dado que no existía bibliografía alguna de su obra, y muy pocos de aquellos ‘pulps‘ habían llegado a tener índice.  Sin embargo, fue de gran ayuda el que se conocieran los títulos de algunas revistas.  Los ‘pulps‘ eran mucho más baratos y fáciles de conseguir y acabé por comprar series de algunos títulos durante ciertos años; todo ello tuvo que ser adquirido por correo, por lo que no podía comprobarlo de antemano.

Algunos editores de ‘pulps‘ seguían publicando –‘Street Smith’, ‘Popular Publications’, y ‘Thrilling Publications’– y me enviaron la relación de historias de Howard publicadas por ellos.

Poco después de la publicación de ALWAYS COMES EVENING, conseguí un gran número de poemas no publicados y cartas de Harold Preece y August Derleth.  Como deseaba presentar algo sobre los indices que iba recibiendo, empecé un pequeño fanzine titulado The Howard Collector en 1961.  Se publicaron 18 números antes de que fuera interrumpido en 1973.

En 1963 murió Oscar J. Friend, el agente de Howard, y a finales de 1964 su viuda e hija decidieron cerrar la agencia.  Los herederos de Howard les pidieron que buscasen a alguien que se encargara de los derechos de publicación.  Preguntaron a L. Sprague de Camp, pero éste lo rechazó argumentando que estaba muy ocupado con su propia obra, y me recomendó a mí, como conocedor del tema y alguien muy cercano a los herederos, ya que éstos vivían también en Texas.  Por lo tanto, a principios de 1965, llegué a ser agente de las propiedades intelectuales de Howard.

Recibí de la agencia Friend unos treinta manuscritos no publicados, además de lo que parecía ser un inventario de las historias de Howard, conteniendo un gran porcentaje de obras que desconocía.  Recordé que E. Hoffman Price me había dicho años antes que había recibido del Dr. Howard, hacia 1944, un baúl lleno de «borradores» y que se los había prestado a un aficionado y escritor que conoció algún tiempo después.

Pero dicha persona insistió en que los había prestado al difunto Francis T. Laney, un famoso aficionado que había publicado un fanzine que era una primicia, ‘The Acolyte’, en los años 40.

Así quedó el asunto hasta que encontré una relación de historias y, de pronto, empecé a sospechar que aquellos «borradores» eran realmente manuscritos.  Entré de nuevo en contacto con este aficionado, identificándome como el agente de Howard, y ofreciendo una recompensa si podía localizar los papeles que faltaban.

¡Qué sorpresa!  Recibí de él una carta en la que me decía que acababa de ponerse en contacto con la mecanógrafa a la que se suponía que Laney había dejado los manuscritos para pasar a máquina.  Se acordó una recompensa -en realidad, una cantidad bastante pequeña- y recibí unas cajas con papeles en 1965 y 1966.  Más tarde, las cartas de Howard a H.P. Lovecraft vendrían de la misma fuente.

Que yo recuerde, tardé varios meses en ordenar la cantidad de papeles, mal metidos en las cajas, muchos no numerados, copias, antiguos esquemas, apuntes, manuscritos sin terminar, historias escritas detrás de otras historias, etc…

Había poco trabajo como agente de Howard cuando empecé.  Pero el éxito de la serie Conan de ‘Lancer Books’, más tarde, en los años 60 (hay que decir que este proyecto ya había sido iniciado antes de que yo llegase a ser agente), marcó el inicio de las publicaciones de libros de Howard.  El fracaso de ‘Lancer‘ fue en cierto modo, malo durante un tiempo, pero quedó afortunadamente resuelto justo antes del auge, a mediados y finales de los 70.  Hoy, el «boom» ha decaido bastante, aunque la serie Conan sigue bien, así como la venta de las traducciones a otros idiomas.

Esta crónica no estaría completa sin mencionar Conan Properties, Inc., que fue creada en 1977 como holding propietario de todos los derechos sobre Conan, independientemente de quien fuera el autor de la historia.  Se observó que el personaje podía llegar a ser un gran negocio en sí, a través de libros, películas, derechos de venta, comics, etc… dada su alta cotización de poco después, así como al ser continuadas sus aventuras en nuevas obras.  Además, el hecho de que se halle localizada en Nueva York es muy ventajoso, puesto que la mayor parte de los posibles clientes tienen sus sedes y oficinas en esta ciudad.

 

HOMENAJE A GLENN LORD, albacea literario de REH.

Supe de su muerte con retraso, por una conversación perdida, hace cosa de un mes, pero en los foros habituales patrios poco o nada se ha comentado hasta ahora, o yo no me he dado cuenta.   Revisé entonces páginas atrasadas y confirmé que Glenn Lord, quien fuera albacea literario de la obra de Robert E. Howard falleció hace más de dos meses, a los 80 años de edad, el pasado día 31 de diciembre de 2011.

Entono el mea culpa, por no haber estado atento en su día, en este periodo que llevo un tanto desconectado…  y lamento con pesar que la muerte de alguien de tanta importancia en la transmisión de la obra y personajes del autor tejano, incluso miembro honorífico que fue del Círculo de Lhork en España,  me haya pasado tan desapercibida.  Pero así es la vida… o quizás la muerte.  Y no puedo dejar pasar más tiempo sin rendirle un mínimo recuerdo y homenaje.

Glen Lord fue la persona que más ha defendido y luchado por transmitir y dar a conocer las obras de Robert E. Howard, desde que un día, en 1951 accedió a la lectura de Skull-Face and others, y quedó enganchado a él.  Desde entonces dedicó su vida a coleccionar y recuperar toda su obra de ficción, poesía y cartas; entre ellas, cientos de relatos, poemas y fragmentos inéditos, escritos a máquina.  A partir de 1965 fue agente de la propiedad de Howard, y trabajó de forma incansable hasta conseguir llevar su trabajo de nuevo al público, a través de editoriales y agencias.

Publicó The Howard Collector (18 números entre 1961 y1973), donde incluye obras inéditas de Howard, junto a noticias, ensayos, referencias e índices, o reproducción de artículos antiguos.  En 1976 escribió El Último Celta: una  Bio-Bibliografía de Robert Ervin Howard, obra de referencia y culto sobre el autor, algo así como La Biblia para sus seguidores, y base de los múltiples ensayos y trabajos realizados posteriormente.  Desde 1978 fue director corporativo de Conan Properties.  En 1990, co-editó Robert E. Howard: Selected Letters: 1923-1930 (con Rusty Burke & Joshi ST), y en 1991, editó Robert E. Howard: Selected Letters: 1931-1936.

Recibió el Premio especial de la World Fantasy Convention en el año 1978; y fue invitado de honor en el Festival del Centenario de Robert E. Howard en Cross Plains Texas (2006), y la PulpCon 36 de 2007.

A lo largo de su vida, colaboró y ofreció material a muchos fanzines de todo el mundo, entre ellos el mío: Berserkr, Fanzine de y sobre Fantasía Heroica, en cuyas páginas participó en un par de ocasiones:

  • En Berserkr nº 2 (julio, 1985), donde se publicó en primicia mundial el fragmento inédito (1400 palabras)  «Long, Long Ago…»  [«Hace mucho, mucho tiempo…» con la mediación y traducción de Javier M. Lalanda], perteneciente a su serie sobre Memoria Racial  (ver índice aquí).
  • En Berserkr nº 6 (enero, 1987), especial dedicado a R.E.Howard por el 50 aniversario de su muerte, donde apareció su artículo «Recuerdos de un agente de Howard».  Jamás le estaré lo suficientemente agradecido por ello (como a Javier, de nuevo, quien lo facilitó) (indice aquí), y que reproduzco en su honor, en copia facsímil (acceder pulsando aquí)

Desde aquí quiero rendirle este sentido y precipitado homenaje, y me sumo -con retraso, pero con sentimiento- a la tristeza de esa gran familia de aficionados que se duele por su fallecimiento, lamentando profundamente lo poco agradecido que hemos sido con su recuerdo.

Descansa en paz, Glenn Lord, trabajador incansable y admirado.

 Glenn Lord In Memoriam:

RECUERDOS DE UN AGENTE DE HOWARD, por Glenn Lord

reproducción facsímil de las páginas 24 y 25 de Berserkr, fanzine de y sobre Fantasía Heroica, nº 6 [enero, 1987]

KULL. EL REINO DE LAS SOMBRAS y otros en cómic

Panini Comics acaba de editar la versión española de Kull, El Reino de las Sombras,  volumen 1 de la nueva adaptación al cómic del personaje de R.E. Howard, precursor y alter-ego de Conan, que Dark Horse comenzó a finales de 2008, y que en alguna ocasión hemos citado en estas páginas.

El Reino de las Sombras adapta el relato original de REH de igual título, con elementos de otros, como ¡Con esta hacha, gobierno!: en la Era Thuria, miles de años antes de la Edad Hiboria de Conan, encontramos a Kull, un bárbaro de Atlantis, que sólo seis meses antes se ha hecho con el trono de la todopoderosa Valusia, tras derrocar al tirano rey Borma.  Más cómodo con la espada que con el cetro, dedica su tiempo ahora a labores de estado y reunificar el reino; y aunque es aceptado por los militares y el pueblo, cuenta con la oposición de un grupo de nobles que conspiran contra él.  En ese marco, recibe la visita de Ka-nu, representante de los salvajes pictos, quien le advierte que una conspiración mayor, la de la serpiente que habla, amenaza el reino y toda la humanidad, y le aconseja se ponga en manos de Brule, el asesino de la lanza, quien desde entonces se convierte en su mano derecha.

(Portadas de la serie, por Andy Brase y WillConrad) 

El volumen que Planeta presenta en formato libro-cómic, recoge los seis números de la serie que publicó Dark Horse entre noviembre de 2008 y mayo de 2009, recopilada más tarde en formato novela gráfica, hecho habitual en las series que dedica a personajes de Howard.   Los encargados de realizar la transcripcion del relato al noveno arte son unos poco conocidos, pero prometedores, Arvid Nelson (Rex Mundi) y Will Conrad, que tras pasar previamente por Marvel y DC,  han terminado realizando la miniserie Red Sonja vs. Thulsa Doom, para Dynamite; nuestro paisano José Villarrubia, colorista habitual de las series del cimmerio, mantiene su buen hacer en la ambientación.

(Todas las imágenes son ampliables)

El primero, cumple con la adaptación, con numerosas escenas de Kull en palacio, alternadas con la acción.  Sin embargo, voy destacar la labor del segundo al dibujo, pues utiliza ese estilo clásico que tan bien le va a los personajes bárbaros, recuperando su imagen realista, marca de fábrica en Marvel, con Buscema principalmente, y la propia Dark Horse con Busiek y Giorello, pero abandonada últimamente (incluso en las últimas series de Conan), a favor de un estilo experimental propio de editoriales independientes, que a mi entender desconecta con el lector.  Conrad dota a Kull de una personalidad propia, madura y serena, como corresponde a un soberano, tensa y plagada de las cicatrices del guerrero, que incluso en el parecido resulta distinto a Conan.  También la de Brule, el guerrero picto, que ya no mantiene esa imagen de piel roja americano y resulta un salvaje más creíble, de piel oscura como Howard describe a su raza.  Al tiempo, sabe dotar al entorno y fondos de sus viñetas de esa grandiosidad y detallismo que requiere la adaptación:

En resumen, una obra recomendable para el aficionado, que ya echaba en falta las adaptaciones de otros personajes de R.E. Howard.  De tener aceptación, no hay duda que Panini continuará la publicación de las dos nuevas series que existen del personaje (cuatro números cada una):  The Whitch Hate y The Cat an the Skull (con Delcardes y Thulsa Doom), esta última recién aparecida en USA por episodios, y prevista para julio su publicación como volumen único.

Y otros personajes del autor tejano, como el puritano Solomon Kane, uno de los más queridos por sus seguidores.

Añadidos:

Dark Horse, además de las nuevas series del personaje, y al igual que hace con Conan, reedita también las adaptaciones de los antiguos episodios de Marvel, en volúmenes recopilatorios cargados de nostalgia, y dos formatos:

  • La Espada Salvaje de Kull.  Recoge en dos volúmenes (375 y 448 págs.) todos los episodios del personaje publicados en blanco y negro, en las revistas Relatos Salvajes, La Espada Salvaje de Conan, Kull y los Bárbaros, Marvel Preview o Aventuras Bizarras.
  • Las Crónicas de Kull.  Cinco volúmenes hasta el momento, con los episodios a color aparecidos en las series regulares del personaje:

Y, para terminar, os dejamos la imagen del excelente busto del Rey Kull que el escultor Tony Cipriano realizó para Dark Horse Deluxe como merchandising del personaje.  Una interpretación poderosa y real del atlante, siguiendo el diseño de Andy Brase para la portada del nº 1 de la serie.

¡¡ Por esta hacha, yo gobierno !!

CONAN La Leyenda, Edición Integral volumen 4: EL APOSENTO DE LOS MUERTOS y otras historias

Cuarto volumen de la nueva saga de Conan, que ha de ser considerado de transición, pues contempla un cambio sustancial en el equipo creativo de la serie: Kurt Busiek, que tan magnífico trabajo había realizado hasta el momento, recreando el personaje del cimmerio desde un punto de vista cercano al de su creador, Robert E. Howard, cede el paso a quien desde entonces firmará los guiones hasta el final de la primera serie, y más allá de ella: Timothy Truman; con la presencia ilusionante de Mike Mignola como nexo de unión entre ambos.  A pesar de todo, el cambio estuvo bien programado, y la continuidad narrativa no resulta afectada, ni la historia se resiente, gracias también al mantenimiento de Cary Nord como dibujante, y el buen color de Dave Stewart.

Tanto es así que el volumen bien podría titularse «Néstor el Gunderio, y otras historias».  Porque es a través de este personaje, antiguo mercenario y ladrón de Gunderland, como Busiek engarza y construye el arco argumental del tomo; y parte, también, del siguiente.  Hay que reconocer la excelente labor realizada por este autor, que ha sabido dotar de continuidad a los diferentes relatos originales de Howard tan bien como en su día lo hizo Roy Thomas (de quien, sin duda, es deudor).  Su definición y diseño del personaje resultan brillante.  No sólo moldea su figura de Néstor desde inicios, a través de su relación personal con el cimmerio, sino que enlaza aquel capitán mercenario de la sinopsis de Howard que da origen a la historia principal, con ese otro gunderio ladrón en Corinthia citado en Villanos en la Casa (como hizo Thomas en su día, sólo que bajo el nombre de Burgun, por cuestiones de derechos); solo que, aquí, la continuidad es mayor, y el personaje resulta bastante más cercano al lector.  Ignoro qué parte de «culpa» tiene Truman en ello, seguramente bastante; pero la definición del personaje como tal la realiza Busiek en los dos primeros números y, conociendo su trayectoria previa en guiones de largo recorrido y tramas a largo plazo, imagino que fue él quien diseñó su continuación (basado en la idea de Thomas, repito) y Truman quien lo desarrolla.

Así los hechos, encontramos a un joven Conan en la Ciudad de los Ladrones, en Zamora, gallito y fanfarrón por sus éxitos como ladrón (y, de paso, amante furtivo de la esposa de un magistrado) de los que alardea en público, atrayendo sobre sí la atención de la guardia y nobles robados, y los celos de Jiara, su compañera; también de sus colegas ladrones, perjudicados por el incremento de vigilancia que ha generado.  Néstor es uno de ellos.  Veterano, sereno, experimentado y previsor, no duda en advertir al joven y descuidado cimmerio, aunque no encuentre ocasión de hacerlo.  Coinciden sin embargo en un mismo robo, donde se enfrentan, antes de que aparezca la guardia, avisada por una Jiara despechada, aunque convencida de que Conan conseguiría escapar.  Y lo hace, pero-¡joven impetuoso!- traicionando el honor entre ladrones y a Néstor, a quien deja abandonado a su suerte.  Capturado por el magistrado humillado por Conan, no duda en ponerse a su servicio y ofrecer la cabeza del cimmerio a cambio de la suya, por lo que es nombrado capitán de la guardia.  No sabe que ha sido hechizado con una maldición, y deberá cumplir su promesa, de forma voluntaria o por métodos no naturales…

Buen conocedor del barrio de El Laberinto (a veces mal traducido como El Mazo), su perista y costumbres, desmonta los robos y pone cerco al Cimmerio, quien consigue escapa por los tejados.  El enfrentamiento verbal entre ambos, en el que los dos demuestran respeto hacia el otro, podría haber sido firmado por el propio Howard.  Cuando Conan, cercado, decide huir de la ciudad, Néstor lo espera en las afueras con un pelotón.  No consiguen detenerlo, y parten en su persecución hacia un valle con fama de maldito.  En estos dos números con los que finaliza su etapa, Busiek introduce el personaje de Iniri, una chica aprendiz de bruja menor, y Tzilus, el mago de Mitra, utilizados por Truman más adelante.

Comienza entonces la adaptación de una sinopsis original de REH, sin título, a la que Lyon Sprague De Camp llamó El Aposento de los Muertos cuando la convirtió en relato.  En esta ocasión, Mike Mignola será el encargado de construir una historia sobre los apuntes de Howard, disponiendo de tres números para hacerlo.

En ellos, desarrolla la historia del enfrentamiento primero, y cooperación después, entre Néstor y Conan en un ambiente opresivo y sofocante, muy cercano a Lovecraft y sus Mitos de Tchulhu, entre monstruos primigenios, susurros amenazantes y ruinas malditas, en la ciudad del dios caído, donde los muertos insepultos esperan soñando…  Una  adaptación excelente de Mignola, resuelta de forma brillante por Cary Nord al dibujo y un color ominoso de Dave Stewart.

 En los dos números del bloque que cierra el volumen, Truman sitúa a Conan en las colinas entre Zamora y Corinthia, donde se dirige con Jiara.  Pero antes, define el personaje de Iniri de Kiresh, la joven aprendiz de bruja protegida por el bárbaro en la taberna, quien presagia una gran maldad que se cierne sobre el cimmerio, yse alía con el viejo Jerim, antiguo espía, ahora ciego, quien informó a Conan sobre el tesoro escondido en las ruinas de la antigua ciudad sin nombre, para dirigirse juntos tras sus pasos.  También presenta al sacerdote de Anu, en su templo de una pequeña ciudad estado cercana, quien maquina para sustituir el poder y culto a Mitra en Zamora e implantar el de su dios, gracias a un tónico codiciado por hombres ricos de Yaralet.  Conan frustrará sus planes sin saberlo, al apropiarse del carro de los sacerdotes de Mitra a quienes pensaban robar el tónico, todo bajo la mirada furtiva de Néstor, cuyo camino parece dirigido hacia el cimmerio, casi como una maldición.  Tras un encuentro en las colinas con los Hijos de Bel, un pueblo olvidado y su rey araña, de quienes consiguen huir con la ayuda del gunderio, los tres cruzan la frontera de Corinthia, donde les esperan nuevas aventuras y Villanos en la Casa.  No es éste el mejor episodio de Truman, sin duda, con una confusa historia entre sacerdotes que se perfila más tarde, y un pueblo remoto en las montañas.  Pero no desesperéis, este profesor de arte y diseño, que dibuja y guioniza cómics, pronto se hará con las riendas y demostrará que también él, como antes Busiek y el maestro Thomas, resulta ser un excelente conocedor del personaje de Howard y su obra, para disfrute de sus seguidores.

Volúmenes previos:

 

Novelas Gráficas y series de CONAN. Revisión y puesta al día.

Ya es hora de volver al cimmerio y sus adaptaciones al cómic, un tanto abandonadas durante el último año, donde las noticias se centraron en su esperada nueva película (un tanto decepcionante, por cierto), recién aparecida en formato DVD / Blu-Ray).   En este tiempo nada he actualizado sobre los cómics del personaje, tanto en su edición española por Planeta, como en su origen USA, de Dark Horse (en las entradas CONAN el Cimmerio. Las Novelas gráficas de Dark Horse, y El regreso de ROY THOMAS a los comics de CONAN, ambas publicadas en diciembre del año pasado).

Pues bien, la sequía va a acabar.  Estad atentos, pues en los próximos días aparecerán una nueva reseña sobre su edición española (en volúmenes, no de la serie regular),

  • Conan La Leyenda, Edición Integral volumen 4: El Aposento de los Muertos y otras historias, publicado hace un mes

y diferentes comentarios sobre los nuevos volúmenes y series del personaje publicados durante este año por Dark Horse, donde hay material nuevo suficiente, y jugoso:
  • Conan: El Camino de los Reyes, su tercera serie de 12 números, finalizada ahora y recopilada en dos  novelas gráficas, volúmenes 11 y 12 de la colección
  • La Isla sin Retorno, miniserie de dos números fuera de colección
  • Conan El Bárbaro, cuarta serie, con la esperada adaptación de La Reina de la Costa Negra
y las adaptaciones de dos historias originales de R.E. Howard centradas en la época de Conan Rey:
  • La Ciudadela Escarlata
  • El Fénix en la Espada
De momento, como revisión a lo indicado hace una año sobre las novelas gráficas de la segunda serie, Conan el Cimmerio, reponemos la ficha del volumen 10, Sombras de Hierro en la Luna, cuya portada fue distinta a la que indicamos en su día (en aquellos momentos se anunció con tal imagen, pero no sería publicada hasta cuatro meses más tarde, en abril).  Corregido queda:

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