BARBARROJA, de Charlier y Hubinnon. Un clásico de piratas.

Ficha Barbarroja

Lentamente, suelto lastre sobre temas atrasados que he querido comentar y no he hecho hasta ahora, por falta material de tiempo.  Y uno de ellos es dar merecido reconocimiento a la labor de recuperación de clásicos del cómic (bande dessinée, en este caso), que viene relizando Ponent Mon con la publicación en España de los integrales de Dargaud: Rodrigo, Jerry Spring, Bruce J. Hawkes y tantos otros.  Pero he querido detenerme en los tomos de Barbarroja, por el propio personaje en sí, y un guionista, Jean-Michel Charlier, al que he admirado toda mi vida, y es, a mi entender, uno de los mejores creadores de cómics de acción y aventuras que han existido nunca.

JM CharlierDominador como pocos de las técnicas del folletín para configurar historias magníficas que enganchan desde inicios a los lectores, de la fértil imaginación de este escritor belga surgen personajes únicos, como Michel Tanguy (y Laverdure), Blueberry, o el propio Barbarroja (con su hijo Eric), por citar sólo los más conocidos, que hoy son iconos históricos de la aventura con mayúsculas; las dos últimas en concreto son consideradas por muchos las mejores historietas de su género, de las que vengo disfrutando desde que tengo uso de razón (sí, leí la primera historia de Blueberry por capítulos en la revista Bravo, y hoy tengo todos sus álbumes).    Co-fundador y editor jefe de la influyente revista Pilote, adalid moderno del del cómic franco-belga, sus guiones, las tramas ingeniosas de las historias que creaba llamaron pronto la atención de todos por su solidez y fuerte documentación que las sustentaban, mientras sorprendían con los giros insólitos que introducía en la narración.

Pilote 1

Barbarroja (El Demonio del Caribe) fue una de aquellas historias que junto a Tanguy y Laverdure, o Astérix, abrieron el nº 1 de Pilote, allá por octubre de 1959.  Una historia de piratas, de abordajes sanguinarios y combates sin piedad, plena de acción vibrante, aventura, y sorprendentes actos de ingenio, entre paisajes idílicos por los navegan los bergantines y fragatas.  Un recuerdo sin duda a los libros de Rafael Sabatini y las películas inolvidables que inspiraron después, El Capitán Blood o El Halcón del Mar, con Errol Flynn, El Cisne Negro, con Tyrone Power: el nombre eligido para el bergantín del pirata, El Halcón Negro, muestra evidente el homenaje.  Más no sólo eso: Hubinon se declaraba incondicional de La Isla del Tesoro, de R.L.Stevenson, y ambos había trabajado juntos el género cuando, entre 1949 y 1952, publicaron en Le Journal de Spirou una extensa biografía ilustrada del conocido corsario francés del S.XVII Robert Surcouf, recopiladada después en tres álbumes, para la que recogieron numerosa documentación y anécdotas. Si, años atrás, Charlier ya había adaptado al cómic los hechos del temible pirata inglés Edward Tach, Barbanegra, para inaugurar Pilote decide crear su propio protagonista, basado en Surcouf y aquel, con un sutil cambio de color en su apodo, y utilizar el sobrenombre por el que fue conocido el temido almirante turco otomano Jeireddin.

El Hijo de Barbarroja en El Rey de los 7 maresCon tales mimbres, Barbarroja se convierte desde origen en una serie de éxito, donde, en uno de esos giros inesperados que utiliza el autor, el protagonismo pasaría pronto a ser asumido por Eric, el hijo adoptivo del pirata, apodado también el Rojo, quien reniega de los sanguinarios actos de pillaje de su progenitor; no así de sus enseñanzas, ni su amor por el mar.  No obstante, aunque sepa-rados, su caminos se cruzan a cada instante, por lo que el personaje principal nunca desaparece de la obra.  Con el tiempo, Barbarroja volverá a asumir el protagonismo de la serie, incluso gozar de serie paralela, dedicada a su juventud.  Las historias evolucionan con el tiempo, desde la pura aventura de carácter familiar, apta para un público joven, a un enfoque más adulto y planteamientos comprometidos. El dibujo de Hubinon, clásico y detallista, muy correcto, propio de los años 60, sin mucha originalidad, cumple bien su cometido de narrar las historias en imágenes sugestivas… aunque sin maravillar.

El Ardid del FarolDe eso se encarga Charlier, con guiones ágiles, llenos de acción, guiños y cambios de rumbos, historias cargadas de intriga y reconocido ingenio; como ese ardid de utilizar un esquife con farol para despistar durante la noche a los perseguidores, mucho más rápidos y mejor armados; el mismo truco que copia 44 años después Peter Weir para Russell Crowe en Master and Commander, excelente adaptación al cine de las novelas de Patrick O’Brian.  Y no es que Charlier desdeñe él mismo utilizar ideas previas o de hechos reales como base de sus historias.  Lo hace en numerosas ocasiones; y es probable que ésta la encontrase en la numerosa documentación que obtuvo en el estudio de Surcouf.  Pero él la utilizó primero, y es justo reconocérselo.  Los personajes principales de la serie son:

Personajes BRBarbarroja, pirata filibustero francés, temido por sus ataques tanto a naves españolasbritánicas y holandesas, con base oculta en Florida, y una isla secreta, donde guarda una cuantiosa fortuna, fruto de sus pillajes.  Supuestamente, su nombre verdadero es Jean-Baptiste Cornic (no oficial, por ser indicado con posterioridad a su autor).

Personajes EricEric.  Hijo adoptivo de Barbarroja tras ser encontrado en la primera aventura, en 1715, en un barco abordado donde no dejan supervivientes. Su verdadero nombre, Thierry de Montforty su descendencia noble se revelarán más tarde, por los documentos cosidos a su ropa, pero no podrá ejercer sus derechos.  Odia la vida de pirata, y desea una vida honesta, aunque en el mar, por lo que se gradúa en la Marina Real en Londres bajo nombre falso. Terminará volviendo con los piratas.
Personajes 3PTres Patas (llamado así por su pata de palo y usar bastón). Mano derecha de Barbarroja.  Inventor, geógrafo, con gran conocimiento de la cirugía y la estrategia, y habla latín. Posee varias patas de madera, que él construye, donde oculta herramientas, medicamentos, o armas (también una de fuego)Personajes BB

Babá. Antiguo esclavo huido de los traficantes del Golfo de Guinea. Desde que fue liberado por Barbarroja, se mantiene a su lado como leal sirviente. Es fuerte como un toro, y nada como un delfín.

Las aventuras que Charlier crea para Barbarroja nos transportan a esa época de gestas navales, actos heroicos, enfrentamientos marinos y abordajes, lealtades, traiciones, civilizaciones e islas perdidas o tesoros enterrados, que tanto nos han hecho -y hacen- disfrutar, narradas con inteligencia y ritmo de folletín decimonónico pero sin su simpleza, combinando suspense e inteligencia, intriga, tramas ágiles y esa extensa documentación que siempre ha caracterizado el buen savoir faire de su creador, uno de los más grandes «imaginadores» de aventuras que ha dado el cómic (y, a ratos, la televisión; aunque la bande dessinnée fue su terreno natural).  

barbe rouge de Jijé

Entre 1961 y 1974, Charlier y Hubinon firmaron 18 álbumes del personaje, en Dargaud.  A la muerte del dibujante, en 1979, Jijé se hace cargo del dibujo de tres álbumes (19, 20 y 21) mientras vivió, el segundo junto a su hijo, Lorg, y el tercero con Christian Gaty, quien, salvo la incursión en dos ocasiones de Patrice Pellerin (22 y 25, a veces en paralelo), quedaría como dibujante fijo de la serie, interrumpida en 1989 tras 25 álbumes, por la muerte de Charlier.

barbe rouge de Gaty - Pellerin

Sin embargo, como ocurre en estos casos, la serie no se interrumpe con la muerte de su creador,  y así, en 1991, Jean Ollivier finaliza un guión inconcluso, con dibujos de Gaty, y juntos firman 6 nuevos álbumes del personaje hasta 1997.  En 1999 serán Perrisin y Bourgne quienes den vida al personaje en cuatro nuevas ocasiones, con un dibujo más moderno y realista que los anteriores, y mayor protagonismo de Barbarroja como filibustero (de carácter más brutal y codicioso, centrado en sí mismo y su compañera). En 2004, Dargaud decidió finalizar definitivamente la serie, tras 35 álbumes publicados (31 de ellos incluidos en 11 volúmenes de edición integral, hasta el momento).  Aunque Bourgne llegó a comentar que el temible pirata volverá algún día a surcar los mares…

barbe rouge de Bourgne A

Lástima que aquí en España Ponent Mon sólo vaya a ofrecernos sus dos primeros volúmenes integrales.  La serie deberá continuar, en gran parte, inédita en castellano. Sólo se han publicado los primeros 15 álbumes, a finales de los 60, y casi siempre por capítulos (principalmente en la revista «Din Dan«), hoy inencontrables, salvo en ediciones no oficiales, en cbr.  No suelo recomendar este tipo de obras, porque cada cual tiene su opinión al respecto.  Pero, dadas las circunstancias, es la única opción que nos queda…barbe rouge de Bourgne

Para completar, como ya ocurriese también con Blueberry, y otros, el personaje gozó de un spin-off, una serie paralela, precuela de sus aventuras, centrada en su juventud, con cinco álbumes guionizados por Perrisin y dibujados por el español Daniel Redondo.

BarbeRouge_Jeunesse 1-5

Dos comentarios finales: como un guiño al éxito de la serie y a sus amigos y compañeros de edición, Goscinny y Uderzo caricaturizaron y trasladaron los personajes al siglo I de Astérix, donde aparecen de forma recurrente desde su volumen 4 cada vez que los galos se hacen a la mar.  En todas las ocasiones, el encuentro finaliza con los piratas a la deriva y el barco desarbolado; tanto que, a veces, son ellos mismos quienes destrozan el navío antes de ser abordados por Astérix y Obélix.  Es muy probable que muchos de los lectores jóvenes en español sólo conozcan esta versión de Barbarroja.

Barbarroja en Asterix

Pues bien, como anécdota, comentar que, en 1988, Pellerin colabora en un álbum colectivo «Parodies… par leurs vrais auteurs!» volumen 2 (MC Productions), en la que diversos autores realizan una parodia de sus personajes; a él le correspondió la de Barbarroja. Y al hacerlo, no pudo dejar pasar la oportunidad de emular a los creadores de Astérix:  la historia, en dos planchas, narra cómo Barbarroja ha secuestrado a la bella Doña Inés, hija del gobernador de Cuba, junto a dos de sus damas.  A bordo del Halcón Negro, Eric discute con su padre su derecho a abusar de las cautivas, por lo que es encerrado en la mazmorra, mientras Tres Patas y Babá (ambos con las características que le otorga Goscinny, hablando en latín el primero, sin pronunciar la ‘r’ el segundo) conducen a las damas a los aposentos de Barbarroja. Frente a lo esperado, las tres damas se muestran complacientes con los deseos de los piratas y consienten; pero justo en ese momento… podéis verlo, traducido, en la siguiente imagen, mitad de la segunda plancha:

Barbarroja Parodia de PellerinPor último, reseñar que en 1997 Canal+ Francia, en coproducción con TF1, la RAI, Medver, Victory Carrère y Motion Pictures S.A., emitió una serie de dibujos animados (26 capítulos) que adaptaba las historias del personaje para un público juvenil, introduciendo también un personaje femenino, Constanza, que podría ser su propia hija.  Los primeros capítulos en español están disponibles de forma gratuita en el canal Youtube de Motion Picture.  Aquí tenéis el primero:

Muchos amantes del cómic señalan a Barbarroja, de Jean Michel Charlier como la mejor serie de piratas de la historia del cómic.  Prácticamente coincido; aunque en mi corazón guardo siempre un recuerdo especial para Roland el Corsario, de Héctor Germán Oesterheld, por lo mucho que llegó a marcarme en una época.

Otro día os hablaré de él.

Los próximos CONAN: EL PUEBLO DEL CÍRCULO NEGRO

EPDCN LibroConan y El Pueblo del Círculo Negro, la nueva adaptación al cómic de la novela homónima de Robert E. Howard, fue concebida en Dark Horse como un volumen fuera de colección, realizado por autores diferentes a los de la serie regular; como hizo en su día con Las Joyas de Gwahlur, de Phillip Craig Russell (otra pequeña maravilla ilustrada, con una visión de Conan muy diferente). En este caso, el encargo de adaptar la obra ha recaido en Fred Van Lente (quien se convertirá en marzo en el guionista oficial de la serie, tras el arco argumental de Conan el Bárbaro, que recrea su época junto a Bêlit y los corsarios negros); Ariel Olivetti se hace cargo del dibujo, impresionante, incluido también el color.

YasminaEl Pueblo del Círculo Negro es uno de los relatos (prácticamente una novela corta) más atractivos y recordados del autor tejano, no sólo por la esencia angustiosa de terror lovecraftiano y brujería que rodea a los Videntes Negros de Yimsa, que pervive en la memoria de todos a través de los años (quién no recuerda esa escena magistral en que uno de ellos extrae el corazón palpitante de Kherim Shah de su caja torácica, que estalla con un simple gesto y vuela hasta su mano, utilizada literalmente en Indiana Jones y el templo maldito; o la flecha que se convierte en áspid venenoso cuando hiere a Valeria en el film de John Milius); sino por ese final magnífico en que la Devi Yasmina rechaza un papel de secundaria y mujerYasmina 2 temerosa que le correspondía hasta el momento, y asume orgullosa su rol regio de gobernante para dar una réplica descarada y altiva, al tiempo que agradecida, al cimmerio.  Como ya apuntara Fred Blosser (1), Yasmina puede no ser una de las mujeres guerrera de Conan en sentido estricto, pero su actitud y respuesta desafiante le otorgan, sin duda, esa consideración y mérito.

En esta historia, Howard traslada a la Era Hiboria uno de sus escenarios más queridos y conocidos: el exotismo de Pakistán antes de su independencia, la India y Afganistán, con sus luchas internas e intentos de dominio imperialista por las potencias, que ya utilizara como marco de las aventuras de otros personajes carismáticos, Kirby O’Donnell, yFrancis Xavier Gordon, «El Borak»; aquí se transforman en Vhendia y Afgulistán, con Turán como potencia expansionista. Y al exotismo de aquellas aventuras e intrigas rodeadas de sectas y dagas curvadas por entre callejas sombrías o pasos de montañas, en El Pueblo del Círculo Negro se unen las artes oscuras y la magia de los videntes y acólitos para conformar una fantástica historia de Espada y Brujería en la que Conan termina envuelto.

Espectaculares portadas de Olivetti

El cimmerio es ahora jefe de guerra de las tribus de montañeses afghulis, unificadas bajo su mando, que atacan y saquean con éxito caravanas y ciudades en Vendhia y puestos fronterizos de Turán.  Tiene algo más de treinta años, lo que supone un salto de casi diez respecto a los episodios narrados en la serie regular, y quedan pendientes de narrar historias intermedias de REH como Un hocico en la oscuridad, La Sombra deslizante (Xuthal del Anochecer), Nacerá una bruja y El demonio de Hierro, en este orden, según la moderna cronología de Dale Rippke.  Pero Fred Van Lente eligió ésta de entre las cuatro que Dark Horse le ofreció adaptar, por ser una de las mejores y más significativas del cimmerio, y contener el personaje femenino más interesante.  Y según manifiesta en una entrevista a Newsarama, confecciona una adaptación fiel de la historia de Howard, en la que mantiene un 98% de los diálogos originales, con pocos cambios en la dramatización de su narrativa.  Es verdad, aunque en mi opinión, no alcanza el mimetismo casi idéntico que reflejaba Roy Thomas en sus adaptaciones. Van Lente confiesa no haber tenido en cuenta aquella primera versión, para no verse influenciado y partir de cero desde el relato original. El resultado es un cómic diferente, mucho más visual que descriptivo, sin apoyo de aquellos textos profusos que engrandecían la narración.  En este sentido, cada uno tendrá sus propias preferencias…

EPCDN mix 1

En el aspecto gráfico, no podremos encontrar dos versiones más diferentes de una misma historia; frente a la oscuridad y grandes manchas de tinta utilizadas por el tamdem Buscema/Alcalá en la versión Marvel, ese sombreado artesano cercano al grabado y de regusto pulp tan característico del artista filipino, Ariel Olivetti realiza una interpretación visual más moderna de la obra, acorde a los tiempos que corren; en ella prevalece un colorido impactante, alegre, claro (¿con exceso de blanco, tal vez?), aplicado directamente sobre el dibujo a lápiz, sin tintas, así como la foto-composición, el collage, y arreglos digitales bajo photoshop.  El resultado impresiona sin duda; impacta en el lector y consigue una obra muy diferente a la anterior, fruto de tiempos distintos.  No quisiera entrar en comparaciones de conjunto, sobre cuál de las dos versiones es mejor; me parece injusto enfrentar concepciones tan desiguales.  Mejor me quedo con ambas y, puesto que sobre gustos no hay nada escrito, que cada uno elija.

EPCDN mix 2

Eso sí, crítica sobre aspectos concretos o reflexiones, sí haré.  Por ejemplo, sigo pensando que el uso de técnicas digitales en el dibujo, frente a una espectacularidad en el colorido y la foto-composición, en ocasiones confiere un rictus innatural a los rostros que no consigue reflejar bien las expresiones; también aquí sucede.  Y me ocurre como en las películas: la aplicación del CGI contribuye a engrandecer la historia; pero una obra digital al completo, incluido los personajes, resulta extraña. No sé dónde acabará el cómic, cuya base es el dibujo (a mano): el uso de técnicas digitales como ayuda lo engrandece, pero a veces tengo la sensación de estar «leyendo» un vídeo-juego…

Conan OlivettiPor otro lado, aceptando sus muchos aciertos en el resultado global, no termina de convencerme la imagen que Olivetti confecciona de Conan, por muy especta-cular que resulte su figura: ese aspecto tan rudo, «acatetado», siempre huraño, hipertrofiado y poco flexible; la expresión de bruto zopenco que a veces refleja su rostro, sin un brillo de inteligencia en la mirada, no corresponde a mi entender a alguien capaz de alcanzar sus logros (y no en el sentido físico): estrategia en la batalla o sus decisiones, líder de hombres donde quiera que vaya, vencedor sobre magos y sabios (que serían los «listos» de la época)… Reflexión: ¡cuánto mal le ha hecho el cine a la figura del cimmerio!: ese rostro hierático de Schwarzenegger, o aquella frase sobre el sentido de la vida: «aplastar enemigos, verles destrozados, oír el lamento de sus mujeres»… (para recordar, aquí).

Diseño de Conan

En cuanto a la narración gráfica, encuentro alguna discontinuidad y saltos poco naturales en alguna escena y páginas, que no sé si corresponden al guión o su interpretación.  El cómic es un arte secuencial, donde no todo consiste en presentar dibujos y fondos espectaculares de colorido llamativo, con enfoques fijos y algún que otro desplazamiento de cámara; la intensidad, la tensión narrativa (sobre todo en escenas de acción) se consigue gracias a cambios continuos de planos y enfoques enfrentados, diferente; y en ese aspecto, aunque los usa, Olivetti debe continuar aprendiendo. Aún recuerdo (y he revisitado) aquellos picados y contrapicados profundos en las montañas himelias; o ese tórax estallando, el corazón saliente, la intensa sensación de movimiento que se nos ofrece en tan sólo dos viñetas en la versión de Marvel; pero claro, hablamos de Buscema, the Big John

El Amo de Yimsa

El corazón de Karim Shah,        en ambas versiones.

Pese a lo dicho, que nadie se llame a engaño: Conan y El Pueblo del Círculo Negro, de Van Lente y Olivetti, con sus defectos y aciertos, resulta una obra atractiva, que me ha gustado ver; una visión gráfica diferente y no poco espectacular del cimmerio y la obra de Robert E. Howard, adaptada a los tiempos que corren.  No faltará en mi biblioteca -y la recomiendo en la vuestra- cuando, dentro de algunos meses, se publique en España.

  1. Conan’s Women Warriors: Salome, Yasmina, Bêlit, Red Sonya of Rogatine, en Savage Sword of Conan #1, (1974)

 

UMBERTO ECO: Historia de las Tierras y los Lugares Legendarios

Ficha ECO HTLL

Leer a Umberto Eco es siempre un placer.  Tanto en su faceta de novelista (El Nombre de la Rosa, El péndulo de Foucault, El Cementerio de Praga…) como en su papel de ensayista sobre temas diversos, entre los que prefiero aquellos relacionados con la comunicación y cultura popular, de la que él se declara admirador ferviente (Apocalípticos e Integrados, El Signo de los Tres: Dupin Holmes, Pierce…); o, como en este caso, los sitios donde transcurren las leyendas más importantes de la humanidad.

En Historia de la tierra y los lugares legendarios, Eco nos propone un recorrido por los principales mitos y leyendas soñados e imaginados por el hombre, desde el principio de los tiempos hasta la época moderna; pero sin detenerse en ellos, en sus historias (que las recuerda), sino en los sitios y lugares que los albergaron y generaron quimeras, utopías o ilusiones, porque mucha gente ha creído realmente que existen o han existido en alguna parte.  Desde las tierras de Homero, la Biblia, o las Antípodas; Atlántida, Lemuria y Mu; Última Thule o Hiperbórea; Utopía y Jauja; la Tierra Hueca del interior o el mito de los Polos y Agartha; hasta Carcasona o Rennes-le-Château, Shangri-La, Xanadú o el Aleph de su admirado Borges, sólo por destacar algunos ejemplos.  Tanto tierras imaginadas que nunca existieron (o no se encontraron) pero que pudieron ser, como lugares reales que, por imaginación o interés, entraron en la leyenda.

Antípodas

Las antípodas,  según Cosmas Indicopleustes

El Último sueño de Arturo

El Último sueño de Arturo, de Sir E. Burne_Jones

Y es que la ilusión, la quimera o el mito, la posibilidad de un más allá distinto a lo conocido es algo inherente al hombre, más allá de la época que le haya tocado vivir; y su búsqueda, su percepción o descubrimiento, su conquista y posesión, uno de los resortes que ha movido -y mueve- al mundo a avanzar.  Y el enfoque de esas tierras y lugares entonces soñadas ha sido muy dispar: desde la creación poética como exaltación del hombre, a la parábola para ilustrar; del esoterismo, religión u ocultismo, para explicar lo desconocido y crear doctrinas, al interés económico e imperialista; desde el afán por conocer, a la imaginación de soñar nuevos mundos, ya sean infiernos o paraísos…  Y todo ello compendia en este volumen Umberto Eco.

Y al hacerlo, junto a su descripción y recuerdo, el escritor italiano acompaña cada capítulo de una recopilación de textos originales donde se crea o analiza esa tierra o lugar mítico; una colección extensa de lecturas y escritos tan dispares como los de Platón o Aristóteles, Marco Polo, Dante o San Agustín; Julio Verne, Tomás Moro, Colón, Nietzsche, Burroughs o De Camp; Mdme.Blavastky, Chrétien de Troyes, Stephen Hawking, Bram Stoker, o los Hermanos Grimm… Más de un centenar de autores que concurren unidos en esta verdadera antología de textos sobre tierras soñadas.

Piri Reis

Mapa del almirante Piri Reis,                        1513

Thule

Thule, en Carta Marina de Olaus Magnus,            1539

 

          Pero si, con lo dicho, alguien imaginase un volumen insoportable, difícil de digerir, nada más alejado de la realidad: la obra resulta amena y muy ligera, de lectura amable; no ya por la prosa ágil de su autor, sino por una profusión de ilustraciones magníficas y a todo color que la acompañan: imágenes, pinturas y grabados de consagrados artistas de todas las épocas que compartieron su visión de aquellos lugares y situaciones en épocas remotas; y carteles, portadas o interiores de revistas pulps, viñetas de cómics y fotogramas de películas que las recrearon, en épocas más recientes.  Mención aparte, y a destacar, merecen los mapas y cartografías incluidos. Mapamundis en todas sus concepciones, desde tierra plana o en T, con el río que circunda la tierra, a la visión del cosmos rectangular o el mundo como un tabernáculo. Cartas náuticas imaginarias, que intentan reproducir con base científica continentes o islas jamás encontrados, Atlántida Mu (Athanasius Kircher, 1664; James Churchwar, 1931), Taprobana (Tommaso Porcacchi, 1590), Última Thule (Olaus Magnus, 1539), o el imperio del Preste Juan (Abraham Ortelius, 1564).  También realistas, aunque plagados de monstruos marinos de toda índole surcando los mares; y otros, como los del almirante turco Piri Reis, en 1513, de precisión imposible para los medios de aquella época…  Sin nombrar numerosas aportaciones sobre teorías pseudo-científicas del mundo interior, las Tierra Hueca, Shambhala o el reino perdido de Agartha (que también buscaron los nazis, como tantos otros conceptos legendarios).

Agharta

Agharta, según Raymond W. Bernard

La Historia de las Tierras y los Lugares Legendarios de Umberto Eco, es uno de esos libros que no te gustaría ver en e-book, porque no merece la pena; y aunque se viera, no lo recomiendo, porque nunca podrás disfrutarlo con suficiente intensidad en ese formato (del que también soy usuario). Sin embargo, la edición impecable que publica Lumen (libro grande y pesado, con papel de calidad y tapa dura forrada en tela), constituye una pequeña joya en sí misma, el regalo perfecto para todo amante del libro clásico.  Porque si, como obra propia, quizás resulta la más liviana, el texto menos profundo del autor italiano, el resultado completo obtenido, su compilación con los documentos originales, las imágenes que lo acompañan e ilustran en plan enciclopedia, le otorgan un valor muy superior al inicial, un regalo de lujo para la biblioteca de todo buen aficionado (lo digo por propia experiencia).

Atlántida y Mu

Mapa de James Churchward,
en The Children of Mu, 1931

 

ELRIC: el Trono de Rubí. Versión gráfica definitiva del personaje

Ficha ELRIC 1 - El Trono de Rubí

Cuando un personaje te gusta, cuando una obra tiene calidad suficiente para traspasar fronteras de tiempo y lectores hasta alcanzar el reconocimiento general de ellos y la crítica, también te gusta que su encarnación a imágenes (ya sea en el 7º arte, el cine, o en el 9º, el cómic) tenga también calidad suficiente como para identificarte con ella, sentirla tuya.

Así ocurre con Elric, El Trono de Rubí, primer volumen de la nueva adaptación al cómic de la Saga más conocida de Michael Moorcock, que publica Editions Glénat en Francia y Yermo Ediciones en España, y que es, sin duda, la versión gráfica definitiva del personaje.  No es que yo lo diga (que también); es la opinión del propio autor, en su prólogo a la obra:

«He visto algunas interpretaciones visuales de Elric realmente magníficas… y siempre me ha costado escoger mi preferida. Hasta ahora. Entre todas las adaptaciones gráficas de las historias de Elric, hay una muy cercana a la visión original del personaje.  Es la que tienes en tus manos.»

Con tales palabras de presentación, se corre el riesgo de elevar mucho el listón, crear tantas expectativas, que el aficionado que accede a la obra podría llevarse una decepción al contemplarla.  No es el caso.  O no ha sido mi caso, al menos.

Porque ¿qué es Elric: El Trono de Rubí, qué encontramos en este volumen?

Dragones

De inicios, una nueva adaptación al cómic de la novela Elric de Melniboné, que da comienzo a la serie; en concreto, su primera mitad, porque es imposible condensar en formato álbum europeo (46 planchas) toda la intensidad de la obra (la adaptación anterior de P. Craig Russell, en formato cómic-book USA, ocupó 6 números, unas 180 páginas).  Esto hace que el álbum se nos haga un tanto corto, escaso, que deseemos más…y no porque su adaptación elimine partes o episodios de la novela, sino lo contrario: considero que el guión de Julien Blondel es excelente, condensa de forma exquisita el contenido original al espacio requerido, y mantiene una intensidad narrativa que, al finalizar su lectura, te hace pedir más… Una adaptación que, siendo fiel a la novela original, introduce -con el consentimiento de Moorcock (él mismo no ha dudado en modificar una obra previa del ciclo para coordinarla con otra posterior, o a la concepción del multiverso)-, pequeños cambios en la historia que la enriquecen, actualizan, y le dan una visión acorde a los tiempos que corren, más de 40 años después de su creación.

Escena

Elric estudio

En la parte gráfica, El Trono de Rubí es una obra impactante.  En su inicio, grandes imágenes a página completa, de fuerza rotunda y claroscuros marcados, nos introducen de golpe en la civilización decadente, inmoral, depravada y cruel de Melniboné, el antiguo imperio que dominó el mundo durante 10.000 años y perdió su mando en los últimos 500; en la hermosa Imrryr, la Ciudad de los Sueños, capital de la Isla del Dragón, centro del mundo conocido, y en quien la gobierna, Elric, 428º descendiente directo del primer Emperador Brujo aliado del Caos que creó la dinastía; un hombre (aunque no del todo humano) poderoso, hechicero, erudito y letrado, pero atormentado y con dudas, pues desprecia aunque tolera la depravación que le rodea, inherente a su pueblo; un hombre débil también, albino y enfermo de nacimiento, que necesita magia y sangre vertida para mantener su vigor, hechizos y sacrificios en ceremonias, que en esta adaptación oficia la propia Cymoril.

Elric Oscuro

Y ese es uno de los cambios que introduce Julien Blondel, con aquiescencia de Moockock: un papel más activo de la mujer, un tanto difusa en la novela original.  Así, la huida romántica de ambos amantes a una cueva escondida junto al mar en la novela, se cambia aquí por una ceremonia sangrienta en un manantial natural, donde la Cymoril hechicera mantiene y limpia la sangre maldita de Elric a base de un lujurioso sacrificio sangriento de vírgenes humanas, acorde a la naturaleza vil y depravada de los melniboneses.

Depravación

Y esa es otra de las características, y el mayor acierto gráfico de la obra, que tanto ha agradado a su autor: la representación decadente del imperio de Melniboné (Moorcock, un anarquista romántico desde su juventud, siempre quiso representar en su obra una alegoría de aquellos viejos imperios británico y germano-nazi -o el más moderno estadounidense- dominantes del mundo, dominadores del Caos, que a él le hubiese gustado destruir; y destruye La Ciudad de los Sueños, de la mano de Elric).  En una conjunción no frecuente en Europa, tres dibujantes, Didier Poli a los lápices, Robin Recht en la tinta, y Jean Bastide que da color y dispone de libertad completa para realizar los retoques que sean necesarios, obtienen para Elric un desarrollo gráfico sorprendente, de imágenes rotundas, oscuras y nítidas a un tiempo, y tremendo impacto para el lector.  Con un estilo realista, y en unas planchas que necesariamente han de huir de aquellos experimentos oníricos que tan bien sabía componer P.Craig Russell, y comprimir numerosas viñetas donde recoger el intenso contenido de la novela, Poli mantiene la tensión narrativa con planos contrapuestos y focos cambiantes, picados y contrapicados que se suceden e intercalan entre planos generales frente a primeros y primerísimos planos, sin que falten viñetas grandiosas de sorprendente realismo; todo ello remarcado por unas tintas y colores en claroscuros que otorgan profundidad a una puesta en escena espectacular.

Straasha

La conjunción de autores adquiere estilo propio, aunque no exento de influencias, que no dudan en reconocer: la grandiosidad de Druillet, combinada con un estilo narrativo clásico -en el que personalmente he encontrado tintes de Bilal y Giraud– o el detallismo de Laufray; la incorporación de imaginería gótica y sadomaso-quista, o el fetichismo de Clive Baker, hacen que de su mano los melnibonenses adquieran tintes maligno y recuerden a los cenobitas de Hellraiser; Yyrkon se ve poderoso, y el Doctor Burlón aterra…

Yyrkoon

Sus dioses no adoptan ya rasgos parecidos a humanos, sino que recuerdan a horrendos mitos lovecraftianos, como el terrorífico Aaven’kar que conjura Yyrkkon, o Straasha, señor de los océanos, un remedo pulposo de Cthulu sin miembros humanos, con cohorte de medusas… Y para representar a Arioch se decantan por la imagen más espeluznante de cuantas transmiten maldad:un tierno infante, de hermoso rostro que se transforma.

AAvenkar

Y aunque no aparece en el volumen (aún no es hora), una parte importante de la serie será Stormbringer (Tormentosa, de nuevo, qué le vamos a hacer…). Enlazando con una entrada anterior de este blog sobre sus visiones, en la nueva serie su imagen no será estática, sino cambiante, en función del estado en que se encuentre (en reposo, ávida, en combate, o saciada) según se muestra en un estudio preliminar sobre el arma y el personaje.  Confieso que me gusta la idea, sí.

Elric y Stormbringer - Estudio

En resumen: una obra altamente recomendable, que viene a representar la imagen definitiva de un personaje siempre atractivo. Un solo defecto le encuen-tro: al ritmo normal de publicación, tendremos que esperar un año para disponer de su continuación, 16 años para completar las 8 novelas del canon central del personaje. A no ser que la unión de tres dibujantes consiga acelerar el proceso…

El Trono de Rubí recorte

CONAN el Bárbaro, volumen3: éstos no son Bêlit ni Conan

Ficha CB3

No voy a extenderme demasiado: el título de la entrada lo adelanta todo, y no se refiere al dibujo de la portada, que resulta aceptable (no en vano Bêlit conserva cierto parecido con la que diseñó Buscema en su día), sino al desarrollo de los personajes que realiza Brian Wood, guionista aclamado por Northlanders, pero que aporta muy poco, o nada, al personaje creado por R.E. Howard.

El volumen de Planeta (de edición magnífica como los anteriores, excepto por ese fallo repetido en los créditos de portada, que no indica los dibujantes reales) es prescindible (como el previo), y sólo aconsejo su adquisición a los fans muy frikis de cimmerio, que compramos todo cuanto se publica.  Recoge dos arcos argumen-tales de tres números cada uno, como es habitual en las historias de Wood:

La mujer del Muro (o las Almenas), en la que el guionista idea una nueva historia sobre el pasado de Bêlit y sus padres, y donde hace adoptar a la mujer pirata un comportamiento absurdo e incompatible con el del personaje ideado por Howard, abandonando el Tigresa y a Conan, de quien está perdidamente enamorada, por un regreso a su familia en el desierto profundo de Shem (si fuera por un tesoro, sería admisible…); y que resulta más incomprensible aún cuando en números anteriores (también prescindibles) ella acompaña al bárbaro a Cimmeria, y conoce a su madre…  Si algo puede salvarse de estos números, aparte de sus portadas, es el dibujo de Mirko Colak, correcto y cercano a unos cánones de realismo a los que estamos acostumbrados para el personaje, no los que últimamente ofrece Dark Horse, rallando lo experimental, «underground», o casi infantil…

El segundo arco, encontramos a la pareja en Ophir, antes de su regreso a los mares, en un antro de placer, abandonados a la lujuria y las drogas.  Y es bajo los efectos del loto amarillo donde Conan vive un sueño de su vida junto a Bêlit, náufragos en una isla perdida, ellos solos y sin más compañía que dos hijos, hasta su muerte, ya viejo.  Los dibujos son de Davide Gianfelice, poco atractivos.

Como digo, un volumen absolutamente prescindible, que nada aporta a la historia de Conan, y menos a la de Bêlit, pues todo él como gran parte del anterior, transcurre en tierra, lejos del mar.  Un volumen que, además, traiciona de nuevo el espíritu original de Dark Horse para la serie, donde sólo se basarían en historias, fragmentos, o poemas originales de Howard para componer la nueva historia del cimmerio en cómics.  Puede que analizando las historias fuera de contexto, con otros personajes, no sean malas; pero no son de Conan.

Menos mal que el siguiente volumen enlaza ya con «La Canción de Bêlit«, donde se adapta la segunda parte de la historia original, y pondrá fin a esta poco afortunada adaptación de la vida del cimmerio junto a la pirata shemita, y que, para inventar algo nuevo, no contiene ni asomo de aquella pasión, aventura y épica que -con sus defectos- concibieron en su día unos Roy Thomas y John Buscema geniales.

Como digo en el título, el Conan de Brian Wood no es mi Conan, ni lo es su Bêlit (ni se acercan a los de Howard, por supuesto).

CB 22En el próximo volumen, «La Canción de Bêlit»