Episodio impactante sin duda, con la mayor presencia y demostración del ejército de Caminantes Blancos que se haya realizado jamás, incluidas las novelas. No sé si G.R.R.Martin estará conforme con esta clarificación de naturaleza de los “Otros”, que él ha mantenido siempre en segundo plano y un tanto escondida; pero la segunda mitad del episodio resulta impresionante. Comienzan los episodios mayores… Pero antes, las demás tramas avanzan, quizás con pasos y personajes cambiados y motivaciones distintas respecto a las novelas, pero más o menos en la misma dirección:
En Meereen, Danaerys acepta el regalo ofrecido por Jorah Mormont, que no le sirve para obtener su perdón (aunque, al menos, sí la vida), y es desterrado de nuevo de la ciudad. Con ello, Tyrion Lannister es aceptado como consejero de la Khaleesi Targaryen (cuyo símbolo de los tres dragones preside ya claramente sus actos públicos), en sustitución del llorado Ser Barristan Selmy, y una clara desviación de la historia escrita. Ya hemos comentado que en televisión los personajes y situaciones marcan su propio rumbo, y el personaje de Tyrion –uno de los más atractivos junto a la propia Danaerys– quedaba en esta temporada demasiado en segundo plano y sin importancia, tras la encumbración obtenida al final de la T4, por lo que la decisión de situarlo en lugar de Barristan (no sabemos qué ocurrirá con él en “Vientos de Invierno”, la 6ª novela, pero sí que no será determinante), consigue elevar la posición del mejor de los Lannister, y unir el destino de dos de los protagonistas. Una larga conversación entre ambos cierra su alianza, sobre el análisis (poco acertado, pero válido para la serie) de que son los enfrentamientos entre las diferentes Casas lo que subyuga al pueblo llano de Poniente (todos sabemos que salvo en tiempos muy recientes, las guerras previas la provocaron rencillas entre facciones Targaryen…) Jorah no se aleja de su Khaleesi, y se enrola voluntario como luchador en la arena de los reñideros.
La posición de Cersei en el septo de la Fe (antes Gran Septo de Baelor) es similar a las novelas, pese a los cambios en las formas con que la alcanza; pero su sufrimiento, y la machacona presencia de la septa Unella en busca de su confesión, si quedan bien recogidos. Qyburn, extraño personaje añadido, en una visita, le informa que su juicio tendrá lugar pronto, con cargos considerables por parte del Goriión Supremo, entre los que se encuentra el asesinato del rey Robert; también de los cambios que hay en la corte, donde su tío Kevan ha asumido la regencia y se encarga de Tommen.
También sigue el curso de las novelas el aprendizaje de Arya, y aunque no utiliza cambios de rostro para adoptar otras personalidades, sí actúa como Gata de los Canales (Lanna), vendedora de ostras en las calles de Braavos, observando e informando a Jaqen sobre “el hombre delgado”. Pero no todos en el templo piensan que esté preparada para cumplir la misión solicitada al Dios de Muchos Rostros.
En Invernalia, una Sansa quebrada pero no rota, consigue de Theon la confesión de que Bran y Rickon, que todos creen asesinados, continúan con vida. Una revelación, junto a la de Jon Nieve en la Guardia de la Noche, que no conoce en las novelas, y que bien puede servir para otorgarle fuerzas y nueva esperanza. Mientras, tras las murallas, los Bolton y sus aliados aguardan el avance de las tropas de Stannis, detenidas por la nieve. Ramsay solicita a su padre un pequeño grupo con el que hostigarles, aprovechando los recursos naturales del norte.
Y en el Muro, una sutil conversación entre Sam y Olly (personaje de la serie, que no aparece en las novelas y sustituye a Seda) vuelve a preparar al niño para el desenlace que se avecina. Su odio contra los salvajes por la masacre a su pueblo en la temporada anterior ya costó la muerte a Ygrytte, y fue expuesto con claridad al comandante en capítulos previos, por su decisión de acogerles; pero su mirada esquinada en el capítulo anterior, durante la partida, y ahora una frase de Sam referida a Jon (“a veces un hombre debe adoptar decisiones difíciles…”), cambiada de protagonista, puede ser determinante. «Intenta no preocuparte, Olly. Jon siempre vuelve…»
Aunque a punto esté de no hacerlo de Casa Austera. Esta batalla –masacre, más bien–no se narra de forma directa en los libros. Sólo constan referencias en el informe de Cotter Pyke sobre «cosas muertas espeluznantes» en el bosque y en el agua, mientras el pueblo salvaje pasa hambre e inician muestras de canibalismo. Tampoco Jon viaja hasta allí. Planea hacerlo, pero las circunstancias le hacen cambiar de planes y envía a Thormund. Se trata, pues, de un cambio, tal vez adelanto de lo que ocurrirá en la novela “Vientos de Invierno”, incluyendo a Jon para mostrarlo de nuevo como protagonista, antes de los sucesos que han de ocurrir en el Castillo Negro.
Esta temporada no incluía ninguna batalla significativa, como la de Aguasnegras, o Los Vigilantes del Muro en temporadas previas; pero en televisión se exige espectacularidad creciente, y los productores estaban prácticamente obligados a incluir algo así en ésta (la Danza del Dragón pendiente no es lo mismo). Pero es todo un acierto. Quizás no tan redondo como las anteriores, pero espectacular, sin duda; y una dosis de componente fantástico que siempre se agradece (como decimos, no sé si del agrado de G.R.R.M., pero impresionante). Más que una batalla épica, una escena de acción, se trata de una secuencia impactante de una película de terror: rodada con medios extra-ordinarios (200 extras, construcción de una empalizada de troncos de 90 metros, con gama diversa de caminantes “zombies” frescos, semi-descompuestos, esqueléticos, y la aplicación de CGI a raudales), suponen una de las mayores inver-siones económicas realizadas en una serie de televisión, en la que los caminantes blancos se muestran de forma clara y definida como la verdadera amenaza a combatir, que ha cambiado su anterior lentitud de movimientos del “zombie” tradicional por la velocidad electrizante y masiva de “Guerra Mundial Z”, de Marc Foster (alucinante la idea de su ataque-caída por el acantilado). Donde frente a la invencibilidad de “los Otros” salvo al Vidriagón, se avanza la validez del Acero Valyrio, de Garra. Donde se hacen guiños a los libros con la presencia de Casaca de Matraca y Wu Wu, y se incluyen personajes nuevos, de gran impacto. El primero, Karsi, líder carismática del pueblo rebelde, interpretada por la danesa Birgitte Hjort Sorensen, que llena realmente la pantalla con su presencia, y bien podría haber representado a Val, o Dalla, desaparecidas en la serie; una actriz importante que podría tener continuidad… (impactante su escena final con los niños zombies). Otro de ellos es el Rey de la Noche, líder de los Caminantes Blancos, del que nada sabemos en los libros más que por los cuentos de la vieja Tata, o en El Mundo de Hielo y Fuego (¿de origen Stark?), pero que podría ser un adelanto de lo que nos espera en “Vientos de Invierno”, con su interés preocupado en Jon, y su exhibición de poder al final…
Y si no es de “Vientos de Invierno”, sí anticipa lo que veremos en la T6 de Juego de Tronos, que está demostrando tener entidad y personalidad suficiente como serie por sí misma. (Si deseas ver un vídeo y comentarios sobre el rodaje de Casa Austera, pulsa en la imagen siguiente):