Parece que últimamente todo el mundo critica a G.R.R. Martin, su obra Canción de Hielo y Fuego y, por extensión, la serie televisiva Juego de Tronos, que la adapta (más o menos). Y es posible que motivos no falten para hacerlo, debido a la desidia y poco respeto que el autor demuestra hacia sus lectores, por el tiempo que tarda en continuar sus escritos (en este punto, me adhiero). Sin embargo, cuando la crítica se realiza de forma gratuita y sin criterio, me enerva. Esta mañana me he llegado a enfadar (con cariño) por lo comentado en un grupo de wathsapp sobre la serie Juego de Tronos, principalmente porque se realizaron comentarios gratuitos, sin haber leído los libros ni visto la serie. Como mi respuesta en el grupo sería extensa, me decido a hacerla por este medio, de forma un tanto privada, pero también en público.
A mí -lo sabéis si habéis seguido este blog- las novelas de Canción de Hielo y Fuego me engancharon tanto que, en 2010, tras la tercera, llegué a afirmar por aquí que si J.R.R. Tolkien fue el mejor escritor de Fantasía del siglo XX, G.R.R. Martin lo es, sin duda, del XXI. Por la obra que comentamos (mucho mejor que Sueño del Fevre, que ya me encantó), con un desarrollo de personajes increíbles, historias complejas, batallas, intrigas palaciegas, luchas de familias (basada en la historia inglesa de los York y los Lancaster –Stark y Lannister en las novelas-) y un punto de fantasía, no demasiado extenso, que las engrandece (podéis leer las reseñas realizadas entonces aquí y aquí).
Hoy, siete años después de aquello, seguiría pensando lo mismo si el éxito mediático de entonces no hubiese descontrolado la mente del autor, llevándole a crear más y más subtramas y personajes (casi todos excelentes), querer desarrollar tanto la historia como para abarcar los Siete Reinos, construir un universo tan amplio que le ha llevado a perderse en el infinito de su propia gloria… Le va a costar recuperar la trama inicial, escrita e ideada desde un inicio; una trama que hubiese resultado magnífica, toda una obra de arte, de haberla culminado en los 4 volúmenes iniciales (3 de origen). Ahora todo el mundo la sabe, no va a sorprender a nadie; y él se ve incapaz de cerrar en condiciones todas las subtramas abiertas… Y a sus seguidores nos tiene aburridos; hastiados de tanta espera.
Respecto a Juego de Tronos, su adaptación a TV, afirmo rotundamente que es la mejor serie de Fantasía Épica que se haya rodado nunca; costará superarla. Está a nivel de cualquier serie histórica conocida (Roma, Los Tudor…), con un componente adulto y serio, sucio, en las relaciones personales, incluido el sexo, pero con un punto fantástico que la convierte en única. Nunca se han creado unos muertos vivientes tan terroríficos como Los Otros; nunca unos dragones han llegado a poseer tanta vida… Ningún aficionado al género debería perdérsela.
No sólo adapta con fidelidad la obra (bueno, hasta donde puede), sino que en algunos aspectos corrige la dispersión de Martin. Sus productores han realizado un trabajo enorme (con participación inicial del escritor, aunque después han debido seguir por su cuenta). Conocen el final y varias ideas intermedias, y llegarán al mismo puerto que las novelas (si éstas lo hacen algún día), pero por caminos diferentes desde la 6ª temporada. Tiene fallos, por supuesto. El desarrollo de tramas y personajes es menos profundo que en los libros (en algún caso, como Dorne, Doran Martel y las Serpientes de Arena, resulta doloroso). Siempre pasa. Pero también eso ha resultado una ventaja, pues al restringir tramas para que el espectador no se pierda, han eliminado buena parte de la gran dispersión del autor.
Y no es verdad que se vayan a quedar sin presupuesto. Al contrario. Si en las primeras temporadas se echaron en falta desarrollos mayores en movimientos de masas y batallas debido a la falta de presupuesto (que ya era alto para una serie de TV), en las últimas, tras el éxito, resulta espectacular, se corrige y amplía, y desarrolla el CGI hasta límites increíbles. Os recomiendo ver sólo un episodio, el noveno de cada temporada, donde la espectacularidad es grandiosa. Y en la última, T6, “La Batalla de los Bastardos”, donde se recrea la mejor batalla medieval que haya visto jamás, incluido el cine. Si después de eso no os engancháis a la serie es que no os gusta la épica, ni la fantasía, ni una buena historia.
Respecto a los spin off (algo casi esperado dado que se trata de la serie de mayor éxito de público de la historia de HBO), van a ser 5, no 4 como se anunció inicialmente, donde no aparecerá ninguno de los personajes actuales. George R.R. Martin va a participar en todos, como ha anunciado en su blog. Ya ha trabajado con los respectivos guio-nistas, todos ellos de renombre: Max Borenstein (Kong: La Isla Calavera), Jane Goldman (X-Men: Primera generación), Brian Helgeland (L.A. Confidential) y Carly Wray (Mad Men). No se conoce aún el quinto, pero si es del cariz de los anteriores, ¡wow!
Lo que deberá esperar para más adelante es la adaptación de “Los cuentos de Dunk y Egg” (historias que transcurren en el mismo mundo de Poniente, unos 80 años antes que éstas). Martin confiesa no querer que le pase como con la serie principal. Tiene pensado escribir varios episodios más de la pareja, y no se grabará nada -una nueva serie completa- hasta que los termine (¿…?). Pero ya podéis abonaros a la misma cuando se haga: son pura aventura e historias de un caballero andante y su escudero, centradas en los dos personajes principales, sin tanta dispersión, con el grandioso colorido de los torneos medievales y algo de política de trasfondo. Si no los conocéis, tardáis en buscar el libro “El caballero de los siete reinos” que recoge los tres primeros cuentos. O cualquiera de sus adaptaciones al cómic. Os encantarán.