DUNE, de Frank Herbert. (La gran novela inicial)

Reseña confeccionada con aportaciones y comentarios realizados en el 14º encuentro del Club de Lectura de Literatura Fantástica en Málaga.

DUNE fue publicada por primera vez como novela en 1965 (1975 en España), como recopilación de los relatos aparecidos por capítulos, entre 1963 y 1964, en la revista Astounding. De inicios, obtuvo un éxito rotundo, tanto en la acogida del público como en el reconocimiento de la crítica, el premio Hugo (1966) y el primero otorgado de los Nebula (1965) a la mejor novela de Ciencia Ficción. Con el tiempo se ha convertido en la novela de CF más vendida de la historia (o eso se dice).

Tal reconocimiento no es gratuito; la originalidad de lo narrado y los temas que trata lo justifican: una ficción de intrigas en un inmenso imperio galáctico, miles de años en el futuro, en el que, frente a otras space-opera de la época y previas, su escenografía no se centra en la acción de batallas estelares o pseudo avances tecnológicos, sino en la política, las intrigas palaciegas entre las Grandes Casas (Atreides, Harkonen y Corrino) que gobiernan sus mundos como feudos, agrupadas en un concejo, el Landsraad bajo el mando de un Emperador; la economía, basada en el comercio estelar de un bien dominante, único en el universo, la melange, una especia geriátrica exclusiva del planeta Arrakis (Dune), que prolonga la vida cientos de años y, por su adicción, resulta necesaria, imprescindible para diversos grupos que la requieren. Su control y posesión garantizan el poder y dominio sobre todo. También la religión, llevada al peligroso extremo del mesianismo, base espiritual de un programa genético de la orden Bene Gesserit. Y por último, la ecología, el ecosistema único de un planeta árido, desértico, de condiciones inhóspitas para la vida, que es fuente del bien más preciado del universo y que se explota sin remisión ni tener en consideración las necesidades de sus nativos, los Fremen.

Navegante, por Devon Cady-Lee

Los grupos de interés y poder están bien determinados (aunque no su comprensión total, definida con mayor claridad en novelas posteriores): la CHOAM, una corporación galáctica para el desarrollo del comercio entre mundos, controlada por el Emperador y el Landsraad, con La Cofradía de Navegantes y La Bene Gesserit como socios sin derecho a voto. La Cofradía detenta el monopolio de los viajes especiales gracias a los Navegantes, humanos mutados por la especia a la que son adictos, de la que obtienen la presciencia para conocer la ruta más rápida y segura entre los caminos inabarcables del espacio plegado y con ello realizan los viajes de forma inmediata. La Bene Gesserit es una orden femenina de estrategas, politólogas e historiadoras, una escuela semi-mística al servicio del imperio como concubinas y «decidoras de la verdad» de las casas, pero leales a su hermandad.(1)

Bene Gesserit, por Vaia on DeviatArt

Tienen la aspiración última de mejorar la humanidad mediante un programa genético de control a través del sexo entre las casas noble, que permita la obtención del Kwissatz-Haderach, un Mesías varón que consiga llegar allí donde la visión presciente de la orden femenina no puede alcanzar. Este Mesías regirá el universo conocido como dirigente único, unificando política y religión (una mezcla peligrosa). Al inicio de la novela, tras eones de cruces genéticos, están a tres generaciones antes de conseguirlo.

La historia comienza cuando la duque Leto Atreides recibe el encargo del emperador de trasladarse de Caladan, su planeta, abundante en agua, a Arrakis, un desierto de arena, seco, desolado, dominado por gusanos gigantes, para gestionar el suministro de melange, hasta entonces controlado por sus enemigos Harkonen. Una trampa urdida por el Emperador Padisha Sadam IV Corrino junto al barón Vladimir Harkonen, para exterminar a los Atreides y su creciente prestigio en el Landsraad con sus temibles tropas Sardaukar. Pero antes, la Reverenda Madre Helen Gaius Mohiam, superior de la orden Bene Gesserit, decidora de verdad y concubina del Emperador se traslada a Caladan para someter a Paul Atreides, hijo del duque, a la prueba del Gom Jabar, pues piensa que podría ser el Mesías esperado. Paul fue concebido por Lady Jessica, concubina Bene Gesserit de Leto, en contra de las instrucciones de la orden de engendrar una niña que, tras unirse a un varón Harkonen, debería ser la madre del Kwissatz-Haderach. El acto de amor de Lady Jessica hacia su duque ha roto la programación milenaria del control genético y ya no saben qué esperar. Cuando el traslado a Arrakis se cumple, los Atreides entran en contacto con los nativos Fremen y la acción, los hechos y sus consecuencias se desencadenan…

Este es sólo una introducción. Si no has leído el libro y te interesa la historia, puedes encontrar un resumen aquí, que te dará una idea del argumento, protagonistas, Casas y grupos de poder o las motivaciones principales de una historia interesante.

La complejidad de la trama y sus componentes no se desvela de inicio sino de forma pausada, paulatina conforme avanzan los capítulos, sustentada en textos introductorios que, sin parecerlo, anticipan sucesos y advierten de sus consecuencias. La acción transcurre serena, detallada pero con saltos que muchas veces recogen diálogos mezclados con pensamientos íntimos de los protagonistas y hacen difícil su adaptación. La descripción del entorno desértico y el pueblo Fremen que esconde en sus entrañas está muy conseguida, así como sus aspiraciones ecológicas en un entorno hostil, un diseño genial de los destiltrajes y el misterio de los gigantescos gusanos, oculto bajo el agua de la vida y la presciencia. No tanto el entorno del universo que nos propone ni la historia previa (que se desarrolla en trilogías posteriores), revelando una grandiosa epopeya de miles de años en un futuro post-apocalíptico de la humanidad (aunque algo se intuye, en la novela y la trilogía, en los flashes de la memoria histórica de las Reverendas Madres, o de Muad’Dib y sus hijos).

Primera edición en Epaña

La obra se sustenta sobre numerosas referencias clásicas y mitológicas (Atreides, literalmente, significa «hijos de Atreo», un guiño a los hermanos Agamenon y Menelao de «La Ilíada» de Homero) o la tradición judía (el mesianismo, la figura de un redentor, un superhombre de origen divino) y, más aún, árabe (la Yihad santa, así como numerosos nombres Fremen, sus costumbres o vestimentas); ambas tradiciones comparten una lucha sagrada por la liberación de su pueblo. La corrupción y decadencia de este imperio galáctico mantiene reminiscencias históricas con la caída del imperio romano ante los bárbaros; y la rebelión de los Fremen, en un entorno desértico, recuerda a las revueltas árabes contra el imperio otomano bajo la guía de un extranjero: Lawrence de Arabia. Pero hay más, el mismo Frank Herbert, más tarde, asimiló la melange al petróleo y la CHOAM a la OPEP, por su monopolio en el mercado de un bien necesario e imprescindible.

Es indudable que DUNE se adscribe al género de la Ciencia Ficción, pero ello no implica que sea una obra de Ficción Científica. Más bien al contrario, dentro de este entorno, la mayor parte de su desarrollo entraría en un terreno híbrido con la Fantasía: una sociedad universal en la que las máquinas inteligentes han sido destruidas y proscritas, sustituidas por Mentats (humanos con mentes desarrolladas hasta la computación extrema); existen armas atómicas, pero el arma secreta es un dominio de La Voz que potencia el efecto de los disparos; el viaje estelar, sobre naves galácticas, se produce gracias a la presciencia de navegantes adictos a la especia, que sugiere una sobredosis de LSD, tan popular en la época en que fue escrita. Por otro lado, la historia de Paul Muad’Dib se ajusta a muchos de los 17 pasos del esquema del Monomito o Periplo del Héroe propuesto por Joseph Campbell como elemento común a todos los mitos del mundo y las historias de héroes en la literatura de Fantasía.

Con todo, DUNE es en sí misma una novela magnífica, excepcional, donde el camino del héroe, el clásico relato iniciático de superación personal que realiza un joven protagonista, se transforma en colectivo, el de todo un pueblo, que lo adopta como referente, el Mesías de sus profecías y, con él, evoluciona y avanza. Sin ser ninguna maravilla literaria, tiene a su favor un planteamiento novedoso, original en el campo de la ciencia ficción (recordemos que data de 1965), mezcla de ecología, filosofía y política, el arte del buen gobierno y su coste, el peligro de unir el poder a la religión, la evolución moral y la trascendencia al futuro. También, el haber dado origen a una epopeya singular, que ocupa un lugar predominante entre las obras destacables de la literatura fantástica.

Si algún defecto hemos de achacarle es cierta propensión hacia el mesianismo y la tiranía político-religiosa de la Yihad santa (sí, Usul se pasa la obra negándola, pero la novela termina aceptando su destino de Mesías y el puesto que le corresponde en el universo conocido; no será hasta su continuación, años después, que la situación se revierta). También, una escasa definición de personajes, más allá de Paul Muad’Dib, Lady Jessica y, en parte Stilgar. Los otros quedan diluidos en una sucesión de estereotipos prefijados, ya sean como Mentat, maestro de armas o Fremen. Siento que muchos de los actores de su reparto quedan desaprovechados, que podrían proporcionar mucho juego con un poco más de dedicación; son los casos de Lyet-Kynes el ecólogo imperial y juez del cambio, o la propia Chani, un personaje salvaje y encantador, restringida poco más que a ser la compañera del protagonista y descanso del guerrero; por no hablar de su gran amigo Duncan Idaho (aunque éste, como Alia, queda reservado para entregas posteriores).

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NOTAS:

(1) Bene Gesserit. Hay quien, con la sola lectura de la primera novela de DUNE no comprende el inmenso poder en la sombra que constituye la orden de la Bene Gesserit, ampliado en aclaraciones posteriores. He aquí algunas:

Estrategia para alcanzar objetivos:

  • Programación genética para la obtención del Kwissatz Aderach.
  • Evitar el poder máximo (permanecer siempre cerca pero en la sombra, como concubinas de los nobles),
  • Misionaria Prospectiva. Programa de control social para manipular los impulsos religiosos de toda sociedad, a través de profecías que mezclan sus propias ideas con la de cada cultura.

Condicionamiento y poderes.

  • Condicionamiento Prana-Bindu (músculo-nervio). Habilidades de combate que permiten el control de cada músculo y nervio del cuerpo.
  • Simflujo (sólo las Reverendas Madres). Desarrollo de la inteligencia por acceso a las memorias y conocimientos de todas sus predecesoras.
  • Pequeñas percepciones. Detección de detalles ínfimos (cambios mínimos en las reacciones y condiciones ambientales)
  • Decidoras de Verdad. Detección de cambios en la respiración, músculos, tics o ritmo cardíaco de las personas, determinantes en interrogatorios y torturas.
  • Control de la Voz. Técnicas de pronunciación que convierten una orden en irresistible.
  • Entrenamiento sexual hasta el límite de convertir a un hombre en esclavo por Imprimación. A este respecto, se conocen:
    • 51 puntos de excitación sexual (que, combinados, alcanzan los 2008)
    • 205 posturas sexuales
    • 300 formas de amplificar el orgasmo hasta la imprimación.
  • Control de la química interna (permite anular y cambiar el efecto de cualquier veneno).
  • Agonía del agua (Reverendas madres Fremen)

Debilidades.

  • Adicción a la especia.
  • Abominación. Posesión por parte de un ser de su memoria histórica.

Y TERRA NOVA vio la luz.

Fiel a su promesa de publicación y entrega en diciembre , hace unos días recibí el esperado volumen de Terra Nova, antología de ciencia ficción contemporánea, al que me había suscrito.

Confieso que recogí el paquete con cierta emoción -propia de antiguo fan-editor-, puesto que en mi opinión constituye un proyecto ilusionante y valiente en una época poco propicia a aventuras editoriales, digno de apoyar por cualquier aficionado a la literatura fantástica de calidad, por su intención de promover un nuevo espacio dedicado a la buena narrativa de ficción escrita originalmente en castellano (sin descartar por ello la inclusión de obras maestras en otra lengua, como las que se integran en este primer volumen).

Y es precisamente eso, calidad, lo que más destaca en esta obra y proyecto.  Desde su idea inicial, concebida por uno de nuestros mayores entendidos en el medio (¡¡felicidades, Mariano; has de sentirte orgulloso, con motivo!!), a su contenido, ocho estupendos relatos seleccionado de entre 190 enviados (más allá de esos impresionantes premios Hugo, Locus, Nebula o World Fantasy recientes) relacionados más abajo; la garantía indiscutible de sus dos coordinadores, responsables de la selección; su resultado final, ya en forma de volumen impreso de notable presencia; y esa increíble portada.

Pero también porque Terra Nova aúna, en distintas fases de su realización, nombres y conceptos (Cuásar, Literatura Fantástica, Sportula, La Biblioteca del Laberinto) íntimamente ligados a la edición independiente de narrativa de ficción en nuestro país, que resuenan en nuestra memoria de siempre con ecos de fanzines antaño, y hoy consolidan un proyecto de futuro (de mucho futuro, espero), y alegran en lo más profundo un viejo corazón curtido en esas lides.

¡Bienvenida, por tanto, a Terra Nova; y larga vida a un proyecto que recomiendo encarecidamente, y todo buen aficionado debería apoyar (además de disfrutar)!

Contenido:

  • Portada, por Ángel Benito Gastañaga (España)
  • Presentación, por Luis Pestarini y Mariano Villarreal (Argentina – España)
  • “El zoo de papel” (The Paper Menagerie), de Ken Liu (Estados Unidos) 
    premio Nebula de relato corto 2011
    premio Hugo de relato corto 2012
    premio World Fantasy de relato corto 2012
    finalista del premio Locus de relato 2012
    finalista del premio Theodore Sturgeon Memorial 2012
  • “Deirdre”, de Lola Robles (España)
  • “Recuerdos de un país zombi”, de Erick J. Mota (Cuba)
  • “Enciende una vela solitaria”, de Víctor Conde (España)
  • “Cuerpos”, de Juanfran Jiménez (España)
  • “Un día sin papá” (A Day Without Dad), de Ian Watson (Gran Bretaña)
  • “Memoria”, de Teresa P. Mira de Echeverría (República Argentina)
  • “El ciclo de vida de los objetos de software” (The Lifecycle of Software Objects), de Ted Chiang (Estados Unidos) 
    premio Hugo de novela corta 2011
    premio Locus de novela corta 2011
    finalista del premio Nebula de novela corta 2011

Edición en rústica: 16€
ebook in español: 2,99€

Más información, sobre el proyecto, contenido y autores, en Novaficcion 

Edición y adquisición: Sportula

 

TERRA NOVA. Antología de Ciencia Ficción contemporánea

Otro de los proyectos que me parecen ilusionantes y no quiero dejar de recoger en este regreso es el de la antología Terra Nova, que un día concibió con acierto y desde entonces coordina un buen entendedor y trabajador incansable de la Literatura Fantástica como es Mariano Villarreal.  Sabéis que sólo muy de vez en cuando comento en estas páginas algo diferente al Fantasy; este caso, creedme, la ocasión lo merece.

Concebido como un proyecto para publicar ciencia ficción contemporánea (ficción especulativa de un mundo cercano al nuestro, similar al estilo de obras como las de Paolo Bacigaluppi, Cormac MacCarthy, o Kazuo Ishiguro, por ejemplo) escrita originalmente en castellano (aunque incluyendo obras o colaboraciones de autores extranjeros de calidad), Terra Nova volumen 1 verá muy pronto la luz – en diciembre de 2012- , con distribución simultánea en España y Argentina y contenidos de muy alta calidad (como esa portada -arriba- de Ángel Benito Gastañaga):

  • Presentación, por Luis Pestarini y Mariano Villarreal (Argentina – España)
  • “El zoo de papel”, de Ken Liu (Estados Unidos)
    premio Nebula de relato corto 2011
    premio Hugo de relato corto 2012
    finalista del premio Locus de relato 2012
    finalista del premio Theodore Sturgeon Memorial 2012
    finalista del premio World Fantasy 2012
  • “Deirdre”, de Lola Robles (España)
  • “Recuerdos de un país zombi”, de Erick J. Mota (Cuba)
  • “Enciende una vela solitaria”, de Víctor Conde (España)
  • “Cuerpos”, de Juanfran Jiménez (España)
  • “Un día sin papá”, de Ian Watson (Gran Bretaña)
  • “Memoria”, de Teresa P. Mira de Echeverría (República Argentina)
  • “The Lifecycle of Software Objects”, de Ted Chiang (Estados Unidos)
    premio Hugo de novela corta 2011
    premio Locus de novela corta 2011
    finalista del premio Nebula de novela corta 2011
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Terra Nova volumen 1 (unas 250 páginas,  formato 15,5×22 cm, en rústica con solapas) saldrá a la venta con un precio de 15€, aunque con distribución limitada.
Una forma de asegurarse un ejemplar -y ayudar de paso a consolidar el proyecto y su tirada definitiva- es mediante suscripción (enlace aquí).  Pero antes del 1 de diciembre.
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Más información, avance de contenidos y última hora, en http://novaficcion.wordpress.com
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Como antes digo, merece la pena.

LA CHICA MECÁNICA, una Distopía de Paolo Bacigalupi.

Tras un tiempo de retiro voluntario de obras de Ciencia Ficción, para la lectura de este verano dudaba entre elegir una novela de aquellos maestros clásicos de tan grato recuerdo en su día (Asimov, Bradbury, Clark, Dick, Anderson, Aldiss, Pohl, Heinlein, Lessing, Wyndham… una lista enorme), o alguien de nuevo cuño, desconocido (pero premiado), que me abriese nuevas puertas de conocimiento.  Alguien decidió por mí, cuando me recomendó La Chica Mecánica, de Bacigalupi, novela premiada como pocas últimamente, de estilo cercano (nada de space-opera o mundos lejanos) y sugerente, con un cierto ambiente y personajes a lo Blade Runner, obra de culto personal… (ver más sobre autor y premios en la entrada previa de hace un mes).

¿Ha sido una buena elección?  Aún no lo sé.  Pero no me arrepiento de su lectura.

De lo que sí estoy seguro es que La Chica Mecánica no es -como indicaba entonces- uno de esos libros para el verano, lectura agradable con la que pasar un buen rato en vacaciones.  Se trata de una Distopía, término acuñado por John Stuart Mill (filósofo, político, y uno de los padres de la economía) en el siglo XIX en contraposición al de Utopía, para definir una sociedad ficticia -normalmente en un futuro cercano- opuesta a la ideal, donde la manipulación del hombre conduce al totalitarismo y control sobre los individuos en aras a un pretendido bien común; un concepto ya utilizado en la (ciencia) ficción por Orwell (1984), Huxley (Un Mundo Feliz), Pohl (Mercaderes del Espacio), o Bradbury (Farenheit 451), entre otros.

El futuro que plantea Bacigalupi (un siglo XXII tremendamente cercano) es aterrador, por lo identificable que resulta con una plausible evolución del nuestro (ninguno lo viviremos, pero sí nuestros descendientes; y no lejanos).  Un mundo donde el combustible fósil se ha agotado prácticamente sin disponer de energías alternativas, como la solar o eólica (un fallo de planteamiento, quizás), y se vive un retroceso tecnológico; al igual que se han extinguido especies animales y agotado los recursos alimenticios básicos, sustituidos ahora por semillas transgénicas, origen a su vez de nuevas plagas para las que el organismo humano no está preparado; donde los regímenes políticos han cambiado (el imperio americano caído, la unión europea dispersa -¿ha estado alguna vez unida de verdad?-), y son las grandes multinacionales genéticas y bio-alimentarias las que dominan el mundo (igual que «el mercado» condiciona la política actual…).

En ese entorno de retroceso industrial, rascacielos inservibles y en ruinas, recursos reinventados (ordenadores a pedales, motores de muelles percutores, ventiladores a cuerda, luz de gas…), y neoseres, criaturas creadas mediante ingeniería genética (gatos chessire que se volatilizan en el aire, como en el país de las maravillas; grandes mamuts, recreados como fuente de tracción mecánica «a sangre») Thailandia es un reducto agrícola que resiste frente al poder exterior.  Poseedora de reservas ecológicas propias, semillas no mutadas ni infectas, codiciadas por las grandes multinacionales farangs (extranjeros, occidentales), que mantiene espías camuflados de directores de fábricas o embajadores para conseguirlas, ofreciendo a cambio avances tecnológicos o cuanto sea necesario (la reunión de farangs en un garito en ruinas rebautizado «Sir Francis Drake», bebiendo whisky sin hielo, con trajes de lino blanco, es toda una imagen que rememora la época colonial de principios de siglo pasado). Thailandia, una monarquía vigilada regentada por la reina-niña, con dos ministerios principales, ambos al mando de generales enfrentados entre sí: el de Medio Ambiente con sus camisas blancas, fuerza policial creada para preservar su independencia ecológica, y el de Comercio, partidario de la integración con la tecnología farang, partícipes ambos en un juego de lealtades enfrentadas, sobornos comunes, y espías mutuos; un país empobrecido, al borde del enfrentamiento civil, y la amenaza siempre de un nuevo golpe militar (alentado, como no, por las multinacionales).

En ese entorno, también, deambulan los personajes: creaciones de todo tipo, origen y entorno social.  Anderson Lake, directivo de AgriGen, que peina los mercados y calles en busca de nuevas semillas, hasta que encuentra a Emiko; Hock Seng, el tarjeta amarilla a su servicio, antiguo pirata y traficante chino, que busca la forma de recuperar su viejo estatus; Jaidee, capitán de los camisas blancas, luchador idealista por la independencia de su país, que defiende hasta el extremo, incluso por encima de su familia; o Kanya, su segunda al mando, siempre seria y circunspecta por un conflicto de lealtades que mantiene desde su niñez; Carlyle, el traficante farang; o los generales Akkarat y Pracha en los ministerios… Y Emiko, la heechy-keechy, la chica-mecánica, neoser biogenético creado por los japoneses como chica de compañía de alto standing, abandonada después en Thailandia cuando su billete de vuelta resulta más caro que adquirir una nueva.  Sin papeles en un país que niega los avances tecno-genéticos, y condicionada en origen para obedecer y servir, se ve obligada desde entonces a dar placer y diversión exótica en un tugurio, mientras sueña con esa ciudad en la selva donde otros neoseres como ella viven libres…  Será Emiko, llevada a límites extremos en su humanidad recreada, quien desencadene los acontecimientos que otros aprovechan para romper el difícil equilibrio de intereses que mantiene estable la situación del país…  Pero mientras ocurre, su tristeza infinita queda reflejada en esta secuencia de vídeo dirigido por Guillermo del Toro:

La Chica Mecánica (The Windup Girl) es una novela extraña.  Como antes digo, podría no ser la mejor lectura para unas vacaciones de verano, pero no me arrepiento de haberla escogido; ahora, rememorando para esta reseña su historia y los sentimientos, agradezco a Mónica su recomendación.

Bacigalupi utiliza un estilo de lectura fácil, lineal, cómodo para el lector; típico de un Best Seller. Quizás al comienzo, mientras te sitúas y haces con los personajes, resulta lento y un tanto confuso (tampoco ayuda la narración en tercera persona del presente, que contribuye poco a meterte en situación); después todo fluye, sin contrastes ni apenas flashbacks al pasado, sin intrigas profundas ni misterios que desentrañar (más allá de Gi Bu Sen); sólo el desarrollo secuencial de una historia a través del punto de vista de sus protagonistas, hasta el desenlace final. No se trata, pues, de una obra brillante, de esas que dejan una sensación placentera y alta satisfacción tras su lectura (no es El Nombre del Viento, de Rothfuss, para entendernos; ni Blade Runner [Sueñan los androides… de P.K. Dick], con quien tendría líneas en común), pero contiene algo que tampoco deja indiferente.  Quizás esa sensación de normalidad en un mundo post-apocalíptico y transmutado como el que describe; o puede que esos sentimientos intensos generados por una chica sin alma...

Así las cosas, La Chica Mecánica ¿se hace acreedora a tantos premios como ha obtenido?

No me considero ahora experto en el tema, ni he leído -por ejemplo- The City & The City, de China Meiville, con quien comparte el Hugo.  Pero si alguien me preguntara si recomiendo su lectura, diría que sí.

Que juzgue por sí mismo.  Será siempre la mejor opinión.