EL TEMOR DE UN HOMBRE SABIO más que El Nombre del Viento

Durante estos días, Patrick Rothfus ha estado en Nueva York, haciendo lecturas, presentando su recién editado «El temor de un Hombre Sabio», y firmando ejemplares (suponemos que de «El Nombre del Viento»,  ya que el tour de firmas del segundo lo inicia en marzo) ha publicado fotos del primer ejemplar de la nueva novela, ya en versión comercial (que adjuntamos abajo).

Lo que nos ha sorprendido es su confesión y extrañeza de que la edición (en tapa dura) de «El temor de un Hombre Sabio» dispone de 994, pero ocupa un tamaño similar al de «El Nombre del Viento», que «sólo» tenía 662…

De confirmarse estas cifras, hay que considerar que el segundo día de la Crónica del Asesino de Reyes ocupa -en páginas- un tercio más que el primero, lo que me ha llevado a pensar que si la edición en castellano de Plaza y Janés de éste dispone de casi 900, de mantenerse la proporción indicada antes y no ser un efecto editorial, la del segundo libro llegaría a alcanzar las 1350 páginas…

(¡Uau!, lo que vamos a disfrutar…!).

Fotografías del propio Patrick Rothfuss

Las aventuras del Preste Juan (Wan Tengri).

Continuando el artículo anterior sobre «La Biblioteca del Laberinto» y sus historias pulps,  nos hacemos eco ahora de los números 40 y 42 de la colección, con los que Francisco Arellano recupera y nos permite disponer en castellano de las historias de Wan Tengri, conocido también como el Preste Juan, de Norvell Wordsworth Page.

Un personaje, sin duda, nacido a la sombra de Conan, en 1939, una vez desaparecido éste (su autor), y con intención de ocupar su lugar.  Sólo que Norvell Page, prolífico escritor de The Spider (La Araña, un vigilante anti-crimen al estilo de La Sombra) bajo el pseudónimo de Grant Stockbridge, sólo escribió estas dos historias de fantasía épica, firmadas con su nombre real.

El planteamiento inicial de Page para el personaje era bueno, y no carecía de posibilidades: tomar la figura mítica del Preste Juan, de fuerte arraigo popular entre los siglos XII y XVII, y al tiempo que le otorgaba un origen y narraba sus vicisitudes hasta alcanzar tan elevada posición, lo utilizaba como personaje de sus aventuras fantásticas.  Como digo, un buen planteamiento; interesante, pero poco aprovechado:

La tradición popular cristiana consideraba al Preste Juan un poderoso rey cristiano, patriarca, presbítero o sacerdote, de una supuesta nación aislada entre los reinos paganos e infieles de Oriente; descendiente de aquellos tres Reyes Magos que adoraron a Jesús en el pesebre y, como ellos, sabio, generoso y poseedor de innumerables riquezas y un gran ejército; en la Edad Media llegó a esperarse que acudiría con éste a Tierra Santa en ayuda de los cruzados, incluso algún Papa cruzó misivas y envió mensajeros en su busca… sin encontrarlo.  Situado inicialmente en la India, la invasión de los mongoles trasladaría el mito al Asia central, y de allí a tierras de Etiopía.  La tradición esotérica cristiana consideraba que fue a las tierras del Preste Juan donde Parsifal llevó el santo Grial.

Por otro lado, la leyenda podría tener cierta conexión con la realidad y algunos gobernantes keraitas (uno de los pueblos mongoles, convertido al cristianismo nestoriano), si se identifica el nombre de Preste Juan con el título de Wang Jan que algunos recibieron del emperador (Jan = Khan).

Para Page, sin embargo, el origen de la palabra Preste del personaje no provenía sin embargo del francés (prestre) y latín (presbyter), sino del griego, en una acepción que significaba «huracán».  Nuestro protagonista, un gigantesco escita pelirrojo del siglo I d.C, sería inicialmente gladiador en Alejandría, Egipto, que por su forma de actuar en el estadio se ganaría tal sobrenombre.  De allí partía hacia Oriente, llevando una vida aventurera que superaba a la de Conan en cuanto a víctimas, por tierras de India, Mongolia y China, dispuesto a hacer cumplir la profecía de un astrólogo que le vaticinó que ganaría tres reinos.  Así, Wan Tengri es la versión orientalizada del nombre Preste Juan, pues Tengri, en Asia, serían los espíritus feroces de los aires superiores, los huracanes: Huracán Juan.  Pese a todo, N.W. Page incluye también cierta motivación cristianizada en sus actos y sobrenombre: el guerrero porta al cuello un trozo de leño de la Vera Cruz, que le sirve como amuleto frente a las artes oscuras, y ha prometido a Christos miles de nuevos seguidores para su fe a cambio de que le ayude a forjar un imperio…  una extraña concepción del cristianismo, sin duda.

Personaje de elevada autoconfianza, Wan Tengri se presenta muy superior a hombres, bestias y magos, y posee un excesivo sentido del humor (?) que le hace reir y bromear continuamente en combate, lo que intimida al enemigo, e insufla valor en el camarada (al que no siempre respeta).  Sus dos historias son típicas de fantasía épica, con mezcla de magos y brujería, y a muchos les resultará entretenidas (algo largas quizás, pues por aquella época los relatos solían pagarse por palabras, y muchos quedaban ciertamente «inflados»).  Aunque al final lo abandone o pierda, en ambas aventuras conquistará un reino.  No queda constancia de que finalmente cumpliese la profecía de conquistar un tercero, pues Norvell W. Page no llegó a escribir su tercera historia…

Y, sí; por si a alguno le suenan los títulos, tanto «Vientos de Llama» como «Hijos del Dios Oso» fueron fácilmente adaptadas por Roy Thomas como historias de Conan para los cómics; la primera entre los nº 32 a 34 de Conan the barbarian, y la segunda del 109 al 112 de la misma serie (muy poco antes de abandonarla, en 1980,  justo cuando se cumplían los diez años desde su inicio).

R.E. HOWARD «completo», en La Biblioteca del Laberinto.

Con algo de retraso, recogemos la aparición del noveno volumen de la «obra completa(?)» de R.E. Howard que de forma progresiva, casi artesana, y muy digna de elogio,  Paco Arellano viene publicando en su «Biblioteca del Laberinto» (junto a muchas historias y autores de la época dorada de los pulps) [ver aquí referencias previas].  En esta ocasión se trata de su número 41: «Santuario de Buitres, y otras historias del viejo Oeste».

Pocas ocasiones tendremos de encontrar libros de Howard no relacionados con la fantasía heroica de espada y brujería; menos aún dedicados por completo al lejano oeste, como en este volúmen.  Los cuatro relatos/novelas cortas que incluye (entre ellas «Los Buitres de Wahpeton», según su autor «uno de los mejores relatos que he escrito jamás») son obras de la frontera, situadas en su Texas natal en una época algo anterior y menos civilizada, pero sus personajes -pistoleros- son también lobos solitarios, que comparten un código de honor -o actuación- personal y estricto, que guía sus pasos; el código de la frontera, no el de la «civitas«.  No son Conan, Kull, o Kane; pero algo de ellos se encuentra también en los Red Ghallinan, Buck Laramie, Bill McClanahanSteve Corcoran que protagonizan estas historias, como posibles reencarnaciones -en otro plano de espacio y tiempo, sin duda-, de un mismo campeón eterno, esta vez de R.E. Howard.

No quiero dejar sin citar la traducción de Óscar Mariscal, cuya pasión por el autor y obra queda patente en la presentación novelada que realiza a la edición, donde nos narra situaciones de REH que no son del dominio general o no todos recuerdan, como esa pasión confesada (a August Derleth) por el western serio, al que incluso pensó en dedicarse por completo en 1934, abandonando otros personajes.

No lo hizo, y los amantes de la Fantasía Heroica salimos ganando.

Pero si alguien quiere saber de primera mano por qué Lovecraft le adjudicó a Howard el apelativo de Bob «dos pistolas», éste es vuestro libro.

KVOTHE II: El temor de un hombre sabio – Tour de Firmas

El momento se acerca… y «El temor de un Hombre Sabio» pronto -muy pronto- estará a la venta en USA (pre-venta en librerías importantes hace ya tiempo).

Y para que nadie piense lo contrario, Patrick Rothfuss anuncia ya una gira de firmas del libro, en la que recorrerá gran parte de Norte América en las primeras semanas de marzo:

  • 1 al 6 de marzo: La Costa Oeste (Seattle, Portland, San Francisco, Los Ángeles, San Diego, Houston)
  • 8 al 12 de marzo: La América «Media» (Madison, Chicago, Dayton, Lexington, Saint Louis)
  • 14 al 16 de Marzo: La Costa Este (Whashington DC, New York, Boston)

Y en España ¿cuándo?

Hay que traducirla antes…  (Intentaremos enterarnos.)

EL CAMINO DE LAS SOMBRAS. De Brent Weeks.

Debe ser grande codearte con autores consagrados en tu primer libro («El Camino de las Sombras»), convertirte en autor revelación con tu trilogía («El Ángel de la Noche», publicada de un tirón y en 10 idiomas), y pasar a nº 1 en las listas Locus de Best-Sellers con tu segunda creación («El Prima Negro»).  Así debe sentirse Brent Weeks actualmente…

«El asesino perfecto no tiene amigos, sino objetivos».

Y un Ejecutor lo es.  Si alguien se convierte en su objetivo pasa a ser llamado muriente, porque más tarde o temprano la muerte le alcanza: un contrato firmado por un ejecutor es una sentencia.  Como Sentencia se llama la espada del mejor Ejecutor, Durzo Blint, respetado y contratado tanto por la nobleza como el Sa’kagé, la organización criminal que mueve los hilos e intereses reales en la ciudad de Cenaria.

En La Madriguera, esa parte de la ciudad que no pisan lo nobles, la vida es dura, no tiene valor.  La única forma de defenderla entre la miseria y el miedo es seiendo más temido de lo que temes, ganarte el respeto matando antes de que te maten.  Y Azoth, con 11 años, tiene claro su futuro: quiere ser el aprendiz de Durzo Blint.  Sólo que Blint no acepta aprendices…  Y aunque lo hiciera, convertirse en el mejor asesino del mundo requiere pagar un precio que no todos pueden, el adiestramiento más duro, olvidar cuanto se creía y tenía hasta entonces y comenzar de nuevo bajo otra identidad, manejarse de igual forma entre las intrigas de nobleza y parias…  convertirse en un caminante de las sombras.

Kylar, que antes fue Azoth, acepta el reto de Durzo Blint y se adentra en esa senda; se forma, y avanza hasta ponerse a su altura, hasta alcanzar su bautizo de sangre…, su primera muerte, su primera duda.  «La vida no tiene sentido.  La vida está vacía.  Cuando quitamos una vida no arrebatamos nada de valor».

«El Camino de las Sombras» es, más que la historia de la iniciación de Kylar Stern como asesino de élite, la de su formación como persona, comenzando desde cero; moldeada en el crisol de una nueva familia, noble no sólo de título, donde conforma su verdadera personalidad, sus amistades reales, sus sentimientos… que a veces chocan con su instrucción paralela como ejecutor.  Porque Kylar es bueno, muy bueno; aprende con el mejor, y puede que algún día él mismo llegue a serlo…  si poseyese el Talento, esa cuota de magia que muchos pueden canalizar y en un ejecutor resulta casi imprescindible, pero que en él no funciona, no puede usar… ni lo hará jamás.  ¿Por qué entonces Durzo Blint lo eligió como aprendiz?  ¿Qué otro tipo de Talento posee Kylar?

Y es que la obra de Brent Weeks, sin complicar demasiado las tramas, tampoco es una historia plana.  En ella encontramos magia (muy leve al principio, aunque ganando peso conforme avanza la trilogía), misterio y, sobre todo, intrigas, económicas y políticas, tanto en alta sociedad como en los bajos fondos, donde en verdad se forja la economía cenaria.  En unos focos de poder que, conforme se desarrollan los hechos, ven agrandados sus límites geográficos hasta trascender el país y alcanzar otros reinos, como Khalidor, que pretende forjar un imperio conquistando la decadente Cenaria.

Al tiempo que desarrolla tramas, Weeks construye unos personajes curiosos, variopintos, bien esbozados, como el Conde DrakeLogan de Gyre entre la nobleza, Mama K, o Jarl en los bajos fondos.  Y sobre todos ellos Durzo, maestro omnipresente en la vida de Kylar, que se revelará más de lo que parece, aunque comience a desvelar secretos cuando ya no queda tiempo para hacerlo.  O esos tres personajes misteriosos (alguno no tanto), Dorian, Feir, Solon, cargados de poder, que participan poco en los hechos (¿de momento?…), pero que bien podrían merecer el protagonismo de una serie…

Sin embargo, de destacar algún aspecto sobre otros, en «El Camino de las Sombras» me quedo con la estrategia, la planificación de ilusiones, el uso de los sentimientos para conseguir un fin.  Actos que Brent Weeks utiliza y pone tanto en manos de Durzo como en Mama K, y sublima en Garoth Ursuul, que sabe contener su invasión y no actuar sin agitar antes los hilos de poder real de la ciudad; y cuando lo hace, cuando los maneja, las marionetas que mueve son las suyas… Una estrategia que Weeks define desde inicios, sin que el lector -o los personajes- nos percatemos de ella hasta que nos la muestra, al final, cuando todo se desencadena, en forma de actuaciones previstas y bien orquestadas que se desarrollan con precisión milimétrica.  Y con ellas llega la acción desenfrenada,  la crueldad inherente a toda invasión; al tiempo que las respuestas, aunque no sean las que necesitamos saber.  Y Kylar, convertido ya en Ángel de la Noche, descubrirá que no tiene a nadie que se las pueda ofrecer…

Portadas de otras ediciones de The Way of Shadows

«El Camino de las Sombras», de Brent Weeks, es una obra amena de fantasía épica, escrita de forma ágil y sin complicaciones, cuya lectura entretiene; se deja leer bien a pesar del tamaño, y -algo importante en una trilogía- te deja con ganas de continuar leyendo el segundo volumen.

«Al Filo de las Sombras» se encuentra disponible en librerías desde noviembre, y el tercero, «Más Allá de las Sombras», lo estará el mes que viene.  Toda una suerte para el lector, dados los tiempos que corren y vistas otras experiencias cercanas.