EL SUEÑO DEL FEVRE.

Por DAVID MARTÍN.

«Debes venir conmigo, y amarme, hasta la muerte; o debes odiarme, pero seguir conmigo, y odiarme a través de la muerte y después de ella».

Carmilla.  Sheridan le Fanu.

Durante más de cien años, el mito del vampiro nos ha fascinado. Un mito que en vez de agotarse y quedar obsoleto, evoluciona con los nuevos tiempos, se transforma, se adapta. Los viejos vampiros, como Armand, mueren, y los que representan el espíritu de su época, como Louie en Entrevista con el Vampiro, prevalecen.  Mucho se ha hablado de la posible influencia de esta obra sobre el Sueño del Fevre, y en efecto comparten mucho, en especial, lo que las hace refrescantes.  Martin, como Ann Rice antes de él, comprendió que no podía ceñirse a los estereotipos vampíricos clásicos, que debía innovar mediante una vuelta de tuerca.  Lo hizo con soltura y elegancia, sin romper totalmente con el mito, pero aportando una visión novedosa. Esta visión es para mí lo mejor del libro.  Porque donde otros hubiesen querido forzar la máquina, y con una metáfora muy adecuada, reventar las calderas del vapor, Martin solo necesita un poco de leña.

REVISIÓN DEL MITO.

Los vampiros existen y beben sangre.  Hasta aquí, todo correcto.  Sin embargo el origen vampírico, clave en todo relato, se ciñe al prisma moderno. No se transforman en niebla, ni en murciélago ni en lobo. No temen a la cruz ni a la plata ni al agua bendita.  No lo hacen porque en el Sueño del Fevre, los vampiros no son el producto de una maldición, sino una antigua raza no humana, tan incapaz de contagiar a otros humanos como un humano sería capaz de transformarse en otro animal. Y esta explicación sería buena de por sí. La anatomía vampírica posee órganos de los que carece la humana, órganos destinados a digerir la sangre, pero seguimos hablando de un cuerpo vivo. La chispa de genialidad viene ahora: pese a que a los vampiros les resulte imposible convertir a los humanos, pese a que no puedan transformar sus cuerpos en nada, pese a que la plata les resulte indiferente, han convencido a los pocos humanos que creen en los vampiros de que todas esas cosas son ciertas. Las ventajas son innegables. Tenemos a Sour Billy Tomptom, un ghoul, sirviente, un Renfield que sirve al vampiro mayor, al maestro de sangre Julian, bajo la promesa de ser convertido en vampiro, algo completamente imposible, pero que le han hecho creer.

Igualmente nos quitamos el sombrero ante el engaño que podría dar pie a un caza-vampiros cargando con armas inútiles como cruces y ajos, caza-vampiros que no llega a salir, pero que indudablemente no duraría mucho.

AMBIENTACIÓN.

Soberbia, grandiosa, Martin es el gran creador de atmósferas, y nos presenta una descripción envolvente del bajo Misisipi, de Luisiana y de todas las pequeñas ciudades que forman parte del río. El río está vivo, dice el capitán Abner Marsh, y de verdad parece que lo esté, cono todos los vapores, tripulaciones, personajes, formando parte de él como células de un organismo que es en sí, un sueño.

DESARROLLO DE PERSONAJES.

También excelente.  Abner Marsh, Joshua York y Damon Julian son los que dominan la historia, con Sour Billy también como un excelente “Renfield” o más bien un “Grima lengua de serpiente” por lo obvio de su desengaño y rebelión final contra el maestro de sangre, un final predecible pero magistralmente narrado. La crueldad de Julian, la lealtad del capitán Marsh, sus pasiones, y sobre todo sus sueños (adelantar al Eclipse) son tonalidades de color en un lienzo bien pintado.

TRAMA.

La trama esta bien encadenada, saltando de escenarios con elegancia pero sin llegar a ser retorcida. Es una historia de descubrimientos que poco a poco van rebelándose ante el capitán Marsh. El enfrentamiento entre Joshua y Damon Julian no es el eje, aunque domina la parte final del libro. La conclusión es un poco floja. Martin se toma demasiado tiempo en llegar al clímax, y renuncia por completo a dar sus cinto minutos de gloria al capitán Marsh negándole la ocasión de matar vampiros.

RITMO.

Aquí es donde falla George R.R. Martin y es una auténtica pena, porque convierte en libro de siete puntos lo que hubiese podido ser un diez. Martin hace un ejercicio de nostalgia y da un salto temporal de trece años entre escena y escena. Lo hace porque quiere mostrar la decadencia del río, unida a la decadencia del propio barco, y además usa la guerra de secesión como medio para librarse de algún personaje que otro, bastante de pasada. En mi opinión, el clímax hubiese debido ser previo a la guerra, y en enfrentamiento final mientras el capitán Marsh era joven (o no tan viejo) Luego si se quiere contar lo del río en decadencia, vale, lo cuentas.  Pero como epilogo y no como escenario final.

«SUEÑO DEL FEVRE», de G.R.R. MARTIN. Regreso al Mississippi más sangriento

Cuando regresas al Mississippi sangriento de Sueño del Fevre treinta años después de su lectura (propuesta del Club de Lectura de Literatura Fantástica en Málaga para octubre), lo haces con sentimientos enfrentados: a la ilusión de un recuerdo gratificante se une el recelo, la desconfianza que genera un autor cuyos últimos pasos y obras, siendo magníficas e imaginativas, lo han llevado por derroteros comerciales que, en mi opinión -la de muchos-, no demuestran sino desprecio por unos lectores que, en otras circunstancias, continuarían rendidos a su talento.

Pero, tranquilos, no es un problema. Tras las primeras páginas la ilusión regresa y compruebas que mantienen la frescura del George R.R. Martin de los inicios, previo a su paso por televisión, en guiones de series míticas como En los límites de la realidad o la producción de telefilmes, donde domina la técnica del folletín televisivo que tan bien ha utilizado después.  Conforme avanzas en la lectura, piensas que navegas de nuevo por ese río de aguas turbias preñadas de barro, que tan a conciencia describe; sientes el poder, la magia de aquellos vapores de lujo, enormes hoteles flotantes que, en 1857, antes de la guerra de secesión norteamericana, transitaban con orgullo la ruta comercial del gran «padre de las aguas», el Meschacebé de los amerindios que tan bien nos contó Mark Twain; Martin no le anda a la zaga.  Sobre todo, disfrutas sus personajes, tan bien construidos como todos los que diseña el autor; humanos, hasta cuando no lo son; tan cercanos que te invaden y se meten dentro; repletos de vicios y defectos, pecados entre los que el asesinato, tal vez, no sea el peor, cuando está justificado; también virtudes, entre las que destaca la lealtad, la amistad, el deber para con los suyos o los amigos.

Especial es el capitán Abner Marsh, un hombre del río, malcarado, malhablado, impulsivo, corpulento (un posible trasunto del propio Martin, barba enorme y apetito voraz incluidos), pero honrado y generoso; puede que no sea el más inteligente o rápido en sus decisiones, mas ni por asomo es torpe u obtuso y, cuando medita y toma una decisión la mantiene hasta sus últimas consecuencias, aunque en ello le vaya la vida; más si es por su socio, un amigo.

Joshua York es un vampiro; extraño, albino, atípico, muy poco al uso, pero vampiro.  Abner Marsh no lo sabe, al menos de inicio; nosotros sí, que para eso hemos leído mucho al respecto. Y es su socio. Desconcertante, afable, de buenos modales y extrañas costumbres, elegante, con dinero, poderoso pero noble y con un proyecto secreto entre manos («si no me presiona no tendré que mentirle…») que les llevará a compartir el Misisipi entre San Luis y Nueva Orleans, socios en un vapor con alma de mujer que es el más grande y rápido, el más bello y lujoso de cuantos surcan sus aguas: el Sueño del Fevre.  Entre ambos va surgiendo -y somos testigos de ella- una relación diferente, un trasvase mutuo de sensaciones, respeto y dudas, sentimientos compartidos que conducen a la amistad.  Una amistad puesta a prueba tras los secretos, el comportamiento extraño de York y sus amigos, que aman la noche y rehuyen el sol.  Prueba que, sin embargo, llevará a Marsh a descubrir el engaño y exigir la verdad, en un precioso capítulo que emociona por su sensibilidad, al son de versos de Lord Byron en «Las Tinieblas». Y con la verdad llegará la catarsis, la confianza.

«Tuve un sueño que, sin embargo, no era un sueño.

Habíase el sol extinguido, las estrellas cruzaban a oscuras el espacio sin fin, faltas de luz y sin guía.  La tierra, álgida y ciega recorría los cielos sin luna;

(…) el precio del sustento era derramar sangre, y todos se ocultaban, hoscos, a saciar su desazón sin rastro de amor.

Es entonces cuando conocemos su historia y la de su pueblo, el pueblo de la noche, y sabemos de la sed roja, de amos de sangre y la maldad que anida en ciertas criaturas nocturnas que consideran a los humanos seres inferiores, a los que trata y llama ganado, del que se alimenta.  Conoceremos, también, los verdaderos planes de Joshua York para el Sueño del Fevre, un proyecto muy especial, al que Abner Marsh («esta vaca«) decide unirse.

Damon Julian es una de esas criaturas de la noche, su amo de sangre.  Despiadado y cruel, poderoso, sangriento, que fomenta y comparte impasible el natural sacrificio del ganado humano más bello, que ofrece a su grupo en comunión sangrienta (tomad y comed su cuerpo, tomad y bebed su sangre…), en un ritual compartido, una inmolación atávica que sirve de nexo de unión a la comunidad y es símbolo efectivo de su dominio sobre ella.

 «Lo que me ennoblece, lo que me convierte en amo, no es la sangre. Es la vida.  Bebe sus vidas y tus días serán más numerosos.  Come su carne y la tuya se hará más fuerte.  Devora su belleza y te embellecerá». 

No hay maldad implícita en ese acto sangriento, más allá de la necesidad innata de saciar la sed roja que domina al pueblo de la noche.  Sí crueldad, desprecio ante el ser humano que considera inferior.  Es significativa -uno de los aciertos de Martin en esta novela- la defensa que hace Julian de sus actos ante el contrario, en el encuentro previo al enfrentamiento, cuando utiliza -en una sociedad aún esclavista- el símil del hombre blanco superior al negro, que desprecia, mientras sacrifica a sus ojos y les ofrece compartir como cena un «lechón«: un bebé humano de raza negra. 

El enfrentamiento está servido.  Dos amos de sangre frente a frente: Damon Julian, el vampiro clásico, insensible y cruel, y Joshua York, el mesías blanco del pueblo de la noche, que defiende la vida y consigue calmar su sed roja por otros medios, efectivos, que aspira a una vida eterna más humana para su comunidad.  Un enfrentamiento que será mortal.

Sueño del Fevre, publicada en 1982 (mismo año en España), es una novela espléndida. George R.R. Martin obtiene con ella un producto casi redondo, por el diseño de personajes, su vívida descripción del ambiente sórdido de la época (algún fallo comete en lo económico, al parecer), la belleza y emoción que suscitan los vapores de río, o el misterio y suspense que acompañan a la investigación de Abner Marsh sobre su socio.  Sin embargo, la intensidad de la acción, la pasión y el misterio decaen en el último cuarto de la obra; aunque el final es redondo.  

Martin utiliza aquí el concepto del vampiro social, miembro de una comunidad de intereses compartidos, que introdujo Anne Rice en Entrevista con el vampiro, en 1976 (1).  Hasta entonces, desde Polidori (1819), o Varney el vampiro en los Penny Dreadfull (1845-1847), a J.Sheridan Le Fanu (Carmilla, 1872) o Stocker (Drácula, 1892) y el resto de los románticos victorianos, el vampiro era un ser solitario, todo lo más amo de vampiras esclavas, rendidas a su atractiva lujuria, además de constituir la encarnación del mal eterno, si no el mismo demonio.  Con Rice el vampiro cambia, se humaniza, tiene dudas, incluso algunos siente la culpa de segar vidas humanas para alimentarse, seguir viviendo.  En Sueño del Fevre se contemplan ambos conceptos que, necesariamente, al final, se enfrentan, y ambos, vampiros malvados o humanizados, requieren de un esclavo (o socio) humano para conseguir sus planes.  Martin sigue a Rice en la desmitificación de la leyenda y desmiente los bulos que la acompañan: el miedo o repulsión a la cruz, la plata o el ajo, su no reflejo en el espejo por falta de alma: sus vampiros son ateos por necesidad, en ocasiones más antiguos que el dios o persona a quien se adora. Adopta, además, el maravilloso entorno de Louisuana y New Orleans, con sus plantaciones y criollos, al que añade el atractivo especial de los grandes vapores que recorren el Misisipi mientras escupen humo por sus chimeneas; su grandiosidad y lujo, sus fascinantes carreras sobre las aguas que tanto le entusiasmaron de joven, añaden un plus único a la ambientación de la historia.

Sueño del Fevre es una de esas obras que merece la pena leer, que hay que disfrutar en algún momento; y -a juzgar por el sentir de sus miembros- una excelente propuesta para el Club de Lectura de Literatura Fantástica en Málaga.

NOTAS:

(1)  –  Existe la errónea creencia entre aficionados españoles (yo mismo, y otros con quienes lo he comentado) que Sueño del Fevre es anterior a Entrevista con el vampiro y Anne Rice fue quien tomó ideas de G.R.R.Martin.  No es así, como se ve por las fechas, pero es así como se percibe.

  • Puede ser debido a que Sueño del Fevre (ver ficha en Tercera Fundación) se publicó en España en 1982, como en EEUU, por Acervo, una de las grandes dedicada al género entonces, con traducción de Hernán Sabaté y reediciones en 1983 y 2004.  Posteriormente en Gigamesh, con ediciones en 2009, 2012 y 2017, con nueva traducción de Cristina Macías.
  • Entrevista con el vampiro (Confesiones de un vampiro) fue publicada en 1977 (1976 en USA), por Grijalbo, con traducción de Marcelo Covián (ficha en Tercera Fundación).  Pero pasó sin pena ni gloria.  No volvió a reeditarse hasta 1990, por Timún Mas y, más tarde, en 1994, con motivo del éxito de la película.  Desde entonces no ha dejado de tener reedición, casi anual hasta 2014, bien por Ediciones B, RBA, Punto de Lectura, Mediasat, Z o Planeta de Agostini, siempre con la misma traducción inicial.

No es de extrañar, pues, que la percepción del aficionado español en cuanto a fechas sea inversa a la realidad.

JUEGO DE TONOS T6. Reflexiones al final de temporada.

¡¡¡OJO: spoilers.  Sólo para compartir con quien ya ha visto la serie!!!

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La sexta temporada genera sensaciones agridulces y contradictorias: episodios un tanto insulsos, frente a otros -en especial lo dos últimos- de muy buena factura, que deja finalmente un agradable sabor de boca.  En mi opinión, y de forma general, los productores David Benioff y Dan B. Weiss, pese a titubeos, incongruencias, y una pérdida de fuerza y cierta frescura en algunos personajes, han conseguido re-encauzar la serie -por derroteros algo diferentes a los libros- tras la pérdida de tutela que G.R.R.Martin le otorgaban; al tiempo que dinamizar las tramas (algunas en exceso), demasiado alargadas y en parte anquilosadas en las novelas.

JdT6x10 Danaerys Targaryen

Tal es el caso de Danaerys en su regreso a Meereen, triunfando sobre los Amos esclavistas de Astapor gracias a sus dragones, y sobre los Hijos de la Arpía con sus dothrakis y los Segundos Hijos.  Liberada la ciudad de nuevo, establecidas alianzas con la facción Greyjoy que lideran Yara y Theon (¿dónde ha quedado Euron, por cierto?), de Altojardín y Dorne conseguida por Varys -«Sangre y Fuego» son palabras de Doran Martell aquí desaparecido-, con Dahario Naharis usado y dejado a un lado, y con Tyrion Lannister como consejero y Mano, la flota Targaryen, con el triple dragón flameante en sus velas, se encamina al fin hacia Poniente.  Es un final lógico, el esperado, y acorde en cierto modo a lo que deberá suceder en los libros…  Pero con alianzas cambiadas (lo hecho en Dorne no tiene nombre, como ya dije), un Varys metido con calzador (¿…cómo es posible que vaya y vuelva tan rápido de un continente a otro?, una de las muchas incongruencias y aceleraciones exageradas de tramas), y sin el tercer dragón en liza (los lectores ya me entendéis); y todo ello sucede en la segunda mitad de la temporada, un par de capítulos en realidad, cuando se han pasado tanto dando vueltas y recovecos hasta llegar aquí.  Bien es verdad que fue Martin quien alargó demasiado la trama de Meereen, si bien con numerosas subtramas introducidas, y resulta lógico que en la serie de televisión se simplifique. 

Reflexión sobre «Canción de Hielo y Fuego»: No puedo dejar de pensar en que el gran fallo de Martin en las novelas se produce con la publicación de «Festín de Cuervos», el libro que cansó a muchos, pues rompió la continuidad de los tres anteriores tras alcanzar un punto álgido de interés creciente y mantenido.  La acción transcurre en paralelo a «Vientos de Invierno», y considero que fue una mala decisión comercial.  Si algo bueno hacen los productores en la serie es -cambios aparte- retroceder algunas de sus escenas (como la de las Islas del Hierro) a un punto donde interrumpen menos otras secuencias y ofrecen una mejor continuidad.  Tampoco queda demasiado mal situada la toma de Aguasdulces por Jaime, aunque se cambie el destino del Pez Negro.  Sin embargo, no dejaré de lamentar la chapuza de Dorne… o el remedo del personaje de Tyrion, desdibujado y casi una parodia de aquel genio intelectual que dibuja Martin en sus actuaciones, por mucho que alcance finalmente un papel apropiado en la trama.

JdT6x10 Cersey Lannister

Cersei en Desembarco del Rey da un giro absoluto en la segunda parte de la temporada, y recobra su perfil Lannister de intrigante y manipuladora, dominante sobre sus enemigos, a quienes se quita de en medio de una sola tacada; por mucho que vea cumplida a cambio la profecía de la bruja en su niñez respecto a sus hijos (¿y qué hay del Valonqar…?).  Es una opción válida para ser adoptada también por Martin en las novelas, aunque imagino que con variantes.  En cuanto a Jaime, tras su campaña acertada en Aguasdulces… la mirada intrigante que dirige a su amante hermana en el trono abre opciones inciertas…  Lo que sí es cierto -porque así lo han indicado los productores- es que Cersei tendrá un papel determinante en la 7ª temporada de la serie.

JdT6x10 Arya Stark de Invernalia

El destino de Arya es otra de las tramas aceleradas, después de haber transcurrido de forma muy lenta en los libros, aunque es verdad que con una riqueza de matices que desaparecen en la serie.  Su formación y evolución como asesina sin rostro, su terquedad y enfrentamiento con la niña abandonada y el propio Jaqen H’ghar que la reconoce como Nadie, y su definitivo posicionamiento como Arya Stark de Invernalia, están bien conseguidos y prácticamente lo esperábamos.  Hay sin embargo incongruencias en su realización: esos saltos por las calles y casas de Girona cuando ha sido acuchillada son toda una exageración -una licencia en exceso épica-; o su presencia en Los Gemelos en tan breve espacio de tiempo (los fallos de lógica en el tiempo son una de las constantes de esta temporada, una licencia artística demasiado evidente, que Martin no hubiese admitido).  La obtención de venganza sobre Walder Frey al estilo Boda Roja, y el pastel de carne de sus hijos (idea robada a Lord Manderly en los libros) gusta al espectador, que lo deseaba.  Dado que de su lista ya quedan pocos con vida (en las novelas es algo más extensa), cabe pensar que los siguientes deberían ser La Montaña y Cersei

JdT6x10 Sansa Stark

Su hermana Sansa también ha sufrido una gran transformación.  El sufrimiento a manos de Ramsay Bolton, y las intrigas de Petyr Baelish le han hecho ganar -además de belleza- una serenidad y tristeza que ocultan venganza y manipulación. Acogida a su hermanastro (ya primo) Jon, con el que no se muestra del todo de acuerdo y resulta mucho más fría, consigue -aceptando la participación de Meñique y los caballeros del Valle– la victoria en Invernalia y su venganza personal.  Y no parece demasiado contenta con el reconocimiento de Jon como nuevo Rey en el Norte.  Esa mirada que cruza con Meñique

En «Canción de Hielo y Fuego» la historia conocida va por otros derroteros.  Ya sabemos que no sufrirá a manos de Ramsay (papel que le toca a su amiga Jeyne Poole confundida como Arya), por lo que la trama será muy diferente. Todo lo relacionado con Invernalia lo es (incluida la participación de Mance Rayder, uno de los personajes magníficos que la serie no ha sabido mantener). Se ignora si llegará hasta Jon e Invernalia, pero sí estoy seguro que será parte importante en las intrigas de Meñique.

JdT6x10 Jon Nieve

Jon Nieve ha sido el personaje más determinante de esta temporada, dados los trascendentales sucesos que le acontecen.  Sin embargo, en mi opinión, ha sido el peor tratado por los productores, o el peor interpretado (ya comenté que no me gustó su regreso, donde esperaba algo más warg).  Salvo en las escenas de acción, ha demostrado una carencia de espíritu y personalidad impropia del líder que todos le consideran, inseguro, acallado y timorato, deslucido, empequeñecido por Sansa cuando están juntos, por Tormund o Sir Davos que son quienes toman la iniciativa, incapaz de imponer su nombre a los señores del Norte…  Puede ser una opción para los primeros momentos, tras el hecho traumático que ha vivido, pero no para liderar un ejército.  Y cuando muestra algo de iniciativa actúa en caliente, sin la frialdad del líder, por mucho que asista a la ejecución del pequeño Rickon… De no ser por Lyanna Mormont jamás habría sido nombrado Rey sucesor de su hermano Robb, el joven lobo…  Da la sensación de que Sansa (con Meñique) se lo «comerán» tarde o temprano, y eso que está llamado a cotas más altas…

Lyanna_Mormont_(S06E10)Pese a todo, el episodio 9, la Batalla de los Bastardos, me ha parecido uno de los grandes momentos de la televisión.  Un despliegue de medios jamás vistos antes en una serie, grandiosas escenas de acción y movimientos de masas, coreografía y efectos, crueldad y realismo exacerbado en una batalla medieval. ¡Impresionante!
Por otro lado, considero el personaje de Lyanna Mormont, que no aparece en los libros, uno de los grandes aciertos de esta temporada.  Ella sí que tiene y demuestra madera de líder, pese a su juventud.  Una gran elección.

Por último hay dos Stark más con relevancia en la temporada.  Uno de ellos, el desaparecido (y esperado) tío Benjen, aquí unificado con Manosfrías el extraño más allá del muro que ayuda a Bran y Meera Reed frente a los espectros (pese a que Martin asegura que no son la misma persona). El otro, Bran, ya convertido en el Cuervo de Tres Ojos, que parecía iba tener más protagonismo en la temporada, pero no la cobra hasta el final, donde es testigo de la gran revelación:

JdT6x10 Ned Stark Lyanna y Jon

Continuando con la visión del pasado en la Torre de la Alegría, asiste al encuentro de su padre, Ned Stark de joven con su hermana Lyanna, moribunda, quien le entrega a Jon recién nacido, y le arranca la promesa de que mantendrá el secreto de su nacimiento, porque si se entera Robert Baratheon (futuro rey y por entonces enamorado de ella), lo mataría.  «Prométemelo, Ned«.  Y así lo hizo.

En el capítulo no se desvela el nombre del padre, pero los lectores de las novelas, y cualquier seguidor avezado de la serie, sabe que el padre no es sino Raeghar Targaryen, hijo del rey loco, que valida una de las teorías más comentada en los foros de seguidores, y de la que estoy convencido formaba parte de la idea original de G.R.R. Martin desde el primer tomo de la serie: R+L=J. Un secreto que, de no haberse alargado la serie durante 20 años, dando tiempo y lugar a que internet desvelase el misterio, hubiese supuesto la gran sorpresa final, pero que hoy ya todos suponíamos: Jon Nieve no es un bastardo, sino Jon Targaryen Stark, sucesor directo al Trono de Hierro, por delante incluso de su tía Daenerys.

Y para eliminar cualquier duda o especulación al respecto, HBO se ha apresurado a confirmar este dato publicando la siguiente infografía, que demuestra las líneas de relación entre personajes (ampliable al picar sobre ella):

Jdt6 Infografía Jon Targaryen

Por último, una reflexión sobre el incremento de protagonismo en la serie: esta temporada, aparte de Jon Nieve – Targaryen Stark, las mujeres son quienes determinan los hechos más relevantes: Daenerys, Cersei, Sansa, Arya… incluso Lyanna Mormont, o las Serpientes de Arena.

Un elemento importante, a tener en cuenta la próxima temporada.

JUEGO DE TONOS T6. Reflexiones a mitad de temporada. II: El Sur (Fuego)

JdT6 Daenerys Fuego Diosa

¡Debe ser difícil quedarse sin base para trabajar a mitad de una serie!.

Reconozco que la papeleta con que se encontraron D.Beniof  y D.Weiss tuvo que ser difícil, obligados a seguir adelante con la serie de mayor éxito en los últimos años, en base a la mejor serie de Fantasía de lo que va de siglo, y sin más que unas pocas ideas transmitidas por su creador, George R.R. Martin, (y supongo que el final).  Pero he de reconocer, también, que al menos se lo han currado, escudri-ñando en cada frase escrita, rumores y teorías para extraer ideas de por dónde van, o deben ir, los hechos imaginados por el autor y encauzar las cosas hacia ese final común que imaginamos, aunque por caminos algo diferentes (ya los había antes, así que tampoco es para tanto).

Lo que sí han hecho es tomar las riendas y dar mayor ritmo y acción, a ciertas tramas que parecían aletargadas en los libros.  La excelente narrativa de Martin y su capacidad para generar subtramas internas de interés para los lectores no casan bien con el lenguaje y ritmo televisivo, por lo que se habían visto obligados a suprimir algunas de ellas, y numerosos personajes.  Ahora que, salvo lo pactado o comentado con el escritor, todo queda en sus manos, parecen decididos a eliminar recovecos que podrían cansar al espectador y adelantar desenlaces.

JdT6 DaarioEso parece que han pensado para Danaerys.  Su fulgurante carrera como reina guerrera de los Dothrakis y su cruzada hacia Poniente se vio cortada a su paso por Meereen, perdiendo interés para muchos que demandaban más acción.  Es cierto que había que dar tiempo a que los dragones crecieran, y a reafirmar la entereza de su «madre»; pero ya iba siendo hora de retomar ese rumbo.  Y todo indica que así han pensado los guionistas, retrotrayendo la historia al final de la primera temporada, no sólo en concepto, sino también de forma gráfica y visual, reconvirtiéndola en una diosa de fuego para todo el pueblo Dothraki (incluidos Daario y Mormont), ya sin khales JdT6 Mormontvarones, pero con una khaleeshi guerrera de origen sobrenatural.  Si a ello se le unen los dragones, como es de suponer, habrán recuperado ese avatar destructivo que se prometía al inicio; quizás el propio Azhor Ahai, el Príncipe Prometido que Melissandre primero vio en Stanis Baratheon (y los hechos se han encargado de contradecirla), y Benerro en los libros, aunque en la serie otra sacerdotisa roja (que al menos impresiona a Varys), han señalado en la propia Daenerys.

JdT6 Daenerys reina guerreraPor ahí van los tiros en Meereen en su ausencia, donde un Tyrion desdibujado y con su ingenio transmutado en contador de chistes malos negocia los términos de paz frente a los Hijos de la Arpía y los amos esclavistas de las ciudades vecinas; con Varys, a falta de Barristan Selmy.

Definidos de esta forma los Hielo y Fuego de la Canción, en medio -al menos por el momento, las cosas deben cambiar- encontramos poca acción y mucha intriga palaciega o juego parciales de tronos pequeños e independientes:

Da tristeza comprobar en qué ha quedado reducida la trama de Dorne, y Ellaria y las Serpientes de Arena diluidas en una visión localista, pequeña y plana de la venganza en caliente, más allá de la astuta y grandiosa venganza en frío que llega a imaginar Doran Martell en los libros.  En ellos habremos de disfrutarla, no aquí.

JdT6 LannisterDesembarco del Rey los pactos e intrigas religioso-palaciega marcan por ahora las vidas de quienes lo habitan: una Cersei humillada por el Gorrión Supremo y de nue-vo unida a Jaime, ambos ya sin Mircella, pero con la grata com-pañía de Qyburn y una inmensa Franky-Montaña, deberán unirse a los Tyrell para liberar a Margaery y Loras (aún guapo) presos.  Espero que al menos den a Lady Olenna, la Reina de Espinas, el protagonismo que se JdT6 Olennamerece y supo demostrar en ese duelo escénico que mantuvo con Tywin Lannister.  Aunque en esta fase de la historia, el protagonismo escénico parece dominado por un Gorrión Supremo más listo de lo que parece.  Hay que desear que el enfrentamiento esperado entre ambos frentes depare mayor dinamismo y esa imaginación que los productores han demostrado en otras ocasiones .

Sí que parece bien encajado el protagonismo que los Hijos del Hierro han de alcanzar en la serie, demasiado JdT6 Euron Greyjoytempranero en los libros. Perso-najes que no habían aparecido hasta ahora, Aeron Pelomojado, o Euron Greyjoy (¿sin el cuerno?) lo hacen en el momento oportuno para ofrecer a Danaerys esa flota que necesita para llevar sus huestes hasta Poniente.  Sólo que con un Theon de por medio que no está en los libros, pero tampoco desentona aquí…

Confío en que, aún sin la gracia de Martin, Beniof y Weiss sepan reconducir la serie con esa imaginación de la que ya han hecho gala.  La serie suele ir in crescendo a lo largo de las temporadas, y espero disfrutar con la mitad que viene. Bases firmes y buen material tienen para hacerlo.  Confío en que lo consigan, sin demasiadas inconsistencias.

JdT6 Aeron Pelomojado

JUEGO DE TONOS T6. Reflexiones sin spoilers a mitad de temporada. I: El Norte (Hielo)

JdT6 Rostros

¡Qué diferente resulta seguir la serie sin conocer lo que va a pasar!  Le añade un plus de incertidumbre que desconcierta…

Y, sí, esa es la principal sensación que me ha producido esta temporada: desconcierto; es diferente… No sé qué pensaréis quienes no conocíais los libros antes de ver las imágenes, pero yo, que sabía lo que iba a pasar (más o menos), disfrutaba de una excelente reconstrucción de una extraordinaria historia, o macrohistoria, que me encantó en su lectura, y volvía a disfrutar con su recreación; incluso de cambios introducidos, que le otorgaban mayor viveza y vitalidad, un mejor ritmo narrativo de acción visual, al tiempo que atesoraba en mis recuerdos la mayor profundidad de las tramas originales de Canción de Hielo y Fuego y su autor, George R.R. Martin.  Un disfrute doble, si queréis, como pocas veces antes había alcanzado.

JdT6 Danaerys

Pero esta temporada 6, en que la serie ha alcanzado a los libros, no ha sido igual. De ahí mi desconcierto, esa falta de pasión que me he descubierto al verla; una sensación distinta, muy diferente a la de otras temporadas… ¡Ojo: eso no quiere decir falta de interés!.  Sólo que es diferente…

Puede que en ello influya las muchas teorías que corren y han corrido acerca de su(s) desenlace(s), a las que nunca me he negado a comentar o elucubrar y compartir yo mismo, y he disfrutado haciéndolo; reconozco que (quizá por eso de conocer de antemano muchas de sus secuencias) he sido amigo de spoilers y teorías imaginativas.  Puede por eso, hasta ahora, me haya sorprendido poco lo que viene sucediendo en estos capítulos; incluso, en ocasiones, en los primeros, me haya sentido algo defraudado por cómo lo han hecho o enfocado, y en otras, los más recientes, me gusta el enfoque que parecen buscar los showrunners, David Beniof y Dan Weiss, que nos dirigen hacia un mismo final de la historia por dos caminos diferentes y personajes cambiados:  uno más dinámico y activo en la serie, y otro mucho más profundo (y ahora inesperado) en los libros.  En todo caso, estoy dispuesto a disfrutar de ambos.

JdT6 Jon NievePor lo visto hasta ahora, media temporada, los Stark vuelven a recuperar el protagonismo que nunca habían perdido, pero yacía latente en las últimas, y en especial Jon Nieve. El final abrupto de la temporada anterior (y los libros) lo convertían en el centro de expectantes miradas en esta, y así ha sido. Sin embargo, lo que han hecho con él, por más que esperado, me ha dejado un tanto frío; resulta demasiado rápido y simplista y, en mi opinión, se han quedado cortos: había imaginado y esperaba algo más warg, con Fantasma, como deja intuir Martin en los libros; pero, en fin, no deja de ser una opción.  También desconcierta y resulta inesperado (aunque eso es bueno) esa visión de una Melissandre falible, desvencijada y hundida; y el protagonismo que adopta Ser Davos, que aunque me gusta, resulta extraño sin ser un Hermano de la Noche y creo lejos del que interpreta en los libros.

JdT6 Sansa y MeñiqueSansa es otra, distinta, bastante más decidida tras la destrucción moral y física a la que fue sometida por Ramsay Bolton (que continúa definiéndose como el hideputa mayor de la serie con diferencias, y lo demuestra a su propio padre).  También parece haber abierto los ojos frente a las maquinaciones de Petyr Baelish, Meñique, de quien porta su semilla de intriga, y a quien puede llegar a superar (al menos pienso que lo va a intentar, aunque es difícil), sin miedo a utilizar a su medio-hermano Jon en la senda de venganza y reconquista que emprende.  Con el regreso de Rickon el círculo Stark se va cerrando, por mucho que apene el destino de Natalia Tena en la serie (en principio, distinto en las novelas).  Y todo hace imaginar una gran batalla final por El Norte, hacia el final de la temporada.

JdT6 Rostros 2

En esa supuesta reunión familiar (¿cuantos sobrevivirán?) no parece que vaya a estar Arya, que continúa en Braavos su formación como asesina sin rostro, más deprisa que en las novelas (cuyo ritmo Martin había enlentecido bastante en las dos últimas), pero habrá que esperar aún a verla desatada, como imaginamos (y sabemos por el capitulo Misericordia, de Vientos de Invierno, avanzado hace tiempo).

JdT6 Bran y el CuervoY Bran, ese chiquillo inquieto que inició todo con sus correrías y trepas por las almenas de Invernalia, vuelve a armarla.  ¡Y ya era hora…!  Mucha de la acción y hechos relevantes de esta temporada parecen estar en sus manos (o sus visiones), en ese proceso de aprendizaje junto al Cuervo de tres ojos (Brynden Ríos, un Targaryen, no lo olvidemos; aunque en la serie no se diga).  Sus visiones de hechos pasados nos ponen en la pista de lo sucedido en la Torre de la Alegría (y parecen acercar la teoría R+L=J), con cierta desmitificación de la figura incólume de Ned Stark. Un acto suyo atrae sobre sí a los Caminantes Blancos… y, sobre todo, nos conduce hasta ese Wylis (Walder en el original) que cierto día devino en Hodor… ¡Qué excelente giro de acontecimientos y paradoja en el tiempo para dar explicación a una actitud y un nombre!… que los productores admiten JdT6 Hodorcorresponde a su autor, el gran G.R.R.Martin (¡¿quién si no?!), que dos años atrás les habría revelado tres hechos y tramas sorprendentes (el sacrificio de Sheereen, el origen del nombre de Hodor y un sorprendente giro al final de la serie…) .

Sí, me gustan algunos de los pasos por los que avanza esta temporada fuera de los libros (aunque el más espectacular parta de la mente de su autor), con algunas escenas muy bien llevadas y cargadas de tensión.  Pero también encuentro enormes fallos de lógica en determinadas secuencias, y un desarrollo equívoco y desconcertante de situaciones y personajes, el más flagrante el de las Serpientes de Arena y el destino de Doran Martell en Dorne(mientras continúo esperando a Benjen Stark…)

Seguiré en otro momento con El Sur, en Essos (el centro, el resto de Poniente, salvo las Islas del Hierro, parece bastante diluido por el momento).

Cierro esta entrada como el quinto episodio de la T6, último por ahora:

¡Aguanta la puerta! (¡Hold the door!)