DARK FANTASIES. Antología magnífica de Fantasía Oscura.

No siempre me han atraído las antologías.  Puede que al principio, cuando comenzaba a leer, por aquello de ampliar la base de autores y estilos.  Después, salvo excepciones (hay autores cuyo dominio del relato le hace mejor en distancias cortas), he preferido el desarrollo amplio de personajes y situaciones que permite la extensión de una novela. Sin embargo, desde hace un tiempo, vuelvo a disfrutar de las selecciones, las antologías de autores diversos, incluso relatos de un solo autor que domine el género; cosas de la edad, supongo.  También del abrir la mente a una concisión de ideas, disfrutar del impacto súbito del concepto, la genialidad de lo breve, la obtención de múltiples desarrollos en el mismo espacio que uno solo; sin desdeñar la opción alterna. Todo depende del autor, o autores seleccionados.  Y, en especial, del antólogo, su conocimiento, visión y acierto; del cariño que pone al hacerlo.

No voy a descubrir ahora a Mariano Villarreal.  Lo hice hace tiempo, con su impagable elenco de noticias, comentarios y reseñas de Literatura Fantástica, un clásico imprescindible para el aficionado al género; y, más tarde, en esa aventura de Novaficción desde el primer volumen, Terra Nova, allá en 2012, un clásico hoy, no ya por su contenido, sino por haber iniciado un camino que con Dark Fantasies alcanza ahora su séptimo paso, repleto de éxitos.  No en vano, al abrumador bagaje de premios internacionales que ennoblecen cada selección (Hugo, Nebula, Word Fantasy, British SF, Locus, Sturgeon, Stoker, Sidewise…), han de añadirse hasta 12 premios Ignotus de la AEFCFT de un total de 34 nominaciones (aún no elegidos los de este año, correspondientes a 2016), entre los cuales destaca el de Mejor Antología de los años 2013, 2014, 2015 (¿y 2016?).  Este es el escenario previo sobre el que nace Dark Fantasies, con parecido bagaje internacional a los anteriores y, para mí, candidato indiscutible al Ignotus de 2017.  ¿Por qué?  Sólo hay que analizar su contenido.

Pero antes de entrar en materia, ¿qué tipo de Fantasía Oscura, Dark Fantasy, nos vamos a encontrar?  Porque hay varias, según quien opine.

El tema de las etiquetas en el género fantástico es algo digno de estudio.  Últimamente asistimos a una proliferación de las mismas que abusan de términos de nuevo cuño,(con intención de potenciar un sub-género o autor y diferenciarlo de lo que se ha hecho antes, por motivos de marketing y promoción).  En líneas generales, la Fantasía Oscura viene a ser aquella zona del Género Fantástico que utiliza en su concepción el «horror sobrenatural» (algo más allá de la compresión humana), para diferenciarlo del «horror natural» (intrínseco al ser humano), de forma que obras con vampiros, zombies, fantasmas u hombres lobos (por acudir a los clásicos) serían Fantasía Oscura, mientras que Jack el Destripador, La Matanza de Texas o un atentado terrorista en cualquier capital serían Horror (por desgracia, por habitual, hoy un crimen de violencia de género no sorprende, ni genera miedo; pero también lo es…). En fin, etiquetas y más etiquetas, como digo…  Antes todo se englobaba, simplificado, bajo el subgénero de Terror (Cosas veredes, amigo Sancho...).

Así las cosas, tampoco el término o etiqueta ayuda a catalogar sin lugar a dudas el contenido de la selección; pues siguiendo esa premisa, tan Fantasía Oscura sería el Solomon Kane de R.E. Howard como la última de La Momia, de reciente estreno, o La Guerra de la Doble Muerte de Alejandro Castroguer.  Por lo que parece, el término fue acuñado por K.E.Wagner, aplicado a sus relatos de Kane (un guerrero espadachín estilo Conan, inmortal, errante, inteligente, instruido y bastante amoral); y, por extensión, se ha utilizado con esa Fantasía Heroica más sucia, realista o violenta que, hoy, con el transcurrir de los tiempos deviene en llamarse Grimdark (…más etiquetas veredes, amigo Sancho).  Otros lo asocian directamente al subgénero de Terror.

Para mí -y es opinión personal-, más allá de etiquetas y mezclas inter-géneros hoy tan habituales, lo que podría distinguir la Fantasía Oscura moderna de la Ficción de Terror (si tan necesaria fuera esa distinción) es su enfoque de los personajes y mitos que utiliza, sobre los que basa y concibe su historia: en el Terror (gótico, victoriano o moderno) el componente primordial es el miedo (en cualquiera de las tres acepciones propuestas por Noël Caroll en su libro The Philosophy of Horror: horror, terror y repulsión) y sus monstruos (sobrenaturales -los clásicos-, fabricados por el hombre -Frankenstein-, o de origen espacial -Alien-; incluso humanos) son el enemigo, la encarnación del Mal. En la Fantasía Oscura, sin abandonar el arquetipo, se pierde esa concepción maniquea: ya no existen buenos ni malos; el monstruo forma parte de la historia, como elemento de fondo o primordial, cuando no se convierte en protagonista innegable de la misma.  Y el lector, frente al miedo o repulsión anterior, lo contempla con naturalidad, como uno más, algo sustancial al entorno; y participa de sus vivencias, pensamientos, sensaciones, sentimientos o miedos (a veces, de la propia humanidad).  Pero vamos, eso también lo vivimos en Entrevista con el Vampiro de Anne Rice, o el mismo Frankenstein de Mary Shelley.  (En resumen, amigo Sancho, las etiquetas son modas que nos ha tocado vivir…)

Volviendo a la pregunta de antes: quienes hemos seguido a Mariano Villarreal sabemos que le gusta el término (etiqueta) Ficción Especulativa (ya sea aplicado a la Fantasía, Ciencia Ficción o Terror) con un enfoque cercano en el tiempo, que permita imaginar -especular- sobre cosas que pueden pasar en nuestro entorno más próximo. Ahí tenemos la respuesta: Dark Fantasies compila 16 relatos (17 para los que apoyamos la iniciativa en sus inicios) de Ficción Especulativa Oscura de extra-ordinaria calidad, divididos en dos partes bien diferenciadas:

  • Dark Fantasies, 10 relatos de autores foráneos, casi todos norteamericanos, ganadores de los más importantes premios internacionales
  • Oscuras Fantasías, 6 relatos de autores españoles (o en español), de calidad semejante a los anteriores, que si aún no han obtenido premios por su novedad, no tardarán en tenerlos tras su publicación

Y este es otro de los aciertos y atractivos de la antología que confecciona Mariano Villarreal en Sportula (en este y los volúmenes previos de Nova Ficción): el disponer a la par autores extranjeros de renombre y premiados en el mercado anglosajón con otros que escriben en castellano, pero cuyas obras (os lo aseguro, y lo podéis comprobar personalmente) tienen igual calidad que los anteriores.  Su publicación conjunta ofrece una visibilidad que de otra forma se antoja imposible; abre puertas difíciles de alcanzar por otros medios, y la posibilidad de que -en el futuro- el mercado español de Género Fantástico sea considerado en el exterior -nosotros ya lo sabemos- tan rico como el anglosajón; al menos, digno de ser tenido en cuenta.

No puedo sino aplaudir esta iniciativa y apoyarla sin ambages ni cortapisas; pues no es apoyo a un autor o una obra, ni siquiera a su compilador o una editorial, sino a una oportunidad inmejorable de potenciar el Género Fantástico en castellano, tanto a nivel interno como en el exterior.

De su contenido hablaré en otra entrada (y la TerMal, si procede). La tienes aquí.

MARADA, La Mujer Lobo, 30 años después.

En 1986, Berserkr, fanzine de y sobre Fantasía Heroica, en su nº 5 dedicado a Mujeres Guerreras, publicaba una reseña sobre Marada, The She Wolf, nº 21 de Marvel Graphic Novels aparecida meses antes en USA .  Ese artículo, que daba a conocer la obra al aficionado español (no tendría versión en nuestro país hasta el año 2000), es la mejor prueba de que el personaje no ha envejecido en 30 años y mantiene su interés y vigencia en la actualidad.

Lo que sigue a continuación es la traslación literal con OCR de las páginas 12 a 15 de Berserkr nº 5 (junto a los originales escaneados), anotadas y puestas al día con datos actualizados (todas las imágenes se pueden ampliar):

.


«Su madre fue primogénita de César. Su padre, príncipe en su propia tierra, un esclavo en Roma. A la edad de cuatro años, Marada vió a su padre roto en el potro de tortura, mutilado y, por ultimo, arrastrado y descuartizado. Fue una ejecución pública y, aunque el príncipe estuvo largo tiempo agonizando, no emitió un solo sonido.  Aquella noche la madre de Marada huyó de La Ciudad Eterna con su hija, para criarla libre lejos del lugar que había reclamado la vida de su amado. Han pasado veinte años. La niña es ahora una mujer, y esta mujer es un guerrero conocido y respetado a lo largo y ancho del Imperio.»

Estas palabras dan prólogo a «La Espada Rota», primer episodio de la historia de Marada (1), una amazona, una mujer decidida a valerse por si misma en un mundo en el que la espada, el arma para defensa o ataque, era la única garantía no sólo de libertad sino de la propia supervivencia.  Arquetipo poco común dentro del contexto histórico en el que se sitúan sus andanzas -el tumultuoso siglo del nacimiento de Cristo-, aunque no imposible, pues son conocidas las historias de amazonas dentro de las mitologías clásicas, así como la participación de las mujeres de los pueblos «bárbaros» en la defensa de sus aldeas o los ataques a clanes vecinos.  Descendiente directa de estirpe real, Marada Starhair («Cabellos de Estrella», su cabello es plateado) hace gala de su herencia. Su ferocidad en el combate le otorga el apelativo de «La Loba» que ostenta, y por el que es conocida en el campo de batalla y en las tabernas, donde deleita a los compañeros de armas con bailes y canciones entre batallas, y los reta y vence en la bebida (2).

También es la historia de un espíritu roto, de la peor de las humillaciones que puede sufrir una persona, la posesión demoníaca en su forma física, realizada por Y’garon, que la elige su consorte dada la fuerza interior que posee. Marcada por ese trauma, rota en la libertad (su mas preciado don), ante el temor a provocar de nuevo la llamada del demonio, Marada se transforma en un ser no sumiso pero sí alejado de las armas, de la autodefensa, de las alegrías de antaño, hasta verse convertida en una sombra de su ser anterior. Únicamente la presencia de un espectro infernal (la parte oscura de sí misma) que viene a reclamarla para su dueño y provocando la muerte del hombre que ama en silencio, el «warlord» de Ashandriar, y el rapto en su lugar de Arianrhod, su amiga, «Ia Loba» despierta y renace.  Recurriendo a la magia, consigue ser enviada a los dominios de Symion Karshnur (3), el brujo que es la conexión terrenal del demonio Y’garon, para combatir a sus huestes inferiores y, en combate singular, vencer a uno y otro al tiempo que a sus temores mas oscuros, consiguiendo así, la libertad de la amiga y de nuevo la suya propia.

El segundo episodio, «Caza Real» (4), es continuación y complemento en páginas de la historia, en la que Marada y Arianrhod (conjunción personificada de espada y brujeria) conocen, combaten, y finalmente entablan amistad con Ashake, reina de Meroë, en el este de África (5), mientras se dirigen de regreso a Ashandriar.

Chris Claremont es conocido por la mayor parte de los lectores como guionista destacado de Marvel, donde sus conocimientos y dotes personales le hacen el más popular de los actuales. En notable su labor en series como «X-Men«, que recogió hundida y abandonada para situarla como número uno de ventas, y ha incidido notablemente en el resto del particular universo Marvel.  Algo así sólo lo consigue un verdadero profesional y a base de calidad.  En Marada, realiza una nueva incursión al terreno de la Fantasia Heroica, siguiendo los pasos que últimamente le encaminaban hacia este género: un episodio de Conan, «La Dama de La Nieve Plateada» (Super Conan nº 14 de Forum, «Savage Sword of Conan» nº 14 USA), y esa magnifica miniserie en seis episodios titulada «Black Dragon» (6) en la que, también junto a John Bolton, introduce en la Inglaterra de los Plantagenet elementos de magia y fantasía, junto a personajes de ficción (Morgan Le Fay, Robin Hood, hadas, seres élficos…).

En esta ocasión ha decidido trasvasar las aventuras al marco del Imperio Romano -en el tiempo en que éste se resigna a abandonar su República y se inician las primeras generaciones de su imperio-, si bien la acción transcurre entre las tierras de Damasco y la costa británica, en Ashandriar, mítica plaza fuerte situada entre los riscos que cortan el mar, lugar de estudio, misterio, y, sobre todo, poder. Ashandriar, legendariamente conectada a los druidas y Stonehenge, y considerada recinto de los inmortales dioses de las hadas. Marada comenta con Arianrhod que leyendo las crónicas del divino Julio sobre la invasión de Britania éste definía a Ashandriar como «cosa de dioses, semejante al Olimpo griego». Y algo de dioses han de tener sus moradores: Rhianon, dama del lugar, señora de las Artes Arcanas; Donal mac Llanllwyr, su hijo y jefe de guerra, que traza con su espada runas mágicas en el aire al tiempo que pronuncia palabras de teleportación; o Arianrhod, hija de este y compañera después de aventuras de Marada, iniciada en tales artes, de las que hace gala en repetidas ocasiones a lo largo de la historia. Claremont se introduce aquí en la fuente de obtención de dichos poderes, la ‘magia blanca‘: la comunión espiritual del hombre y la naturaleza, fruto de la cual los elementos materiales, agua, aire, tierra, fuego, son puestos a su disposición. Por el contrario, los poderes negros provienen de la conjunción entre un humano y un dios infernal, un demonio, que los concede a aquel que sirve a sus particulares intereses, como es el caso del hechicero Symión e Y’garon.

Respecto a la profesionalidad de John Bolton hay poco que decir. Si a alguien le quedasen dudas no tiene mas que volverse a ojear ese número 12 de «Aventuras Bizarras«, donde da vida gráfica al Rey Kull en el episodio de Doug Moench «El Diablo en el Espejo» («Bizarre Adventures» n» 26 USA) (7), y, si tiene oportunidad, su trabajo en «Black Dragon» o, mejor aún, esta novela gráfica que comentamos. En ella este artista ingles (perteneciente a esa nueva oleada de autores de su país que están revitalizando el grafismo USA, junto al recuperado Barry Windsord-Smith o esa grata sorpresa que fue Brian Bolland en «Camelot 3000»), hace gala de la maestría que posee para dar vida a las figuras, de esa vivacidad y fuerza que refleja en su obra a base de claroscuro, juego de luces y sombras, y una magistral utilización del pincel, la plumilla o la aguada. Su estilo, -definido como preciosista-, de corte elegante y clásico, es perfecto para la ambientación histórica deseada.

Concebida de inicio como un episodio de Red Sonja que sería publicado en «Bizarre Adventures», problemas editoriales de esta colección dejan el trabajo sin ver la luz (8).  Sus autores se encuentran entonces con una buena obra sin posibilidad de ser publicada; para colmo, los derechos del personaje son propiedad de Marvel.  Claremont se plantea estos temas y habla con Archie Goodwin, por entonces editor de «Epic Ilustrated«, quien se interesa por la idea; su siguiente paso es mas difícil: obtener los derechos de propiedad para sus autores, cosa que, en última instancia, consigue, pero a condición de no utilizar el personaje (9), lo que al fin y al cabo les dejaba igual. Sin embargo están decididos a no desaprovechar la oportunidad y comienzan la reconstrucción de la historia, creando un nuevo personaje.  Más tarde le añaden el color.  Un color que en nada desmerece el resultado inicial: realizado con acrílicos, John Bolton consigue darle una nueva fuerza y atractivo, en base al difuminado y la luminosidad que esta técnica permite (10).

Todo lo dicho hace de Marada una obra magnífica, a mi entender una de las mejores de la colección, ya de por sí situada en su totalidad en una escala elevada. Lástima que la inseguridad editorial de Forum respecto a Ia colección pueda obligar al aficionado español a ver transcurrir un dilatado tiempo antes de su publicación en castellano, si es que algún día se realiza (11). Aún así; supondría un bajo coste a pagar a cambio de deleitarse con ella.  No perdamos la esperanza.

Ah!, se me olvidaba. El trabajo de equipo de ambos artistas no termina con los aquí citados.   Entre sus proyectos futuros se contempla la realización conjunta de una nueva Novela Gráfica sobre los «X-Men«.  Será digna de ver (12).


La obra, como se sabe, tuvo otro episodio, «La Máscara del Hechicero», publicado en los números 22 y 23 de Epic Ilustrated, con fecha de portada febrero y abril de 1984; esta vez concebido a color desde su origen.  Recoge una nueva aventura y lucha contra demonios durante el regreso de Marada y Arianhord a Ashandriar.  Fue la última del personaje…

Aunque Claremont confesó en su momento su intención de continuar la serie con nuevos episodios nunca lo hizo.  Y es una lástima.  Porque las historias están bien contadas, el personaje (trasunto de Red Sonja, no lo olvidemos) es interesante, y la labor de John Bolton a los lápices (y colores) excelente; siempre ha sido uno de mis dibujantes favoritos, por el realismo que confiere a sus ilustraciones, la elasticidad y belleza plástica de sus personajes, sus expresiones…  Una lástima, como digo.

El libro-cómic que ahora publica ECC en edición de gran calidad recoge la obra al completo, todos los episodios creados para el personajes.  Muy recomendable.

NOTAS:

(1) Aparecida inicialmente en blanco y negro, en los números 10 y 11 de Epic Ilustrated, con fecha de portada febrero y abril de 1982.

(2) Una de las características más notables en las historias de Chris Claremont ha sido siempre la presencia de personajes femeninos fuertes y determinantes. En este caso, Marada puede ser considerada uno de los primeros personajes de cómics feministas a ultranza, siguiendo la estela de Red Sonja en quien se basa, inspirada siempre por el personaje Red Sonya de Rogatine, de R. E. Howard. Las imágenes a continuación, entresacadas de la obra, recuerdan poderosamente la imagen de la hyrkania en «La Canción de Red Sonja», de Roy Thomas y Barry Smith.  No es casualidad, sino referencia explícita.

(3) Trasunto del brujo Kulan Gath, archienemigo de Red Sonja en la serie de cómics, de quien posee rasgos e imagen. No en vano era éste el brujo original de la obra, como indicamos.

(4) Publicada también en origen en blanco y negro, en el número 12 de Epic Ilustrated, con fecha de portada junio de 1982.

(5) En Nubia, el reino de Kush en La Biblia, hoy Sudán.

(6) De próxima aparición, el 11 abril, en una nueva edición de ECC en cartoné, bajo el nombre de El Dragón Negro.  Claremont y Bolton en su mejor momento. Imprescindible.

(7) Otro gran trabajo de Bolton en blanco y negro (la portada en color se reproduce junto al texto).

(8) Poco se ha incidido en España en este extremo.  Ni Forum en su día, ni ECC hoy lo indican; nadie, salvo Berserkr, lo ha citado hasta ahora (reescribo: Zona Negativa lo hace, en su reseña de hace unos días, en este enlace).  Pero es cierto, puedo asegurarlo, y así se publicó en su día.  Puede confirmarse en internet si se desea (inglés o francés).  Pero la demostración más clara se encuentra en el original a lápiz de Bolton, donde reproduce su diminuta armadura de escamas plateadas, después convertida en túnica:

(9) Por aquel entonces se rodaba la funesta película de Red Sonja (renombrada aquí como «El Guerrero Rojo»), con Arnold Swarzenegger y Brigitte Nielsen, y Marvel temía  no poder conservar mucho tiempo los derechos del personaje.

(10) La recopilación de los tres episodios citados como Novela Gráfica se realizó en un tomo de 64 páginas a todo color (el que se comenta en el artículo), lo que obligó a Bolton a una reconstrucción de la obra. Su trabajo a color es excepcional, aunque el original se concibió en blanco y negro, y las sombras, los magníficos claroscuros de sus dibujos se pierden con el color, por excelente que sea.  Habrá quien prefiera una u otra terminación o, como a mí, ambas, aunque a veces me produzca el mismo efecto que esas películas clásicas en glorioso b/n, más tarde coloreadas digitalmente…  Algunas muestras, para decidir:

(11) Como antes se ha comentado, tardó 4 años en publicarse en España, en la colección Novelas Gráficas de Forum, a todo color, a imagen de la edición comentada, aun-que con portada en fondo negro.

(12) Finalmente no hubo novela gráfica, aun-que sí una colaboración más amplia,en la serie «X-Men Classics», que recu-peraba los episodios originales de Claremont para los mutantes (dibujados por Dave Cockrun), con nuevas historias de complemento, dibujadas por Bolton (con un dibujo de trazo más simple, maltratado por un color infame), así como las contraportadas (impactantes, pero sin la calidad de las obras comentadas).

LA GRACIA DE LOS REYES. «La Dinastía del Diente de León» #1, de KEN LIU.

Ficha La Gracia de los Reyes

Tenía curiosidad por esta novela de Fantasía que tanta expectación despertaba entre los aficionados.  Ken Liu, escritor chino emigrado a Estados Unidos con 11 años, ganador de todos los premios importantes del género (World Fantasy, Nebula y Hugo) con sus relatos cortos (alguno de los cuales conozco y me habían gustado), y el Locus por esta primera novela, me intrigaba y atraía.  Y no me ha defraudado: La Gracia de los Reyes, representa todo un soplo de frescura en el panorama cambiante de la Fantasía Épica actual.

Lejos de aquellos juegos de intrigas de G.R.R. Martin, o la suciedad oscura de Joe Abercrombie, diferente a los mundos complejos del Cosmere de Brandon Sanderson y el sugerente suspense de Patrick Rothfuss, Ken Liu nos ofrece al mismo tiempo un mundo tan natural y cercano al nuestro como diferente y alejado de éste, recreando una sociedad medieval de cultura oriental, principalmente la China de las grandes dinastías que le era tan cercana en su niñez gracias a los relatos (pingshu) oídos a su abuela.

Dara_MapaCon la base del ciclo dinástico de la narrativa china, Liu construye la historia de Dara, un archipiélago antes conformado por diversos reinos Tiro, y desde un tiempo atrás unificados bajo el poderío militar de uno de ellos, Xana, cuyo rey se ha erigido emperador y ahora gobierna al resto como un estado centralizado (el mapa incluido como guardas delanteras y traseras del libro, aunque de extraña orientación, es un gran acierto como guía, que facilita su consulta, y debería ser imitado por otras ediciones de obras con mundos distintos).  Pero el precio de mantener un imperio es la corrupción de sus dignatarios o funcionarios, y la opresión, pobreza, y trabajos forzados para el pueblo. La rebelión es solo cuestión de tiempo.

En ese entorno, conocemos las historias de diversos personajes, construidos con la sencillez (que no simpleza) de su vida diaria, y aceptados con la naturalidad más absoluta por el lector.  Ese es uno de los puntos fuertes de Ken Liu: la fuerza de unos personalidades humanas y creíbles en un entorno muy distinto al nuestro, una tradición muy diferente a la que conocemos, basada hasta ahora en la cultura europea antigua; unas motivaciones y relaciones humanas básicas que, siendo otras, no dejan de ser las mismas de siempre y calan fácilmente.  La chispa que detona y da inicio a la rebelión frente al imperio no puede ser más simple, más humana o casual que una broma, una ocurrencia graciosa (¿inducida por los dioses…? volveremos sobre ello), pero tan válida y efectiva como la vida misma.  Y es así en toda la obra: un cúmulo de circunstancias que desencadenan otras con una naturalidad desbordante.

Cubierta de la edición japonesa de libro por Toshiaki Takayama

Cubierta de la edición japonesa de libro por Toshiaki Takayama

De entre un gran plantel de personajes (cuyos nombres abruman al principio, por diferentes, y obligan a recurrir a un muy oportuno glosario) desta-can dos: Kuni Garu, de personalidad abierta, des-carada y atractiva, bribón de tabernas pendenciero y con don de gentes, alegre y holgazán para trabajos estables, que termina siendo guardia de prisioneros para el poder dominante y, por fin, llevado por las circuns-tancias, bandolero en las montañas.  Su emblema es el Diente de León, una flor pequeña, nada importante, que se eleva en el viento y expande a todas partes. El otro es Mata Zyndu, su antítesis: de familia noble y antigua caída en des-gracia con la llegada del imperio, educado por su tío en la tradición de valores y reglas de honor y responsabilidad, un gran guerrero, un portento físico en tamaño y cuerpo y gran estratega en la batalla, que esgrime con orgullo y efectividad a Na-aroénna, la gran espada de la familia; su emblema, el Crisantemo, flor ornamental originaria de China, símbolo de nobleza y sabiduría (nótese la diferencia entre la cultura oriental y otros pueblos, ya sean europeos, africanos o amerindios, que usan un animal como tótem).  Ambos, con personalidad muy diferente y distante entre sí, irán confluyendo despacio hasta unirse como hermanos en la comunión de objetivos: la lucha contra el opresor, y el bienestar del pueblo.  También, como en toda buena epopeya, terminarán enfrentados por enfoques y decisiones, víctimas de sus propias inseguridades y defectos, tan humanos (1).  Pero en esta historia del Crisantemo y el Diente de

León no sólo destacan ellos, sino un gran conjunto de personajes secundarios, casi todos los que aparecen en el glosario; algunos de corto trayecto, otros presentes en toda la obra, su definición se construye también desde la naturalidad, y gozan de historias propias o subtramas, que ejercen una fuerte influencia en los protagonistas y determinan los hechos y acciones: Cogo Yelu, Luan Zya, los hermanos Miro; todo elenco de militares de prestigio en ambos bandos…

Jia Matiza por Jessica Liu

Jia Matiza por Jessica Liu

También mujeres, aunque en menor cuantía.  No olvidemos que la tradición china fue de orden matriarcal, y aunque éstas no ejercían el poder directo, sí contaban con una fuerte influencia en sus dirigentes, y queda reflejado en la obra con historias y personalidad propias, como los casos de Jia Matiza o la Princesa Kikomi, sin olvidar el poder decisorio de Soto o el muy especial de Risana; y aunque alguno haya deseado disponer de una guerrera como Mulan, no debe olvidar que ya la tiene en Gin Mazoti, no tan noble o directa en combate como aquella, pero elevada a las más altas cotas de la estrategia y decisión militar.

 

Junto a unos personajes humanos (muy humanos), Liu imagina un panteón de siete dioses, patrones de los distintos reinos, humanizados también, pues no son sino representaciones antropomórficas de poderes naturales.  Dioses que no son chinos, y más recuerdan al panteón Olímpico de los griegos antiguos, aunque no se sitúan en lo alto de un monte, ni interactúan personalmente (bueno, alguno sí que lo hace, al parecer a escondidas de otros, incitando a realizar acciones, incluso el asesinato); casi siempre opinan entre ellosy toman partido por uno u otro bando, y «sugieren» más que obran.  Su presencia es casi testimonial, más una representación imaginaria de los cambios o decisiones que adoptan los hombres.

Lo que sí es chino es el concepto de Gracia que aparece en el título, referida a reyes o emperadores.  Pero también occidental, como fórmula de gobierno «por derecho divino», no propio (en nuestro país disponemos de numerosas muestras de este don para la monarquía absolutista, desde la Edad Media hasta Franco (incluso la RAE recoge hoy el término Por la Gracia de Dios como fórmula que acompaña al título de rey).  También los antiguos emperadores chinos acuñaron el término 奉天承運, «por la gracia de Dios», o «del Paraíso».  Y se usa en la novela:

«La gracia de los reyes no es igual que los valores morales que gobiernan a los individuos».  Luan Zya, para justificar a Kuni la traición de un rey.

Visión de Francesca Myman

Visión de Francesca Myman

Con todo, y aparte de una mitología light, la pregunta clave sería ¿hay elementos fantásticos y magia en la novela?  La respuesta es no. O sí, pero aparte de algún animal imaginario, elementos no mágicos. Liu utiliza en cambio una suerte de ciencia ficción especulativa, lo que sería un posible steampunk medieval: la anticipación imaginaria a ciertos elementos futuristas para la época, siempre teñidos de ese componente orientalizante que caracteriza la novela: grandes cometas de seda utilizadas como armas voladoras individuales, globos aerostáticos -más bien zeppelines- confeccionados a base de bolsas de seda con gas y alas de plumas, que surcan los cielos a remos; mangueras de chorros a presión para desgastar la roca, vapor de agua para mover objetos complejos… un componente imaginativo, una apuesta por el progreso, que marca y decide la contienda. Un nuevo estilo que el propio autor ha definido como silkpunk (de seda), en contraposición al grimdark oscuro y sucio ahora en boga (aunque también aquí exista la traición o la crueldad, no se recrea en ella; como no lo hace en la descripción de batallas y sangre, por las que a veces pasa de puntillas, sin detenerse).

La Gracia de los Reyes es una epopeya de tiempos cambiantes. Narra el ocaso de un imperio y el nacimiento de otro, surgido de sus cenizas, desde la perspectiva humana del hombre sencillo, el pueblo llano, al tiempo que la nobleza más elevada o los funcionarios corruptos, en una recreación imaginaria y fantástica del gran imperio chino antiguo de las dinastías; la tradición oriental, imbuida del más puro espíritu épico de las gestas occidental, algo nuevo y diferente al tiempo que cercano, que sorprenderá a más de uno por la forma en que se cuenta.

diente-de-leonPorque lo más llamativo de Ken Liu es el estilo que usa: conciso y breve, sencillo, sin extensiones o grandilocuencias innecesarias. Maestro del relato corto, donde tales características son necesa-rias, en esta su primera novela utiliza iguales términos, de forma que cada capítulo constituye casi un relato corto, autoconclusivo, de acción cerrada.  Una fórmula que tiene dos componentes contrarios: de un lado, hace que la novela, de más de 600 páginas, resulta ligera y su lectura no pesa; de otro, subyace la sensación de que el autor hace trampas (aunque sea con elegancia), que no existe planificación previa y todo se construye sobre la marcha, ya sean por los saltos en el tiempo (lógicos tal vez, en esta especie de epopeya de vivencias), o esos cambios de criterio, sensaciones y pensamientos que desarrollan los personajes (y en la novela hay muchos, demasiados quizás, planteados y resueltos cada uno de ellos en un mismo capítulo), lo que genera la sensación de que abundan las soluciones «deus ex machina». Supongo que se trata de algo que mejorará con el tiempo, fruto de la madurez y evolución natural del autor.  Pero hoy me ha parecido un defecto; el único que le encuentro.

La novela (que aunque trilogía, es autoconclusiva y se lee de forma independiente The Wall of Storma su continuación, ambientada años más tarde) supone un soplo de frescura y originalidad en el panorama fantástico actual, plagado de copias de estilos y entornos premiados, autores que repiten sin descanso ni compasión fórmulas previas, y otros que alargan en exceso (eternamente) su éxito.  Y el cambio se agradece, en la esperanza de que incluso vaya a mejor.

No tardaremos en comprobarlo: en la página del autor se anuncia para octubre la segunda parte de la trilogía, El Muro de las Tormentas (2), que incluso se encuentra en pre-venta en Amazon, y aparecerá en castellano en 2017.

Mientras tanto, mi recomendación es que os hagáis con esta primera parte y la disfrutéis. Quedaréis satisfechos.

NOTAS:

(1) – No he podido sustraerme a la comparación de ambos personajes con Conan, emblema por excelencia de la fantasía épica (me pasó durante la lectura, y he querido recordarlo ahora); y en parte con cualquiera de los héroes de gesta tradicionales, que aúnan características que ambos poseen: poderío físico que impresiona y nobleza de espíritu, al tiempo que truhán o bribón tabernario, pendenciero y vividor, no exento de un código de honor y valores propios elevados.


(2) Sinopsis de La Dinastía del Diente de León, volumen 2:

Kuni Garu, conocido ahora como Emperador Ragin, rige el archipiélago de Dara, esforzado en mantener el progreso al tiempo que su visión de mejorar las necesidades del pueblo. Pero una fuerza invasora inesperada procedente del imperio Lyucu, en el lejano oeste, alcanza las costas de Dara y genera el caos. El emperador no puede enfrentar en persona la amenaza, dirigida contra sí mismo y un imperio en construcción, por lo que se ve obligado a enviar a las únicas personas que gozan de su confianza, en la esperanza de que su inteligencia y astucia consigan librar a Dara de unos invasores invencibles: sus propios hijos, ya crecidos, listos para dejar su huella en la historia.

 

Los próximos CONAN: NACERÁ UNA BRUJA

«Cada 100 años nacerá una bruja».  Robert E. Howard

CEV HC Paul RenaudDescubrámonos, señores, porque nos encon-tramos ante la adaptación de uno de los mejores relatos (si no el mejor) de Conan que escribió Robert E. Howard (1). En él, la magia narrativa del tejano se acrecienta mediante el uso de distintos puntos de vista –POV’s(ya veis, no fue G.R.R.Martin quien inventó esta técnica) para construir una gran historia épica con tintes fantásticos, donde el cimmerio no es el único protagonista (aunque se erija en el principal, por méritos propios), y en la que se exponen sus verdaderas cualidades más allá de ese portento físico de la naturaleza que es, además de pendenciero, bebedor o mujeriego: lealtad, fidelidad, firmeza de convicciones, inteligencia, astucia, liderazgo, dotes para el mando y la estrategia, tanto política como militar. Una figura humana muy alejada del bruto salvaje hipertrofiado y sin mente que nos ha transmitido el cine. ¡Qué magnífica historia para una película se ha perdido, debido a las veleidades protagonistas de unos productores y guionistas inútiles y poco comprometidos con el autor y su personaje!

20 SaloméSu adaptación al cómic, en cambio, es buena; aunque para disfrutarla con la intensidad que merece haya que despojarse antes de prejuicios y esquemas preestablecidos: un buen cómic no es sólo dibujo, sea del estilo que cada uno prefiera (y sabéis que soy un enamorado del realismo para este tipo de historias), sino la forma en que se narra, las sensaciones que nos transmite.

En este sentido, Van Lente cumple bien con su labor al guión, pues respeta y es fiel al escrito original de Howard, tanto como el aclamado (también por mí, en su día) Roy Thomas (sé lo que digo, pues cada vez que me enfrento a una adaptación releo y disfruto al tiempo el texto original  y su primera versión en cómic); incluso más que éste, pues no reescribe la historia, como él hizo, para otorgar a Conan el prota-gonismo absoluto de la acción (en detrimento de Valerius −algo que después repite con Zelata, en La Hora del Dragón); aunque no quede exento de fallo (para mí lo es el no respetar la separación de la historia original en capítulos que dispone REH −y Thomas mantuvo−, con lo que la narración pierde algo de fuerza).

Es en el aspecto gráfico (todas la imágenes que se acompañan son ampliables, al picar sobre ellas) donde hay que liberarse de prejuicios.  Vuelvo a reconocer que no considero el dibujo de Brian Ching −demasiado caricaturesco en rostros y figuras de planos alejados− el más indicado para las historias del cimmerio; más cuando el canon Frazetta, seguido por el gran John Buscema de su época dorada, junto una lista interminable de grandes entintadores, ha marcado estilo entre los seguidores, que lo preferimos (también la última época de Barry W. Smith, a quien podría asimilarse en sus principios).  Pero 20 Salomé y Contantiussuperado ese trauma inicial, y más allá de las inevitables comparaciones de tal o cual escena o cuerpo rotundo y turgente, el resto se deja ver, llegando a ser bastante efectivo en ocasiones; sobre todo, el ajuste al más mínimo detalle del original, algo que demuestra un respeto que se agradece (ropa blanca y turbante verde en Olgerd; gemelas morenas en lugar de rubias despam-panantes; la armadura negra de Conan bajo su túnica blanca de zuagir...); además de un diseño ágil de páginas y grandes viñetas que ayuda al desa-rrollo de la narración (los tiempos cambian, y en el formato actual se dispone de mucho más espacio para contar la historia).

21 - CrucificadoRecogida en los USA en un tomo de 152 páginas, cuya portada reproduce la famosa escena de la crucifixión (espero que Planeta cómics la respete en su día, pues plasma la escena más significativa de todo el relato), la historia fue presentada en seis cuadernos (números 20 al 25) que constituyen el plato fuerte y cierran la serie Conan the Avenger, con cinco portadas aceptables aunque algo suaves de Paul Renard, y una sexta impactante de Simon Bisley. Un tomo bastante recomendable para el aficionado, pues −insisto− contiene una de las más extraordinarias aventuras de nuestro bárbaro favorito.  Yo la he vuelto a disfrutar.

Tanto que, aunque aquí podría acabar esta crónica, os la cuento con todo lujo de detalle más abajo, pues así me lo pide el cuerpo.  Con la advertencia de que contiene numerosos spoilers sobre la misma, tanto en palabras como imagen. Pero como la historia es suficientemente conocida, no será un problema para el aficionado; y al neófito, conocerla no le impedirá disfrutar de su lectura posterior, ya sea en este tomo o su relato original, pues merece bastante la pena (si no lo has leído, ya tardas en subsanar ese error).  Y en todo caso, con no continuar…

Advertidos quedáis.

CEV 20-25 B

Según la cronología de Dale Rippke, Conan tiene ahora 26 años cumplidos.

Conan el Vengador #20.

20 Salomé brujaEste primer cuaderno se centra en la historia de Salomé y Taramis, la usurpación del trono de Khauran y la entrada en la ciudad de los soldados de Contantius, el Halcón, voivoda khotio de las Compañías Libres; un Constantius de finos bigotes, pero sin los cabellos largos que describe el relato, aunque sí con esa belleza aquilina implacable que le confiere el autor.  Las gemelas no son esas bellezas rubias impresionantes que nos trasladaba el cómic anterior, pero la imagen de Salomé, en su estilo, resulta bastante expresiva. Sin embargo, no hay ninguna fuerza en el Conan que dibuja Ching, que no consigue representar ese líder carismático y con autoridad sobre los soldados de la ciudad, que provoca el levantamiento, y que tan bien reflejó Buscema con entintado magnífico de La Tribu(2).  La parte final, narrada por un Valerius herido (cuya imagen no es tampoco la de ese joven que admira a Conan, sino la de un veterano curtido) pierde fuerza, al no aprovechar el recurso de REH del corte narrativo, y presentarla como continuidad del propio levantamiento.   Un primer cuaderno de perfil bajo.

Conan el Vengador #21.

21 - Cruxificción A

Dedicado en exclusiva a la famosa escena de la crucifixión de Conan. En este caso, la cruz es un aspa montada sobre un mástil, de difícil realismo.  Lo notable de este cuaderno es que el dibujo de Andy Owen resulta mucho más realista que el de Brian Ching, lo que ayuda en la representación del contenido, pues Van Lente, al disponer en este formato de páginas suficientes, se centra y recrea la agonía, suplicio y alucinaciones del cimmerio en la cruz, hasta el f21 - Cruxificción Bamoso bocado al buitre que le acecha; justo cuando enlaza con la llegada de Olgerd Vladislav y sus hombres, que lo liberan, no sin su punto de crueldad.  Y un Conan debilitado sigue a la banda hacia el desierto.  Un acierto; tal vez la mejor parte de la adaptación

Conan el Vengador #22.

Han transcurrido 7 meses.  Van Lente también utiliza el recurso de REH de la carta enviada por el sabio Astreas a su colega filósofo Alcemides en Nemedia para narrar la depravación y maldad que se han cernido sobre Khauran en este tiempo; el cambio experimentado por la gentil y virtuosa reina Taramis, amada por su pueblo hasta entonces, y ahora temida como el demonio que parece habitar su 22 zuagirscuerpo, como piensa Valerius, líder de la sedición interna, y ahora desaparecido, mientras Salomé ha convocado otro demonio real que habita en una torre del templo, donde realiza sacrificios humanos; los saqueos y ajusticiamientos de los soldados shemitas a las órdenes de Constatius, ahora convertido en regente, hacen que miles de khauranis huyan de la ciudad, mientras se suceden rumores sobre Conan, que podría haber escapado del castigo del Halcón, y convertido en el lugarteniente del líder zaporosko de los zuagirs, cuya horda ha crecido considerablemente, y podrían atacar Khauran.

22 DepravaciónSólo que si el recurso de la carta es válido en la novela, en un cómic deja mucho por contar (salvo en manos de Roy Thomas) y Van Lente decide intercalar escenas 22 Conan Zuagiren las que un grupo de zuagirs interceptan la misiva y ésta cae en poder de Conan, quien no sólo conoce las noticias, sino que comienza a fomentar la unión de los khauranis dispersos por el desierto, para conseguir un ejército oculto a sus órdenes que reconquiste su ciudad.  Un recurso no descrito en el texto original pero que resulta válido, por cuanto el hecho se explica después en el desarrollo de los acontecimientos. Aquí Brian Ching sí nos ofrece, al final, la imagen de un Conan calculador que trabaja encubierto, bastante apropiada para el momento.

Conan el Vengador #23.

23 AtaquesDesarrolla la actividad de Conan como lugarteniente de Olgerd Vladislav, aunque en realidad ya convertido en verdadero líder de los zuagirs, cuyo número ha creci-do considerablemente desde su llegada debido a sus éxitos.  Tras diversos ataques a pequeñas ciudades o campamentos turanios y caravanas, que no se detallan en el relato 23 Olgerd Vladislavoriginal, pero que en el cómic son descritas con acciones fuertes y descar-nadas, cuando conoce que Olgerd, perdido en planes personales sin altura de miras, no piensa cumplir su promesa de liberar Khauran, Conan lo desafía y derrota; y tras expulsarlo del campa-mento, queda como único líder real de los zuagirs, a los que conducirá a una época dorada de suculentos botines y saqueos; pero antes, hacia la conquista y liberación de Khauran.

Conan el Vengador #24.

Conan y sus zuagirs ponen sitio a Khauran. En los meses transcurridos, Salomé no ha dejado de torturar y atormentar a su hermana Taramis, cautiva en una mazmorra.  Ahora, le entrega la cabeza de su consejero Kallantrides, regresado de Turán, quien pretendía levantar al pueblo afirmando que Conan tenía razón y un demonio ocupaba el lugar de su reina. Pero Valerius, que en secreto fomenta la sedición entre los khauranis, confirma sus sospechas sobre la usurpadora. El asedio de los zuagirs, con catapultas y máquinas de guerra que nadie se explica de dónde han obtenido, obliga a las tropas shemitas a salir de la ciudad y combatir en campo abierto, y ese será el momento apropiado para iniciar la rebelión interior.

24 Batalla 1

24 Batalla 224 DerrotaEn la batalla que sigue, Conan demuestra su inteligencia y dotes para la estrategia (lejos de esa imagen de bruto ceporro y de mente estrecha de Swarzenegger) mediante el uso de falsas máquinas de guerra que fuerzan el combate fuera de la ciudad, y en un ataque de hábiles maniobras –bien descrito por Brian Cning  en una secuencia continua de 4 planchas dobles -8 páginas- con las que compone una descripción ágil de la batalla– derrota a los shemitas con la irrupción por sorpresa de 3000 hiborios a caballo (los propios khauranis exiliados, unidos bajo su mando), y tras la muerte a sus manos de Khumbanigash, su gran guerrero, las tropas del Halcón son masacradas.

Conan el Vengador #25.

25 DemonioSalomé se sabe perdida tras la derrota de Constantius ante los zuagirs de Conan, por lo que decide entregar a Taramis al demonio Thaug que mantiene en el templo. Pero Valerius y sus seguidores intervienen y se inicia un juego de rescates y enfrentamientos con la bruja, sus acólitos y un ser diabólico, hasta que el joven khaurani atraviesa a la bruja con su espada, justo en la media luna roja que luce entre sus pechos.  En esta adaptación, Van Lente respeta lo descrito por REH en el relato original y es Valerius, y no Conan (como decidió Roy Thomas en su día, para dar mayor protagonismo al cimmerio) quien acaba con la bruja.  Aunque ésta, sangrante y maltrecha antes de morir, convoca a Thaug, que siembra el terror a las puertas del templo (3).

25 Thaug

Hasta que −ahora sí− Conan entra en la ciudad a caballo con los khauranis exiliados y algunos zuagirs, y acaban con el monstruo bajo una lluvia de saetas.  Taramis, agradecida, le ofrece de nuevo el puesto de capitán de su guardia y canciller, pero el cimmerio rechaza el ofrecimiento y propone a Valerius en su lugar. Es el líder de los zuagirs, y está dispuesto a conducirlos a una gloriosa etapa de saqueos de caravanas y puestos fronterizos turanios.  La corte no es para él.

Y ¿qué ha sido de Constantius?

En uno de los mejores finales de justicia poética narrados por Howard, siete meses después, una nueva cruz en el desierto al amanecer (también sobre mástil) acoge rodeada de buitres al único superviviente (por un tiempo) de las Compañías Líbres.

«Estarás muerto antes del anochecer… -dice Conan-. Por eso te dejo, Halcón, en compañía de otras aves del desierto»

Y se aleja al trote, seguido por una larga columna de jinetes de túnica blanca…

25 Justicia final

Atractivo, ¿verdad? ¿a que entran ganas de disfrutarlo?

NOTAS:

(1) – Escrito en 1934, y publicado en la revista Weird Tales en diciembre del mismo año

Weird_Tales_1934-12_-_A_Witch_Shall_be_Born

(2) – Un compendio de buenos autores, en el que sobresalen los estilos de Neal Adams y Tony De Zúñiga.  Uno de los mejores entintados del dibujo de Buscema que, aunque oculta un tanto su propio estilo, embellece las figuras con rotundidad y una fuerza extraordinaria.

Buscema

(3) – Un Thaug bastante diferente del que describe Howard en el relato, aunque lo hace de forma poco concreta). La interpretación de Simón Bisley en la portada puede ser algo más válida (incluso más que la de Buscema -arriba-). Pero quien, a mi entender, mejor ha sabido interpretar el horror que indica Howard es Gary Gianni, en la ilustración que aparece en Conan de Cimmeria, Vol.2 (1934), de Wandering Star, publicado en España por Timún Mas (Seyla Editores) en 2005 («…se avalanzó sobre él dando descomunales saltos de rana.»):

Thaug por Gary Gianni

EL TAPIZ INVISIBLE, de Juan Antonio Fernández Madrigal

Ficha El Tapiz Invisible

Fantasía especulativa o prospectiva es un termino que no existe (o no se utiliza), lo reconozco; pero quiero usarlo -conscientemente- porque resulta difícil clasificar esta obra de Juan Antº. Fernández Madrigal, autor fácilmente catalogable como de Ciencia Ficción por su obra previa, que sí se enmarca en este género (con el adjetivo o subgénero [Space Opera, New Wave…] que cada cual decida aplicar, que tampoco ahí nos pondremos de acuerdo). Pero, si bien en algún momento El Tapiz Invisible posee reminiscencias de Dune, que el autor reconoce sin ambages y con orgullo, creo que la Space Opera (donde muchos la incluyen no sin polémica) no le es aplicable.  Y aunque en el prólogo se la cataloga como Fantasía («épica o alguna de sus variantes»), tampoco puedo estar de acuerdo con mi admirada y sabia Gabriella Campbell.  Así que, para no cometer un error involuntario de catalogación incorrecta, y sabiendo que será tema y polémica alguna tarde en la TerMal (se hablará de ello, estoy convencido), me decido por ese subgénero ecléctico inventado, no sin pedir disculpas previas por la arrogancia.

AcomtéY es que en un principio la acción de El Tapiz Invisible discurre por caminos cercanos a la fantasía, (una tribu primitiva, errante y nómada en el desierto, con la misión «divina» de seguir siempre un mismo rumbo guiado por su shamán, el único que regresa cada tiempo para recibir instruccio-nes; y otro pueblo de corte feudal, organizado en un acomté disperso en distintas ciudades rodeadas de hierma venenosa, en la que que una clase, los uremos, somete a otra, los altenos, gracias a unos collares que leen o dejan leer, respectivamente, las mentes).  Pero con el transcurso del tiempo y las páginas, alcanza terrenos cercanos a la Ci-Fi soft (esos collares, restos de una tecnología que nadie sabe de dónde proviene; La Mina, de donde se extraen artilugios de un pasado perdido que utilizan como armas; o Esfinge, de quien no voy a seguir hablando, os lo aseguro, y tendréis que descubrir vosotros mismos).  Para terminar enlazada en esa Saga de las Víboras de las Formas que compone la obra del autor, aunque se puede leer por separado (sinopsis editorial aquí).

CiudadesSí coincido con Gabriella en que, más allá del género utilizado como trasfondo de su relato, lo que realmente persigue JAFMA (acrónimo del autor) es contar una historia, tejer un tapiz de interrelaciones personales en principio inconexas pero más unidas de lo que parecen, y en cierto modo predefinidas por el tejedor del tapiz. Historias de relaciones entre sociedades diferentes, o las formas de dominio de unos grupos sobre otros. Historias individuales de crecimiento y superación, en unos jóvenes adolescentes que no comprenden cuanto ocurre con sus vidas, pero que aceptan -o se somenten a- la misión que se les encomienda.  Una misión más allá de individualismos concretos, en aras de una colectividad que, en el macrocosmos creado por el autor y la evolución de su obra resulta -por lo que intuyo-  la opción definitiva.

En este caso, además, el ecosistema, la naturaleza y sus otras formas de vida, son un componente importante.  Y los animales… (¡ah, los animales!)  Creo que en algún lugar del libro falta una recomendación importante, implícita en la ilustración de portada, y que el propio autor resalta en la presentación de la obra (enlace al vídeo aquí): prestad atención a los animales, cada uno de ellos, su más mínima presencia, pues son determinantes.

El Tapiz Invisible es, curiosamente, la primera obra escrita por el autor, hace más de 20 años; una obra de juventud (que entonces era sólo de fantasía), remozada con el tiempo y hábilmente engarzada en ese macrouniverso espacio-temporal (ya sí de ciencia ficción) que conforma el resto de su obra; novelas diferentes, pero enlazadas en un continuum progresivo y diferentes épocas de una humanidad que evoluciona.  Es verdad que esta novela puede leerse de forma separada a las anteriores de la Saga (de la que, por el momento, sería la última, cronológica-mente hablando). Pero estoy convencido que se disfruta más si se conocen las anteriores.  Y os animo a embarcarse en esa aventura completa.

No quiero dejar de indicar, por significativas, las citas que inician el libro:

«Decidme, ¿cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia?»

«Cualquier tecnología excesivamente avanzada es invisible»

Y, por último, su dedicatoria inicial:

«A aquellos tejedores de mundos que todavía no han aprendido:  ningún tapiz es invisible»

Animales 1

Doctor Ingeniero en Informática, profesor titular  e investigador en robótica e inteli-gencia artificial en la Universidad de Málaga, Fernández Madrigal, como autor de ficción, ha sido galardonado con diversos premios, nominado al Ignotus de la AEFCFT, y elogiado en las críticas por su enfoque original y cuidado de las formas y el lenguaje. Incluso se le ha definido como «uno de los aportes más novedosos y necesarios para la moderna ciencia ficción española» (1).  Personalmente, tenía bastante interés por acceder a su obra, que desconocía más allá de algún relato concreto (algo que ahora lamento y voy a solucionar, os lo aseguro).

Su lectura, sin embargo, no es fácil.  Tampoco complicada: su narrativa es fluida.

Pero no resulta cómoda o sencilla de leer, aunque sus planteamientos enganchen, sino densa (más en estructura que en estilo), algo críptica en sus propuestas (originales sin duda), y dosifica en exceso la información que ofrece al lector (juega con describir pensamientos de los personajes, pero sin compartir cuanto imaginan o saben). Requiere, por tanto, un esfuerzo añadido por parte de quien la lee (aunque después lo agradece).  Si queréis, está enfocada a un lector inteligente, esforzado, que se trabaja la historia.  Un perfil que el autor mismo requiere cuando confiesa buscar que su obra, que admite densa, pueda leerse de forma fluida (2).

Animales 2

No quiero dejar de indicar (vicio de antiguo fan-editor) la excelente edición de la obra que realiza El Transbordador: como editorial pequeña -pero arrojada- que es, transpira cariño, y ganas de hacer bien las cosas.  Desde la suave textura de su portada a la ilustración doble que la ilumina, obra de Juan Carlos Rivas, muy implicada en su contenido; sin olvidar los dibujos de animales (¡ah, los animales…!) que animan el interior, esos ideogramas de las dieciséis ciudades del Acomté al frente de cada capítulo, o la vidriera-mapa del mundo, al inicio (todos dibujados por el propio escritor, 20 años atrás).

¡Qué gran suerte has tenido, Juan Antonio!.

Si un día publico un libro, también quiero que me traten así.

NOTAS:

  1. Literatura Fantástica (2004). Mariano Villareal, en la reseña a su novela «Umma»
  2. Literatura Prospectiva (2010). Entrevista al autor, con motivo de la publicación de «Fragmentos de Burbuja»