Canción de Hielo y Fuego 6: VIENTOS DE INVIERNO. Arianne, nuevo avance

Al igual que el año pasado, y como regalo a los fans impacientes que esperamos la aparición del sexto volumen de la saga, George R.R. Martin ha publicado en su blog un avance de Vientos de Invierno.

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Si el anterior correspondía a un capítulo bajo el Punto de Vista de Theon Greyjoy, éste lo es de Arianne Martell, princesa de Dorne.

Se puede leer (en inglés) directamente en sitio web oficial, siguiendo este enlace.  Aunque tened en cuenta que puede contener spoilers -y no pocos- para quien no haya leído Danza de Dragones.

Si bien el autor ha especificado claramente que el texto no puede ser copiado, reproducido ni difundido en forma alguna, supongo que habrá quien no le haga caso, y pronto lo tendremos también traducido…

EL HOBBIT: Un Viaje Inesperado. Comentarios a un estreno altamente deseado.

Finalmente, llegó:  el estreno más esperado del año.

El Hobbit: Un viaje Inesperado.

Y no defrauda.  Ni un sólo instante de sus largos 169 minutos de duración; extrañamente cortos mientras los disfrutas, extrañamente largos para quien sólo espera esa historia que el gran J.R.R.Tolkien ideara en su día como cuento nocturno para sus hijos pequeños, sin conocer por entonces las largas ramificaciones que iba a generar, la grandiosidad posterior de una ocurrencia tan maravillosa.

Y es que la adaptación cinematográfica de El Hobbit, una obra «menor» comparada con El Señor de los Anillos, no podía ser inferior a ésta tras caer en las manos de Peter Jackson, su director también, ¡nueve años atrás!, cuando demostró a toda la industria cinematográfica que era algo más que un friki, alguien a tener realmente en cuenta a la hora de contar historias largas, mover grandes masas de actores y personajes.  La obra de Tolkien había estado maldita hasta entonces para el cine (más allá de aquel intento semi-animado pero fallido -aunque genial- de Ralph Bakshi, en 1978, o sus ad-lateres animados, más infantiles, El Hobbit (1977) y el Retorno del Rey (1980), que completaba la obra de Bakshi donde éste la dejó, ambas dirigidas por Arthur Rankin Jr.); maldita, debido a su magnitud, un extenso tratamiento coral, o la inmensidad de sus escenas de acción… hasta que un Jackson a quien pocos tomaban en serio hasta entonces demostró a todos que podía hacerse y la convirtió en obra maestra, propia de un genio, altamente premiada después por la Academia.

Tras vicisitudes diversas y no pocos problemas, Jackson recoge El Hobbit después que Guillermo del Toro abandonase el proyecto y, sin desdeñar la base inicial de éste, decide hacerlo como una «continuación previa» a su trilogía de El Señor de los Anillos; como debía ser: con iguales escenarios y actores y música del oscarizado Howard Shore, a fin de construir ese todo compacto y unificado que merece la obra de Tolkien.  Sobre el guión original de Del Toro, Philippa Boyens, Fran Walsh y él mismo, construyen una nueva historia, consistente y ampliada con datos del propio autor, extraídos de sus Apéndices o el Silmallirion, como ya hiciera en su adaptación previa.

Así, para situarnos, recrean la historia del pueblo enano y la pérdida de Erebor, la Montaña Solitaria, su residencia ancestral: desde su ocupación por el dragón Smaug, los enanos vagan por la Tierra Media sin hogar; también la de sus reyes, Thror, Thrain, o el propio Thorin Escudo de Roble, explicando de paso el por qué de tal sobrenombre y dando vida a su gran enemigo, el trasgo Azog, asesino de su abuelo, y el origen y causa del enfrentamiento y odio visceral que sienten los enanos hacia los elfos.  De ESDLA recuperan el personaje de Radagast el Pardo, para introducir la figura del Nigromante en Dol Guldur, latente en el libro como figura amenazadora de trasfondo pero sin concretar, quien se revelará más tarde -como sabemos- como el propio Sauron, aún sin el poder que concentra lentamente, tras su derrota en la Batalla de la Última Alianza.  Es de suponer que, en entregas posteriores, esas idas y venidas de Gandalf, sus desapariciones de la compañía en el libro, sean rellenadas con los hechos narrados fuera de éste y que le llevan a descubrir la verdad; también con el desarrollo de otras historias (como las reuniones del Concilio Blanco liderado por Saruman, iniciadas en esta entrega, y sus actos para expulsar al Nigromante a Mordor) que completan la grandiosidad de la saga, la mayor obra de fantasía escrita hasta el momento.

El Hobbit, en libro, cuenta la historia de un grupo de trece enanos que, en compañía de Gandalf el Mago (un Maia, en realidad) y Bilbo Bolsón, un hobbit con ganas de aventuras y nombrado saqueador, emprenden la misión de recuperar Erebor, su hogar, liberando la montaña del dragón que la habita, y las vicisitudes que ocurren hasta conseguirlo.  Como película (ampliada finalmente a trilogía, ya sabéis), siendo fiel al escrito original, intenta ser más: un enlace entre el cuento inicial (de aventuras, jovial y liviano, juvenil) y la historia amplia de la Tierra Media (más profunda y tenebrosa, más adulta) que desemboca, 60 años después, en los hechos narrados en El Señor de los Anillos (desencadenados, como se sabe, por el anillo singular que Bilbo encuentra en esta aventura).

Bajo esa premisa, Jackson inicia El Hobbit en el mismo momento y lugar que ESDLA, con Bilbo y Frodo en La Comarca, poco antes de la llegada de Gandalf a la fiesta de despedida.  El mayor de los hobbits ha terminado de escribir las aventuras vividas antaño, que piensa entregar a su sobrino antes de partir hacia Rivendel.  Y comienzan los recuerdos… con esa frase singular que inicia una aventura maravillosa:  «En un agujero en el suelo, vivía un hobbit», y la llegada de Gandalf y los enanos, para conformar una tertulia inesperada, divertida, y contada magistralmente.

Como el resto de la película, una sucesión de sucesos y aventuras en el periplo de la compañía hacia la Montaña Solitaria, con paso por Rivendel, perseguidos por los orcos, luchando contra trolls y trasgos, aderezada con una chispa de humor continua que la aleja de esa permanente agonía y carga de responsabilidad que subyace en cada escena de ESDLA.  El Hobbit, con el protagonismo de los enanos, goza de un tono más cómico y juvenil, menos trágico, que cualquiera de las tres partes de aquella, sin que por ello desentone del conjunto que forman; según indica el mismo Jackson, ese componente cómico fue el motivo último que le decidió a dirigirla.  También es una película del momento en que se realiza, al estilo de hoy, con abundante acción y épica -más que en el cuento original- e imágenes espectaculares.  En este sentido, la introducción del sistema 3D HFR (High Frame Rate /Alta velocidad de imagen, con 48 fotogramas por segundo, el doble que el estándar actual), con el que Jackson demuestra de nuevo su espíritu innovador (sin entrar en posibles críticas, muchas de ellas por falta de hábito), confiere una mejora en la definición de las escenas de movimiento que, en cierto sentido, justifica -y sin duda mejora- ese posible exceso de acción que el público de hoy exige. Con todo ello, obtiene una obra entretenida, sin estridencias (salvo, quizás, ese rey trasgo de maneras histriónicas y exageradas, que más parece un personaje de Disney) ni excesivos cambios argumentales; y que a pesar de su duración nunca se hace pesada, pues antes que todo parezca volverse repetitivo entra en escena Gollum, y la llena, se adueña de ella, con esa expresividad intensa que Andy Serkis (por mucho que sea tratado bajo ordenador) confiere al personaje.

Y es que ese es uno de los mayores logros del director neozelandés, gran conocedor y fan confeso de la obra de Tolkienuna excelente definición de los personajes, que configura no sólo en imagen sino en el rol propio que desempeñan.  Y en este sentido, Martin Freeman  (¡excelente Watson, en Sherlock!) está increíble, y conforma un Bilbo joven mejor que el de Ian Holm, ya mayor.  También el elenco de enanos, algunos viejos actores recuperados, caracterizados todos de forma exagerada, muy acorde sin embargo a ese aire de comicidad juvenil deseada; o los que repiten de la adaptación anterior, y dan continuidad al conjunto.

Peter Jackson consigue con El Hobbit una nueva obra maestra, que gusta y disfruta toda la familia, cualquiera que sea su edad, y sean o no seguidores del viejo profesor 0 conocedores previos de su obra.  Y digo ésto convencido y muy consciente de mis palabras, pues he tenido la inmensa suerte de ver así cada una de las entregas de la saga, en ocasiones tres generaciones (solo dos en ésta, cosas de la vida) sentadas en butacas continuas, en la misma sala y función, y comentarlas después en grupo.  Y a pesar de las críticas que nos gusta hacer y buscar fallos e incongruencias en su conjunto o respecto a la obra original, todos coincidimos finalmente en que nos encanta, y hemos disfrutado -y mucho- con la experiencia.

Excelente, y altamente recomendable.  No digo más.

Disfrutadla.

Y TERRA NOVA vio la luz.

Fiel a su promesa de publicación y entrega en diciembre , hace unos días recibí el esperado volumen de Terra Nova, antología de ciencia ficción contemporánea, al que me había suscrito.

Confieso que recogí el paquete con cierta emoción -propia de antiguo fan-editor-, puesto que en mi opinión constituye un proyecto ilusionante y valiente en una época poco propicia a aventuras editoriales, digno de apoyar por cualquier aficionado a la literatura fantástica de calidad, por su intención de promover un nuevo espacio dedicado a la buena narrativa de ficción escrita originalmente en castellano (sin descartar por ello la inclusión de obras maestras en otra lengua, como las que se integran en este primer volumen).

Y es precisamente eso, calidad, lo que más destaca en esta obra y proyecto.  Desde su idea inicial, concebida por uno de nuestros mayores entendidos en el medio (¡¡felicidades, Mariano; has de sentirte orgulloso, con motivo!!), a su contenido, ocho estupendos relatos seleccionado de entre 190 enviados (más allá de esos impresionantes premios Hugo, Locus, Nebula o World Fantasy recientes) relacionados más abajo; la garantía indiscutible de sus dos coordinadores, responsables de la selección; su resultado final, ya en forma de volumen impreso de notable presencia; y esa increíble portada.

Pero también porque Terra Nova aúna, en distintas fases de su realización, nombres y conceptos (Cuásar, Literatura Fantástica, Sportula, La Biblioteca del Laberinto) íntimamente ligados a la edición independiente de narrativa de ficción en nuestro país, que resuenan en nuestra memoria de siempre con ecos de fanzines antaño, y hoy consolidan un proyecto de futuro (de mucho futuro, espero), y alegran en lo más profundo un viejo corazón curtido en esas lides.

¡Bienvenida, por tanto, a Terra Nova; y larga vida a un proyecto que recomiendo encarecidamente, y todo buen aficionado debería apoyar (además de disfrutar)!

Contenido:

  • Portada, por Ángel Benito Gastañaga (España)
  • Presentación, por Luis Pestarini y Mariano Villarreal (Argentina – España)
  • “El zoo de papel” (The Paper Menagerie), de Ken Liu (Estados Unidos) 
    premio Nebula de relato corto 2011
    premio Hugo de relato corto 2012
    premio World Fantasy de relato corto 2012
    finalista del premio Locus de relato 2012
    finalista del premio Theodore Sturgeon Memorial 2012
  • “Deirdre”, de Lola Robles (España)
  • “Recuerdos de un país zombi”, de Erick J. Mota (Cuba)
  • “Enciende una vela solitaria”, de Víctor Conde (España)
  • “Cuerpos”, de Juanfran Jiménez (España)
  • “Un día sin papá” (A Day Without Dad), de Ian Watson (Gran Bretaña)
  • “Memoria”, de Teresa P. Mira de Echeverría (República Argentina)
  • “El ciclo de vida de los objetos de software” (The Lifecycle of Software Objects), de Ted Chiang (Estados Unidos) 
    premio Hugo de novela corta 2011
    premio Locus de novela corta 2011
    finalista del premio Nebula de novela corta 2011

Edición en rústica: 16€
ebook in español: 2,99€

Más información, sobre el proyecto, contenido y autores, en Novaficcion 

Edición y adquisición: Sportula

 

Weird Tales de Lhork, 34. Ya disponible.

Uno de los más longevos fanzines dedicados a lo Fantástico, Weird Tales de Lhork, alcanza su increíble número 34.

Ya se encuentra disponible para descargar (en PDF) desde la web del Círculo, o picando sobre la imagen de su atractiva portada (arriba), con un interesante contenido (a reseñar la presencia de Lem Ryam, uno de los clásicos autores de los añorados Bolsilibros, o «novelitas de a duro«)

SUMARIO

  • Editorial 
  • Cuando el Conde Drácula visitó el Oeste.   Lem Ryam
  • Espadas en la oscuridad. José Fco. Sastre García
  • Edgar Alan Poe: maestro de la novela gótica, el misterio y el relato corto.  Francisco José de Pablo Muñoz
  • Espadas españolas. Eugenio Fraile
  • Elizabeth Bathory, la condesa sangrienta.   José Fco. Sastre García
  • En las salas de los reyes perdidos.   José Fco. Sastre García
  • Un lobo de mar llamado Lovecraft.   Óscar Mariscal
  • El rastro de los antiguos.  José Fco. Sastre García 
  • Juegos de rol históricos creados en España.  Fco. José de Pablo Muñoz
  • El buscador.  James H. Schmitz
  • León desencadenado.  James H. Schmitz 
  • Novedades editoriales

ALMURIC, de Robert E. Howard, en La Biblioteca del Laberinto

Un nuevo número de La Biblioteca del Laberinto, y un nuevo volumen de la biblioteca completa de obras de Robert E. Howard que persigue publicar (y, poco a poco, lo va logrando)  Paco Arellano.  En este caso, recoge los pocos relatos de ficción que el autor tejano escribió con un componente científico a sus espaldas; si bien, el más conocido de ellos, Almuric (una de sus pocas novelas), utiliza ese recurso para enmascarar, o justificar, el fondo de fantasía épica que en realidad contiene, pues su protagonista accede a un planeta salvaje al estilo de los mundos de Edgard Rice Burroughs, tan en boga por entonces, o sus propias creaciones de Fantasía Heroica.

Almuric no es una obra desconocida en España, ya que el propio Arellano se encargó en su día (1987) de facilitárnosla (y traducirla) en aquella clásica colección Futurópolis, de Miraguano, que dirigía; y muchos recordamos con agrado aquella adaptación al cómic que realizaron Roy Thomas y Tim Conrad en las páginas de Epic.  Pero de aquello hace ya bastante tiempo; y junto a los demás relatos de este volumen, y el resto de los que nos ofrece Delirio, se trata de una ocasión única de ir completando la obra de Howard.

(Imágenes ampliables al picar sobre ellas) 

También se publica el nº 10 de la revista Delirio, de la misma editorial, dedicada a temas de Ciencia ficción y Fantasía, con el siguiente contenido:

NARRATIVA:
  • Espacio, John Buchan
  • Nekht Semerkeht, Robert E. Howard
  • El Delta de Radegonde, James Branch Cabell
  • Dagón, Avram Davidson
  • El oráculo de Shantoggua, Javier M. Lalanda
  • Los ángeles de la cólera, Nathalie Charles-Henneberg
  • Aventuras de Domingo González en su extraño viaje al mundo lunar, Francis Godwin
Además del portafolio ilustrado
  • El libro completo del viaje espacial, Virgil Finlay