Leer a Umberto Eco es siempre un placer. Tanto en su faceta de novelista (El Nombre de la Rosa, El péndulo de Foucault, El Cementerio de Praga…) como en su papel de ensayista sobre temas diversos, entre los que prefiero aquellos relacionados con la comunicación y cultura popular, de la que él se declara admirador ferviente (Apocalípticos e Integrados, El Signo de los Tres: Dupin Holmes, Pierce…); o, como en este caso, los sitios donde transcurren las leyendas más importantes de la humanidad.
En Historia de la tierra y los lugares legendarios, Eco nos propone un recorrido por los principales mitos y leyendas soñados e imaginados por el hombre, desde el principio de los tiempos hasta la época moderna; pero sin detenerse en ellos, en sus historias (que las recuerda), sino en los sitios y lugares que los albergaron y generaron quimeras, utopías o ilusiones, porque mucha gente ha creído realmente que existen o han existido en alguna parte. Desde las tierras de Homero, la Biblia, o las Antípodas; Atlántida, Lemuria y Mu; Última Thule o Hiperbórea; Utopía y Jauja; la Tierra Hueca del interior o el mito de los Polos y Agartha; hasta Carcasona o Rennes-le-Château, Shangri-La, Xanadú o el Aleph de su admirado Borges, sólo por destacar algunos ejemplos. Tanto tierras imaginadas que nunca existieron (o no se encontraron) pero que pudieron ser, como lugares reales que, por imaginación o interés, entraron en la leyenda.
Y es que la ilusión, la quimera o el mito, la posibilidad de un más allá distinto a lo conocido es algo inherente al hombre, más allá de la época que le haya tocado vivir; y su búsqueda, su percepción o descubrimiento, su conquista y posesión, uno de los resortes que ha movido -y mueve- al mundo a avanzar. Y el enfoque de esas tierras y lugares entonces soñadas ha sido muy dispar: desde la creación poética como exaltación del hombre, a la parábola para ilustrar; del esoterismo, religión u ocultismo, para explicar lo desconocido y crear doctrinas, al interés económico e imperialista; desde el afán por conocer, a la imaginación de soñar nuevos mundos, ya sean infiernos o paraísos… Y todo ello compendia en este volumen Umberto Eco.
Y al hacerlo, junto a su descripción y recuerdo, el escritor italiano acompaña cada capítulo de una recopilación de textos originales donde se crea o analiza esa tierra o lugar mítico; una colección extensa de lecturas y escritos tan dispares como los de Platón o Aristóteles, Marco Polo, Dante o San Agustín; Julio Verne, Tomás Moro, Colón, Nietzsche, Burroughs o De Camp; Mdme.Blavastky, Chrétien de Troyes, Stephen Hawking, Bram Stoker, o los Hermanos Grimm… Más de un centenar de autores que concurren unidos en esta verdadera antología de textos sobre tierras soñadas.
Pero si, con lo dicho, alguien imaginase un volumen insoportable, difícil de digerir, nada más alejado de la realidad: la obra resulta amena y muy ligera, de lectura amable; no ya por la prosa ágil de su autor, sino por una profusión de ilustraciones magníficas y a todo color que la acompañan: imágenes, pinturas y grabados de consagrados artistas de todas las épocas que compartieron su visión de aquellos lugares y situaciones en épocas remotas; y carteles, portadas o interiores de revistas pulps, viñetas de cómics y fotogramas de películas que las recrearon, en épocas más recientes. Mención aparte, y a destacar, merecen los mapas y cartografías incluidos. Mapamundis en todas sus concepciones, desde tierra plana o en T, con el río que circunda la tierra, a la visión del cosmos rectangular o el mundo como un tabernáculo. Cartas náuticas imaginarias, que intentan reproducir con base científica continentes o islas jamás encontrados, Atlántida y Mu (Athanasius Kircher, 1664; James Churchwar, 1931), Taprobana (Tommaso Porcacchi, 1590), Última Thule (Olaus Magnus, 1539), o el imperio del Preste Juan (Abraham Ortelius, 1564). También realistas, aunque plagados de monstruos marinos de toda índole surcando los mares; y otros, como los del almirante turco Piri Reis, en 1513, de precisión imposible para los medios de aquella época… Sin nombrar numerosas aportaciones sobre teorías pseudo-científicas del mundo interior, las Tierra Hueca, Shambhala o el reino perdido de Agartha (que también buscaron los nazis, como tantos otros conceptos legendarios).
La Historia de las Tierras y los Lugares Legendarios de Umberto Eco, es uno de esos libros que no te gustaría ver en e-book, porque no merece la pena; y aunque se viera, no lo recomiendo, porque nunca podrás disfrutarlo con suficiente intensidad en ese formato (del que también soy usuario). Sin embargo, la edición impecable que publica Lumen (libro grande y pesado, con papel de calidad y tapa dura forrada en tela), constituye una pequeña joya en sí misma, el regalo perfecto para todo amante del libro clásico. Porque si, como obra propia, quizás resulta la más liviana, el texto menos profundo del autor italiano, el resultado completo obtenido, su compilación con los documentos originales, las imágenes que lo acompañan e ilustran en plan enciclopedia, le otorgan un valor muy superior al inicial, un regalo de lujo para la biblioteca de todo buen aficionado (lo digo por propia experiencia).