Hoy he vivido en directo una experiencia curiosa e inolvidable:un Estrago Literario ¿Que qué es eso? Nada más y nada menos que un combate entre dos libros, un enfrentamiento pugilístico verbal entre dos publicaciones de género, enfrentadas en el ring acogedor de la librería especializada En Portada cómics:
A un lado del ring, y en representación de Orciny Press, su editor Hugo Camacho, esgrimiendo citas de la novela Fantasma, de Laura Lee Bahr, nominada este año al premio Ignotus en la sección novela extranjera; de otro, y con el factor cancha a favor, representando a Ediciones El Transbordador, Pilar Márquez, su editora, armada con los textos de su primera novela, Ciudad de Heridas, de Miguel Córdoba, que si no está nominada, lo merece igual (para quienes no estén familiarizados con las obras y editoriales, he puesto enlace a sus páginas o reseñas sobre las mismas, a los que acceder como información).
Así que una vez hechas las presentaciones (la de Orciny Press y sus obras; que Ediciones El Transbordador ya es conocida en Málaga, y más por la peña de TerMal que allí nos encontrábamos), los contrincantes se dirigieron a sus puestos (en pie), y tras una obligada ceremonia de iniciación (pues no se puede participar en un Estrago sin ser invitado, ni previamente iniciado en sus ritos), dio comienzo el debate, en el que tanto Hugo como Pilar cruzaron citas elegidas (en su caso por el propio autor, Miguel Córdoba, ausente por motivos laborales) de sus respectivas novelas, en el sano intento de hacerlas atractivas a los oyentes. Y he decir que ambos cumplieron con brillantez su cometido, resaltando frases y momentos álgidos, describiendo los personajes a partir del texto, en base a una lectura dinámica y entretenida gracias a una buena entonación (a veces, incluso, interpretación).
Reconozco que me ha resultado una experiencia estimulante, más allá de la tradicional presentación de un libro por su autor (o en su caso editor) que cuen-ta, desde su punto de vista particular -e interesado-, las maravillas de una obra (su obra). Este nuevo formato resulta refrescante y un magnífico complemento a la presentación clásica, pues es la propia obra la que habla sobre sí misma y describe hechos o protagonistas de una forma real y cierta, con sus propias palabras, su propio texto, en boca de un defensor. Si, además, son dos obras las que compiten en este Club de Lucha literario, en el que el enfrentamiento más que combate deviene en duelo dialéctico para resaltar virtudes, los oyentes -potenciales lectores y compradores-, salimos ganando (además de pasar un rato divertido).
La idea de Estragos Literarios surge de Sven Jorgensen y Orciny Press, como forma de hacer más amena y diferente la presentación de un libro. Y a fe mía, lo han conseguido. Comenta Hugo Camacho que éste es ya el cuarto combate que se realiza, y que el formato está concebido para que se transmita y expanda a todos cuanto lo quieran utilizar.
No puedo sino dar la bienvenida -y enhorabuena a sus creadores- a este tipo de formato, que consigue hacer más divertida la cultura.
Ediciones El Transbordador ha recibido el testigo, y ha sido iniciado en este Club de la Lucha tan especial. Es de desear, y espero, nuevos combates literarios por su parte (prefiero llamarlos duelos). Aquí en Málaga lo tiene fácil, con GasMask (o entre dos autores de la misma editorial).
Es curioso -lo hemos comentado- que este primer combate en Málaga se haya producido en un día muy especial, el del fallecimiento de alguien muy especial, en el cuadrilátero y la vida: Muhammad Alí, Cassius Clay. No soy especial seguidor del boxeo, pero es justo recordarlo.