No quepo en mí de gozo.
Lo encontré al llegar a casa, algo despistado por eso de las distancias, pormenores y circunstancias, pero llegó al fin, y hace que ahora, hoy, me sienta un poco -un mucho, en verdad- más feliz que antes; y envidiado (aunque sea por 8 días de adelanto) por varios…
Es difícil trasmitir la ilusión -emoción- que contengo mientras escribo estas líneas; la que sentí cuando abría el paquete, o mientas decidía fotografiar cada paso para compartirlo con vosotros; el agradecimiento que siento hacia una editorial, Plaza&Janés – Random House Mondadori y su blog oficial, La historia de Kvothe, que cuidan tan bien sus productos. ¡En el Nombre del Viento!, que bien hacen las cosas.
Es difícil,si, pero no imposible. Comprobadlo vosotros:
Grueso, compacto, consistente. Lo primero que llama la atención, junto a unas llamativas pegatinas con «muy frágil» sobre amarillo, es su envoltorio, preso en un lazo de puro cáñamo, al estilo antiguo… El corazón comienza a latir más fuerte… Y me acuerdo de vosotros. Saco el móvil, que uso de cámara.
Abro el lazo; rasgo el papel de envolver, nervioso y rápido. Aparece una caja de cartón blanco impoluto, sin ningún distintivo en su exterior, mera protección… Las manos tiemblan, y un guiño involuntario se escapa mientras lo observas y avanzas… Paso de ella y accedo a su interior, donde aparece una caja negra, brillante, enarbolando en su tapa la frase más famosa del pelirrojo. El corazón se desboca…
Cuando la levantas, lo primero que observas es la famosa portada de El Temor de un Hombre Sabio, con su banda de promoción y esa imagen inconfundible de Kvothe en acción, encapuchado y espada en mano, que comparte con la edición inglesa, bastante más atractiva que la americana… Aspiras despacio, para sosegar el espíritu y continuar con deleite, sin que el placer te desborde.
Y debajo… el resto: un tarjetón precioso de saludo, presentación, firmado por La historia de Kvothe que -¡para colmo!- te agradece que cuentes a otros lo mucho que te encanta la obra de Rothfuss (en momentos así es cuando más satisfacción encuentras en hacer estas cosas por amor al arte y otros locos como tú…); y una bolsita con lazo, en raso brillante color vino tinto, cuyo tesoro dejo para el final, y una camiseta única en negro, en la que destaca al contraste el nombre del viento… digo de mi nuevo maestro.
Y en la bolsa, el pequeño premio, el distintivo más grande y apreciado por todo buen narrador de historias cantadas: el famoso Caramillo de Plata del Eolio, que Kvothe consigue gracias a La balada de sir Savien Traliard, regalo de Patrick Rothfuss enviado expresamente a los bloggers que siguen su obra… Y la emoción te desborda.
Entonces es cuando el peso y tamaño de la historia de Kvothe, el asesino de reyes, se revela y pone de manifiesto, y descubres la verdadera magnificencia de la obra y sus ¡¡1200 páginas!!. La obra de Rothfuss es grande, sin duda, no solo en valor y estilo literario. Y comparas, abrumado:
No esperéis mucho más hoy de mí.
Mañana, otro día, cuando me recupere, seguiremos hablando de Kvothe y el segundo día de la historia de su vida, El Temor de un Hombre Sabio.
Mientras tanto, más de Kvothe aquí.