PRÍNCIPE VALIENTE, de Planeta. ¿Edición definitiva?

Como continuación-ampliación de la entrada anterior, pero ya con el primer volumen de la edición de Planeta en la mano, comento mis impresiones sobre la misma, en comparación a otras anteriores en español (*).

Aunque han existido otras, las más populares han sido:

  • 1972. Burulan. 96 fascículos recopilados en 8 tomos.  Contiene sólo la Época de Harold Foster.  Reeditados posteriormente en formato álbum de 48 páginas (tipo Blueberry o Asterix), a un tamaño de 318 x 235 mm.  Edición nostálgica, supervisada por Luis Gasca, pero poco respetuosa con el original, dado que faltan planchas, no publica «El Castillo Medieval», y con páginas remontadas.  El color, bastante desafortunado a veces, no sigue las pautas del original.  Se puede conseguir por internet a un precio entre 500 y 600 €.

  • 1988. Ediciones B, Edición Histórica. 91 fascículos de 32 páginas, recopilados más tarde en 15 volúmenes (3-4 años cada uno).  Contiene las planchas de 1937 a 1992, por lo que incluye también parte del trabajo de John Cullen Murphy.  Tamaño: 300 x 210 mm.  Mucho más respetuosa con las planchas originales que la anterior, utiliza un coloreado variable, comenzando con Fantagraphic, pasando por la edición francesa de Zenda (en peor papel que ésta) y terminando con otro personalizado de Marta Cardona; en todo caso, no se disfruta del trazo base a tinta, demasiado oculto por el color.  Artículos de Javier Coma, y comentarios de Víctor Baringo.  La colección de 15 tomos puede adquirirse aún, por unos 300 euros.

  • 2006.  Edición de Manuel Caldas. Edición en castellano de una excelente restauración artesana, en blanco y negro, realizada en persona y con enorme pasión por el portugués Manuel Caldas, uno de los mayores conocedores y expertos mundiales en Foster y Val (nombre del fanzine que comenzó a publicar en 1998; recopilado después  en libro).  La edición española dispone de la traducción de Rafa Marín, quien vuelca en ella todo el cariño que profesa al personaje; también publica un artículo en cada uno de los 6 tomos editados hasta el momento (de los 22 previstos).  Cada volumen contiene 2 años de planchas en gran tamaño: 350 x 270 mm, y contiene numerosa documentación adicional.   La calidad del trabajo realizado hace que la obra de Caldas sea considerada por muchos la mejor edición mundial de la obra de Foster; eso sí, en glorioso blanco y negro.  Los volúmenes se pueden adquirir en la página web del autor, al precio de 25 € c/u,, aunque los dos primeros se encuentran agotados.

  • 2006. Planeta DeAgostini, Biblioteca Grandes del Cómic. 26 tomos, conteniendo cada uno dos años de la serie, hasta 1981 (los últimos seis tomos, por J.C. Murphy).  Tamaño inferior a los anteriores, 293 x 205 mm.  En sus primeros 3 tomos utiliza un colorido preciosista, obra de Adolfo García, si bien oscurece en exceso la tinta de H. Foster, que queda perdido tras él; a partir del 4º volumen pasan al de Fantagraphic Books, basado en los originales de prensa, que luce muy bien gracias a la calidad del papel, aunque continúa matando un tanto el pincel de su autor.  Artículo de Antoni Guiral, y comentarios de José M. Pallarés.  Hasta entonces, la mejor edición de la obra en castellano. Los 26 volúmenes se pueden adquirir por un precio inferior a los 200 €.

Una comparativa del trabajo de Foster entre ambas ediciones de 2006 puede obtenerse ampliando ambas páginas, picando aquí, y aquí.

  • 2011.  Planeta DeAgostini, Edición Coleccionista 1937-2011.  Es la que acaba de aparecer en el mercado.  Prevista en 75 tomos semanales, conteniendo cada uno las planchas de un año completo de la serie, desde sus orígenes al actual, al precio de 7,99 € c/u.  A excepción de la edición de Caldas, su tamaño es el mayor de cuantos se han publicado hasta el momento: 318 x 235 mm., en papel de cierta calidad, no brillante, y utilizando un colorido resmasterizado viñeta a viñeta basado en el original de su publicación en prensa (el de la edición alemana de Bocola Verlag, considerado por muchos el mejor conseguido hasta el momento).  Y aunque mantiene la traducción anterior de Jose Mª Pallarés (correcta, aunque suene raro eso de Espada Cantarina en vez de la Espada Cantante de siempre; ¿y Espada Cantora?), en esta ocasión utiliza una rotulación diferente, semejante también (aunque no manual) a la original.
  • Por lo observado en el único tomo publicado hasta el momento, el efecto final conseguido resulta bastante más atractivo que otros previos, pues la utilización de tonos pastel en los colores, similares a los iniciales, le confiere una transparencia en los mismos que facilita la apreciación y disfrute de las líneas bases de tinta y el genial trabajo a pincel de su creador.  Obsérvese si no la misma imagen de llegada a Camelot, comparada con las utilizadas antes para ediciones anteriores (cada una se abre en pestaña separada al picar sobre ellas, lo que facilita su visión):

Todo parece indicar, por tanto, que la editorial intenta mejorarse a sí misma en cada edición, acercándose al gusto y preferencias de los aficionados y seguidores de la obra.  La de Planeta no va a ser la edición definitiva de Príncipe Valiente en los días del Rey Arturo en España (aún queda mucha obra, técnica y tiempo, por delante).  Hoy día, nada es definitivo.  Pero, por el momento y lo visto, me parece la más digna de llevar ese adjetivo de cuantas se han realizado, en color, hasta ahora; por supuesto, la más completa.

Quien no la conozca o la tenga, que no dude en hacerse con ella (siempre se puede cortar tras la época de Foster, aunque la actual de Gianni/Schultz -más cercana al Fantasy- recobra un nuevo interés).  Los admiradores de la obra, y coleccionistas, seguro que consideran éste un buen momento para disfrutar de nuevo con la magia ilustrada de sus aventuras.

(*) Si quereis disfrutar de un trabajo mucho más amplio sobre las ediciones del Príncipe Valiente, os recomiendo el realizado por Mariano Bayona Estradera, que podeis encontrar en http://princevaliant.260mb.com/

PRÍNCIPE VALIENTE, de Harold R. Foster.

No puedo dejar de hacerme eco de la nueva edición de Planeta de Agostini de Príncipe Valiente en los días del Rey Arturo, la obra épica (por contenido y en sí misma) del maestro Harold Foster.

Son varias las ediciones que Príncipe Valiente ha tenido en España, desde aquella mítica de BuruLan, de 1972, y volví a disfrutar con la de Tebeos S.A.Ediciones B en 1988, que, fascículo a fascículo, alcanzó a mostrarnos la época de John Cullen Murphy (sin comparación posible a la de Foster), si bien la intensidad del color maltrataba el genial trazo a pincel de su autor.  Desde hace años, en los foros de aficionados se comenta la necesidad de disponer de una edición digna de esta obra (para muchos, la obra maestra de los cómics).  Hace años, también, se oye la posibilidad de que Planeta de Agostini realice tal edición, pero no llegaba (en 2006 presentó una colección de tomos reducidos y nuevo color, de calidad, pero demasiado intenso aún para que destacase la tinta).   Sin embargo, existe una edición de Manuel Caldas, con traducción de Rafael Marín, (editorial Libros de Papel) que recomiendo a quien de verdad desee disfrutarlo.  Casi con toda seguridad, se trata de la mejor reproducción de la obra de Foster realizada hasta el momento; aunque exenta de color, «en glorioso blanco y negro».

PV 213, de Manuel Caldas. Picar sobre la imagen para acceder, y disfrutar a tamaño original.

¿Ha llegado el momento de una edición digna en color?.  Podría ser.  Eso, al menos, es lo que nos propone Planeta con esta colección, que califica de «definitiva«, en el 75 aniversario de publicación de la primera plancha de la serie (13 de Febrero de 1937).

La propuesta que se nos hace con esta colección parece atractiva: una edición integral de la obra desde su primera página hasta el presente; 75 tomos (aunque no a tamaño , uno por cada año, incluyendo hasta la plancha del 25-12-2011.  Toda la obra de su creador, Harold Foster (hasta 1970, aunque siguió realizando guiones y bocetos hasta 1979), y sus continuadores John Cullen Murphy y Gary Gianni (desde 2004, con guiones de Mark Schutlz, una época más atractiva y fantástica que la de Murphy).  Y, sobre todo, un color restaurado viñeta a viñeta a partir del original, mucho más luminoso y transparente, respetuoso con el dibujo base a tinta, y que permite disfrutar del mismo; al menos, eso parece a primera vista.  Hay una muestra de varias páginas del primer tomo aquí.

De confirmarse (aún no he podido comprobarlo realmente, papel en mano, y desconozco el origen de su realización -podría ser la edición alemana de Bocola-, pero todo parece indicarlo así), la propuesta es grandiosa -tanto como la obra de Foster-, y altamente recomendable para todo aquel que no disponga de la misma, o desee disfrutarla de nuevo en una edición digna.  Hace ya 30 años, en mis inicios, escribí en prensa un artículo (que aún conservo) titulado La Poética del Cómic, donde utilizaba Príncipe Valiente como ejemplo principal de mi exposición.  Ya en aquella época, la obra de Foster fue para mí obra maestra, de culto, y no he cambiado de opinión desde entonces.  El trazo maestro de su pincel a tinta; sus sombras, como grabados; su recreación de una edad media polifacética; el dominio maestro de la figura humana; la grandiosidad y realismo de escenas, construcciones y paisajes; su exquisita composición de viñetas y encuadres únicos; la profundidad de unos planos extensos, donde introduce numerosos personajes en movimiento, como extras de una gran producción cinematográfica; pero, sobre todo, la humanidad, fantasía e ingenio de sus historias que -junto a unas imágenes hermosas- convierten la narración en poesía a los ojos del lector, hacen de Príncipe Valiente en los días del Rey Arturo la mejor muestra y exponente del (nunca como aquí) bien llamado noveno arte.

PV 301, en edición de Manuel Caldas. Pinchar sobre la imagen para ver a tamaño original

En todo caso, el éxito de la obra no es tanto fruto del virtuosismo (que también) como de su labor artesana.  Foster fue, ante todo, un trabajador, un verdadero artesano del dibujo (se cuenta que dedicaba más de 50 horas para realizar una página semanal), basado en una extensa documentación que otorga a su obra un realismo mágico al tiempo que detallismo preciosista; algo que puede apreciarse en el más mínimo detalle que compone cada uno de los aspectos de sus viñetas, verdaderas ilustraciones semejantes a grabados de Durero, mucho más que simples dibujos de historietas; anatomía, vestimentas, armas, paisajes, arquitectura… el más simple detalle de los infinitos que adornan cada una de sus viñetas son fiel reflejo de la época que narra, una Edad Media ecléctica y amplia, a veces demasiado variable en el tiempo.

Fue, además, el precursor del cómic adulto.  No sólo a partir de un dibujo naturalista (ya utilizado antes en su adaptación al cómic de la obra de Burroughs, Tarzán de los Monos), que rompía con la tradición caricaturesca de los cartoons, sino introduciendo unos guiones sólidos, basados también en el realismo, que huían del característico estilo satírico habitual por entonces; y protagonistas muy humanos, dotados de vida real dentro de una fantasía medieval, pero también de problemas corrientes, incluso demasiados actualizados para su época.  Personajes cercanos, tanto al autor como al lector.

El éxito de la serie fue inmediato; tanto que su estela se mantiene, aún hoy, inalterable en las páginas dominicales de prensa del King Features Sindicate.  La influencia de Foster, inmensa; tanto en autores como en personajes (sin ir más lejos, nuestro Capitán Trueno, entre muchos otros).  La presencia del personaje, eterna; en diversos medios y adaptaciones, la más conocida de todas esa versión en cine dirigida por Henry Hathaway en 1954, con Robert Vagner dando vida a Val.

Reproducción del poster belga de la película de 1954. ¿No os recuerda su estética a la de los cuadernillos del Capitán Trueno?

Se podría hablar mucho sobre Príncipe Valiente y Hal Foster.  Pero sería para repetir de nuevo que para muchos siguen -y seguirán- siendo la obra maestra del cómic, y su inolvidable autor.  Así lo pienso.  Así lo pensamos muchos; y somos legión.

CONAN La Leyenda, Edición Integral Volumen 3: LA TORRE DEL ELEFANTE y otras historias

Para deleite de los aficionados al personaje, que disfrutamos con una buena edición de sus adaptaciones al cómic, Planeta DeAgostini continua con la recopilación integral de la primera serie, CONAN, que Dark Horse dedicó al cimmerio.  Si además se trata de un Regreso a los Orígenes, una recreación honrada del personaje, el intento de acercarlo al bárbaro original que concibiera Robert E. Howard en su día, realizado por tres autores (Busiek, Nord y Stewart) nominados al Premio Eisner -cada uno por separado en su categoría-, el nivel de calidad se eleva bastante.  Pero si -aún más- se trata de una edición fiel al formato novela gráfica para el que fue concebida la historia en sus orígenes, el volumen -la serie- se convierte en un producto de lujo y coleccionismo, imprescindible para el interesado.

No voy a negar cierta debilidad por esta serie (al menos, gran parte de la misma), que queda manifiesta en lo ya escrito (arriba y en ocasiones anteriores), que he recomendado y recomiendo encarecidamente a todos.  Y el volumen que nos ocupa es uno de los mejores, aunque sólo sea por contener la adaptación de uno de los más aplaudidos relatos de Howard, La Torre del Elefante.  En este caso, siendo una adaptación estupenda, con bastante más medios disponibles que aquellas, a mi entender, no consigue hacer olvidar las adaptaciones clásicas de Roy Thomas, tanto en la grandiosidad del dibujo de Buscema y Alcalá como en la magia y capacidad para generar sorpresa de Barry W. Smith (su escena final, con el rostro sorprendido de Conan ante lo inesperado, es una de las más expresivas que he llegado a disfrutar nunca).  Sin embargo, la transición del bárbaro desde las montañas vírgenes a las costumbres civilizadas que realiza Busiek, su adaptación progresiva a las mismas (que nunca conseguirá por completo) es infinitamente mejor que la de Thomas entonces, porque ha sido concebida así en sus planteamientos iniciales y continuidad.

Presentada como crónicas secuenciales recogidas por los escribas nemedios (narradas por un no tan extraño visir a su príncipe, siglos después), la historia nos presenta a un Conan joven e inexperto en tierras de Corinthia, que no tarda en descubrir la falsedad de las relaciones humanas en el mundo al que acaba de llegar.  Desconfiado a la fuerza, pendenciero, de pronto irascible, fácil de irritar, brusco y demasiado directo en sus reacciones, tras un episodio de encuentro con la magia sobrenatural, terminará por alcanzar Zamora y La Ciudad de los Ladrones, donde se inicia en ese notable arte civilizado.  Allí aprende, más cada día, acerca de traiciones, manejos ocultos y segundas intenciones, que le irán forjando lentamente una nueva forma de ser y actuar; hasta triunfar y hacerse un hueco en el negocio gracias a su agilidad y fuerza, pero sobre todo a su ingenio, algo que también le ayuda a aprender el trato con las mujeres.  Quiero destacar un hecho que me gustó encontrar en el planteamiento de Busiek, justo antes de adentrarse en La Torre del Elefante: la atracción que muestra Conan por lo desconocido, las conversaciones de filósofos, teólogos y eruditos en el ágora de la ciudad, que no entiende pero le atraen, y demuestra una inteligencia inquieta que no siempre se le ha querido reconocer en otras adaptaciones (especialmente el cine), pero se intuye y subyace en el trasfondo de los escritos de Howard.

Como digo, un volumen extraordinario, que nos presenta una imagen igual, al tiempo que diferente, del mismo Conan de siempre, con un enfoque inteligente y renovado.  Ojalá la nueva versión en película que se estrena pronto (y nace en gran parte debido al éxito que obtuvo esta serie) sepa beber también de sus fuentes.

En definitiva, si eres aficionado al Conan de Howard no querrás quedarte sin esta adaptación, de lo mejor que se ha hecho.  Advertido quedas.

Volúmenes previos:

Juego de Tronos 01. Portada del cómic.

Lo anunciamos en febrero (ver entrada y detalles aquí) y pronto verá la luz: la adaptación de Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin se va haciendo realidad, y en septiembre aparecerá el número 1 de Juego de Tronos, su primera novela.

Editada por Dynamite Comics y Bantam Books (de Grupo Editorial Random House), el guión corre a cargo de Daniel Abraham, con dibujos de Tommy Patterson, de quien ya ofrecimos en su día su versión de Jon Nieve y Tyrion Lannister (de nuevo, pulsar aquí para recordar).  Ahora se desvela que las portadas correrán a cargo del maestro Alex Ross y Mike S. Miller (autor de El Caballero Errante y La Espada Leal), junto a la espectacular portada de su número 1, una impresionante traslación de Lord Eddard Stark entre huargos, que reproducimos a continuación.

La obra será publicada en cuadernos de cómics por Dynamite, y recopilada después en formato novela gráfica bajo el sello editorial Bantam.

Confiemos que su adaptación no tarde en llegar a España (lo estamos deseando), suponemos que recopilada por Random House Mondadori, como en obras anteriores.

LA ESPADA LEAL. Segunda joya de G.R.R. Martin en cómics.

Han transcurrido dos años desde el torneo de Vado Ceniza, en el prado de Ashford, donde Dunk se consolidó como caballero -en su vertiente errante-, y Egg obtuvo el permiso de su padre para ver mundo como su escudero, aunque en secreto, rapado para no mostrar ese cabello dorado que le delataría ante todos como el heredero Targaryen que es (y que demuestra el sello real del anillo que lleva oculto en su bota).

Durante ese tiempo Egg, «un zagal de 10 años con la sabiduría de un maestre«, le sirve bien.  Ha perdido sus modales de cortesano y parece en realidad un mozo de cuadras; ambos comparten los «placeres» de la vida errante ofreciendo sus servicios por doquier a cambio de alimentos y un techo ocasional, pero conociendo la vida real del pueblo llano y los señores menores, sus miserias y vicisitudes tan lejanas a las de la corte.  Sobre todo se hacen inseparables («el mejor compañero que uno puede tener» en palabras de Dunk), y fomentan una amistad que perdurará durante años, y marcará sus acciones más tarde, cuando abandonen la vida errante y, como sabemos, se vean inmersos sin esperarlo esa otra de palacio, repleta de poder e intrigas, que tan bien narra Martin en la serie principal.

En este conjunto de historias-precuelas de aquella (y serie paralela de novelas cortas al paso que va, con su cuarta entrega en proyecto), el gran maestro George desciende un peldaño en las relaciones humanas para mostrarnos, a otro nivel, las mismas motivaciones, iguales pasiones y gestos, miserias y virtudes que determinan el comportamiento de las personas.  Pero si en Canción de Hielo y Fuego éstas aparecen envueltas tras el halo de grandeza que rodea el poder y la nobleza, y sus decisiones abarcan reinos completos, en los Cuentos de Dunk y Egg, y en concreto La Espada Leal, se exponen desde un punto de vista más reducido -también más cercano y personal, más humano-,  centrado en las consecuencias de aquellas acciones que toman los poderosos y cómo influyen en las vidas de quienes se encuentran por debajo en la escala social, hasta los más miserables.

Esa es la gran virtud de Martin, que incluso en historias de ficción histórica como éstas que narra (aquí sin el tamiz fantástico que solapa de forma sutil en CDHYF), nos imbuye en una realidad hecha creíble gracias al desarrollo de sus personajes; seres que resultan cercanos porque vivimos de cerca sus motivaciones, las mismas que determinan y marcan el sentido de sus vidas: obediencia, desprecio, derechos de nacimiento y diferencias por clase social, pactos, traiciones, poder o ambición; también amistad, orgullo y lealtad.  Lealtad sobre todo, por encima de circunstancias que no puedes compartir, pero ineludibles por el juramento que define el verdadero espíritu del caballero; un caballero-quijote que Martin defiende en estos relatos en la persona de Dunk ser Dunk el Alto«, por sus 2,10 metros, pero también «Dunk el Tocho, duro de mollera«, nacido en El Lecho de Pulgas de Desembarco del Rey), y nos traslada con recuerdos continuos a las enseñanzas que recibiera de Ser Arlan Pennytree, su mentor.

La historia, conocida, nos presenta a Dunk y Egg de nuevo en El Dominio tras pasar un año en Dorne; al servicio de Ser Eustace Osgrey, señor de un feudo venido a menos que recuerda vivencias y momentos de glorias pasadas.  En una pertinaz sequía, se ve enfrentado a Lady Rohanne, la temible (y sorprendente) Viuda Escarlata, actual señora de Fosafría, de la que Osgrey fue desposeído tiempo atrás.  El pleito, que deberá terminar con sangre debido a una mala acción de Ser Bennis del Escudo Pardo, el único otro caballero al servicio de Ser Eustace, llevará a Dunk hasta situaciones límites y enfrentamientos en duelo singular, mientras cuestiona sus creencias y juramentos frente a la mentira y la traición,  y sus propios sentimientos y orgullo personal serán puestos a prueba.

A pesar de ello, no son los actos narrados en tiempo actual  la parte más interesante de esta novela corta, sino las revelaciones que realiza en segundo plano sobre la propia historia de Poniente, antes de Canción de Hielo y Fuego.  Da la impresión que, con los hechos que cuenta en la serie madre, Martin se siente en deuda con los Targaryen y quisiera reconcilar la imagen que allí muestra de ellos, a través de Aerys II, el Loco (asesino de muchos, y de Rickard y Brandom Stark tras torturarlos), Raeghar (en el doble juego del misterioso rapto de Lyanna Stark y su descendencia), o Viserys (un niño con ínfulas de grandeza real en pos del Trono de Hierro); Daenerys es caso aparte, con una personalidad conformada en circunstancias muy hostiles.  Así, tras definir una nueva imagen, más bondadosa y noble (sin desdeñar ribetes de desprecio y superioridad), para la casa Targaryen en El Caballero Errante, en La Espada Leal recrea el enfrentamiento fraticida de la Rebelión de Fuegoscuro, protagonizada por Daemon y los otros hijos bastardos de Aegon IV, el Indigno, frente a Daeron II, su hijo legítimo, rey pacífico de influencias dornienses.  La batalla del Campo de Hierbarroja, llamado así por la sangre de 10.000 hombres derramada aquel día, 15 años antes de los hechos narrados, determinan los actos en que se ven envueltos Dunk y Egg.  Y dado que se trata de un episodio poco definido en el cómic, pero de alta importancia en la historia de Poniente y la dinastía Targaryen, así como base y trasfondo del tercero de los Cuentos de Dunk y Egg,  «The Mistery Knigh», aún sin publicar en España, creo interesante comentarlo en un futuro artículo que aparecerá en breve, y al que os remito.

Respecto al cómic que ahora publica Random House Mondadori en su colección DeBolsillo, indicar que, como el anterior, supone una pequeña joya para la biblioteca del aficionado, tanto a la serie de Martin como al séptimo arte.  Una novela gráfica completa, en edición integral de volumen único, que recoge los seis números de la adaptación realizada entre 2007 y 2008 (Dabel Brothers, distribuida por Marvel Comics) , que aún permanecía inédita en España (el relato original fue publicado en 2006 por La Factoría de Ideas, en la antología Leyendas, hoy agotada y descatalogada).  De ahí su enorme interés para el aficionado.

Esta adaptación al cómic de La Espada Leal la firman los mismos autores que dos años antes realizaron la de El Caballero Errante.  Como entonces, el guión de Ben Avery recoge con acierto la esencia de Martin, y consigue trasladar a imágenes la intensidad su narración; al igual que las ilustraciones de corte clásico de Mike S. Miller transmiten bien al lector sus sensaciones.  Es verdad que esta segunda novela transcurre en ambientes más sombríos y apagados que la anterior, muy lejos de aquel colorido de escudos y blasones de las casas nobiliarias o el numeroso público que se reúne alrededor del torneo, y nos traslada al entorno cerrado de dos feudos rurales, entre campesinos incultos, caminos secos y paisajes deslucidos por la sequía.  Tanto a efectos visuales, como en la trascendencia de las situaciones narradas, La Espada Leal puede resultar menos  bienllamativa que la primera novela, más no por ello su transcripción a viñetas pierde interés o deja de transmitir emociones; se adentra bien en el terreno de los sentimientos personales, utilizar el color para adaptarse a las circunstancias cambiantes de cada entorno, y como la anterior -como toda obra de Martin-, consigue transmitir sensaciones que conmueven al lector y captan su interés hasta el final.  Un final digno de un caballero errante, que gana batallas y deviene perdedor en lo material, pero no en sus convicciones.

Sólo queda esperar una pronta publicación en España de la antología de novelas cortas Guerreros, donde -como en los casos anteriores- aparece el tercero de los Cuentos de Dunk y Egg, «The Mistery Knight».  Su traslación al cómic, si los autores deciden hacerla, tardará más en ver la luz.

Mientras tanto sería deseable que alguna editorial (tal vez Gigamesh, que dispone de los derechos de CDHYF, o La Factoría de Ideas, que las publicó en su día) decidiera a recopilar las dos novelas cortas ya publicadas recogidas en un sólo volumen; como hizo en 2009 la francesa J’ai Lu.  Fue así como conseguí leer la primera, imposible de encontrar en castellano ya entonces (hoy ambas), y estoy convencido de que muchos aficionados lo agradecerían.