HALCONES DE ULTRAMAR: CORMAC FITZGEOFFREY, de Robert E. Howard, en cómic

Ficha Halcones de UltramarCada cierto tiempo encontramos la agradable sorpresa de una nueva obra de Robert E.Howard adaptada al cómic; obras que, sin ser de sus personajes princi-pales, se venden, y mucho, aunque no todas resulten atractivas o bien realizadas, ya sea por la propia adaptación o el dibujo modernista (en mi opinión, al tejano le va un dibujo clásico, realista, y no otro).  Confieso que en este caso he quedado muy satisfecho, con el resultado final de Halcones de Ultramar, uno de los dos (y medio) relatos que REH escribió sobre Cormac Fitzgeoffrey; que me ha llamado la atención tanto como en su día lo hizo la serie de otro personaje con igual nombre, Cormac Mac Art, adaptado por Roy Thomas y E.R.Cruz, en 1990.

Damián Couceiro

Damián Couceiro

¿Pero quién es Cormac FitzGeoffrey?  Se trata de uno de los varios personajes creados por Howard como protagonista de historias ambientadas en Las Cruzadas, con un importante componente de realismo histórico detrás; un anticipo (junto a Kull de Valusia) del propio Conan (su descripción física es prácticamente la misma: más de dos metros de altura, ojos fieros y azules, melena de cuervo), que dispone de ese punto de salvajismo heredado de sus ancestros que le diferencia de otros, de costumbres refinadas por la civilización; eso sí, es bastante más amargo, sin la alegría innata del cimmerio. Cormac es un cruzado irlandés (mitad gaélico, mitad normando), de sangre noble, renegado, y sin señor al que seguir (incluso niega ese honor al propio Ricardo Corazón de León, al que salva la vida e impresiona -sí, como el Capitán Trueno de Víctor Mora-).  Su blasón es un reluciente cráneo plateado sobre fondo negro, y porta una espada de acero azulado grabada con runas, arrebatada al cadáver de un rey noruego que había dado muerte a su hermano Shane durante una incursión norteña a Munster.

Joe Jusko, nº 2

Joe Jusko, portada nº 2

Sus orígenes son inciertos. Robert E. Howard sitúa su nacimiento en 1162 (en el frag-mento La Princesa Esclava, cuando indica que participa en la Batalla de Dublín con 8 años), y deja intuir que sería hijo de Geoffrey el Bastardo, un normando renegado, supuesto descendiente de Guillermo el Conquistador y «una mujer de los O’Brien», que Keith Taylor identifica con Radharc O’Brien, descendiente del mismo Brian Boru, gran rey de Irlanda (en las páginas de REH – Two Gun Racounter, donde desarrolla y especula sobre el tema con amplitud sobre una impre-sionante base histórica, en su serie de artículos (1) que recomiendo a los interesados). Al Harron también dispone de una elaborada biografía del personaje en The Cimmerian Blog(2), hoy por desgracia cerrado.  Y si alguien quiere leer sus historias en español, nada mejor que acudir a Los Halcones de Ultramar y otras narraciones de las Cruzadas, editado por Barsoom, que ya comentamos en estas mismas páginas.

Cormac (Fuente: The Cimmerian)

Cormac  (Fuente:        The Cimmerian)

Halcones de Ultramar es el primer relato del personaje y, posiblemente, el mejor y más conocido de la serie Ultramar (Outremer, las tierras más allá del mar, donde transcurren estas y otras aventuras escritas por Howard), en el que intervienen como protagonistas personajes históricos bien conocidos, como el citado Ricardo Corazón de León, o Al-Nāsir Ṣalāḥ ad-Dīn el sultán Saladino-, quien le demostrará que hay honor también en el contrincante, más allá del odio hacia el enemigo que se siente en el campo de batalla.

Pero previo a los hechos que se narran, y como se recuerda en él, tras una juventud tumultuosa en tierras gaélicas, Cormac se deja llevar por el entusiasmo de su amigo Eamonn Fitzgerald y se embarca hacia tierra santa en la tercera cruzada, bajo el mando de Ricardo I de Inglaterra; por el camino, invaden Sicilia y conquistan Chipre. Durante la travesía de los cruzados hasta Anatolia tendrá lugar un hecho que influye más tarde en el relato: dos caballeros, el francés Gerard de Gissclin vence en duelo al alemán Conrad Von Gonler, en presencia del propio Federico Barbarroja, emperador del Sacro Imperio, poco antes de su muerte; Von Gonler nunca perdonará haber perdido.  

Saladino, por Couceiro

Saladino, por Couceiro

En 1911, conquistan San Juan de Acre, pero Eamon cae muerto en uno de los ataques de Saladino para recuperar la ciudad.  Es allí donde el Sultán sabe por primera vez de la ferocidad del guerrero con un cráneo en el escudo.  También en la batalla de Azotus, donde Cormac rescata en combate al rey Ricardo, en presencia de sir Rupert del Vaille; y en Jope, donde es salvado de morir por Sieur Gerard de Gissclin.  Cuando se firma la paz, y sus amigos son recompensados (Sir Rupert es nombrado senescal de Antioquía y Sieur Gerard señor del castillo fronterizo Ali-El-Yar), FitzGeoffrey decide viajar a Irlanda. Mas allí no encuentra quien necesite su espada y regresa, para ponerse a las órdenes del hombre que le salvó la vida, y ayudarle en sus contiendas con los sarracenos.  Es aquí donde comienza la historia de Halcones de Ultramar.

El relato es, básicamente la crónica de una venganza, el cobro de una deuda de sangre que el gaélico se ve impelido a realizar por honor, por la memoria de un amigo que ha sido traicionado: cuando llega a Antioquía (un inciso: en el cómic se indica que en 1190.  No es posible: las tropas de Ricardo I desembarcan en Acre en junio de 1191, así que los hechos no pueden transcurrir antes de 1192), Cormac conoce a través de Sir Rupert que Gerard de Gissclin ha muerto y su castillo saqueado y reducido a ruinas, por las tropas de Nureddin de El Ghor, un jeque con aspiraciones que ha roto la paz de Saladino, pero ante la aquiescencia y dejación de su vecino, Conrad Von Gonler, a quien solicitó ayuda y éste se la negó, en recuerdo de la derrota sufrida en duelo.  Fitzgeoffrey irá a por ambos, en solitario, para evitar un movimiento de tropas que rompería la paz.

Venganza

La adaptación al cómic es excelente.  Principalmente, porque Michael Alan Nelson no pretende corregir a Howard (como hacen otros, y fracasan), sino que traslada su relato de forma fiel al nuevo medio, y son las palabras del tejano las que nos cuentan los hechos, sin apenas cambios, sin pretender mejorarlo. Porque R.E.Howard es bueno -muy bueno- en lo que hace -narrar historias, dibujar con palabras que impactan en la mente del lector situaciones, sentimientos y la acción de sus personajes-, y un medio en el que interviene el dibujo como componente básico, si está bien hecho y se integra en la historia, sirve a la perfección para transmitir su legado, como se ha demostrado antes. Eso sí, como complemento a su narrativa única, no para sustituirla.

Y el dibujo de Damián Couceiro (incluso el color de Tumburús) se adapta muy bien a los requisitos exigidos: estilo natural sin llegar al hiperrealismo, un correcto tratamiento y ambientación de la época, y dibujo muy expresivo.  Posiblemente sea esa su mejor virtud: la expresividad intensa y cómplice con la que nos traslada la acción, no sólo con actos y figuras en movimiento, sino mediante los gestos, unas expresiones que traslucen las sensaciones de los protagonistas y cuantos les rodean hasta hacerte sentir partícipe de los mismos.  No muchos lo consiguen; y es justo reseñarlo.  Observad si no la escena en dos páginas (también las anteriores) en la que Cormac ajusticia a Von Gonler, la expresividad de esos rostros que transmiten sentimientos.  Silencios de espada 1Silencios de espada 2Y no sólo gestos. Durante el asalto a la fortaleza de El Ghor, cuando Cor-mac se enfrenta a una treintena de enemigos, la can-ción de las espa- das  se traduce en silencio que impac-ta, y durante 10 páginas sin pala-bras (entre las dos que ofrecemos) asistimos sólo  a ecos de aceros que entrechocan y sangre de vidas que se desvanecen. Todo un acierto, sin duda, que transmite la matanza mejor que las palabras; una idea al parecer del editor Matt Gannon, que resaltamos.

Un cómic no es bueno porque tenga un buen dibujo, sino por las sensaciones que transmite, y cómo lo hace. Y Halcones de Ultramar, os lo aseguro, transmite mucho.  No os lo perdáis.

  1.  Cormac Fitzgeoffrey’s Kin in the Crusades y A Woman of the O’Briens.
  2. Calvaria ad Victoriam: A Look At Cormac Fitzgeoffrey, Part Three.

CormacFitzGeoffrey Yermo

CONAN REY: LA HORA DEL DRAGÓN

Ficha CR3 LaHora del DragónNo creo engañar a nadie si digo que tengo entre mis manos una de las mejores novelas gráficas publicadas nunca sobre el cimmerio, primera parte de dos de esta moderna adaptación al cómic de la única novela que Robert E. Howard dedicó al personaje.  La historia, en sí, es una de las más atractivas del autor; épica, con un comienzo cargado de magia negra en la resurrección de un brujo ancestral, llamado por los enemigos de Conan para conseguir destronarle, contiene tanto batallas de ejércitos con grandes movimientos de masas como aventura individual. De ritmo intenso y narrativa excelente, la acción no cesa, capítulo a capítulo en esa misión que emprende el rey destronado por medio mundo para alcanzar esa joya que le ayudará a vencer la magia antigua de antaño y recuperar su reino, donde no faltan acertijos y presencia sobrenatural, encuentros con seres extraños de todo tipo, viejos enemigos y aliados perdidos, intrigas palaciegas, o el amor, la entrega que representa Zenobia, aliada en la desgracia, a quien terminará por hacer su reina.  Curiosa visión real la de Howard, magníficamente captada por Truman, en esa frase que Conan comenta al escriba en el episodio 3: ¿No te parece apropiado que este reino lo gobierne un salvaje sanguinario cuya reina había sido esclava en un harén?.

La Hora del Dragón, 6-1bYa he comentado antes (en La Ciudadela Escarlata, El Fénix en la Espada, o el avance a esta Hora del Dragón) la extraordinaria simbiosis que Timothy Truman, estudioso y buen conocedor de la obra de REH, consigue con el autor tejano, en su adaptación de Conan (¡que lástima que este equipo creativo no haya adaptado La Reina de la Costa Negra, otro de sus relatos emblema!).  Me repetiré, sin embargo, para indicar lo acertado de su elección de un personaje como Pramis, el escriba nemedio a quien un rey avejentado pero imponente narra sus historias pasadas; con ello consigue establecer un hilo conductor entre los cuadernos mensuales donde se publica inicialmente la historia, así como un papel destacado para Zenobia como reina y su influencia sobre el personaje, a quien recuerda con inmenso cariño años después de su muerte (tanto como para que un hombre de naturaleza violenta deje escapar sentimientos y alguna que otra lágrima).  Conan se encuentra cercano a su ocaso y el final de su reinado, como se deduce de la frase de Pramis, sobre el deseo de Publius, de que «acabe con la recopilación de las crónicas antes de que partáis hacia el oeste».  Con él no añoro al Roy Thomas de la mejor época; y eso, dicho por mí, ha de tomarse como un gran elogio.

LHdD Invasión

De igual forma que con Giorello no hecho en falta a Buscema (aunque siempre tendré en mi memoria al Big John), mucho menos a otros.  Son otros tiempos y no son comparables; cada uno en su estilo crean escenas impactantes, claroscuros que impresionan, gestos que destilan sentimientos, grandes masas en movimiento que traslucen acción.  El trabajo del argentino es también memorable, de trazo vivo y claroscuros intensos, en este caso utilizando sombras con carboncillo, que recuerdan en parte al mismo Alcalá, sin tantos rellenos debido al complemento del color (¡tiempos nuevos!), complemento magnífico a sus imágenes; bien aplicado por José Villarrubia, sombrío cuando lo merece, siempre con ese punto de luminosidad apreciable.

¡Y qué decir de esa portada impactante de Manuel Sanjulián! Sencillamente genial.  Da gusto detenerse en cada detalle de la obra, su composición serena pero poderosa, regia y bárbara a un tiempo, la sabiduría que delatan esos profundos ojos azules, el cansancio de los años y aún dispuesto para la acción. Gran acierto su elección frente a cualquiera de las seis de Gerald Parel, todas ellas excelentes pero sin comparación. Una elección que he pedido en más de una ocasión en post previos, y me congratula haber coincidido (no voy a pensar que me lean y haya influido, sino que resulta la elección más lógica).

Por todo ello, y la excelente edición de Planeta de Agostini, siguiendo a la original, me reitero en que éste es uno de los mejores volúmenes de Conan en cómics, que ningún aficionado se debe perder.

Tampoco su continuación, segunda parte de la novela original, titulada Conan Rey: el Conquistador, en honor al nombre con que fue publicada en 1977 por Gnome Press, cuyas seis portadas -de Giorello– reproducimos a continuación:

CeC 1-2-3-4-5-6 Giorello

CONAN el Bárbaro, volumen 4: LA CANCIÓN DE BÊLIT

Ficha CB4Con el volumen 4 de Conan el Bárbaro (Conan volumen 16, en la edición original de Dark Horse), Planeta de Agostini cómics se ha dado prisa en finalizar el  arco de aventuras que recoge la nueva adaptación al cómic de uno de las más aclamados relatos de Robert E. Howard, La Reina de la Costa Negra, esta vez a cargo de Brian Wood, y un variado reparto de dibujantes.

Una adaptación polémica, sin duda; dado que algunos insisten en aclamar esta nueva versión del cimmerio, quizá por ser diferente a las visiones anteriores del personaje, y otros, los más antiguos y veteranos, la critican precisamente por lo mismo.  Personalmente, y aunque incluido en este segundo grupo, he procurado no juzgar la obra en comparación con otras (aunque, a veces, es imposible no hacerlo) que no sean sino el relato original de Howard, su visión, espíritu y poesía, que la tiene, junto a la acción dramática y fiera que refleja a veces.  Esa era la intención inicial de Dark Horse cuando Kurt Busiek se hizo cargo de la serie, que mantuvo Timothy Truman en su relevo (y sigue demostrando en Conan Rey), pero que ha desaparecido desde entonces.  Y en este sentido (siempre en mi opinión), Brian Wood, tras un principio en el que parecía haber captado esa idea y el espíritu de Howard, termina por no dar la talla.  Y digo ésto porque se atreve a reescribir a REH (no adaptarlo, como hacen otros) en muchos de sus momentos más inspirados; y -seamos sinceros- para superar a Howard hay que ser muy bueno, o algo necio; y Wood, por muchos premios anteriores que posea, no alcanza nunca a mejorar al maestro, y para mí, por tanto, entra en esa segunda categoría.

CB 22-25

CB 19p1Pero centrémonos en el volumen:

Antes de abordar el arco final del relato de Howard, Wood nos propone una historia en tres números acerca de unas piedras negras obtenidas en un abordaje, que traslada de nuevo a la pareja protagonista tierra adentro, lejos de La Costa Negra (qué poca aceptación tiene para este hombre historias en el mar, costas desconocidas, o islas perdidas y misteriosas, que tanto juego podrían dar…); una relato que no aporta nada nuevo o de interés a historia del bárbaro o los personajes, y no merece perder más tiempo en ella; sólo indicar que los dibujos corren a cargo de un correcto Paul Azaceta, aun pese a sus entornos (poblados, barcos…) demasiado modernos para la época.

La adaptación de La Canción de Bêlit (parte final del relato original de Howard), se realiza en cuatro números (tres en realidad, más otro de cierre y transición). Por sí misma, puede resultar interesante, bien ambientada en el entorno opresivo y asfixiante del río Zarkheba, plagada de escenas de acción sobre-detallada en numerosas viñetas, muy del gusto actual.  El dibujo de Riccardo Burchielli ayuda a construir el ambiente, presentando una Bêlit rotunda y salvaje, en una relación muy sensual con el cimmerio (siguiendo el diseño inicial de Becky Cloonan aunque de extraño gesto y nunca comparable a la de Buscema).

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Wood consigue una historia que al terminar no deja mala impresión, con ese añadido final donde intenta trasladar la desazón un un joven que ha perdido a su amada y el sentido de su vida, y vaga por poblados negros convertido en un «hombre fantasma», jugueteando con la muerte…  Sin embargo, tras su lectura (y durante ella) sientes que falta algo… Algo que es importante: la poesía, los sentimientos, el dramatismo que perfila Howard en determinados momentos para construir el terrible drama final, la victoria definitiva del amor sobre la muerte, que siempre han marcado este relato y hecho de él uno de los mejores y más recordados del autor.

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Y es que Wood, centrado en la fiereza física de la tigresa shemita, su ardor guerrero y salvaje en el combate y el sexo, demuestra no haber comprendido al completo un personaje complejo como Bêlit, y obvia, o minimiza, la pasión salvaje de sus sentimientos, su fuerza vital y amor verdadero hacia Conan, salvaje y fiero como ella misma y tan fuerte como para traspasar la muerte si él la llega a necesitar.  Y así, la declaración de amor pasional en la que promete su regreso queda perdida y nada clara en una sola viñeta, de fuerte intención sexual y cargada de texto, donde no destaca la frase más importante… Y no hay dramatismo alguno en la escena donde Conan la necesita y ella cumple su promesa (aquí no está atrapado, sino que encara a su enemigo espada en mano). Con ello, la historia pierde su fuerza, toda su magia, aquello que la hace ser recordada y distinta; una escena recogida por cuantos artistas ha ilustrado al autor desde 1934, año que se publicó el relato, copiada y readaptada a Valeria en el film Conan el Bárbaro de John Milius y otros… y que aquí se difumina.

Distintos artistas

La historia finaliza con la despedida y funeral «vikingo» que otorga Conan a la diablesa del mar, alternada con la transición de ánimos del personaje, desde la apatía a su abandono a la muerte en combate singular, hasta su recuperación y marcha hacia los reinos negros; una historia que ya será narrada por Fred Van Lente (El Pueblo del Círculo Negro) en el siguiente arco argumental de la serie, llamada ahora Conan el Vengador, cuya primera historia en tres números, Sombras sobre Kush, ha sido dibujada por Brian Ching (de nuevo un estilo «moderno» en su interior, sin nada que ver con las portadas; confiemos que el guión merezca la pena).

CEV 1-2-3

En estos 25 episodios de Conan el bárbaro -cuatro volúmenes-, a Wood le han sobrado historias fuera de contexto (por ejemplo, en Cimmeria), y le ha faltado un mínimo intento de explicar o comentar siquiera el sobrenombre de Amra, el león, con que fue conocido el bárbaro mientras era compañero de Bêlit.

Excelente la edición española de Planeta de Agostini Cómics, como siempre, similar a la original, si bien encuentro una pega en ambas: la portada elegida para el tomo; tanto una como otra, entre las 7 dibujadas por Massimo Carnevale, todas ellas atractivas, optan por una de las primer ciclo, sin relación con la historia principal.  Yo hubiese elegido cualquiera de las otras, donde se muestra el Antiguo; en especial la del nº 22, donde también aparece Bêlit.

CB4-La Canción de Bêlit

Sí aciertan, a cambio, en la elección de portada para el siguiente volumen del personaje (ya a la venta), esta vez como Conan Rey: La Hora del Dragón (ver reseña aquí y aquí): un trabajo impresionante de Sanjulián, para una excelente adaptación de Truman y Giorello.  No os la perdais.

THE WITCHER: GERALT DE RIVIA en cómics Dark Horse

The Witcher 1Dark Horse, editora actual de la serie de Conan en cómics, acaba de publicar el primer número de una nueva serie dedicada al brujo Geralt de Rivia, protagonista de la excelente saga de libros escrita por Andrzej Sapkowsky (7 hasta ahora, el 8º, Estación de Tormentas, en curso, anunciada su publicación en España durante 2014).  (Más información sobre el personaje, aquí).

Sin embargo, la serie de cómics no será una adaptación de la saga, sino que está basada en el juego dedicado al personaje: The Witcher.  No se sabe bien si en los dos anteriores, que han tenido una excelente acogida entre los aficionados, galardonados con numerosos premios, y más de 7 millones de copias vendidas en el mundo; o, lo que es más posible, con el tercer juego del Brujo, ya anunciado para febrero de 2015 (junto al segundo, se puso a la venta un cómic que servía como introducción a la historia, y guía para solucionar situaciones…)

De momento, sabemos que está escrito por Paul Tobin, experimentado guionista, ganador del premio Eisner, y dibujado por Joe Querio con colores de Carlos Badilla.  La historia del primer número está relacionada con una extraña mansión, donde habitan muertos, y el horror en cada esquina; con un dibujo un tanto esquematizado y oscuro, con cierto recuerdo a Mignola (salvando distancias, claro).  Aquí os dejamos alguna muestra de la entrada en acción del personaje (por ahora, es pronto -acaba de salir- para saber si lo veremos editado en España):

The Witcher 1-2_3

BARBARROJA, de Charlier y Hubinnon. Un clásico de piratas.

Ficha Barbarroja

Lentamente, suelto lastre sobre temas atrasados que he querido comentar y no he hecho hasta ahora, por falta material de tiempo.  Y uno de ellos es dar merecido reconocimiento a la labor de recuperación de clásicos del cómic (bande dessinée, en este caso), que viene relizando Ponent Mon con la publicación en España de los integrales de Dargaud: Rodrigo, Jerry Spring, Bruce J. Hawkes y tantos otros.  Pero he querido detenerme en los tomos de Barbarroja, por el propio personaje en sí, y un guionista, Jean-Michel Charlier, al que he admirado toda mi vida, y es, a mi entender, uno de los mejores creadores de cómics de acción y aventuras que han existido nunca.

JM CharlierDominador como pocos de las técnicas del folletín para configurar historias magníficas que enganchan desde inicios a los lectores, de la fértil imaginación de este escritor belga surgen personajes únicos, como Michel Tanguy (y Laverdure), Blueberry, o el propio Barbarroja (con su hijo Eric), por citar sólo los más conocidos, que hoy son iconos históricos de la aventura con mayúsculas; las dos últimas en concreto son consideradas por muchos las mejores historietas de su género, de las que vengo disfrutando desde que tengo uso de razón (sí, leí la primera historia de Blueberry por capítulos en la revista Bravo, y hoy tengo todos sus álbumes).    Co-fundador y editor jefe de la influyente revista Pilote, adalid moderno del del cómic franco-belga, sus guiones, las tramas ingeniosas de las historias que creaba llamaron pronto la atención de todos por su solidez y fuerte documentación que las sustentaban, mientras sorprendían con los giros insólitos que introducía en la narración.

Pilote 1

Barbarroja (El Demonio del Caribe) fue una de aquellas historias que junto a Tanguy y Laverdure, o Astérix, abrieron el nº 1 de Pilote, allá por octubre de 1959.  Una historia de piratas, de abordajes sanguinarios y combates sin piedad, plena de acción vibrante, aventura, y sorprendentes actos de ingenio, entre paisajes idílicos por los navegan los bergantines y fragatas.  Un recuerdo sin duda a los libros de Rafael Sabatini y las películas inolvidables que inspiraron después, El Capitán Blood o El Halcón del Mar, con Errol Flynn, El Cisne Negro, con Tyrone Power: el nombre eligido para el bergantín del pirata, El Halcón Negro, muestra evidente el homenaje.  Más no sólo eso: Hubinon se declaraba incondicional de La Isla del Tesoro, de R.L.Stevenson, y ambos había trabajado juntos el género cuando, entre 1949 y 1952, publicaron en Le Journal de Spirou una extensa biografía ilustrada del conocido corsario francés del S.XVII Robert Surcouf, recopiladada después en tres álbumes, para la que recogieron numerosa documentación y anécdotas. Si, años atrás, Charlier ya había adaptado al cómic los hechos del temible pirata inglés Edward Tach, Barbanegra, para inaugurar Pilote decide crear su propio protagonista, basado en Surcouf y aquel, con un sutil cambio de color en su apodo, y utilizar el sobrenombre por el que fue conocido el temido almirante turco otomano Jeireddin.

El Hijo de Barbarroja en El Rey de los 7 maresCon tales mimbres, Barbarroja se convierte desde origen en una serie de éxito, donde, en uno de esos giros inesperados que utiliza el autor, el protagonismo pasaría pronto a ser asumido por Eric, el hijo adoptivo del pirata, apodado también el Rojo, quien reniega de los sanguinarios actos de pillaje de su progenitor; no así de sus enseñanzas, ni su amor por el mar.  No obstante, aunque sepa-rados, su caminos se cruzan a cada instante, por lo que el personaje principal nunca desaparece de la obra.  Con el tiempo, Barbarroja volverá a asumir el protagonismo de la serie, incluso gozar de serie paralela, dedicada a su juventud.  Las historias evolucionan con el tiempo, desde la pura aventura de carácter familiar, apta para un público joven, a un enfoque más adulto y planteamientos comprometidos. El dibujo de Hubinon, clásico y detallista, muy correcto, propio de los años 60, sin mucha originalidad, cumple bien su cometido de narrar las historias en imágenes sugestivas… aunque sin maravillar.

El Ardid del FarolDe eso se encarga Charlier, con guiones ágiles, llenos de acción, guiños y cambios de rumbos, historias cargadas de intriga y reconocido ingenio; como ese ardid de utilizar un esquife con farol para despistar durante la noche a los perseguidores, mucho más rápidos y mejor armados; el mismo truco que copia 44 años después Peter Weir para Russell Crowe en Master and Commander, excelente adaptación al cine de las novelas de Patrick O’Brian.  Y no es que Charlier desdeñe él mismo utilizar ideas previas o de hechos reales como base de sus historias.  Lo hace en numerosas ocasiones; y es probable que ésta la encontrase en la numerosa documentación que obtuvo en el estudio de Surcouf.  Pero él la utilizó primero, y es justo reconocérselo.  Los personajes principales de la serie son:

Personajes BRBarbarroja, pirata filibustero francés, temido por sus ataques tanto a naves españolasbritánicas y holandesas, con base oculta en Florida, y una isla secreta, donde guarda una cuantiosa fortuna, fruto de sus pillajes.  Supuestamente, su nombre verdadero es Jean-Baptiste Cornic (no oficial, por ser indicado con posterioridad a su autor).

Personajes EricEric.  Hijo adoptivo de Barbarroja tras ser encontrado en la primera aventura, en 1715, en un barco abordado donde no dejan supervivientes. Su verdadero nombre, Thierry de Montforty su descendencia noble se revelarán más tarde, por los documentos cosidos a su ropa, pero no podrá ejercer sus derechos.  Odia la vida de pirata, y desea una vida honesta, aunque en el mar, por lo que se gradúa en la Marina Real en Londres bajo nombre falso. Terminará volviendo con los piratas.
Personajes 3PTres Patas (llamado así por su pata de palo y usar bastón). Mano derecha de Barbarroja.  Inventor, geógrafo, con gran conocimiento de la cirugía y la estrategia, y habla latín. Posee varias patas de madera, que él construye, donde oculta herramientas, medicamentos, o armas (también una de fuego)Personajes BB

Babá. Antiguo esclavo huido de los traficantes del Golfo de Guinea. Desde que fue liberado por Barbarroja, se mantiene a su lado como leal sirviente. Es fuerte como un toro, y nada como un delfín.

Las aventuras que Charlier crea para Barbarroja nos transportan a esa época de gestas navales, actos heroicos, enfrentamientos marinos y abordajes, lealtades, traiciones, civilizaciones e islas perdidas o tesoros enterrados, que tanto nos han hecho -y hacen- disfrutar, narradas con inteligencia y ritmo de folletín decimonónico pero sin su simpleza, combinando suspense e inteligencia, intriga, tramas ágiles y esa extensa documentación que siempre ha caracterizado el buen savoir faire de su creador, uno de los más grandes «imaginadores» de aventuras que ha dado el cómic (y, a ratos, la televisión; aunque la bande dessinnée fue su terreno natural).  

barbe rouge de Jijé

Entre 1961 y 1974, Charlier y Hubinon firmaron 18 álbumes del personaje, en Dargaud.  A la muerte del dibujante, en 1979, Jijé se hace cargo del dibujo de tres álbumes (19, 20 y 21) mientras vivió, el segundo junto a su hijo, Lorg, y el tercero con Christian Gaty, quien, salvo la incursión en dos ocasiones de Patrice Pellerin (22 y 25, a veces en paralelo), quedaría como dibujante fijo de la serie, interrumpida en 1989 tras 25 álbumes, por la muerte de Charlier.

barbe rouge de Gaty - Pellerin

Sin embargo, como ocurre en estos casos, la serie no se interrumpe con la muerte de su creador,  y así, en 1991, Jean Ollivier finaliza un guión inconcluso, con dibujos de Gaty, y juntos firman 6 nuevos álbumes del personaje hasta 1997.  En 1999 serán Perrisin y Bourgne quienes den vida al personaje en cuatro nuevas ocasiones, con un dibujo más moderno y realista que los anteriores, y mayor protagonismo de Barbarroja como filibustero (de carácter más brutal y codicioso, centrado en sí mismo y su compañera). En 2004, Dargaud decidió finalizar definitivamente la serie, tras 35 álbumes publicados (31 de ellos incluidos en 11 volúmenes de edición integral, hasta el momento).  Aunque Bourgne llegó a comentar que el temible pirata volverá algún día a surcar los mares…

barbe rouge de Bourgne A

Lástima que aquí en España Ponent Mon sólo vaya a ofrecernos sus dos primeros volúmenes integrales.  La serie deberá continuar, en gran parte, inédita en castellano. Sólo se han publicado los primeros 15 álbumes, a finales de los 60, y casi siempre por capítulos (principalmente en la revista «Din Dan«), hoy inencontrables, salvo en ediciones no oficiales, en cbr.  No suelo recomendar este tipo de obras, porque cada cual tiene su opinión al respecto.  Pero, dadas las circunstancias, es la única opción que nos queda…barbe rouge de Bourgne

Para completar, como ya ocurriese también con Blueberry, y otros, el personaje gozó de un spin-off, una serie paralela, precuela de sus aventuras, centrada en su juventud, con cinco álbumes guionizados por Perrisin y dibujados por el español Daniel Redondo.

BarbeRouge_Jeunesse 1-5

Dos comentarios finales: como un guiño al éxito de la serie y a sus amigos y compañeros de edición, Goscinny y Uderzo caricaturizaron y trasladaron los personajes al siglo I de Astérix, donde aparecen de forma recurrente desde su volumen 4 cada vez que los galos se hacen a la mar.  En todas las ocasiones, el encuentro finaliza con los piratas a la deriva y el barco desarbolado; tanto que, a veces, son ellos mismos quienes destrozan el navío antes de ser abordados por Astérix y Obélix.  Es muy probable que muchos de los lectores jóvenes en español sólo conozcan esta versión de Barbarroja.

Barbarroja en Asterix

Pues bien, como anécdota, comentar que, en 1988, Pellerin colabora en un álbum colectivo «Parodies… par leurs vrais auteurs!» volumen 2 (MC Productions), en la que diversos autores realizan una parodia de sus personajes; a él le correspondió la de Barbarroja. Y al hacerlo, no pudo dejar pasar la oportunidad de emular a los creadores de Astérix:  la historia, en dos planchas, narra cómo Barbarroja ha secuestrado a la bella Doña Inés, hija del gobernador de Cuba, junto a dos de sus damas.  A bordo del Halcón Negro, Eric discute con su padre su derecho a abusar de las cautivas, por lo que es encerrado en la mazmorra, mientras Tres Patas y Babá (ambos con las características que le otorga Goscinny, hablando en latín el primero, sin pronunciar la ‘r’ el segundo) conducen a las damas a los aposentos de Barbarroja. Frente a lo esperado, las tres damas se muestran complacientes con los deseos de los piratas y consienten; pero justo en ese momento… podéis verlo, traducido, en la siguiente imagen, mitad de la segunda plancha:

Barbarroja Parodia de PellerinPor último, reseñar que en 1997 Canal+ Francia, en coproducción con TF1, la RAI, Medver, Victory Carrère y Motion Pictures S.A., emitió una serie de dibujos animados (26 capítulos) que adaptaba las historias del personaje para un público juvenil, introduciendo también un personaje femenino, Constanza, que podría ser su propia hija.  Los primeros capítulos en español están disponibles de forma gratuita en el canal Youtube de Motion Picture.  Aquí tenéis el primero:

Muchos amantes del cómic señalan a Barbarroja, de Jean Michel Charlier como la mejor serie de piratas de la historia del cómic.  Prácticamente coincido; aunque en mi corazón guardo siempre un recuerdo especial para Roland el Corsario, de Héctor Germán Oesterheld, por lo mucho que llegó a marcarme en una época.

Otro día os hablaré de él.