La historia alcanza su punto álgido con esta Danza de Dragones, otro episodio espectacular e incomparable a nivel de Tv, con el título del 5º volumen de Canción de Hielo y Fuego, que los lectores esperábamos con ansiedad, y que confirma a Juego de Tronos como serie única hasta el momento. El episodio 9 de cada temporada se ha caracterizado por su espectacularidad, y en esta ocasión, junto al anterior, no ha querido ser menos; HBO ha terminado por comprender que más que gastos se trata de una inversión sólida y ha aceptado un presupuesto extraordinario, que permite rodajes con medios desconocidos hasta ahora en televisión: 500 extras en la plaza de toros de Osuna y espectacularidad en el montaje de efectos especiales y CGI en su final.
Pero antes, otras tramas que van cerrándose, con mayor o menor fortuna:
Jon regresa al Muro junto a miles de salvajes supervivientes de Casa Austera. Alliser Thorne termina abriendo las puertas pese a su reticencia, que no deja de ser la de muchos en la Guardia de la Noche y algunos consideran traición; Olly entre ellos. Cada vez se ve más clara la propuesta; las escenas con mensajes subliminares que presagian los acontecimientos se suceden capítulo a capítulo: en esta no sólo una mirada esquiva, sino incluso el rechazo a través del alejamiento; y también aparece Bowen Marsh. En este punto, Beniof y Weiss dejan pistas claras muy sobre lo que va a suceder.
Como lo han venido haciendo desde el principio respecto a Shireen, personaje que construyen más cercano que en las novelas, y al que ofrecen compasión, calidez y ternura (tanto por su padre como por Davos) que no hacen sino anticipar la dura decisión que va a adoptar un Stannís presionado. Ramsay Bolton ha cumplido lo que prometió a su padre y conseguido desmoralizar las tropas retenidas por la nieve con ataque sorpresas y tiendas quemadas (¿o es Melissandre, farol en mano, quien ha convocado las llamas?), y frente a ello, el rey, antes de retroceder, cederá a las propuestas de la sacerdotisa… No sin antes mandar lejos a Davos, quien sospecha y teme lo que va a suceder, enviado al Muro en busca de refuerzos, pues sabe que no lo permitiría, ya que él no le considera Azor Ahai renacido, el príncipe que fue prometido frente a la oscuridad… El doble juego de los guionistas en cada episodio hace que Shireen esté leyendo el libro “Danza de Dragones, una historia verdadera” cuando su amoroso padre va a buscarla. Los hechos de esta subtrama pueden suponer un nuevo spoiler a lo que sucederá en “Vientos de Invierno”, pues al parecer, los productores ejecutivos han confesado que también quedaron sorprendidos cuando G.R.R. Martin se los anunció…
La trama más deslucida es la de Dorne, donde la espectacularidad de los Reales Alcázares (salvo que el último episodio lo remedie) no mitiga la desdibujada presencia de las Serpientes de Arena (menos cierta bofetada espectacular…) o una Ellaria que termina arrodillada ante Doran (aunque su conversa-ción final con Jaime podría abrir nuevas opciones), ni el extraño y mustio viaje de Jaime y Bron sólo para regresar a Desembarco del Rey con un Trystane Martell miembro del Consejo Real… (¿y consorte de una Myrcella heredera?). Esto último sería otro spoiler de “Vientos de Invierno”, pues aunque se haya comentado como posibilidad en Dorne, puede ser el plan B de Doran Martell una vez fracasa el original de unir a Quentyn con Danaerys, descartado en esta serie.
Lanna (Arya) interrumpe su encargo, la misión para el Dios de Muchos Rostros con el hombre delgado cuando observa la llegada de Mace Tyrell, enviado oficial a Braavos (Ser Harys Swyft en las novelas), recibido por Tycho Nestoris en nombre del Banco de Hierro. Pero no es él quien llama su antención, sino su acompa-ñante, Meryn Trant, miembro de la Guardia Real y el primero en la lista y plegaria de muerte de Arya Stark, por el asesinato de Syrio Forel, el danzarín de agua que fue su maestro de esgrima. Le sigue todo el día, hasta un burdel, donde comprueba que se trata de un pederasta que busca jovencitas. Todos sabemos lo que ocurrirá en el próximo episodio, Misericordia de la Madre, donde se avanzará en el episodio “Mercy” liberado de “Vientos de Invierno” por el propio Martin, sólo que cambiando a Raff el Dulce por Meryn Trant (ayuda también una imagen escapada de Arya recuperando a Aguja…). En Danza de Dragones (libro) ha dado muerte al hombre delgado. Aquí no, y Jaqen sabe que Arya le miente. ¿La dejará ciega como castigo?
Por fin, la Danza de Dragones se materializa en una Plaza de Toros de Osuna excelentemente remozada con CGI como el Pozo de Daznak, donde se celebran los juegos y enfrentamientos entre gladiadores. Salvo la llegada final de Drogon y la huida de Dany, los cambios previos son numerosos respecto a lo narrado en la novela, en especial por la no presencia de Daario, Jorah, o Tyrion (y sí la de Barristan Selmy), ni la presunta muerte de Hizdar en el ataque masivo de los Hijos de la Arpía, que allí no se produce tras su casamiento, y queda como rey de Meereen… Pero el resultado final es el mismo, y tan espectacular como en la serie, donde la llegada del dragón y su llama genera escenas de asombrosos efectos que harán de este episodio uno de los más recordados en el futuro (como la impresionante portada de Corominas para la edición española de Danza de Dragones).
Ya sólo queda el episodio que cierra la serie “Misericordia de la Madre” (con doble juego de palabras, como es habitual)… y muchos hilos abiertos por cerrar.
Tal vez difiera en parte de los libros. Pero está resultando espectacular.
Como puedes comprobar en el corte de vídeo con el vuelo de Drogon: