EL BAÚL DE LA TÍA BERTA, Emotiva Fantasía Cotidiana.

Acabo de terminar la lectura de «El baúl de la tía Berta», deliciosa primera novela de una gran escritora, Catalina Gómez Parrado, aún desconocida entre el público porque no goza (de momento) de respaldo editorial; algo que estoy seguro cambiará con el tiempo.   Aún sin conocerla, Cati, además de hacedora de historias, demuestra ser una luchadora de las letras y por su obra; como muchos de nosotros recurriendo a la autoedición (en Bubok) y su blog, pero también adoptando posturas militantes en iniciativas como Libro Trotamundos, o Bubok Trotamundos, que me han dado la oportunidad de acceder a su obra.  Me alegro de haberlo hecho, y se lo agradezco.

«El baúl de la tía Berta» es una obra sorprendente, que engaña a quien accede a ella desde su ficha o el resumen de su contenido; porque aunque parte de referencias y una propuesta romántica y algo insulsa en principio (aunque prometa sorpresas), y destila ternura y emociones positivas, es más que eso.  Mucho más:

En primer lugar, una novela que destaca, sobre todo por su sencillez y naturalidad; la historia cotidiana de unas personas normales (bueno…, no tanto), a la que rodea un halo inesperado de fantasía sutil y espiritual.   Al tiempo, un cuento de cuentos que surgen desde el baúl, fantásticos y con magia, o de terror ligero, cargados de realismo al estilo de Maupassant; que recopilan la aspiración personal de una escritora y sus anhelos de ver publicada su obra (quedan traslúcidos al final).   Sus personajes son sencillos y naturales (quizás en exceso), y entremezclan motivaciones individuales complejas con reacciones a veces demasiado simplesm pero están bien definidos; al menos los principales, que cautivan, y en ocasiones llegan a emocionar.   La narrativa de Cati es ágil; hace su lectura amena y entretenida, con momentos en los que deseas que llegue rápidamente el final de la historia de Ana y Berta, y Pablo, y Javier, y… te entran ganas de saltar esos cuentos intercalados, que están bien, pero sientes que la trama principal te ha enganchado, y te los saltas…, para leerlos después.   Y eso es bueno, porque el lector termina atrapado en la red que ha tejido Cati, como la Viuda Negra en “Medianoche….”, y ya no tiene salvación.

Puesto a encontrar fallos a la obra, me quedo con la portada, demasiado simple y poco elaborada, pues le otorga en exceso un viso infantil-juvenil. Cati también escribe cuentos infantiles, pero este no lo es; tal vez sí cuento, pero no para niños (aunque he probado por las noches a contarle “El baúl…” a mi hija de 11 años, mientras la arropo, y también funciona, perfectamente). Tampoco estoy de acuerdo con la catalogación de la obra como “Novela Romántica”, pues coarta demasiado su contenido y planteamientos, y puede rechazar a lectores que sin duda disfrutarán con ella.  Para mí es una obra de Fantasía; no esa Fantasía Épica o Mitológica habitual en mis comentarios sino, como cito en el título, una encantadora Fantasía Cotidiana; algo más cercano al realismo fantástico o mágico, por la cantidad de elementos extraordinarios que aparecen en la obra principal y sus relatos, percibidos por los personajes como parte de la “normalidad”.   Pero imagino la dificultad de su autora a la hora de encajarla en epígrafes editoriales ya definidos.

En todo caso, recomiendo la lectura de “El baúl de la tía Berta”, una encantadora fantasía, sencilla y cotidiana, que puede servir a muchos como cambio de registro habitual, y para conocer a una escritora, Catalina Gómez Parrado, de la que oiréis hablar.   Hacerlo es fácil: podéis adquirir el libro en Bubok (16,22 €), o descargarlo en formato electrónico, gratuitamente.   No perdáis esta oportunidad.

El Baúl de la tía Berta, de Catalina Gómez Parrado. Bubok Publishing S.L. 384 páginas. Tapa blanda con sobrecubierta.  ISBN: 978-84-92580-57-6


LA DAMA DEL LAGO. Rectificación.

Bueno, al parecer, metí la pata y me toca rectificar.

Es lo que ocurre cuando se vuelcan opiniones personales demasiado rápido, antes de disponer de toda la información; uno de los principales problemas de internet, sin duda (y, por extensión, de todos los medios, aunque la inmediatez de éste lo facilite).  Llegado el caso, siempre está la solución elegante de reconocer el fallo y rectificar (algo que no se estila demasiado, pero que a mi no me cuesta hacer, como veis).

Viene ésto al caso de que en notas anteriores sobre La Dama del Lago de Sapkowski, último volumen de La saga de Geralt de Rivia (una de las mejores y más atractivas series de fantasía publicadas últimamente), cuya aparición en España se demoraba tres años, comenté que su publicación en dos volúmenes me parecía una estrategia de marketing editorial para mantener la atención del lector durante más tiempo y, de paso, obtener mayores beneficios económicos con un nuevo volumen; y parece que no es así.

Jose Mª Faraldo, traductor de la serie, y uno de los verdaderos artífices de su éxito en España, por su aporte personal a la adaptación del lenguaje renovador de Sapkowski (en perfecta sincronía y colaboración con el autor, que le reconoce el mérito, como hacemos los aficionados), se responsabiliza personalmente del retraso, debido a una saturación profesional sufrida últimamente, que le ha impedido cumplir sus compromisos (¡chapeau!,por el gesto también).   Es lo que adujo Bibliópolis/Alamut en un principio, y ahora comenta el propio Jose María en una entrevista, muy extensa e interesante, aparecida hace unos días en FantasyMundo, que desde aquí recomiendo a todos (con sólo pinchar el enlace).

De sus palabras deduzco que no sólo carecía de razón en mi comentario, y realicé una afirmación gratuita (que rectifico), sino que, además, como lector, debería agraceder a la editorial que nos presente la obra dividida en dos partes, a fin de minimizar su ya dilatado retraso de aparición, adelantándolo unos meses.  Reconozco que Sapkowski/Geralt puede tener el efecto de una droga, cuya dosis periódica necesitamos, y Bibliópolis/Alamut nos la ha facilitado (aunque no nos cure de ella, y nos deje enganchados).

Supongo que ese mi último deseo, insatisfecho por varios años, de conocer el final de una Saga que admiro me pudo, y, como digo, metí la pata; en un comentario tal vez desacertado, aunque, reconozcámoslo, no exento de cierta lógica.   Con todo, prefiero «mojarme» y dar marcha atrás si procede, como es el caso (y no se trata de difamación, o algo lesivo para los intereses de nadie, sino una opinión personal, un comentario) que no opinar.

Así que rectifico, y la saco; y espero no haber molestado.   Como dijo el castizo a la dama:

«Si con meterla he ofendío, señora, con sacarla no hay na perdío«

LA DAMA DEL LAGO (I), de Sapkowsky. Deseo insatisfecho.

El principio del fin de la Saga de Geralt de Rivia se hace esperar.  Nuestro Último Deseo se mantiene insatisfecho.  Pero disfrutamos igual su lectura.

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Transcurrido tanto tiempo desde el volumen anterior, la dosis de Sapkowski se hacía inmensa, el deseo de conocer el final de la Saga de Geralt una necesidad.  La editorial quiso entonces contentarnos con Narrenturm, su nueva serie.  Buena estrategia… que me niego a seguir hasta terminar la pendiente.   Todo a su tiempo.

Leer a Sapkowski siempre es un placer, disfrutar de un estilo propio, abierto y culto, modernista, entremezclado en jerga de pueblo llano.  Y Jose Mª Faraldo, su traductor y adaptador al castellano, tiene buena culpa de ello (su labor, encomiable, ha sido reconocida por el propio autor).  Pero acceder al final de la saga con una agonía pendiente de tres años de espera no parecía recomendable; acogerla con ansiedad, y tanta perspectiva perdida iban a desvirtuar el momento.  Decidí volver a releer La Torre de la Golondrina, el volumen previo.

Con todo, cuando accedes a La Dama del Lago descubres que también Sapkowsky se tomó su tiempo (en su caso dos años entre publicaciones, aunque hace ya diez), y que enfocó la historia marcando pausas, estableciendo distancias con la situación anterior.  Para hacerlo, utiliza n0 sólo el tiempo (a través de saltos) sino el espacio (en planos de otra existencia), y también los personajes: varios nuevos, como Nimue y Condwiramurs, que interrumpen la continuidad.  Lo primero que piensas entonces, movido por ese deseo insaciable de alcanzar el final de la historia (o vislumbrarlo al menos, sabiendo que hay una segunda parte), es que se trata de una táctica dilatoria, un intento de alargar la espera.  Después, cuando la técnica del maestro consigue refrenar tu ansiedad, recuerdas que Sapkowsky gusta de narrar sus historias sembrando un ramillete surtido de personajes dispares, que contribuyen, cada uno por separado, a crear una visión caleidoscópica del conjunto de los hechos, enriquecida con puntos de vista muy diferentes; y disfrutas de esa maestría que posee para intercalar figuras inútiles en apariencia, que se revelan más tarde parte imprescindible de la historia que nos está contando.  Eso sí, a su estilo y forma; no bajo los cánones que nosotros, lectores inquietos, imaginamos.   Y siempre  nos sorprende.

Así, junto a la soñadora y la pequeña Dama, Jarre y los pícaros que le acompañan a Wyzima en su alistamiento, los enanos recuperados de Dennis Cranmer, o esos caballeros teutones que se intercalan en el desarrollo de la narración original, esta primera parte del final de la Saga nos muestra también algo de la propia historia de Geralt y su variopinto séquito de compañeros dispares; sus vivencias encantadas en Toussaint, bajo acciones de la nueva logia de hechiceras; la ruina posible de Yennefer, la iniciativa  perdida de Vilgefortz; un juego político de espías y reyes del norte para frenar el avance implacable de las fuerzas de Nilfgaard, o la traición que anida entre sus propias fuerzas; la estancia de Ciri en el país de los elfos alisos del rey Auberon, y su huida en espiral por el espacio y el tiempo.   Una espiral que, como la serpiente ouroboros, o la propia historia narrada tras estos hechos, vuelve a situarnos en el punto de partida, para retomar la secuencia final -en el próximo volumen ya, la segunda parte de éste- prácticamente en el mismo punto que donde lo iniciábamos…

La secuencia final se dilata de nuevo; aunque, al menos, disfrutando una lectura que entretiene.  Sapkowski hasta ahora cubre con maestría un paso adelante… hacia ninguna parte.  Y la editorial lo utiliza (con maestría también) para dejarnos las mismas ganas que hace tres años.

Nuestro Último Deseo continua insatisfecho.  El misterio sin resolver.  Toca esperar de nuevo (pasando por caja, claro, en tiempo de crisis).   Así es la vida…

LA ESTRELLA OSCURA. CRÓNICA DE NERDHOS. De Leonardo Ropero

Más épica que fantástica, una novela de acción bélica y estrategia militar en un mundo feudal imaginario.

Para alguien que hace 20 años reclamaba entre las páginas de BEM y Berserkr una apuesta editorial por la Fantasía española (inexistente entonces, excepto en fanzines), iniciar un regreso a los orígenes con reseñas de novelas, supone, en el panorama actual, un cambio sustancial y un ejercicio agradable, …pero todo un reto envenenado.

Porque si entonces nada había, hoy se publica de todo; y abundan títulos que abusan de clichés y estereotipos, y encaminados a un público juvenil.   En este contexto, iniciarse con la obra de un autor español novel, y no otro consagrado o extranjero, siendo lógico en mi caso (y puede que hasta obligatorio), no deja de ser arriesgado, y algo incómodo. La Estrella Oscura, sin embargo, ha sido una apuesta segura y atractiva, más allá de esa vitola previa de novela finalista en el Premio Minotauro. Y no me ha defraudado.

Porque huyendo de enfrentamientos manidos entre razas diferentes, seres mágicos o híbridos de animal, la Crónica de Nerdhos apuesta por personajes sólo humanos. La trama se sitúa en una época histórica similar a nuestra Alta Edad Media, donde se mezclan conceptos ya feudales con vestigios tardíos de un antaño esplendor perdido (que rememora al romano o visigodo).  En una península aislada de ese mundo imaginario coexisten cuatro reinos, en un delicado equilibrio de poderes y alianzas.   Un equilibrio que, al tiempo que afectado por tensiones fronterizas, termina siendo forzado por unos extraños sucesos al otro lado del estrecho, “de donde nada proviene, y quien allí va jamás regresa”.   El sur es para ellos una tierra desconocida, Darnar, habitada por tribus bárbaras que guerrean entre sí, y no pueden ser unidas… pero un ejército numeroso invade Nerdhos desde el estrecho y avanza sigiloso por sus eriales desérticos. Nadie conoce sus intenciones, ni intuye sus consecuencias. Pero ha llegado el momento de que alianzas y acuerdos se reafirmen, o se revelen las verdaderas intenciones de sus dirigentes y las diferentes facciones de poder interno.

Leonardo Ropero hace uso de una prosa de estilo rápido, basada en gran parte en diálogos, para introducirnos pronto en una dinámica de acontecimientos que se suceden de forma continua; una trama de acción directa, enfocada a potenciar el desarrollo de la acción bélica y la estrategia militar, que constituyen en definitiva el eje central de la obra y su verdadero objetivo final.  No en vano la novela incluye un apéndice, el “Tratado de las Estrategias”, cuyas citas salpican su interior, y sirven como prefacio a varios capítulos; máximas que a veces (salvando distancias), recuerdan las de Sun Tzu en “El Arte de la Guerra”.

En beneficio de esa acción militar nada sangrienta que domina la novela, su autor esquiva toda descripción a detalle sobre reinos y personajes, o motivaciones, que sólo apunta con levedad y algo superficialmente; lo suficiente como para definir perfiles diferenciados que permitan al lector identificarlos sin problema: esa nobleza añeja de la sociedad de Albhanta, recuerdos de una grandeza perdida; militares leales frente a la sociedad civil y un senado decadentes; el noble espíritu de caballería que domina en Edarian, esa potencia que emerge; o la extraña encomienda de Caballeros de Nerdhos, guerreros místicos (sin inspiración divina), cuya razón única de existir es una intachable vocación marcial. Con todo, la figura de esos caballeros de túnicas blancas por territorios desérticos, ecos de cruzados sin cruz, reúne en sí misma alguno de los mayores aciertos y defectos que posee la obra. De un lado, su estoicismo, arrojo, y obediencia absoluta, propios de una orden militar clásica (excepto que entre sus filas acoge mujeres, tan valiosas o más que los hombres, como Qed-Nel, capaces de alcanzar su máximo rango); de otro, la falta de una ideología, o motivación concreta para tanta entrega. Y esa es, quizá, la mayor carencia que encuentro en su planteamiento: la ausencia absoluta de creencias (en dioses o seres superiores de cualquier tipo), en una época histórica similar a nuestra Edad Media. Una sociedad medieval tan racional y agnóstica resulta poco creíble; sobre todo cuando ni siquiera a cambio hace aparición la magia…

Parece, no obstante, que todo obedezca a una elección personal del autor, pues introducir en la historia al clero (o un cuerpo de magos) y sus prebostes, complicaría en exceso la trama de la novela, llegando a diluir ese enfoque primordial hacia la acción militar que sin duda pretende. Por tal motivo tampoco tiene presencia en la obra el pueblo llano; toda relación se limita a la cumbre de la pirámide: la corona y los nobles. Un enfoque demasiado elitista.

Pese a la pretendida simplificación de caracteres, La Estrella Oscura define y utiliza un mosaico de personajes diversos, que inicia por separado, y confluyen durante la trama hasta la acción final. Eso si, debido a esa pauta simplicista, necesariamente cargados de estereotipos: el malo (que no el enemigo) es malo y malvado; y el bueno noble y caballeroso, y de ideales elevados.

Donde sí rehúye tópicos hasta alcanzar el extremo opuesto, en una suerte de discriminación positiva fuera de tiempo, es en el tratamiento que da a las mujeres: todas alcanzan una valoración positiva; de personalidad definida y fuerte, con carácter, decidida, buena guerrera o líder, inteligentes… siempre a la misma altura personal que un hombre, y en ocasiones por encima de muchos. No está mal. Y se agradece.

En este juego de caracteres, y siendo –así lo pienso– la estrategia el fin último de esta Crónica de Nerdhos, no es extraño que el gran general de Albhanta, Erobio Hexmano, se erija en protagonista indiscutible frente a personajes más carismáticos o, en principio, dotados para llegar a serlo. Se nota que Leonardo escribía acogiendo en su mente la imagen de algún general histórico de leyenda, cuyo concepto y acciones traslada y reproduce con acierto en la novela; tal vez Cayo Julio César, por la disposición táctica de sus legiones. O, mejor, un Alejandro (nombre del hijo de Erobio), sin aspiraciones expansivas pero con igual genio militar, capaz de ideas innovadoras para arrancar la victoria a un ejército superior. Incluso he recordado a Asdrúbal, cuando sustituye a Amílcar y transforma en aliados a unos íberos irreductibles, origen de un conflicto extenuante para Cartago; después sería nombrado strategós autokrátor de la península. Algo similar obtiene Larten de esos montañeses arpetanos que decantan la batalla final a favor de la alianza de Nerdhos; una tribu cuyo nombre recuerda sin duda al de aquella otra, no tan salvaje (turdetanos, los más cultos de los íberos según Estrabón), portadores también de imponentes falcatas de fatídica hoja afilada, como en la obra.

Es de destacar que el elemento fantástico apenas hace acto de presencia; aunque existe. Tanto que, en un principio, parece el hilo conductor de la trama: una extraña profecía, transmitida en sueños a Larten, que se revela más tarde como misión en Cleantos. Y sin embargo, pasa a hurtadillas por ella; la esquiva y evade una y otra vez durante la obra hasta el momento final, donde, de forma un tanto light y precipitada, resulta clave en su desenlace.

Por destacar la estrategia, Leonardo Ropero evita profundizar en todo, incluso en el lenguaje, que utiliza de forma llana y sin concesiones de ningún tipo, sin adornos literarios, ni pausas dramáticas que resalten situaciones o enriquezcan personajes. Obtiene con ello una obra ágil y rápida, que se deja leer fácilmente; sin duda será acogida con agrado por muchos lectores amantes de películas de acción y juegos de ordenador trepidantes. Pero que nadie vea en estas palabras sentido peyorativo o ánimo de destruir, sino lo contrario; pienso en mi hijo.

Puede que uno, con demasiadas horas encima y soldado viejo en mil lecturas, prefiera algo más de narrativa y motivaciones profundas. Pero confieso que he disfrutado con La Estrella Oscura, cuya lectura en algún momento me ha hecho sentir sensaciones diferentes. Porque se trata de una apuesta decidida por introducir aspectos nuevos en un género (más épico aquí que fantástico) y rehúye tópicos desgastados.

Presiento que Leonardo Ropero volverá a darnos alegrías en un futuro. Apuesto por ello.

Publicado originalmente en BOL


La Estrella Oscura. Crónicas de Nerdhos, de Leonardo Ropero. Grupo Editorial AJEC. Granada, septiembre de 2009. Diseño de cubierta: Calderón Estudio. 384 págs. Tapa blanda con sobrecubierta. ISBN: 978-84-96013-74-2.

Robert E. Howard. La Biblioteca del Laberinto.

El Reino de las Sombras y otras historias de un exiliado de la Atlántida es el título de la séptima entrega dedicada a R.E.Howard de La Biblioteca del Laberinto, colección en la que Francisco Arellano, editor mítico y compañero de Círculo, se dispone recuperar la obra completa del escritor tejano.

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El volumen recopila  los relatos y poemas que Robert Ervin Howard dedicó al Rey Kull; doce textos en total, todos ellos notables y dos excepcionales, en opinión de Jacques Bergier, que prologa la obra.   Son muchos los críticos que encuentras entre los episodios de Kull de Atlantis parte de la mejor literatura que realizara el autor de Cross Plain.

El Reino de las Sombras, que da nombre al libro, fue el primer relato sobre el atlante escrito por Howard.  Apareció publicado entre las páginas míticas de Weird Tales en agosto de 1929, tres años antes que el primero de  Conan el bárbaro, su mayor éxito, cuyas raíces beben en este personaje.

Todo interesado en el cimmerio debería conocer también su primera encarnación, aquella en la que se basa, el Rey Kull, y para ello este volumen es el indicado.  Pero si, además, desea introducirse en el resto de personajes creados por R. E. Howard, La Biblioteca del Laberinto le ofrece ahora la mejor oportunidad de hacerlo, pues ha iniciado y tiene la intención de publicar toda su obra (algunos de cuyos relatos fueron readaptados a historias del bárbaro, bien en literatura o, sobre todo, a cómic, por Roy Thomas).  Los títulos de la colección publicados hasta el momento son (en orden inverso):

El Señor de Samarcanda y otros relatos históricos.  Con la primera selección de relatos de corte histórico, al estilo de Walter Scott, ambientados en la caída del Imperio Romano de Occidente y la llegada de los bárbaros, aventuras en las cruzadas, o con guerreros norteños.  Prólogo de Luis Alberto de Cuenca.

El Valle Perdido de Iskander.  Primera parte del ciclo de aventuras de Francis Xavier Gordon, El Borak; un antiguo pistolero de El Paso, convertido en justiciero en las tierras de Asia cercana, como un nativo  más frente a la opresión de Occidente; como lo fue Lawrence de Arabia, pero en Afganistán.  Tesoros escondidos, adoradores diabólicos y mucho más…  Con ilustraciones de Mike W. Kaluta.

Callejones en Tinieblas y otras historias.  Protagonizadas por Dennis Morgan, marinero y púgil de segunda clase, torpe, patán y camorrista, que solventa todas sus disputas y aventuras a base de puñetazos.  Un ciclo menor dentro de la obra de Howard.

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Espadas de Shahrazar, y otras historias orientales. Entre las que encontramos las de Kirby O’Donnell, aventurero americano que actúa entre los kurdos frente a espías internacionales.  Su aventura «El Dios Manchado de Sangre«, fue re-adaptada por DeCamp como historia del cimmerio.

Sangre en el Desierto y otras aventuras de mar y tierra.  Con el ciclo primerizo de aventuras de Wild Bill Clanton (escritas con el seudónimo de Sam Walser), y otras del pirata Terence Vulmea, también re-adaptadas («Espadas de la Hermandad Roja», y «La Venganza de Vulmea el Negro»), cuyo ciclo se cierra con este y el anterior volumen.  Prólogo de Eugenio Fraile.

Espadachinas.  Interesante primer volumen de la serie, que recopila las historias de mujeres guerreras de Howard.  Incluye las tres historias de Agnes de Chastillon, también conocida como Agnes la Negra, Agnes de la Fere, o La Espadachina, en la Francia del S.XVI; «La sombra del buitre» (la aventura original de Sonya la Roja de Rogatino, algo diferente de la adaptada a Conan) y una aventura de Helen Tavrel, acompañando al pirata Vulmea el Negro.

También, como complemento altamente recomendable, se acaba de publicar Cuando cantan las Espadas, una nueva edición de la obra imprescindible «La Canción de las Espadas» (1983).  En ella, Javier Martín Lalanda, uno de los mayores especialistas sobre el escritor tejano (y uno de los propulsores de Berserkr en su día), realiza un recorrido por toda su obra y personajes, ahora ampliada, revisada y puesta al día.   Lo antes dicho: imprescindible.