FAFHRD Y EL RATONERO GRIS. Dark Horse recupera la serie de comics de 1973, por Denny O’Neil, H. Chaykin y W. Simonson

La editorial americana Dark Horse comics, en esa labor de recuperación de series de Fantasía Heroica que mantiene desde 2003, cuando reinició la adaptación de Conan el bárbaro, publicará en junio un álbum con aquella mítica serie de 1973 en la que Denny O’Neil al guión y Howard Chaykin al dibujo (con otros como Walt Simonson o Jim Starlin) adaptaron las aventuras de Fafhrd y el Ratonero Gris, los grandiosos personajes de Fritz Leiber, inventor del término Espada y Brujería. Hagamos un poco de historia y hablemos de ello:

F&GM Portada DHEn 1972, Detective Comics (DC) buscaba desesperadamente – igualar el éxito obtenido por su competidora Marvel con Conan el Bárbaro, cuya serie alcanzaba un éxito sin precedentes desde 1970, siendo nominada cada año al Premio anual de la Academia de Cómics (lo obtuvo en 1971, como mejor serie de cómics, y en 1973 al mejor volumen individual, por su nº 24: La Canción de Red Sonja).

Decidieron entonces hacerlo a lo grande, utilizando otro autor de renombre en el género, Fritz Leiber y la serie Lankhmar, con sus carismáticos protago-nistas, Fafhrd y el Ratonero Gris (reseña sobre las novelas, siguiendo este enlace).  

Para ello, prepararon su aparición en un episodio doble de la serie de éxito Wonder Woman, junto a Catwoman (números 201-202, de mayo y junio de 1972), en un guión preparado por el conocido autor de ciencia ficción Samuel R. Delany, y adaptado por Denny O’Neil y Dick Giordano, donde anunciaron que Fafhrd el Bárbaro y el Ratonero Gris regresarían pronto con revista propia: Sword Against Sorcery (Espadas contra Brujería) que, como veremos tendría carencia bimestral.

Portada Wonder_Woman_202 y anuncio

         Portada de Wonder Woman #202, y anuncio de la nueva serie

Y en 1973 (número de Febrero-Marzo), la nueva serie llegó a los lectores, aunque con el título definitivo de Swords of Sorcery (Espadas de Brujería), siempre jugando con el término acuñado para el género por el propio Fritz Leiber (no lo traduzco como Hechicería, pues así es mas conocido). En ese primer volumen, O’Neil y Chaykin (con The Crusty Bunkers) se basan en el relato original El Precio del Sosiego (Espadas contra la Muerte), para construir una historia de 23 páginas.  El volumen incluía un texto en el que O’Neil, utilizando la frase de Bob Dylan «To live outside the law you must be honest» (Debes ser honrado para vivir fuera de la ley), presenta a los personajes y la ciudad corrupta de Lankhmar, y se declara fan incondicional de la serie y su autor:

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El número 2 (Abril-Mayo de 1973), y bajo el título «Revenge of the Skull of Jewels», recoge la adaptación del relato original La Casa de los Ladrones (Espadas contra la Muerte), con algún cambio narrativo y monstruito de por medio (era lo que se estilaba, más allá de una calavera enjoyada), aunque sus 24 páginas (23 y media) conservan la esencia de la historia.  Ambos episodios transcurren en la ciudad de Lankhmar, cargados de picaresca y desfachatez por parte ambos compañeros, con desafío incluido al Gremio de Ladrones en éste:

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En el tercer cuaderno (Julio-Agosto de 1973) Denny O’Neil se decide a incluir un episodio de factura propia, «Betrayal!» (¡Traición!), en el que aleja a nuestros héroes de la pérfida ciudad y los embarca como pasajeros en una nave que será atacada por piratas que raptan a una princesa. Abandonados a su suerte, consiguen regresar a Lankhmar, y dirigirse a una isla en busca del traidor… en un extraño barco volador construido por magos, y en compañía de una mujer alada a causa de la maldición de un hechicero… (bueno…).

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El siguiente cuaderno (nº 4, Septiembre-Octubre de 1973) vuelve a recoger la idea de un relato original de Leiber, La Nube de Odio (Espadas en la Niebla), que utiliza como base de una historia que resulta demasiado simple y corta; sólo 14 planchas.  Las otras 6 se dedican a «La Profecía», una historia de un joven Fafhrd en solitario, en los tiempos previos a su llegada a Lankhmar y unirse al Ratonero, de cuando aún andaba por el norte y pretendía ser un juglar y sanador, de voz aflautada.  Unos sucesos acaecidos antes incluso que Las Mujeres de la Nieve (Espadas y Demonios).  En esta última, el dibujo ya no es de Chaykin, sino de Walt Simonson.

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Por último, en el 5º cuaderno (Noviembre-Diciembre de 1973), y con dibujos de Walter SimonsonO’Neil adapta (esta vez de forma bastante fiel al original) el relato La Tierra Hundida (Espadas contra la Muerte), de nuevo sólo en 14 páginas. Las siguientes contienen otra historia de protagonismo en solitario, ahora del Ratonero, en aquellos tiempos que era aprendiz de mago y se llamaba simplemente Ratón (así se titula: «Sólo Ratón»), y recibe una costosa lección; sucede justo antes de El Cáliz Impío (Espadas y Demonios).  La historia fue escrita por George Effinger, con dibujos de Jim Starlin (no puede dudarse, pues hay personajes que recuerdan a Drax o Starfox) y Al Milgrom (una copia descarada y mala de Barry Smith).

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Con la terminación del año 1973 finalizó también la serie. Su continuidad no fue posible. Las ventas mandaban y aquella era la peor época para competir con un Conan desatado, al que Roy Thomas había sabido encajar con guiones excelentes, y un Barry W.Smith ya crecido dotaba de una fuerza épica incomparable.  Fue la época de Los Dioses de Bal-Sagoth o la Saga de Vilayet, con La Sombra del Buitre y La Canción de Red Sonja; imposible competir con aquella carga de salvajismo, aquella sensualidad desbordada, aquellos enormes ojazos de la pelirroja hyrkania… y John Buscema en puertas. Nadie podría…

Walt SimonsonPero fue una lástima: no le dieron tiempo a crecer, a crear su público.  Ni siquiera con el cambio de un Chaykin que prometía, pero aún incipiente y de trazo inseguro (sólo hay que fijarse en sus portadas, inmaduras salvo la segunda, en la que participó Berni Wrightson), al que salvaba el entintado y arreglos de The Crusty Bunkers (una caterva de autores variados entre los que destacaban Walt Simonson, Jim Starlin, Berni Wrightson, Mike Kaluta o Al Milgrom, que no dudaron en dejar su impronta o vestigios de personajes propios, y que conseguían que el rostro de los protagonistas varasen en cada página). Walter Simonson marca distancias en el quinto número y su portada; pero poco se podía hacer.

fafhrd-ratonero-gris-mignola-norma-fritz-leiberDark Horse reúne ahora la serie al completo en un volumen único de 136 páginas, bajo el título Fafhrd y el Ratonero Gris: La Nube de Odio y otras historias; una serie que no había vuelto a editarse desde entonces.

Unido al que ya publicó en 2007, reuniendo las adaptaciones de Howard Chaykin (esta vez al guión) y dibujos de Mike Mignola para Epic comic en 1991 (en España publicadas primero por Forum, y como tomo por Norma), forma una  bonita e interesante colección de relatos ilustrados de unos personajes que si no han tenido demasiado éxito en el cómic, son uno de los grandes de la Fantasía Heroica mundial.

Esperemos que también -como el tomo anterior- Norma Editorial se anime a publicarlo en castellano.  Sería un verdadero regalo para los aficionados.

Yo, que los tengo originales (adquirí la serie en los ’80, como base para un futuro artículo en Berserkr, que nunca apareció… hasta ahora), también lo agradecería.

Los próximos Conan: CONAN el Brutal

Conan el Brutal Quarantine Studio

No, no se trata de una nueva serie de cómic, ni una novela, de próxima aparición, que aún no tenéis controlada.  En esta ocasión nos referimos a una de las muchas las estatuas del personaje que se venden como merchandising, realizada por Quarantine Studio y distribuida por Sideshow collectibles, que me ha llamado bastante la atención, más allá de su nombre.

Conan el Brutal Quarantine_StudioLa figura, como podéis observar por las imágenes que acompaño (ampliables al picar sobre ellas), posee un realismo y naturalidad impactantes, que le conceden para mí un lugar preferente entre las muchas que conozco (y alguna poseo); posiblemente a la altura de Conan el Bárbaro, realizada en bronce por el mismo estudio (William Packet), de precio prohibitivo (si esta la sacan en tal material, estará a la altura, también en precio…).

La estatua tiene unas medidas de 14.5″ (368.3mm) de alto, por 8″ (203.2mm) de ancho, y 7″ (177.8mm) de fondo, y puede adquirirse por 269,99$, unos 205,59€ (transporte a España incluido).  Representa a un Conan no joven, ya experimentado en batallas, a juzgar por las numerosas cicatrices que luce en su cuerpo, y un rostro curtido por el transcurrir de los años; posiblemente sobre los 40, ya en su época en Aquilonia, tal vez algo antes o poco después de alcanzar el trono; digo esto también a la vista del escudo que porta, con el emblema del León como adorno.  En cualquier caso, impresiona, ¿verdad?.

Conan el Brutal QS AEstará disponible en estas fechas, con envíos desde septiembre.  Os dejo el enlace de Sideshow para quien esté interesado, o podáis verlo con mayor detalle.  En la web se encuentran otras figuras del cimmerio, algunas ya agotadas.  Las tiradas no suelen ser grandes, quizás por los precios que poseen (¿o a la inversa?), y no están al alcance de todos.  Además, dado su tamaño, para ser coleccionista hay que tener mucho espacio disponible en casa.  Y eso siempre escasea…

Os dejo también la figura antes comentada, descatalogada hace tiempo:

Conan de Quarantine Studio

CONAN el Bárbaro, volumen 4: LA CANCIÓN DE BÊLIT

Ficha CB4Con el volumen 4 de Conan el Bárbaro (Conan volumen 16, en la edición original de Dark Horse), Planeta de Agostini cómics se ha dado prisa en finalizar el  arco de aventuras que recoge la nueva adaptación al cómic de uno de las más aclamados relatos de Robert E. Howard, La Reina de la Costa Negra, esta vez a cargo de Brian Wood, y un variado reparto de dibujantes.

Una adaptación polémica, sin duda; dado que algunos insisten en aclamar esta nueva versión del cimmerio, quizá por ser diferente a las visiones anteriores del personaje, y otros, los más antiguos y veteranos, la critican precisamente por lo mismo.  Personalmente, y aunque incluido en este segundo grupo, he procurado no juzgar la obra en comparación con otras (aunque, a veces, es imposible no hacerlo) que no sean sino el relato original de Howard, su visión, espíritu y poesía, que la tiene, junto a la acción dramática y fiera que refleja a veces.  Esa era la intención inicial de Dark Horse cuando Kurt Busiek se hizo cargo de la serie, que mantuvo Timothy Truman en su relevo (y sigue demostrando en Conan Rey), pero que ha desaparecido desde entonces.  Y en este sentido (siempre en mi opinión), Brian Wood, tras un principio en el que parecía haber captado esa idea y el espíritu de Howard, termina por no dar la talla.  Y digo ésto porque se atreve a reescribir a REH (no adaptarlo, como hacen otros) en muchos de sus momentos más inspirados; y -seamos sinceros- para superar a Howard hay que ser muy bueno, o algo necio; y Wood, por muchos premios anteriores que posea, no alcanza nunca a mejorar al maestro, y para mí, por tanto, entra en esa segunda categoría.

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CB 19p1Pero centrémonos en el volumen:

Antes de abordar el arco final del relato de Howard, Wood nos propone una historia en tres números acerca de unas piedras negras obtenidas en un abordaje, que traslada de nuevo a la pareja protagonista tierra adentro, lejos de La Costa Negra (qué poca aceptación tiene para este hombre historias en el mar, costas desconocidas, o islas perdidas y misteriosas, que tanto juego podrían dar…); una relato que no aporta nada nuevo o de interés a historia del bárbaro o los personajes, y no merece perder más tiempo en ella; sólo indicar que los dibujos corren a cargo de un correcto Paul Azaceta, aun pese a sus entornos (poblados, barcos…) demasiado modernos para la época.

La adaptación de La Canción de Bêlit (parte final del relato original de Howard), se realiza en cuatro números (tres en realidad, más otro de cierre y transición). Por sí misma, puede resultar interesante, bien ambientada en el entorno opresivo y asfixiante del río Zarkheba, plagada de escenas de acción sobre-detallada en numerosas viñetas, muy del gusto actual.  El dibujo de Riccardo Burchielli ayuda a construir el ambiente, presentando una Bêlit rotunda y salvaje, en una relación muy sensual con el cimmerio (siguiendo el diseño inicial de Becky Cloonan aunque de extraño gesto y nunca comparable a la de Buscema).

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Wood consigue una historia que al terminar no deja mala impresión, con ese añadido final donde intenta trasladar la desazón un un joven que ha perdido a su amada y el sentido de su vida, y vaga por poblados negros convertido en un «hombre fantasma», jugueteando con la muerte…  Sin embargo, tras su lectura (y durante ella) sientes que falta algo… Algo que es importante: la poesía, los sentimientos, el dramatismo que perfila Howard en determinados momentos para construir el terrible drama final, la victoria definitiva del amor sobre la muerte, que siempre han marcado este relato y hecho de él uno de los mejores y más recordados del autor.

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Y es que Wood, centrado en la fiereza física de la tigresa shemita, su ardor guerrero y salvaje en el combate y el sexo, demuestra no haber comprendido al completo un personaje complejo como Bêlit, y obvia, o minimiza, la pasión salvaje de sus sentimientos, su fuerza vital y amor verdadero hacia Conan, salvaje y fiero como ella misma y tan fuerte como para traspasar la muerte si él la llega a necesitar.  Y así, la declaración de amor pasional en la que promete su regreso queda perdida y nada clara en una sola viñeta, de fuerte intención sexual y cargada de texto, donde no destaca la frase más importante… Y no hay dramatismo alguno en la escena donde Conan la necesita y ella cumple su promesa (aquí no está atrapado, sino que encara a su enemigo espada en mano). Con ello, la historia pierde su fuerza, toda su magia, aquello que la hace ser recordada y distinta; una escena recogida por cuantos artistas ha ilustrado al autor desde 1934, año que se publicó el relato, copiada y readaptada a Valeria en el film Conan el Bárbaro de John Milius y otros… y que aquí se difumina.

Distintos artistas

La historia finaliza con la despedida y funeral «vikingo» que otorga Conan a la diablesa del mar, alternada con la transición de ánimos del personaje, desde la apatía a su abandono a la muerte en combate singular, hasta su recuperación y marcha hacia los reinos negros; una historia que ya será narrada por Fred Van Lente (El Pueblo del Círculo Negro) en el siguiente arco argumental de la serie, llamada ahora Conan el Vengador, cuya primera historia en tres números, Sombras sobre Kush, ha sido dibujada por Brian Ching (de nuevo un estilo «moderno» en su interior, sin nada que ver con las portadas; confiemos que el guión merezca la pena).

CEV 1-2-3

En estos 25 episodios de Conan el bárbaro -cuatro volúmenes-, a Wood le han sobrado historias fuera de contexto (por ejemplo, en Cimmeria), y le ha faltado un mínimo intento de explicar o comentar siquiera el sobrenombre de Amra, el león, con que fue conocido el bárbaro mientras era compañero de Bêlit.

Excelente la edición española de Planeta de Agostini Cómics, como siempre, similar a la original, si bien encuentro una pega en ambas: la portada elegida para el tomo; tanto una como otra, entre las 7 dibujadas por Massimo Carnevale, todas ellas atractivas, optan por una de las primer ciclo, sin relación con la historia principal.  Yo hubiese elegido cualquiera de las otras, donde se muestra el Antiguo; en especial la del nº 22, donde también aparece Bêlit.

CB4-La Canción de Bêlit

Sí aciertan, a cambio, en la elección de portada para el siguiente volumen del personaje (ya a la venta), esta vez como Conan Rey: La Hora del Dragón (ver reseña aquí y aquí): un trabajo impresionante de Sanjulián, para una excelente adaptación de Truman y Giorello.  No os la perdais.

CONAN el Bárbaro, volumen3: éstos no son Bêlit ni Conan

Ficha CB3

No voy a extenderme demasiado: el título de la entrada lo adelanta todo, y no se refiere al dibujo de la portada, que resulta aceptable (no en vano Bêlit conserva cierto parecido con la que diseñó Buscema en su día), sino al desarrollo de los personajes que realiza Brian Wood, guionista aclamado por Northlanders, pero que aporta muy poco, o nada, al personaje creado por R.E. Howard.

El volumen de Planeta (de edición magnífica como los anteriores, excepto por ese fallo repetido en los créditos de portada, que no indica los dibujantes reales) es prescindible (como el previo), y sólo aconsejo su adquisición a los fans muy frikis de cimmerio, que compramos todo cuanto se publica.  Recoge dos arcos argumen-tales de tres números cada uno, como es habitual en las historias de Wood:

La mujer del Muro (o las Almenas), en la que el guionista idea una nueva historia sobre el pasado de Bêlit y sus padres, y donde hace adoptar a la mujer pirata un comportamiento absurdo e incompatible con el del personaje ideado por Howard, abandonando el Tigresa y a Conan, de quien está perdidamente enamorada, por un regreso a su familia en el desierto profundo de Shem (si fuera por un tesoro, sería admisible…); y que resulta más incomprensible aún cuando en números anteriores (también prescindibles) ella acompaña al bárbaro a Cimmeria, y conoce a su madre…  Si algo puede salvarse de estos números, aparte de sus portadas, es el dibujo de Mirko Colak, correcto y cercano a unos cánones de realismo a los que estamos acostumbrados para el personaje, no los que últimamente ofrece Dark Horse, rallando lo experimental, «underground», o casi infantil…

El segundo arco, encontramos a la pareja en Ophir, antes de su regreso a los mares, en un antro de placer, abandonados a la lujuria y las drogas.  Y es bajo los efectos del loto amarillo donde Conan vive un sueño de su vida junto a Bêlit, náufragos en una isla perdida, ellos solos y sin más compañía que dos hijos, hasta su muerte, ya viejo.  Los dibujos son de Davide Gianfelice, poco atractivos.

Como digo, un volumen absolutamente prescindible, que nada aporta a la historia de Conan, y menos a la de Bêlit, pues todo él como gran parte del anterior, transcurre en tierra, lejos del mar.  Un volumen que, además, traiciona de nuevo el espíritu original de Dark Horse para la serie, donde sólo se basarían en historias, fragmentos, o poemas originales de Howard para componer la nueva historia del cimmerio en cómics.  Puede que analizando las historias fuera de contexto, con otros personajes, no sean malas; pero no son de Conan.

Menos mal que el siguiente volumen enlaza ya con «La Canción de Bêlit«, donde se adapta la segunda parte de la historia original, y pondrá fin a esta poco afortunada adaptación de la vida del cimmerio junto a la pirata shemita, y que, para inventar algo nuevo, no contiene ni asomo de aquella pasión, aventura y épica que -con sus defectos- concibieron en su día unos Roy Thomas y John Buscema geniales.

Como digo en el título, el Conan de Brian Wood no es mi Conan, ni lo es su Bêlit (ni se acercan a los de Howard, por supuesto).

CB 22En el próximo volumen, «La Canción de Bêlit»

CONAN: La Reina de la Costa Negra, animado. Ep. 6 y último.

El último episodio animado de la adaptación al cómic de La Reina de la Costa Negra, por Dark Horse (corregido, sorry).

Una conversación con M’Gora, y las visiones premonitorias que N’Yaga presenta al bárbaro sobre su futuro junto a Bêlit