JUEGO DE TRONOS (HBO). Armas de artesanía.

Nadie duda ya que Juego de Tronos será una serie de calidad, pues es una característica inherente a todas las producciones de la cadena.  Por ello, la producción despierta tanta expectación entre los seguidores como la propia serie.  Y HBO (y GRR Martin) saben venderla, dosificando noticias del casting y la producción, y breves imágenes del rodaje .

Mientras el rodaje ha pasado ya a Malta, en cuya antigua capital medieval amurallada, Mdina, se ruedan las escenas de Desembarco del Rey, la capital de los Siete Reinos, disponemos de un nuevo video de la serie «artesanos», donde se muestra el proceso de creación de las armas que se utilizarán en la serie, de la mano del Maestro de Armas Tommy Dunne.  Un video que gustará a los aficionados, tanto por la visión de las armas en sí, preciosas, como por dejar entrever algunas escenas de acción del rodaje, con Jon Nieve entrenando en la Guardia de la Noche, o Gregor Clegane, La Montaña.

Por otro lado, GRR Martin, en su blog, al tiempo que deja una pequeña pista sobre su trabajo con A Dance with Dragons («Mientras tanto, en Poniente, estoy luchando con krakens«) ha confirmado  que el veterano actor David Bradley interpretará al muy particular y poco dado a ser vasallo,  Walder Frey, señor del Cruce.  Si  el nombre no os dice nada, seguro que lo reconocéis por ser quien interpreta a Argus Filch, el vigilante y conserje de Hogwarts, en la serie Harry Potter.

SHERLOCK HOLMES en el siglo XXI.

No tiene nada que ver con el contenido de esta página y la fantasía épica, pero no he podido resistirme a comentar el estreno de esta magnífica serie que ayer comenzó a emitirse en castellano, y convierto una respuesta a un comentario a la entrada El HOBBIT: Martin Freeman será Bilbo en una entrada en sí misma, porque lo merece.

Sherlock es una serie de TV (de momento, sólo tres episodios en su temporada 1, prácticamente películas por su duración), que recrea el famoso personaje de Arthur Conan Doyle, el mejor detective del mundo, en el siglo XXI, con todos los medios actuales (SMS, internet, ordenadores portátiles, teléfonos inteligentes con GPS…) a su disposición (Holmes incluso publica una web, llamada “La ciencia de la deducción”), pero sin abusar de ellos, que quedan integrados de forma natural, y haciendo gala siempre de esa capacidad deductiva fuera de lo normal que le caracteriza.  Nada que ver con la extraña adaptación al cine de Guy Ritchie, con Robert Downey Jr. y Jude Law (¡ni punto de comparación!).

A mi me ha encantado.

Benedict Cumberbacht y Martin Freeman están espléndidos como Sherlock y Watson, y la serie, con sólo tres episodios, se ha convertido en obra de culto.  Se trata de una producción de la BBC one, creada por Steven Moffat (¡Doctor Who!) y Mark Gatiss, que goza de una gran aceptación entre crítica y aficionados (7,1 millones de espectadores en su estreno).  Las historias son nuevas, actualizadas, sin relación con las ya conocidas, pero cargadas de guiños a las aventuras clásicas… y Moriarty de fondo.

En España ha comenzado a emitirse en el canal TNT (http://www.canaltnt.es/series/sherlock); ayer mismo se emitió el primer episodio, de los tres que contiene la primera miniserie, y será emitido nuevamente en diversas ocasiones (consultad la web).  Aún estáis a tiempo de verla y disfrutarla.

Uno de los mayores miedos de los seguidores era que pudiese verse afectada por la aceptación de Freeman del papel de Bilbo Bolsón en El Hobbit (sin duda, el papel de su vida en estos momentos, que estuvo a punto de rechazar por su compromiso en la serie), pero, por suerte, compaginará con él la grabación de nuevos episodios.

Una alegría inmensa para todos aquellos que ya somos sus incondicionales.

Y de nuevo la recomendación: ¡¡es un pecado perdérsela!!

Video de «Your Highness» (SU ALTEZA).

Aunque aún no dispone de título oficial en castellano, os remitimos al vídeo oficial de «Your Highness«, una comedia de aventuras épico-fantásticas, que llegará a nuestras pantallas en 2011, protagonizada por Danny McBride (que también es coautor del guión), James Franco (Harry Osborn en Spiderman), y la bella poseedora de un Globo de Oro y nominada al Oscar, Natalie Portman (Princesa Amidala en Stars War, además de una dilatada carrera como actriz).

La historia, dirigida por David Green, trata de un reino con dos príncipes hermanos, Fabio -bien parecido, responsable y valiente- y Tadeo -vago, despreocupado, y viva la vida-; y un mago -malo, maligno y nigromante- que quiere dominar al reino y sumirlo en la oscuridad, que rapta a la prometida del primero, por lo que ambos parten en su rescate.  En el camino encontrarán a Isabel, una bella amazona guerrera que se les une en su misión, y que no es otra que la Portman, en mi opinión, uno de los rostros bonitos de la gran pantalla actual con más personalidad propia:

Por lo que aparece en el trailer, la película puede ser entretenida, pues conjunta aventura épica, acción, y los tópicos clásicos del género -malos nigromantes, féminas ligeras de ropa, peleas contra monstruos de todo tipo (minotauros, hidras de muchas cabezas…)-, con dosis de humor y guiños al aficionado (como ese extraño gusano del narguile, mezcla del fumador de opio de Alicia en el país de las maravillas y el maestro Yoda).  En cierto modo, podría recordar a La Princesa Prometida, de Rob Reiner, adaptando la novela de mismo título de William Goldman, con música inolvidable de Mark Knofler.  O -salvando las distancias- a la serie Shrek, de Dreamworks.

No sé si me engaño, o es lo que me gustaría pensar.  Soy consciente que también, como cine de parodia, corre el riego de acabar convertida en una burda patochada cómica, con recursos, pero sin interés.  El tiempo lo dirá; aunque espero sinceramente se decante por la primera opción.

De momento, la cinta no ha comenzado con buen pie, pues ha saltado a la palestra gracias al culo de Natalie Portman; y su trailer se exhibe en Youtube con la consideración de «Restricted«, sólo para adultos… (¡Dioses! ¿están locos estos romanos?)

Sí, como lo oyes.  Para muchos (incluida prensa de tirada nacional, o sitios web especializados en lo fantástico), esa es la principal noticia… la aparición de la actriz en casto bikini, que puedes observar en el vídeo, luciendo su anatomía.  Como si fuera noticia…  Como si la Portman, aparte de películas buenas o aceptables, no hubiese aparecido mucho más sugerente en Closer, o lucido ya desnuda en el corto Hotel Chevalier de Wes Anderson.  Como si una película se catalogara por unos pocos segundos de metraje…

En fin, os dejo la ficha completa de la obra, en IMDb, y con el vídeo, para que juzguéis por vuestra cuenta (ojito, no os veais afectados por el contenido restricted).

Confiemos que la película sea finalmente noticia por algo más que una parte de la anatomía de Natalie

JUEGO DE TRONOS (HBO). Fotos Oficiales.

La adaptación a serie de TV de Juego de Tronos, primer volumen de la serie Canción de Hielo y Fuego de G.R.R. Martin, que tanta expectación despierta entre los aficionados por la calidad de series anteriores de la misma cadena HBO (ver noticias anteriores en la pestaña CDHyF), tiene ya las primeras fotos oficiales del rodaje.   La revista Entertainment Weekly publicará el próximo viernes 26, una serie completa de las mismas.  Pero, como avance, he aquí un primer juego de 10 fotografías de personajes, y algunas otras de accesorios diseñados expresamente, como esta daga de huesos de dragón, con gran detalle:

Respecto a personajes ya caracterizados, encontramos los siguientes (seguir enlaces para verlos ampliados):

No lo olvideis: el día 26, más, en Entertainment Weekly.

LE LLAMAN KVOTHE. ¿Has oído hablar de él?

«He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con Dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.
Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí».

Llevaba tiempo queriendo meterle mano a «El Nombre del Viento», de Patrick Rothfuss.  Las críticas y opiniones vertidas acerca de él –en medios muy diversos y por autores dispares– eran tan buenas que me daba miedo (la publicidad; ya sabemos de qué va…), al tiempo que me animaron a decidirme.  Aprovechando un viaje con tiempo (el libro es un tomo de casi 900 páginas), me decidí a comprarlo.  No me arrepiento; en absoluto: se me hizo corto, demasiado corto.  Tanto que me faltó libro y sobró tiempo; demasiado tiempo…

«El Nombre del Viento» (Crónica del Asesino de Reyes: primer día) es una novela  insólita, encantadora; de esas que sólo encuentras de tanto en tanto (muy pocas veces) en la vida, y te dejan satisfecho al tiempo que deseando más.  Dice de ella Rosa Montero que «está bellamente escrita»; The Thimes que «se convertirá en un clásico».  Y ambos tienen razón.  Si lo pretendiera, podría convertir este espacio en un recopilatorio de citas sobre la misma, cada cual más positiva, pero para ello sólo hay que coger la solapa del libro, o buscar en la red, y las encontrareis a millares; todas buenas y (lo más extraño) ciertas, más allá de la publicidad y el marketing editorial (que también juega un papel).  Porque «El Nombre del Viento» es, os lo aseguro, una obra sorprendente, fuera de lugar en los tiempos que corren, donde –salvo excepciones– prima la rapidez, la estandarización frente a la calidad y lo novedoso, la acción frente a los sentimientos, los estereotipos clónicos frente a la definición de un buen personaje; y Kvothe, con su pelo rojo brillante, lo es.  Tan grande como la presentación que de sí mismo hace al inicio de su historia:

Me llamo Kvothe, que se pronuncia «cuouz».  Los nombres son importantes porque dicen mucho de la persona. He tenido más nombres de los que nadie merece.
Los Adem me llamaban Maedre.  Que, según como se pronuncie, puede significar la Llama, el Trueno, o el Árbol Partido. (…)
Mi primer mentor me llamaba E’lir porque yo era listo y lo sabía.  Mi primera amante me llamó Dulator porque le gustaba cómo sonaba.  También me han llamado Shadicar, Dedo de Luz y Seis Cuerdas.  Me han llamado Kvothe el Sin Sangre, Kvothe el Arcano y Kvote el Asesino de Reyes.  Todos esos nombres los he ganado.  Los he comprado y pagado por ellos.
Pero crecí siendo Kvothe.  Una vez mi padre me dijo que significaba «saber».

No todos los nombres se nos desvelan es este primer libro/día de la narración de su vida, pero sí varios de ellos, merecidos todos.  Kvothe, una leyenda viva en su propio tiempo, relata su historia completa al cronista, a condición de que sea sólo en tres días, de los que este volumen recoge el primero.  Entre sus páginas conoceremos a un Kvothe posadero, espadachín y guerrero, Edena Ruh, superviviente y ladrón, universitario arcanista, cantor magnífico de baladas con el laúd, y cazador de dragones… pero su vida y obras continuarán siendo un misterio que desearemos conocer; más allá de los secretos que oculte esa puerta cerrada en la biblioteca de la universidad, o el fuego azul que acompaña a los oscuros Chandrian, seres terroríficos de cuentos y leyendas de un pueblo ignorante y cargado de superchería… pero que asesinan a sus seres queridos siendo él niño, por un motivo que desconoce, relacionado quizá con el nombre verdadero de las cosas.

Porque la historia de Kvothe, por encima de los muchos episodios de su agitada vida, es la del pueblo que le rodea, sus tradiciones, su folclore y música; una historia de sentimientos.  Contada con soltura y naturalidad; una narrativa tranquila y bella que consiguió trasladarme muchos años atrás, a esas mismas sensaciones agradables que obtuve con la lectura de «Un Mago de Terramar», de Ursula K. Le Guin, sin taoísmo.  Y no ya porque la historia de Kvothe sea la de una iniciación -como la de Ged, o su madurez en la magia –cuya base se encuentra aquí en el estudio y la ciencia, pero también en el nombre cierto de cada cosa–; sino por ese estilo de narrativa serena que ambos autores dominan.  «El Nombre del Viento» contiene algo más de acción, pero no es una novela épica o de gesta, sino casi “costumbrista”; cuyo autor, para deleite de aficionados, eligió la Fantasía como vehículo para contarla, pero que tendría igual éxito (o más) bajo cualquier otro género.  Algo parecido a lo sucedido con Carlos Ruiz Zafón y «La Sombra del Viento» (la similitud en los títulos es simple anécdota), por su facilidad narrativa y prosa hermosa, accesible a todos.

Patrick Rothfuss con esta novela (la única hasta el momento) ya ha sido comparado con G.R.R. Martin (supongo que por el carácter renovador y calidad de sus propuestas, que no las historias) y con J.R.R. Tolkien (¡el gran precursor de la fantasía moderna!)…  No sé qué deparará el futuro; pero de momento necesita escribir más de novela para ser comparado al maestro, salvo por compartir profesión: Rothfuss es, como Tolkien, profesor de lengua y filología inglesa, en este caso de la universidad de Wisconsin.  Eso si, bastante menos convencional (sólo hay que ver sus fotos, o leer su biografía y aficiones; un tipo friki, simpático y familiar).

Pero admito que Rothfuss, con «El Nombre del Viento» sienta las bases para convertirse en un clásico.  Es, sin duda –como Ruíz Zafón–, un artista; un poeta de la prosa sencilla y ágil, y un buen narrador de historias; y en su caso, sobre todo, un artesano de la palabra, que con su pluma alcanza poder.

Uso el término artesano de forma deliberada: antes de ser publicada, trabajó la obra durante 14 años; y lleva 3 más puliendo su continuación(1), «El temor de un hombre sabio», segundo día de la crónica, que ya tenía acabada (la portada está lista, como podéis comprobar).  Es de agradecer esa dedicación, que los lectores disfrutaremos después en la lectura, aunque la paciencia alcance límites.  La literatura de calidad requiere tiempo, y Patrick confiesa que su padre le enseñó «que si tenía que hacer algo, debía tomarme mi tiempo y hacerlo bien».  Deseemos que tenga también perfilado el tercero (la historia, cerrada en tres volúmenes, parece que sí), y sólo le reste dedicar varios años a su perfección.

En cualquier caso, os recomiendo con pasión «El Nombre del viento», una de esas joyas de la Literatura Fantástica que el buen aficionado no puede perderse, y necesita tener en su biblioteca.   El tiempo, y quienes ya la han disfrutado, me darán la razón.

  1. Patrick Rothfuss es un perfeccionista.  Entregó un manuscrito en la editorial en mayo de 2009.  Desde entonces lo ha reescrito varias veces. (Última noticia, de 7-11-2010, pulsando aquí).


«El Nombre del Viento», de Patrick Rothfuss. Ilustración de Laura Brett.  Plaza Janés, Random House Mondadori. Barcelona, 2009. 880 págs. Tapa blanda con sobrecubierta. ISBN: 978-84-01-33720-8.