Finalmente, no podré estar esta noche en el preestreno del primer capitulo de Juego de Tronos, subtitulado.
La nota del departamento de prensa de Canal+ no me ha llegado hasta hace unas horas, ya sin margen para organizar una llegada a tiempo desde Málaga a Madrid… a pesar del AVE.
Lo digo con pena. También con resignación. Pero, sobre todo, con envidia (sana, o como queráis; pero envidia sin duda).
No tanto por ver el capítulo (ración de esa droga ilusionante que no daña), ni porque la proyección se realice en una sala que luce mi propio apellido (por el maestro, claro), sino por no poder hacerlo rodeado de tantos otros amantes frikis de la serie como supongo estarán (estaréis) reunidos esta noche, disfrutando de este Poniente recreado en imágenes, destilando ilusiones compartidas, conjuntando vibraciones únicas y extraordinarias… Tampoco podré disponer del material que -imagino- estará accesible a los asistentes.
Mañana no leeréis mi crónica del episodio… aunque intentaré recoger otras, igual que hoy hago con los comentarios USA, mientras lo veis.
¡Disfrutad todo lo que podáis, benditos! ¡¡¡Qué envidia me dais!!!